Foro Social Mundial 2009, Belém do Pará, Brasil

Declaración de la Asamblea de Mujeres

9 de febrero de 2009 por Assemblée des femmes




En el año en que el FSM se encuentra con la población Pan- Amazónica,
nosotras mujeres de diferentes partes del mundo, reunidas en Belem,
reafirmamos la contribución de las mujeres indígenas y de todos los
pueblos de la floresta, como sujeto político que enriquecen el
feminismo a partir de la diversidad cultural de nuestras sociedades y
fortalecen la lucha feminista contra el sistema patriarcal
capitalista globalizado.

Hoy en el mundo, vivimos varias crisis que expresan la inviabilidad
de este sistema. Las crisis financieras, alimentarias, climáticas y
energéticas no son fenómenos aislados y representan una crisis del
modelo, caracterizado por una sobreexplotación del trabajo y de la
naturaleza, y por la especulación y financierización de la economía.

Frente a estas crisis no nos interesan las respuestas paliativas
basadas en la lógica del mercado que sólo pueden llevar a la
sobrevivencia del mismo sistema. Necesitamos avanzar en la
construcción de alternativas. Para la crisis climática y energética,
nos oponemos a soluciones por medio de agrocombustibles y de los
mercados de créditos de carbón. Nosotras mujeres feministas
proponemos el cambio del modelo de producción y consumo.

Frente a la crisis alimentaria afirmamos que los transgénicos no
representan una solución. Nuestra propuesta es la soberanía
alimentaria y el desarrollo de la producción agroecológica.

Frente a la crisis financiera y económica, nos pronunciamos en contra
de los millones retirados de los fondos públicos, para rescatar
bancos y empresas. Nosotras feministas reivindicamos la protección
del trabajo y el derecho a una renta digna.

No podemos aceptar que los intentos de mantener el sistema se hagan a
costa de la vida de las mujeres. Los despidos en masa, los recortes
del gasto público en las áreas sociales y la reafirmación del modelo
productivo, impactan directamente en nuestras vidas en la medida que
aumenta el trabajo de reproducción y sustentabilidad de la vida.

Para imponer su dominio en el mundo, el sistema recurre a la
militarización y al armamentismo; inventa confrontaciones genocidas
que hacen de las mujeres un botín de guerra y utilizan la violencia
sexual como arma de guerra en los conflictos armados. Se expulsa a
las poblaciones obligándolas a vivir como refugiados, consagra la
impunidad de la violencia contra las mujeres, el feminicidio y otros
crímenes contra la humanidad que suceden cotidianamente en los
conflictos armados.

Nosotras feministas proponemos transformaciones profundas y radicales
de las relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza, el fin
de la lesbofobia, y del patriarcado heteronormativo y racista.

Exigimos el fin del control sobre nuestros cuerpos y nuestra
sexualidad. Reivindicamos el derecho a decidir con libertad sobre
nuestras vidas y los territorios que habitamos. Queremos que la
reproducción de la sociedad no se haga a partir de la
sobreexplotación de las mujeres.

Nos solidarizamos con las mujeres de las regiones donde se dan
conflictos armados. Sumamos nuestras voces a las mujeres de Haití y
rechazamos la violencia de las fuerzas de ocupación. Nos
solidarizamos con las colombianas, congolesas y tantas otras que
resisten cotidianamente a la violencia de los grupos militares y de
las milicias armadas involucradas en los conflictos. Expresamos
nuestra solidaridad con las mujeres de Irak que enfrentan la
violencia de la ocupación militar norteamericana.

En el momento actual, nos solidarizamos especialmente con las mujeres
palestinas de la franja de Gaza bajo ataque de Israel y nos sumamos a
las luchas por el fin de la guerra en Medio Oriente.

En la Paz y en las guerras nos solidarizamos con las mujeres víctimas
de violencia patriarcal y racista contra las mujeres negras y jóvenes.

De igual manera, manifestamos nuestro apoyo y solidaridad a cada una
de las compañeras que están en las luchas de resistencia contra las
hidroeléctricas, las madereras, mineras y los megaproyectos en la
Amazonía y otras partes del mundo y que son perseguidas por su
oposición legítima a la explotación. Nosotras nos sumamos a la lucha
por el derecho al agua.

Nos solidarizamos con todas las mujeres criminalizadas por la
práctica del aborto o por defender ese derecho. Reforzamos nuestro
compromiso y convergemos nuestras acciones para resistir a la
ofensiva fundamentalista y conservadora para garantizar que todas las
mujeres que lo necesiten tengan derecho al aborto legal y seguro.

Nos sumamos a las luchas por accesibilidad para las personas con
deficiencia y por el derecho de “ir y venir” de las mujeres migrantes.

Por todas y por nosotras mismas, seguiremos comprometidas con la
construcción del movimiento feminista como una fuerza política
contra-hegemónica y un instrumento de las mujeres para alcanzar la
transformación de sus vidas y de nuestras sociedades, apoyando y
fortaleciendo la auto-organización de las mujeres, el diálogo y la
articulación de las luchas de los movimientos sociales.

Estaremos todas, en todo el mundo, el próximo 8 de marzo y en la
semana de Acción Global 2010, confrontando el sistema patriarcal y
capitalista que nos oprime y explota. En las calles y en nuestras
casas, en las florestas y los campos, en nuestras luchas y los
espacios cotidianos de nuestras vidas, mantendremos nuestra rebeldía
y movilización.

Belém, 1 de febrero del 2009


CADTM

COMITE PARA LA ABOLICION DE LA DEUDAS ILEGITIMAS

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