16 de agosto de 2019 por Nathan Legrand
Las transacciones en el seno del Consejo Europeo de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE), con el fin de designar a las personas responsables de los cuatro puestos claves (top jobs) de la Unión —presidencia de la Comisión Europea, presidencia del Banco Central Europeo (BCE), presidencia del Consejo Europeo y representación de la diplomacia europea—, se acabaron el martes 2 de julio por la noche. Bajo muchos aspectos, esas negociaciones y las personalidades designadas para ocupar esos puestos ponen de manifiesto la naturaleza neoliberal, y por lo tanto antisocial y antidemocrática de la Unión Europea.
Esas negociaciones mostraron, sobre todo, donde se sitúa el centro de gravedad de la toma de decisiones políticas entre los 28 miembros: esencialmente, las transacciones estuvieron en torno a la búsqueda de un acuerdo entre Angela Merkel y Emmanuel Macron, un proceso ampliamente puesto en escena y transmitido por los medios. Estos últimos ni siquiera mencionan el procedimiento de la elección del presidente de la Comisión por el Parlamento Europeo entre los principales candidatos de los diferentes grupos políticos: en una Unión Europea en crisis en la que la extrema derecha progresa peligrosamente, el bloque dominante, el extremo-centro (cuyos representantes en el Parlamento Europeo son los socioliberales de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas —S&D—, los centristas de Renovar Europa —RE, ex ALDE—, los conservadores del Partido Popular Europeo —PPE— y, en cierta medida, el grupo de los Verdes) se organiza al más alto nivel para asegurar el statu quo, sin preocuparse por mantener algún tipo de respeto a las ilusiones democráticas. Aunque la presidencia de la Comisión Europea debía ser elegida formalmente por el Parlamento mediante una votación entre los cabezas de lista de los principales partidos el 17 de julio, el acuerdo sellado en el seno del Consejo Europeo bajo la égida de Angela Merkel y Emmanuel Macron fue considerado como válido desde su firma el 2 de julio. Y, efectivamente, Ursula von der Leyen, la candidata designada por el Consejo Europeo, fue la única propuesta por un partido mayoritario. Ciertamente, la recomposición política entre los grupos parlamentarios de S&D, RE y del PPE no está terminada y provoca algunas contradicciones, que ocasionaron que la elección fuese menos fácil que lo previsto por Angela Merkel y Emmanuel Macron. Por otra parte, los Verdes demostraron que necesitan mayores incentivos para unirse en forma más abierta al bloque dominante. En última instancia, el acuerdo deseado por el Consejo Europeo fue aprobado sin demasiado barullo por el Parlamento, y Ursula von der Leyen es la nueva presidenta de la Comisión Europea.
Candidaturas a imagen de una construcción europea neoliberal
Este acuerdo atestigua, sin grandes sorpresas, el hecho de que la UE es un proyecto al servicio del gran capital, que oprime a las clases populares tanto en Europa como en el resto del mundo.
Ursula von der Leyen fue designada candidata para presidir la Comisión Europea y elegida para ese puesto. Miembro de la Unión Cristiana-Demócrata Alemana (CDU), el partido conservador de la cancillera Angela Merkel, fue ministra en los gobiernos de esta última desde su primer mandato en 2005, después de haber ejercido funciones ministeriales en el ámbito del land de Baja Sajonia de 2003 a 2005. A cargo del ministerio de Defensa de la República Federal desde 2013, estuvo comprometida en el envío de tropas alemanas junto a otras fuerzas militares europeas a la guerra imperialista dirigida por Francia en Malí, y también argumentó a favor de un refuerzo de la OTAN
Organización del Tratado del Atlantico Norte
OTAN
Este organismo asegura a los Estados europeos la protección militar de los Estados Unidos en caso de agresión, pero, sobre todo, ofrece a los Estados Unidos la supremacía en el bloque occidental. Los países de Europa Occidental aceptaron la integración de sus fuerzas armadas en un sistema de defensa puesto bajo el mando estadounidense, reconociendo de hecho la preponderancia de los Estados Unidos. Fue fundada en 1994 en Washington, y pasó a un segundo plano acabada la guerra fría. En el año 2002 se componía de 19 miembros: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y el Reino Unido, a los que se sumaron Grecia y Turquía en 1952, la República Federal de Alemania en 1955 (sustituida por la Alemania unificada en 1990), España en 1982, Hungría, Polonia y la República Checa en 1999.
