Crédito para la Educación Superior: Lecciones del Caso de Chile

4 de noviembre de 2011 por Daniel Munevar


El pasado 4 de Octubre, la Ministra de Educación de Colombia, Maria Fernando Campo, radico de forma oficial el proyecto de Reforma de la Ley 30 de Educación Superior. Uno de los elementos claves de la reforma propuesta, es el incremento de los recursos canalizados a la educación superior a través de créditos. De esta forma el gobierno espera incrementar la cobertura de la educación superior y promover el acceso de estudiantes de bajos ingresos a la universidad. Cerca del 40% de los recursos financieros incluidos en el proyecto de reforma están destinados a apoyar el programa de créditos estudiantiles del ICETEX. Específicamente el gobierno propone ofrecer créditos con tasa de interés real a estudiantes de bajos ingresos, con condonaciones de hasta el 25%, sujetas ambas condiciones a la disponibilidad de recursos del Estado. Esta situación ha creado un masivo debate sobre la viabilidad de la reforma propuesta.



Desde la perspectiva del actual debate que esta teniendo lugar en Colombia, es útil observar la experiencia de otro país en el cual se este utilizando crédito para incrementar el numero de estudiantes matriculados en la educación superior. Un ejemplo útil en este sentido es Chile. Desde 1994, en el país austral se viene promoviendo el acceso a la educación superior por medio del ofrecimiento de créditos Créditos Suma de dinero que una persona (el acreedor) tiene el derecho de exigir de otra persona (el deudor).

Créditos privados
Préstamos concedidos por los bancos comerciales, sea cual sea el prestatario.

Créditos públicos
Préstamos concedidos por acreedores públicos, sea cual sea el prestatario.
subsidiado por el Estado, a través del programa del FSCU (Fondo Solidario de Crédito Universitario) [1]. Este modelo fue posteriormente reforzado con un segundo programa de crédito universitario aprobado en el 2005, bajo el nombre de CAE (Crédito con Aval del Estado) [2]. Ello ha llevado a que hoy en día cerca del 60% del gasto publico en educación en Chile tenga lugar a través de créditos y becas [3]. Este énfasis en el crédito, así como el periodo prolongado de tiempo durante el cual ambos programas han estado operando permite analizar las implicaciones que conlleva la implementación de un sistema de educación superior con características similares al modelo chileno.

Un buen lugar para iniciar el análisis es la evolución del numero de estudiantes matriculados en la educación superior. Entre 1990 y 2007, este numero prácticamente se triplico pasando de 245 mil estudiantes a 678 mil [4]. Las grandes beneficiarias de esta dinámica han sido las universidades privadas de Chile, toda vez que durante este periodo el numero de estudiantes matriculado en ellas se ha multiplicado por diez. La expansión en la matricula no se ha dado a través de la creación de nuevas instituciones, sino de la apertura de nuevas sedes universitarias. Esto permite explicar el alta concentración de receptores de créditos en un numero reducido de universidades privadas de baja calidad. En el caso del CAE, 6 universidades concentran el 60% de los beneficiarios de este tipo de crédito [5].

Debido al hecho que el gasto publico en educación creció por debajo del ritmo de la expansión de las matriculas, los costos de la educación superior empezaron a recaer de forma creciente sobre los estudiantes y sus familias. Mientras que en el resto de los países de la OECD el Estado asume el 70% de los gastos de la educación superior, en Chile el Estado asume solo un 15% y las familias deben asumir cerca del 80% restante de los gastos [6]. De tal forma las familias no solo se han visto obligadas a financiar una parte cada vez mas importante de los gastos en educación sino que al mismo tiempo, ante la falta de controles sobre los costos de las matriculas, se ha dado un masivo encarecimiento de estas. Así, entre 1995 y 2005 el costo de las matriculas en la educación superior ha aumentado un 58%. Dicha situación ha convertido a la educación chilena en la mas costosa del mundo en términos relativos, toda vez que la matricula representa un 27% del PIB Producto interno bruto
PIB
El PIB es un índice de la riqueza total producida en un territorio dado, estimada sobre la base de la suma de los valores añadidos.
per capita seguida de lejos en un segundo lugar por Corea, donde esta cifra es 16% [7].

Sin embargo el alza en los costos de las matriculas no se ha correspondido con un incremento en la calidad de la educación recibida por los estudiantes universitarios, ni por una mejora ostensible en los indicadores de investigación. En el caso de la calidad, el sistema chileno se ha constituido en un sistema segregado donde estudiantes provenientes de familias de altos niveles de ingreso representan el 60% de la matricula de las universidades de elite en el país, mientras que el resto de los estudiantes se ven condicionados, por el costo de las matriculas, a instituciones de menor calidad [8]. En el caso de la investigación, entre 1997 y 2004, el presupuesto en investigación creció un 0.2% del PIB alcanzando la cifra de 0.68% del PIB, muy por debajo de la meta establecida de 1% del PIB [9]. La razón detrás de este bajo crecimiento tiene que ver con la ostensible caída de la participación del financiamiento publico para la investigación, la cual cayo de un 70 a un 45% del total.

