¿A qué llamamos socialización del sector bancario?

20 de mayo de 2020 por Eric Toussaint , Patrick Saurin


Porque los capitalistas demostraron que eran capaces de cometer delitos y de correr riesgos —aunque se niegan a asumir las consecuencias— con el único fin de aumentar sus beneficios, porque sus actividades conllevan, periódicamente, un coste demasiado alto para la sociedad, porque la que queremos construir debe estar guiada por la búsqueda del bien común, de la justicia social y de la reconstitución de una relación equilibrada entre los humanos y los otros componentes de la naturaleza, se deben socializar los bancos. Como lo propone Frédéric Lordon, se trata de realizar «una desprivatización integral» del sector bancario. [1]



 Proteger a los ciudadanos y a los poderes públicos de la influencia de los mercados financieros

Socializar el sector bancario significa:

‣La expropiación sin indemnización (o con una indemnización simbólica de un euro) a los grandes accionistas, mientras que los pequeños serán indemnizados.

‣La concesión al sector público del monopolio de la actividad bancaria salvo una excepción: la existencia de un sector cooperativo de pequeño tamaño, pero sometido a las mismas reglas fundamentales que el sector público.

‣La redacción, con participación ciudadana, de una declaración de objetivos a alcanzar y de misiones a proseguir, que ponga el servicio público del ahorro, del crédito y de la inversión al servicio de las prioridades definidas según un proceso de planificación democrática.

‣La transparencia de las cuentas que deberán presentarse al público de manera comprensible.

‣La creación de un servicio público de ahorro, de crédito y de inversión doblemente estructurado: por una parte, una red de pequeñas oficinas próximas a la ciudadanía, y por la otra, organismos especializados a cargo de actividades de gestión de fondos y de financiación de inversiones no garantizadas por los ministerios a cargo de la salud pública, de la educación, de la energía, de transportes públicos, de las jubilaciones, de la transición ecológica, etc. Los ministerios deberán estar dotados de un presupuesto necesario para la financiación de las inversiones que le son atribuidas. Los organismos especializados intervendrían en ámbitos y actividades que excedieran las competencias y las esferas de acción de esos ministerios, con el fin de garantizar que no queden temas sueltos.

Imaginemos lo que eso significa concretamente: los bancos privados habrán desaparecido, o sea, después de su expropiación (con indemnización para los pequeños propietarios), su personal habrá sido trasladado al servicio público bancario y a los seguros, con garantía de antigüedad, de salarios (hasta un máximo autorizado con el fin de limitar fuertemente los salarios demasiado altos, y aumentar los salarios bajos para reducir esa diferencia) y con una mejora de las condiciones de trabajo, por ejemplo con el abandono del benchmarking [2] y de prácticas de ventas «forzadas».Se establecerá un sistema de contratación para los nuevos trabajadores y trabajadoras que respete las normas de un servicio público.

 Bancos al servicio de los ciudadanos

Se pondrá fin a la situación de una concentración de agencias bancarias, en competencia unas con otras, en las grandes aglomeraciones y de una penuria o ausencia de sucursales en las pequeñas ciudades, pueblos o barrios populares. Una red densa de agencias locales se desarrollará con el objetivo de aumentar fuertemente la accesibilidad a los servicios bancarios y de seguros, con un personal competente para responder a las necesidades de los y las usuarios/as en relación con la misión de servicio público. Nadie estará excluido del acceso al servicio público bancario que debe ser gratuito.

Las agencias locales del servicio público gestionarán las cuentas corrientes y recibirán el ahorro de los y las usuarios/as, que estará totalmente garantizado. El ahorro estará gestionado evitando cualquier riesgo. Y este ahorro se destinará, bajo control ciudadano, a la financiación de proyectos locales y de inversiones de mayor alcance dedicadas a la mejora de las condiciones de vida, la mejora de la salud pública, la lucha contra el cambio climático, el abandono de la energía nuclear, el desarrollo de circuitos cortos, la financiación de una planificación territorial respetando las normas sociales y ambientales rigurosas, etc. Las personas,clientas de los bancos,podrán elegir el o los proyectos que desean ver financiados con sus ahorros.

Las agencias locales concederán créditos Créditos Suma de dinero que una persona (el acreedor) tiene el derecho de exigir de otra persona (el deudor).