y de una política de «defensa» común a nivel europeo. Proveniente de una familia burguesa del norte de Alemania y ligada por matrimonio a la burguesía ennoblecida von der Leyen, esta aristócrata no tuvo ningún escrúpulo en suprimir una serie de subsidios sociales que beneficiaban a los más precarios: en Baja Sajonia, su ministerio suprimió en 2005 los subsidios concedidos a las personas con déficit visual —fueron reintroducidos, con un monto menor, dos años más tarde por la ministra que la sucedió en el cargo—. A nivel federal, von der Leyen suprimió especialmente los subsidios familiares a las familias más pobres, en nombre de una visión falsamente presentada como «feminista», instando a las madres a trabajar sin preocuparse de las condiciones de acceso al mercado de trabajo, incluso cuando están particularmente degradadas en Alemania para las mujeres, y las trabajadoras y trabajadores sin calificación. En un momento, se pensó en que tomaría el relevo de Angela Merkel a la cabeza de la CDU, así que podemos apostar que defenderá de manera intransigente el ordoliberalismo económico en la UE, exigiendo a las clases populares que se continúen apretando el cinturón con el fin de limitar los déficits y poder reembolsar la deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
pública, al mismo tiempo que se mantiene la tasa de beneficios de los capitalistas.
Bien conocida por el público, Christine Lagarde fue propuesta por Emmanuel Macron y Angela Merkel para dirigir el Banco Central
Banco central
Entidad que, en un Estado, se encarga generalmente de la emisión de billetes de banco y del control del volumen de moneda y crédito. En España es el Banco de España quien asume dicho rol, bajo el control del Banco Central Europeo (BCE, ver más abajo).
El Banco Central de un país gestiona la política monetaria y tiene el monopolio de la emisión de la moneda nacional. Proporciona moneda a los bancos comerciales a un precio determinado por las tasas directoras, que son fijadas por el proprio banco.
Europeo y también tomará posesión de su puesto próximamente. Esta institución, cuya supuesta «independencia» tuvo por objetivo alejarla de la esfera política para confinarla ilusoriamente en el dominio técnico, estuvo en primera línea en la crisis de la deuda pública griega para imponer las condiciones de los acreedores. Se extralimitó ampliamente de su mandato al chantajear a Grecia durante el primer gobierno de Tsipras en 2015: cortándole el acceso normal a la liquidez unos días después de la victoria electoral de Syriza en enero de 2015, y haciendo cerrar los bancos griegos una semana antes del referéndum del 5 de julio del mismo año. Sin embargo, con estos hechosel BCE
BCE
Banco central europeo
El Banco Central Europeo es una institución radicada en Fráncfort, creada en 1998. Los países de la zona euro* le transfirieron sus competencias en materia monetaria y su funcióin oficial es el de asegurar la estabilidad de precios (luchar contra la inflación) en dicha zona. Sus tres órganos de decisión (El Consejo de Gobierno, el Comité Ejecutivo y el Consejo General) están compuestos por los gobernadores de los bancos centrales* de los países miembros y/o de “reconocidos” especialistas. Sus estatutos le hacen “independiente” políticamente pero está directamente influenciado por el mundo financiero.
obtuvo de paso beneficios odiosos.
