26 de mayo de 2020 por Collectif
Para hacer frente a la pandemia de Coronavirus y sus graves consecuencias es necesario romper con las herramientas de dominación imperialista sobre nuestros pueblos: la deuda y los acuerdos de «libre comercio».
Las poblaciones del Norte de África y de Oriente Medio/región árabe se enfrentan a una terrible experiencia con respecto a esta crisis sanitaria mundial causada por la pandemia del coronavirus. Esta última ha revelado el alcance del daño del capitalismo a la humanidad y la naturaleza. Las clases dominantes intentan garantizar las ganancias de las grandes compañías y bancos a expensas de las y los asalariados y pequeños productores que se encuentran en primera línea para garantizar la producción, arriesgando sus vidas en las peores condiciones de explotación. Los imperativos del confinamiento aumentan su sufrimiento en ausencia de una salud pública destruida por décadas de políticas neoliberales. Principalmente son las mujeres las que llevan la peor parte de esta situación excepcional, ya sea en el trabajo o en el hogar.
Durante más de cuarenta años se han acumulado las experiencias de luchas populares contra las políticas de neocolonialismo, dependencia e intercambio desigual que nos imponen los centros imperialistas de toma de decisiones, con la complicidad de los gobiernos y los regímenes políticos de nuestros países. Ganaron impulso con el proceso revolucionario que comenzó su primera fase a finales de 2010 - principios de 2011 con la revolución en Túnez, Egipto, Yemen, Libia y Siria, y su segunda fase a finales de 2018/principios de 2019 con las revoluciones en Sudán, Argelia, Líbano e Irak. Las masas expresaron en las calles y en las plazas sus aspiraciones a liberarse de la opresión y el despotismo, y exigieron libertad y justicia social.
Nosotras y nosotros, organizaciones, movimientos y redes de lucha representando a los diferentes estratos populares: trabajadores, mujeres, jóvenes, nacionalidades y minorías oprimidas, mantenemos las demandas de este proceso revolucionario y nos esforzamos por lograrlas. No permitiremos que la pandemia del coronavirus sea utilizada para consolidar la contrarrevolución y poner fin a nuestras aspiraciones democráticas. Tampoco aceptaremos la continuación de las medidas de austeridad neoliberal que generalizan la pobreza y el desempleo y establecen un marco general de desigualdad social. Más que nunca, y de manera muy urgente, el contexto actual subraya la necesidad de intensificar la solidaridad y la reflexión colectiva para sentar las bases de una sociedad alternativa de libertad, dignidad y justicia social, valores que nuestros pueblos reclaman desde hace mucho tiempo.
El endeudamiento público constituye un sistema de saqueo de nuestra riqueza y de esclavización de nuestros pueblos por el imperialismo mundial. El servicio de la deuda Servicio de la deuda Suma de la amortización más los intereses del capital prestado. absorbe anualmente los presupuestos sociales de nuestros países. El gasto en salud pública está muy por debajo de los mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Es necesario dejar de pagar la deuda pública para liberar la liquidez necesaria para hacer frente a la epidemia de coronavirus y al empeoramiento de la crisis social y económica. Asimismo, todas las formas de privatización de los servicios públicos deben ser detenidas. Se debe dar prioridad al desarrollo de un sector de salud pública que garantice servicios médicos gratuitos y de calidad.
La demanda de cancelación de la deuda externa siempre ha sido una de las demandas populares en nuestra región desde la crisis de la deuda y los programas de ajuste estructural Ajuste estructural Política económica impuesta por el FMI como condición para la concesión de nuevos préstamos o para la refinanciación de préstamos anteriores. que siguieron a principios de la década de 1980. Se organizaron campañas en Túnez y Egipto para la cancelación de deudas odiosas contraídas por dictadores que fueron derrocados por las revoluciones. Surgieron iniciativas, dentro del reciente movimiento de protesta popular en el Líbano, exigiendo la suspensión del pago de la deuda y el establecimiento de un programa de reformas sociales, alimentarias y de protección social para la población. En el contexto de la crisis del coronavirus, los llamamientos a la suspensión del pago de la deuda pública de los países del Sur se han multiplicado en todo el mundo. Por lo tanto, debemos continuar movilizándonos a nivel regional para imponer una moratoria unilateral y soberana sobre el pago de la deuda en nuestros países amenazados por una catástrofe humanitaria debido a la ausencia de condiciones para enfrentar la epidemia del coronavirus. Debe también establecerse un control popular de los fondos que serán liberados por la suspensión de pagos, y que deben asignarse como prioridad a las necesidades de salud y al apoyo de los estratos sociales más afectados por la crisis del coronavirus. La moratoria sobre los reembolsos debe ir acompañada del establecimiento de un mecanismo de auditoría de la deuda pública que permita a la mayoría de la ciudadanía participar en la identificación de las partes ilegítimas, odiosas e ilegales de estas deudas, que deben ser repudiadas. Los recursos liberados se destinarán a la implementación de medidas económicas, sociales y medioambientales que se basen en las necesidades fundamentales de la clase obrera, de las y los pequeños productores y de las capas marginadas en general.