Créditos privados
Préstamos concedidos por los bancos comerciales, sea cual sea el prestatario.

Créditos públicos
Préstamos concedidos por acreedores públicos, sea cual sea el prestatario.
(sin riesgos) a las personas individuales, familias, PYMES y estructuras privadas locales y a establecimientos públicos. Podrán consagrar una parte de sus recursos a proyectos de mayor envergadura, que los llevados a cabo a nivel local, naturalmente en el marco de una política acordada.

 Bancos al servicio de la comunidad

El hecho de que las agencias locales deberán presentar en forma precisa los usos locales y/o proyectos de más largo alcance, financiados con el dinero que gestionan,mediante el establecimiento de un calendario de programación y herramientas de seguimiento que permitan controlar claramente la utilización de los fondos y la buena puesta en marcha de los proyectos, facilitará el control por los diferentes protagonistas.

Los proyectos locales que se deberían financiar se definirán de manera democrática con un máximo de participación ciudadana.

Las agencias locales tendrán también a cargo los contratos de seguros para las personas físicas y las personas jurídicas.

 Sostener la transición hacia una economía social, sostenible y ecológica

Por otro lado, los ministerios a cargo de la salud pública, de la educación, de la energía, de transportes públicos, de las jubilaciones, de la transición ecológica, etc., dispondrán de medios de financiación provenientes del presupuesto del Estado.

Las agencias transversales especializadas intervendrán en los ámbitos y actividades que excedan las competencias y las esferas de acción de un solo ministerio. Por lo tanto, tendrán que garantizar las misiones específicas o transversales definidas, con la participación ciudadana, como el programa de abandono total de la energía nuclear, incluido el tratamiento segurode los residuos nucleares, durante largo tiempo.

El sector bancario socializado permitirá reconstituir un circuito virtuoso de financiación de los poderes públicos: éstos podrán emitir títulos que podrán adquirir los servicios públicos, sin pasar por las imposiciones de los mercados financieros.

Quedan todavía muchos aspectos para que sean elaborados colectivamente, ya que estamos en la fase preparatoria del establecimiento de un sistema totalmente nuevo. Eso demanda un ambicioso trabajo colectivo de puesta en común de ideas y propuestas. Y ese trabajo acaba de comenzar.

 Control ciudadano en todos los niveles

Control ciudadano: control por los trabajadores, los usuarios, los cargos electos locales, los representantes de las pequeñas, medianas y microempresas, los artesanos y otros trabajadores independientes, los delegados del sector asociativo.A este control ciudadano se agrega el control por las autoridades de supervisión bancaria.

La palabra «socialización» está utilizada preferentemente en lugar de «nacionalización» o «estatalización», para indicar claramente hasta qué punto es esencial el control ciudadano, con un reparto de decisiones entre los directivos, los representantes de los asalariados, de los clientes, de las asociaciones, los cargos electos locales, que completan el control de los representantes de las instancias bancarias públicas nacionales y regionales. Por lo tanto, hay que definir de manera democrática el ejercicio del control ciudadano activo Activo En general, el término “activo” hace referencia a un bien que posee un valor realizable o que puede generar ingresos. Por el contrario, hablamos de “pasivo”, es decir la parte del balance compuesta por los recursos de los que dispone una empresa (capital propio aportado por los socios, provisiones por riesgos y gastos, así como las deudas). . Asimismo, es necesario estimular el ejercicio de un control de las actividades del banco por los trabajadores del sector bancario y su participación activa en la organización del trabajo. Es necesario que las direcciones de los bancos pongan anualmente en conocimiento público su gestión transparente y comprensible. Hay que privilegiar un servicio de proximidad y de calidad que rompa con las políticas de externalización llevadas a cabo actualmente. Hay que alentar al personal de los establecimientos financieros para que garantice a su clientela un auténtico servicio de asesoramiento y erradicar las políticas comerciales agresivas de venta «forzada»

La socialización del sector bancario y de seguros, y su integración en los servicios públicos permitirán:
►Proteger a la ciudadanía y a los poderes públicos de la influencia de los mercados financieros;
►financiar los proyectos ciudadanos y de los poderes públicos;
► dedicar la actividad bancaria al bien común con, entre otras misiones, aquella de facilitar la transición de una economía capitalista, productivista y perjudicial a una economía social, sostenible y ecológica;

Porque consideramos que la moneda, el ahorro, el crédito, la seguridad del dinero en efectivo en las cajas y la preservación de la integridad de los sistemas de pagos son de interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. general, nosotros preconizamos la creación de un servicio público bancario por medio de la socialización de la totalidad de las empresas del sector bancario y de seguros.