Christine Lagarde está muy bien colocada para conocer los entresijos del asunto ya que desde julio de 2011 estuvo a la cabeza del Fondo Monetario Internacional
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
Sitio web :
(FMI). El Fondo constituyó con el BCE y la Comisión Europea la troika
Troika
Troika : el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo
que rescató a los principales grupos europeos de su exposición a los riesgos que los amenazaba en Grecia, e impuso la austeridad a la población griega para que pague la factura, provocando los desastres sociales y humanitarios que conocemos. Si el FMI se especializó en la publicación de textos cuestionando la eficacia de sus políticas anteriores, en forma de notas de blog, de documentos de trabajo o de informes de evaluación a posteriori, que no comprometen en nada a la institución, no hay que equivocarse: el Fondo continúa siendo una herramienta fundamental para la dominación imperialista mediante la integración agresiva al neoliberalismo del conjunto de los Estados del planeta. Bajo la dirección de Christine Lagarde, la austeridad propugnada por el FMI no solamente degradó el nivel de vida de Grecia, sino también de países como Haití, Guinea, Egipto, e incluso Túnez, en los que los recortes presupuestarios en los servicios sociales o en los subsidios a los bienes de primera necesidad provocaron y provocan, a menudo, explosiones sociales. En Sudán, fueron las medidas económicas propugnadas por el FMI, dirigido por Christine Lagarde, las que, nuevamente, encendieron la mecha en diciembre de 2018 desencadenando un levantamiento popular de gran amplitud. Actualmente, este movimiento se enfrenta a una feroz represión por parte de las fuerzas de seguridad sudanesas.
Christine Lagarde realizó una carrera de 25 años en el lucrativo gabinete de abogados dedicado a los negocios internacionales Baker McKensie, del que fue la cabeza visible a partir de 1999, antes de desempeñar desde 2005, responsabilidades ministeriales en los gobiernos conservadores de Dominique de Villepin (con la presidencia de Jacques Chirac), y luego de François Fillon (con la presidencia de Nicolas Sarkozy). Durante la presidencia de Sarkozy y hasta su partida al FMI, en 2011, ejerció la función de ministra de Economía y Finanzas. Durante su mandato, fueron recapitalizados los principales bancos privados cuando estalló la crisis bancaria en 2008, inyectando miles de millones de euros de dinero público en esos establecimientos financieros cuyos dirigentes no se preocuparon en absoluto de sus responsabilidades por esa situación. Paralelamente, el gobierno francés hizo recaer sobre las clases populares el coste de la crisis, aplicando medidas de austeridad en los servicios públicos, e incluso aumentando la edad legal de jubilación, a pesar de la oposición de un movimiento social masivo en el otoño de 2010. Como ministra de Finanzas de la segunda potencia de la zona euro, es ella la que exigió durante el primer memorándum de Grecia en 2010, que los tipos de interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. ligados a los préstamos de la troika fueran los más altos posibles. Eso permitió a Francia acumular, solo en el período de 2010 a 2013, 695 millones de euros de beneficios a costa de la población griega.
Fue también como ministra de Economía y Finanzas que Christine Lagarde validó el arbitraje a favor de Bernard Tapie en el litigio que lo oponía al Crédit Lyonnais, exigiendo que el Estado (propietario del «banco malo» creado para liquidar el pasivo del Crédit Lyonnais después de su quiebra en los años 1990) pagara 403 millones de euros a este hombre de negocios. Pero el arbitraje estuvo marcado por las connivencias. Con una demanda ante la corte de Justicia de la República, una instancia jurisdiccional que trata de proteger los ministerios de los tribunales ordinarios, en diciembre de 2016, Christine Lagarde finalmente fue reconocida como culpable de un delito de negligencia, pero ¡se la dispensa de la pena mientras su legajo judicial continúe virgen! Y se invocaron, como motivos: la «personalidad» de Christine Lagarde y su «reputación internacional». En otras palabras, Christine Lagarde, se beneficia de una confianza total por parte de las clases dominantes a nivel internacional.
