El ABC del Capital en el siglo XXI de Thomas Piketty

Neoliberalismo: Aumento de la desigualdad salarial y ventajas fiscales para el Capital

Parte 3

16 de marzo de 2021 por CADTM




 La evolución de los salarios, tanto bajos como altos, desde los años 1960

En este artículo no podemos hacer un resumen de la evolución de la desigualdad de los ingresos a lo largo de los dos últimos siglos. Por consiguiente, nos limitaremos a señalar la evolución a partir de 1968 en Francia. La huelga general de mayo de 1968 y los acuerdos de Grenelle que le siguieron tuvieron como consecuencia un fuerte aumento del salario mínimo durante 15 años: «Así el poder adquisitivo del salario mínimo creció en total en más de un 130% entre 1969 y 1983, mientras que en el mismo tiempo el salario medio solo creció en torno al 50 %, de ahí una muy fuerte compresión de la desigualdad salarial. La ruptura con el periodo precedente fue franca y masiva: el poder adquisitivo del salario mínimo había progresado apenas un 25 % entre 1950 y 1968.» [1]

La huelga general de mayo de 1968 en Francia logró un fuerte aumento del salario mínimo durante 15 años.

La inflexión inversa tuvo lugar entre 1982 y 1983, cuando el gobierno de François Mitterrand emprendió un giro hacia la derecha. Los salarios más altos, los del 1 %, aumentaron un 30 % entre fines de los noventa y el año 2010, los del 0,1 % aumentaron un 50 %, en un contexto de congelación de salarios.

El cambio de tendencia se produjo entre 1982 y 1983, cuando el gobierno de François Mitterrand dio un giro a la derecha

Si pasamos al otro lado del Atlántico, se verá que el salario mínimo legal fue introducido en 1933 al comienzo de la presidencia de Franklin D. Roosevelt, 20 años antes que en Francia. El máximo se alcanzó en 1969, con Lyndon Johnson como presidente: la hora de trabajo llegó al equivalente de 10 dólares de 2013. Después comenzó a reducirse y, en 2013, bajo Barack Obama, alcanzó apenas los 7,25 dólares. Capítulo 9, pp.338-339.]]

Y continuando con Estados Unidos, si consideramos el conjunto de los ingresos (salarios, alquileres, beneficios, dividendos…) se comprueba cómo desde 1977 hasta 2007, el 10 % más rico se apropió del 75 % del aumento del ingreso nacional y el 1 % absorbió el 60 %. Para el 90 % restante el crecimiento fue del 0,5 % por año. [2]

El salario mínimo se redujo en Estados Unidos durante los últimos 40 años.

Si se toma en cuenta el reparto de la renta nacional en varios países clave, se constata que en todos, durante las últimas décadas, el 1 % y el 0,1 % más rico aumentaron su porcentaje de la riqueza.

La parte del ingreso nacional del 1 % más rico en 2010 era la siguiente: en Estados Unidos cerca del 20 %, en Canadá y el Reino Unido el 14 %-15 %, en Alemania el 11 %, en Australia el 9 %-10 %, en Japón, Francia, España e Italia el 9 %, en Suecia y Dinamarca el 7 %. [3]

La parte del 0,1 % más rico en la renta nacional en los años 1970 era: en Estados Unidos el 2 %, en Francia y Japón el 1,5 %. Sin embargo en 2010 en Estados Unidos llegó al 10 % (el 12 % si se tienen en cuenta las plusvalías por acciones), y al 2,5 %.en Francia y Japón. [4]

Consideremos algunos de los llamados países emergentes, para los que Piketty consiguió datos fiables. [5] Veamos la parte que poseía el 1 % más rico de la renta nacional: en China, el 4 % -5 % en 1980, el 10-11 % en 2010; en la India, el 4 % en 1980, el 12 % en 2010; en Argentina, el 10 % en 1970, el 18 % en 2010; en Colombia, el 18 % en 2000, el 20 % en 2010.

El interés que tienen estos datos, además de que nos muestran un aspecto fundamental en la descripción de la desigualdad, es que con ellos se puede demostrar que la evolución de los ingresos está totalmente ligada a las luchas sociales y a las políticas de los gobiernos en ejercicio.

La evolución de los ingresos depende de las luchas sociales.

Y esta relación es otra prueba más de que la acción colectiva es un elemento clave que permite conquistar mejoras salariales, principalmente de los más modestos, y una reducción de la desigualdad. La acción es determinante para conseguir decisiones gubernamentales y concesiones patronales.

 La evolución de los tipos impositivos está también ligada a las luchas sociales

En Francia, el tipo impositivo más elevado para el impuesto sobre los ingresos más altos en 1914 era sólo del 2 %. Sin embargo, en 1920 pasó a ser del 50 %, en 1924 subió al 60 % y en 1925 alcanzó el 75 %. En 1920, la decisión de un aumento inmediato y muy alto la tomó una Asamblea Nacional con una composición mayoritariamente de derechas, que tuvo miedo a una huelga general y a la radicalización que podrían haber sucedido si se rechazaban algunas concesiones. En Francia, el tipo impositivo más elevado para el impuesto sobre los ingresos más altos en 1914 era sólo del 2 %. Sin embargo, en 1920 pasó a ser del 50 %, en 1924 subió al 60 % y en 1925 alcanzó el 72 %.