El área donde el alza de las matriculas ha tenido un efecto significativo es en los volúmenes de endeudamiento en los cuales los estudiantes deben incurrir para sufragar el costo de sus estudios. Si se realiza una comparación a nivel internacional los estudiantes chilenos registran los niveles mas altos de deuda Deuda Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
relativa al ingreso, en donde la deuda representa 174% del ingreso anual y de participación del pago de cuotas relativa en el ingreso, donde los pagos representan entre 15 y 18% del ingreso mensual de un estudiante [10]. Es importante desagregar estos datos, toda vez en el caso de los CAE los estudiantes de bajos ingresos representan mas de las dos terceras partes de los prestamistas del programa. En el caso del quintil de mas bajos ingresos, se observa una imagen dramática toda vez que los créditos llegan a representar 2 veces el ingreso de los estudiantes de dicho quintil [11].

Dada esta situación no es sorpresivo encontrar altas tasas de impago en los créditos del sistema, toda vez que los volúmenes de endeudamiento dejan en una situación comprometedora a los estudiantes que adquieren estos para entrar a la educación superior. En el caso del FSCU, el coeficiente de recuperación de los créditos otorgados ha caído de forma sostenida entre 2000 y 2005, pasando de un 64 a un 45% [12]. Los créditos otorgados a través del CAE también han experimentado el mismo proceso con un incremento en la moratoria que alcanza mas del 30% de la cartera, donde los quintiles mas bajos son los que presentan las tasas mas altas de crédito en mora [13]. Dicha situación no representa una cuestión menor, toda vez que el pago de estas obligaciones se extiende por un periodo de entre 15 y 20 años, por lo que los estudiantes egresados con créditos en mora pueden experimentar posteriormente serios problemas a la hora de obtener empleo o acceder a crédito para la compra de vivienda.

Esta breve panorámica del impacto del financiamiento vía crédito del sistema de educación superior en Chile deja una imagen bastante desoladora. En términos prácticos, este tipo de modelo funciona en beneficio Beneficio Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas. de las instituciones de educación superior privadas, quienes pueden cobrar altas matriculas otorgando una educación de mínima calidad. Ganan así mismo las instituciones financieras que manejan la cartera de crédito educativo, donde en el caso chileno obtienen beneficios anuales superiores a los 50 millones de dólares [14]. Sin embargo pierde el sistema educativo en su conjunto toda vez que el acceso a educación de calidad se ve restringido a la capacidad de pagar las matriculas mas caras del sistema. Pierde la investigación y el desarrollo tecnológico, en la medida que la obtención de beneficios en el corto plazo que guía las decisiones de las universidades privadas no pasa por destinar recursos a este fin. También pierde el Estado chileno, toda vez que una vez los créditos en mora son respaldados por garantías Garantías Acto que proporciona a un acreedor una seguridad en el cumplimiento del compromiso del deudor. Distinguimos entre garantías reales (derecho de retención, fianza, prenda, hipoteca, privilegio) y las garantías personales (caución, aval, carta de intención, garantía autónoma). ofrecidas por este. Mas importante aun, pierden los estudiantes y familias quienes deben sacrificar sus ingresos y patrimonio para acceder a lo que es en primera instancia un Derecho que debe ser garantizado de forma gratuita y universal por el Estado.

En otras palabras, como lo están manifestando los cientos de miles de estudiantes chilenos que se han tomado las calles de este país durante los últimos meses, la lección que nos ofrece Chile donde se somete el acceso a la educación superior al crédito es una que es mejor no escuchar ni aplicar.


Daniel Munevar Analista para el CADTM. La presentación en Prezi se encuentra disponible en: http://prezi.com/3yzlcqkivn-r/reforma-educativa-y-el-estado-predador/

Notas

[1Programa de crédito universitario subsidiado, con una tasa real de interés anual del 2% y plazo fijo de pago entre 12 y 15 años. El crédito otorga un periodo de gracia de 24 meses al finalizar los estudios en caso de que la persona que obtuvo el crédito no le sea posible encontrar un empleo.

[2Programa de crédito universitario en el cual el Estado actúa como garante en caso que el estudiante que obtuvo el crédito y termino sus estudios, no le sea posible pagar el crédito. El esquema funciona con una tasa de interés cercana al 6% y un plazo fijo de pago entre 15 y 20 años. Como en el caso del FSCU, el CAE concede un periodo de gracia, en este caso de 18 meses.

[3OECD (2011), “Education at Glance 2011” : 264.

[4OECD (2009), “La Educación Superior en Chile” : 37.

[5Banco Mundial (2011), “Programa de Crédito con Aval del Estado (CAE) en Chile” : 59.

[6Ibid 4 : 232, 237.

[7Ibid 5 : 247.

[8Ibid 5 : 80 - 82.

[9Ibid 5: 64.

[10Ibid 6: 49.

[11Ibid 6: 44.

[12Ibid 5: 120.

[13Ibid 6: 52-53.

[14Ver, ¨Economista Marcel Claude señala que deuda de estudiantes subió 28 veces¨, disponible en: http://www.biobiochile.cl/2011/08/04/economista-marcel-claude-senala-que-deuda-de-estudiantes-subio-28-veces.shtml

Daniel Munevar

es un economista post-keynesiano de Bogotá, Colombia. De marzo a julio de 2015, trabajó como asistente del ex ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis, asesorándolo en materia de política fiscal y sostenibilidad de la deuda.
Anteriormente, fue asesor del Ministerio de Hacienda de Colombia. También ha trabajado en la UNCTAD.
Es una de los principales autores en el estudio de la deuda pública a nivel internacional. Es investigador en Eurodad.

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