En medio del temporal, las dos principales potencias de la zona euro refuerzan de esta manera su influencia en el control de la UE, al nombrar una alemana leal a Angela Merkel y a la CDU, y una francesa que figura en primera línea de la defensa del neoliberalismo a escala planetaria. El cuadro, que reafirma el papel dirigente de las economías del centro de la zona euro, se completó con el nombramiento por los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea como presidente del Consejo Europeo a Charles Michel, una personalidad del Benelux, primer ministro de Bélgica de 2014 a 2019. En 2014, Michel constituyó un gobierno de derecha duro, en el que su partido liberal se alió a los cristianos demócratas flamencos, aunque también y sobre todo a la derecha nacionalista flamenca de Bart de Weber, el N-VA. Este partido de extrema derecha propugna una política conservadora a favor del capital contra el trabajo, y políticas racistas. Éstas, especialmente, bajo la cobertura de una pretendida defensa de valores presentados como «europeos», tales como los derechos de las mujeres y de las personas LGBT, de lo que el N-VA, en realidad, se burla descaradamente. El gobierno de Charles Michel, trabajando estrechamente con la patronal belga, llevó a cabo numerosas políticas antisociales, después de haber derrotado un movimiento social combativo en el invierno de 2014-2915, como el retraso de la edad legal para la jubilación, la degradación del código de trabajo, e incluso la continuación de reformas fiscales a favor del capital.
Este gobierno no dudó en instalar un clima securitario ansiógeno luego de los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, con un amplio despliegue de militares y vehículos blindados, en aplicación de una política antiterrorista de lógica totalmente opaca, que no pudo evitar los atentados del 22 de marzo de 2016 en Bruselas.
Con Jan Jambon nombrado ministro del Interior y Theo Francken como secretario de Estado para el Asilo y la Migración, los dos miembros de N-VA, el gobierno de Charles Michel también aplicó políticas totalmente odiosas y racistas, por ejemplo, al colaborar con los servicios del dictador de Sudán Omar Al-Bachir (derrocado por un levantamiento popular ejemplar), para reenviar a los migrantes sudaneses a la tortura en las mazmorras de Jartum, e incluso, criminalizando a la ciudadanía solidaria que alojaba a las y los migrantes. Las políticas antimigratorias de ese gobierno condujeron a la muerte a Mawda, un niño kurdo de dos años, muerto por la policía. Esto sucedió durante la persecución que intentaba detener el vehículo en el que se encontraba ese niño con su familia y otros y otras migrantes. Sin embargo, fue finalmente el N-VA el que hizo caer al gobierno de Michel en diciembre de 2018, al retirarle su apoyo ya que el N-VA se oponía al «Pacto de Marrakech», ese tratado de las Naciones Unidas no vinculante, y sin ambiciones, sobre las migraciones. Pero esta salida del gobierno de N-VA, en el momento en que la extrema derecha más abyecta se organizaba en torno a la oposición al Pacto de Marrakech, permitió, sobre todo a N-VA y al Movimiento Reformador (MR) de Charles Michel, movilizar nuevamente sus electorados respectivos en vista a las elecciones de la primavera de 2919, donde el éxito fue mayor para la organización de Bart de Wever, Jan Jambon y Theo Francken que para la de Charles Michel. Los resultados de las elecciones en Bélgica, con el N-VA que se mantiene en la primera posición en Flandes, y el partido Vlaams Belang (aliado de Matteo Salvini y Marine Le Pen) que progresa peligrosamente hacia la segunda posición en el parlamento flamenco, finalmente demostraron que al trabajar con el N-VA durante más de cuatro años, el gobierno de Charles Michel abonó el terreno a la extrema derecha. Realmente paradójico por parte de un representante del bloque dominante europeo que, detrás de Macron, se presenta como la única defensa frente a la extrema derecha.