La anulación de la deuda pública conducirá inevitablemente a la necesidad de romper con el Banco Mundial
Banco mundial
Creado en 1944 en Bretton Woods en el marco del nuevo sistema monetario internacional, el Banco posee un capital aportado por los países miembros (189 miembros el año 2017) a los cuales da préstamos en el mercado internacional de capitales. El Banco financia proyectos sectoriales, públicos o privados, con destino a los países del Tercer Mundo y a los países antes llamados socialistas. Se compone de las siguientes tres filiales.
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y el Fondo Monetario Internacional
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
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. Estas dos instituciones siempre han apoyado a los regímenes dictatoriales en nuestra región, se han alineado con las principales potencias imperialistas y el Estado sionista de Israel para frenar el proceso revolucionario, y han seguido agravando el endeudamiento y adaptando nuestras economías para servir a las multinacionales y a la gran especulación
Especulación
Actividad consistente en buscar ganancias bajo la forma de plusvalía apostando por el valor futuro de los bienes y activos financieros o monetarios. La especulación genera un divorcio entre la esfera financiera y la esfera productiva. Los mercados de cambios constituyen el principal lugar de especulación.
financiera en todo el mundo. La emancipación de nuestros pueblos del despotismo será incompleta sin esta ruptura con los centros imperialistas de toma de decisiones.
El pago de la deuda pública se hace a costa del deterioro de las condiciones sociales de la mayoría de las clases populares y trabajadoras y de la debilidad de sus ingresos anuales. Esto a su vez les obliga a pedir préstamos a bancos, instituciones de crédito para la adquisición de vivienda, instituciones de crédito al consumo y microcrédito a tasas de interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. elevadas. En el contexto de la crisis económica exacerbada por el estallido de la pandemia del coronavirus, el desempleo aumentará y las dificultades de estos estratos para cubrir sus costos de subsistencia, salud y educación van a aumentar. El endeudamiento de las y los pequeños productores, igual que el de las y los pequeños agricultores, que están pasando por un grave proceso de empobrecimiento que amenaza su propia existencia, se exacerbará. De ahí la necesidad de solicitar la suspensión del pago de estas deudas privadas, organizar una campaña popular para investigar todas las formas de expolio y las condiciones injustas impuestas por las instituciones del sector financiero, y examinar los fundamentos de la ilegitimidad e ilegalidad de estos préstamos para exigir su anulación.
Para poner el acento en las prioridades sociales y ambientales es crucial establecer un sistema de préstamos públicos sin intereses en lugar de promover préstamos con intereses que aumenten las ganancias para el capital financiero. Esto a su vez presupone la socialización del sector bancario, es decir, la confiscación sin compensación alguna de los principales accionistas de los bancos, y su vinculación al sector público bajo control popular. La socialización tiene un contenido mucho más radical que la nacionalización, que puede limitarse a la compra por parte del Estado de las acciones de los grandes capitalistas a precios elevados. Es este contenido radical lo que ha sido planteado con fuerza por el reciente movimiento de protesta popular en el Líbano al exigir la caída del despotismo de los bancos, la caída de la oligarquía gobernante, la condena de las y los altos funcionarios corruptos y la construcción de una economía basada en la justicia social.