En Alemania, se pasa del 3 % (entre 1891 y 1914) al 40 % en 1919-1920 en plena crisis revolucionaria. En Estados Unidos, se pasa del 8 % antes de la guerra del 14-18 al 77 % después de la guerra. [6]

 Gráfico 2: el tipo impositivo superior del impuesto sobre la renta, 1900-2013

Se observa la misma evolución con respecto al tipo impositivo que afectaba a las sucesiones. El legislador impone tipos muy elevados sólo bajo la presión popular. Y eso comenzó justamente después de la guerra de 1914-1918 y progresó debido a la crisis de los años 1930. Mientras que el tipo más elevado no llegaba al 6,5 % en Francia antes de la guerra (en la práctica se reducía al 1 %), después de la misma pasó al 30 %. En Alemania fue del 0 % antes de la contienda al 35 % después de aquella. En Estados Unidos se alcanzó el 70 % para las sucesiones en los años 1937-1939 [7]. Hay que señalar que el tipo impositivo sobre las sucesiones era importante y considerado vital para el 10 % más rico, ya que el porcentaje de las grandes fortunas heredadas estaba entre el 60 % al 70 %. [8]
En Estados Unidos, el tipo impositivo más elevado pasó del 8 % antes de la guerra del 14-18 al 77 % después de la guerra.
Pero volvamos sobre el tipo impositivo superior del impuesto sobre la renta. En vísperas de la crisis de octubre de 1929, el presidente Hoover redujo el tipo superior al 25 %. En 1933, Roosevelt lo aumentó al 63 %, ya en el primer año de su presidencia, luego al 79 % en 1937 (sobrepasando el 70 % aplicado a partir de 1919), luego al 88% en 1942 y finalmente llegó al 94 % en 1944. Este tipo superior se mantuvo en el 90 % hasta mediados de los años 1960. Apuntemos que el candidato demócrata G. Mc Govern, en 1972, propuso durante su campaña electoral llevar al 100 % el tipo superior del impuesto sobre la renta [9]. Nixon ganó aquellas elecciones. El tipo pasó progresivamente al 70 % a comienzos de los años 1980. Ronald Reagan lo bajó al 60 %. A fines de los años 1980 se redujo al 40 %, y luego con George W. Bush bajó hasta el 35 %. O sea, que en el periodo 1932-1980, el tipo superior medio fue del 81 % (al que se debía agregar del 5 al 10 % que se debía pagar a escala estadual).

Francia y Alemania aplicaron, desde los años 1940 hasta 1980, tipos superiores al 50 % y al 70 %. En el Reino Unidos se alcanzó el 98 % durante los años 1940 y nuevamente durante los años 1970. [10]

Francia y Alemania aplicaron desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta los años 1980 tipos impositivos superiores al 50 % y al 70 % sobre los ingresos más altos.

Finalmente hay que subrayar que el tipo superior se aplica en la práctica a las rentas percibidas por el 1 % más rico de la población.

La reducción radical de los tipos superiores, en particular en Estados Unidos y en el Reino Unido, desde los años 1980 permitió un fuerte aumento de los salarios de los altos ejecutivos de las empresas y de la parte que posee el 1 % más rico del ingreso nacional y del patrimonio. [11]

La conclusión de Piketty después de hacer una revisión sobre la evolución de los impuestos sobre los ingresos más altos es que debe haber un tipo superior muy alto, de más del 80 % (¡el 82 % exactamente!) aplicado a los ingresos por encima de 500.000 dólares o 1 millón de dólares [12], y del 50 al 60 % para aquellos por encima de 200.000 dólares. [13]

Con conclusión de Piketty: es necesario un tipo impositivo superior muy elevado, mayor que el 80%, aplicado a los ingresos por encima de 500.000 USD o 1 millón de USD.

Piketty reconoce que, en el contexto actual, no será fácil conseguir estos niveles de impuestos. En Estados Unidos, el Congreso es ampliamente favorable al 1 % más rico. Y es lógico; de acuerdo a un cálculo serio, el patrimonio medio de los miembros del Congreso de Estados Unidos se elevaba a 15 millones de dólares en 2012. [14]

En los resultados de las investigaciones de Piketty se muestra claramente que es necesario combinar dos acciones decisivas: [15]

1.- Es necesaria una vasta campaña de información y de formación para divulgar al máximo las enseñanzas de la historia del siglo veinte sobre las políticas fiscales, que estuvieron directamente influenciadas por la presión de las movilizaciones populares.

2.- Pasar a la movilización en el marco de una plataforma que reúna una serie de objetivos prioritarios.

Fin de la parte 3


Notas

[1Capítulo 8, p.316.

[2Capítulo 8 pp. 319-321.

[3Capítulo 9, pp. 346-347-348.

[4Capítulo 9, pp. 350-351-352.

[5Capítulo 9, pp. 358-359-36.

[6Capítulo 14, pp. 554-555.

[7Capítulo 14, pp. 557-560-562.

[8Capítulo 12, p. 488.

[9Capítulo 14, pp. 562- 563 (nota 33).

[10Capítulo 14, p. 563.

[11Capítulo 14, pp. 565-566

[12Capítulo 14, p. 571 .

[13Capítulo 14, idem.

[14Capítulo 14 p. 573 (nota 56).

[15Esto no compromete a Thomas Piketty.

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