Además, el gobierno de los asuntos cotidianos de Charles Michel se destacó, durante el primer semestre de 2019, por la ausencia total de respuesta ante el espectacular movimiento de masas por el clima que recorrió Bélgica: decenas de miles de jóvenes se pusieron en huelga para denunciar la inacción ante la amplitud de la catástrofe ecológica en curso.
Finalmente, el Consejo Europeo nombré formalmente a Josep Borrell, miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y hasta ahora ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez, en el puesto de Alto representante de la UE para las relaciones exteriores y la política de seguridad (o más simplemente, jefe de la diplomacia europea), como había sido propuesto por el acuerdo del 2 de julio. Al proponer a un socioliberal para esta función, Emmanuel Macron y Angela Merkel buscaron equilibrar el reparto de los puestos en el seno del bloque dominante recompuesto, ya que los tres primeros puestos se atribuyeron a personalidades de sensibilidad liberal y conservadora. Además, al tratarse de un puesto adjudicado a un hombre político proveniente de la periferia Sur de Europa, permite, aparentemente, contrabalancear el nombramiento para puestos claves de las tres personalidades provenientes del centro de la zona euro. En realidad el Partido Socialista español se enmarca plenamente en el proyecto neoliberal europeo, y este «equilibrio» apunta, sobre todo, a legitimar el acuerdo sellado entre Emmanuel Macron y Angela Merkel.
Con respecto al enfoque de Josep Borrell sobre las relaciones exteriores, mencionemos su reciente visita a Níger, en junio de 2019. Además de ser criticado por la opinión pública española por llevar un atuendo que recordaba al de los colonos extranjeros que partían a un safari, se enmarca totalmente en la continuidad de las políticas exteriores de la UE y de sus Estados miembros, cuyos gobiernos priorizan las cuestiones de seguridad, migratorias y demográficas por encima de los retos del desarrollo del continente africano. Por lo tanto, se puede anunciar la continuación de las políticas de externalización de fronteras de la UE y de desviación de la ayuda pública al desarrollos fines securitarios y represivos. Fue también Josep Borrell el que diseñó la estrategia del gobierno español con respecto a la tentativa de golpe de Estado de Juan Guaidó en Venezuela, un país donde el Estado español posee importantes intereses económicos, especialmente por su historia imperialista (por ejemplo el BBVA Provincial, la filial venezolana de uno de los principales bancos españoles, es el tercer banco del país). El 26 de enero de 2019, tres días después de la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente de Venezuela, los gobiernos español, francés, alemán e inglés emitieron un ultimátum al presidente en ejercicio Nicolás Maduro, exigiéndole que convocara elecciones en el término de una semana, y si no lo hacía, reconocerían a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Una tentativa de injerencia que no llegó al derrocamiento de Maduro, pero que atestigua el hecho de que las principales potencias de la Unión Europea son totalmente proclives a defender sus intereses de manera autoritaria, no solo en el seno de la UE como lo había demostrado la experiencia griega de 2015, sino también en el exterior de la misma.
Construir una alternativa anticapitalista, democrática e internacionalista
Varios editorialistas y observadores se autofelicitaron ya que el acuerdo propone una lista de personalidades en la que la paridad de género es respetada, indicando que esos nombramientos llevarían un bienvenido aire fresco, al consagrar «la afección de la población europea a los valores de la igualdad de los sexos» según Le Monde del 3 de julio de 2019, que agrega: «Comprometidas desde hace mucho tiempo en la defensa de los derechos de las mujeres, [Ursula von der Leyen y Christine Lagarde] instalan la paridad en la normalidad». Pero es necesario absolutamente denunciar esta recuperación del feminismo con fines de legitimación de un proyecto de política antidemocrática, desigual y racista en la que las mujeres figuran entre las primeras víctimas. Con respecto a esta cuestión, nos vemos totalmente representados por las palabras de Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser, que conviene citar:
Como Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser, nosotros nos colocamos decididamente a favor de la segunda opción: la de la ruptura con un sistema capitalista mortífero basado en la explotación de los seres humanos y de la naturaleza. En la Unión Europea, esto implica desobedecer a las instituciones y a los tratados que imponen el neoliberalismo, especialmente mediante el arma de la deuda, y Grecia constituyó un laboratorio cuyas experiencias están destinadas a repetirse en casos de nuevas crisis amenazando los intereses de las clases dominantes y matando a miles de migrantes cada año. Al empobrecer a las poblaciones y al estigmatizar a las y los migrantes, estas políticas le hacen el juego a la extrema derecha de Matteo Salvini y Marine Le Pen. Una extrema derecha que en absoluto propone superar el capitalismo, sino una salida autoritaria de la crisis donde el statu quo saldría reforzado a favor de las clases dominantes.