Los acuerdos de «libre comercio» son acuerdos neocoloniales que han sido impuestos a nuestros pueblos. Agravan la dependencia y los déficits comerciales, aumentan nuestra dependencia de las importaciones de alimentos de los mercados especulativos mundiales y destruyen las actividades productivas campesinas y las oportunidades de empleo permanente. Estos acuerdos han generalizado el dominio de las multinacionales y una parte del gran capital local sobre los sectores económicos rentables, los servicios públicos, incluidos la salud y las medicinas, y han asegurado la protección de sus «derechos» a través de leyes sobre la propiedad intelectual y las patentes. La «nueva generación» de acuerdos de libre comercio incluye todas las áreas económicas, sociales, culturales y ambientales, como es el caso del Acuerdo de Libre Comercio Completo y Profundo (Accord de libre-échange complet approfondi /ALECA) para Túnez, donde se están produciendo algunas movilizaciones para evitar la firma inminente de este acuerdo, y también para Marruecos. Así, los acuerdos de «libre comercio» constituyen, con las deudas públicas, las herramientas de dominación imperialista sobre nuestros países. Deben abolirse y debemos proponer alternativas en torno a una cooperación comercial que satisfaga las necesidades de las personas y que se base en la igualdad, la justicia y la complementariedad. Estas alternativas deben dar prioridad a los canales de intercambio a pequeña escala ubicados en el Norte y el Sur, y fortalecer las relaciones directas entre productores y consumidores. Para lograrlo, debemos construir una economía local independiente, centrada en la soberanía alimentaria y basada en la democracia y la solidaridad. Por lo tanto, es necesario fortalecer la ruptura con las instituciones del capital mundial, incluida también la Organización Mundial del Comercio
Organización Mundial del Comercio
OMC
Firmado el acuerdo el 15 de abril de 1994 y en vigencia desde el 1º de enero de 1.995, la OMC sustituye al GATT (Acuerdo general sobre aranceles y comercio). La mayor innovación introducida es que la OMC posee el estatuto de organización internacional. Su función es asegurar que ninguno de sus miembros se entregue a cualquier tipo de proteccionismo, a fin de acelerar la liberalización mundial de los intercambios comerciales, de favorecer las estrategias de las multinacionales. Está dotada de un tribunal internacional (órgano de resolución de conflictos) que juzga las eventuales violaciones de su texto fundador de Marraquech.
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Las y los firmantes de este llamamiento, en apoyo de los logros de los levantamientos populares por la democracia, la libertad y la justicia social en nuestra región, exigimos:
Una suspensión unilateral y soberana del pago de la deuda pública, y la asignación de los fondos a la salud pública, y al apoyo de las capas vulnerables afectadas por la crisis del coronavirus,
Una auditoría ciudadana de la deuda pública para determinar sus partes ilegítimas, odiosas e ilegales e imponer su repudio,
Suspensión del pago de las deudas privadas de familias de las clases populares, las y los pequeños productores, las y los pequeños agricultores y empleados, a bancos, instituciones de crédito de vivienda, crédito de consumo y microcrédito,
Examen de todas las formas de expolio y de las condiciones injustas impuestas por las instituciones del sector financiero en los contratos de préstamos privados, y poner en evidencia su ilegitimidad e ilegalidad para exigir su cancelación,
Anulación de los acuerdos de «libre comercio» y del Acuerdo de Libre Comercio Completo y Profundo para Túnez y Marruecos,
Romper con el trío al servicio del capital mundial: el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio.
También llamamos a:
El establecimiento de un amplio comité popular para la auditoría de la deuda de nuestros países a nivel regional que incluya a todos los estratos de la sociedad, asociaciones, sindicatos, redes, partidos progresistas, jóvenes, mujeres, personas desempleadas, etc.
Apoyar la campaña para rechazar el Acuerdo de Libre Comercio Completo y Profundo en Túnez y darle una dimensión regional.
Organizar una fuerte campaña regional, unida en sus objetivos y su calendario, para denunciar el contenido colonial de los acuerdos de libre comercio, así como el saqueo de la riqueza de nuestros pueblos por la deuda.
Organizar un foro popular, que se celebrará después del final de la crisis del coronavirus en el norte de África y Medio Oriente/región árabe, para profundizar el debate e intercambiar experiencias con el fin de ampliar la lucha contra la deuda y los acuerdos de «libre comercio».
Para firmar la petición, aquí.
Lista de firmantes
26 de enero, por Collectif
16 de diciembre de 2022, por CADTM , Collectif
Declaratoria para firma
Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO): 19 años son suficientes2 de diciembre de 2022, por CADTM , Collectif , GRAIN , Friends of the Earth
10 de octubre de 2022, por Collectif
29 de marzo de 2022, por Collectif
Con la participación de Éric Toussaint
Audiencia Pública en el Congreso Nacional: Las consecuencias del pacto con el Fondo Monetario Internacional en la Argentina14 de marzo de 2022, por Collectif
7 de diciembre de 2021, por Collectif
28 de octubre de 2021, por Collectif
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