Porque los bancos son, actualmente, una herramienta esencial del sistema capitalista y de un modo de producción que saquea el planeta, genera un reparto desigual de los recursos, provoca guerras, incrementa la pauperización, socava cada día más los derechos sociales y ataca instituciones y prácticas democráticas. Todo eso hace que sea esencial tomar su control y hacer de ellos una herramienta al servicio de la colectividad.

La socialización del sector bancario no puede pensarse como un eslogan o una reivindicación que será suficiente por sí misma y que los dirigentes aplicarían después de darse cuenta de su conveniencia. Por el contrario, debe ser concebida como un objetivo político a alcanzar en el marco de un proceso liderado por una dinámica ciudadana. Es necesario que los movimientos sociales organizados existentes (y entre ellos los sindicatos) hagan de este proceso una prioridad en sus agendas y que los diferentes sectores (colectividades locales, pequeñas y medianas empresas, asociaciones de consumidores, etc.) se posicionen en ese sentido, pero, sobre todo, es esencial que los empleados y empleadas de los bancos estén sensibilizados/as por el rol que tiene su trabajo y el interés que tendrían en ver sus bancos socializados. Además los usuarios y las usuarias deberán estar informados/as, en el mismo lugar donde se encuentren, (por ejemplo ocupaciones de agencias bancarias, en todos lados, el mismo día), con el fin de participar directamente en la definición de lo que debe ser un banco.

Solamente unas movilizaciones multitudinarias pueden garantizar que se llegue a concretar la socialización del sector bancario, ya que esta medida ataca directamente el corazón del sistema capitalista.

Si un gobierno de izquierda se abstiene de tomar esta medida, no podrá provocar un cambio radical verdadero para lograr romper con la lógica del sistema capitalista, y comenzar un nuevo proceso de emancipación. Sacarle a los capitales privados el sector bancario es la condición previa ineludible a la puesta en marcha de un programa económico de ruptura con el capitalismo y su lógica.

La socialización es la condición previa, ineludible, a la puesta en marcha de un programa de ruptura con el capitalismo y su lógica.

La socialización del sector bancario y de seguros es un hito fundamental de un proyecto mucho más amplio que comporta otras medidas que permiten iniciar una transición hacia un modelo poscapitalista y posproductivista. También, debería tener una dimensión europea, aunque su puesta en marcha se inicie en un solo país o en un pequeño número de países. Especialmente, se debería: abandonar las políticas de austeridad, anular las deudas ilegítimas, poner en marcha una reforma fiscal de conjunto con una fuerte imposición al capital, reducir en forma generalizada el tiempo de trabajo con contratos compensatorios y mantenimiento del salario, socializar el sector de la energía, del agua y de la salud, tomar medidas para garantizar la igualdad hombre-mujer, desarrollarlos servicios públicos y la protección social, así como establecer una política determinada de transición ecológica.
En estos momentos, la socialización integral del sistema bancario y de seguros es una urgente necesidad económica, social, política y democrática.


Notas

[1Frédéric Lordon, « L’effarante passivité de la « re-régulation financière » », enChanger d’économie, les économistes atterrés, Les liens qui libèrent, 2011, p. 242. Agreguemos que la socialización total del sector bancario es propuesta por el sindicatoSud BPCE.

[2Elbenchmarking es una herramienta de vigilancia de los y las asalariados/as cuyos resultados, accesibles a todos y todas permanentemente, se comparan continuamente mediante una clasificación que estigmatiza a los menos productivos. Es una técnica de gestión por el estrés muy difundida en las grandes empresas con el objetivo de generar una emulación malsana.

Eric Toussaint

doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.
Es autor de diversos libros, entre ellos: Banco Mundial. Una historia crítica, El Viejo Topo, 2022 Capitulación entre adultos. Grecia 2015: Una alternativa era posible, El Viejo Topo, Barcelona, 2020; Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoria Integral del Crédito (CAIC) del Ecuador en 2007-2011.
Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.

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