Por consiguiente, no solo se trata de romper con el cepo de austeridad y antidemocrático de la UE, sino también con las clases dominantes tanto a nivel local como nacional, y de reunir a las clases populares sobre la base de un proyecto para una sociedad democrática, igualitaria y preservadora de los ecosistemas, de los que formamos parte los seres humanos. Eso implica que busquemos, desde ahora mismo, la construcción de fuertes movilizaciones sociales con el fin de derrotar a la ofensiva del capital contra el trabajo y a deslegitimar la Unión Europea con una perspectiva antirracista e internacionalista. Esto es lo que propone la red ReCommonsEurope, en la que participa el CADTM, y que tiene por vocación entablar el debate con el conjunto de fuerzas de la izquierda emancipadora con el fin de establecer una orientación estratégica en ese sentido.
Traducción Griselda Piñero
[1] Lean in (en inglés: inclinarse [como movimiento corporal] o atreverse [como metáfora por atreverse, arriesgarse]) es un término acuñado por Sheryl Sandberg en su libro Lean In: Women, Work and the Will to Lead, traducido al castellano como Vayamos adelante (lean in): las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar, trad. de Eva Cañada Valero, Barcelona, Conecta, 2013. [N. del T. – Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya, Nancy Fraser, Manifiesto de un feminismo para el 99%, Herder, España, 2019.
[2] En castellano en el original. [N. de la E. – Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya, Nancy Fraser, Opus cit.]
[3] En castellano en el original. [N. de la E. – Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya, Nancy Fraser, Opus cit.]
[4] Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya , Nancy Fraser, Idem.
2 de abril de 2020, por Eric Toussaint , Esther Vivas , Catherine Samary , Mikel Noval , Sergi Cutillas , Janire Landaluze , Daniel Albarracín , Tijana Okić , Pablo Cotarelo , Nathan Legrand , Alexis Cukier , Jeanne Chevalier , Yayo Herrero , Walter Actis
23 de mayo de 2019, por Eric Toussaint , Esther Vivas , Catherine Samary , Mikel Noval , Sergi Cutillas , Janire Landaluze , Daniel Albarracín , Tijana Okić , Pablo Cotarelo , Nathan Legrand , Alexis Cukier , Jeanne Chevalier , Yayo Herrero , Walter Actis
30 de enero de 2019, por Eric Toussaint , Nathan Legrand
5 de mayo de 2018, por Nathan Legrand
27 de abril de 2018, por Eric Toussaint , Nathan Legrand
3 de febrero de 1918 – 3 de febrero de 2018
Febrero de 1918 - Febrero de 2018: hace cien años, el repudio de la deuda rusa12 de febrero de 2018, por Eric Toussaint , Nathan Legrand
Bamako
En Bamako, la red del CADTM refuerza sus luchas contra las deudas ilegítimas19 de diciembre de 2017, por Nathan Legrand , Fatima Zahra El Beghiti
22 de noviembre de 2017, por Nathan Legrand
Centenario de la revolución rusa y del repudio de las deudas - Quinta parte
La prensa francesa a sueldo del Zar1ro de agosto de 2017, por Eric Toussaint , Nathan Legrand