14 de abril de 2020 por ReCommons Europe
Este documento es el segundo de los cinco textos que forman parte de la publicación titulada "El impacto en el Sur de las políticas financieras europeas y de las estrategias de cooperación para el desarrollo y las alternativas posibles”, preparada en el marco del proyecto ReCommonsEurope. Desde 2018, este proyecto implica al CADTM, en colaboración con la asociación EReNSEP y el sindicato ELA, en una labor destinada a alimentar el debate sobre las medidas que debe aplicar prioritariamente un gobierno de corte popular en Europa. Este trabajo de elaboración concierne a todos los movimientos sociales, a todas las personas, a todos los movimientos políticos que busquen un cambio radical a favor del 99%.
Así pues, una primera fase de este proyecto culminó en 2019 con la publicación de un «Manifiesto por un nuevo internacionalismo de los pueblos en Europa», que fue firmado por más de 160 activistas, militantes políticos e investigadoras e investigadores de 21 países europeos. El manifiesto, publicado en cuatro idiomas (castellano, francés, inglés y serbocroata), presenta las medidas más urgentes con respecto a las siguientes cuestiones: moneda, banca, deuda, derechos laborales y sociales, transición energética para construir el ecosocialismo, derechos de las mujeres, salud y educación, así como políticas internacionales más amplias y la necesidad de promover procesos constituyentes.
Con esta segunda fase se pretende definir un conjunto de propuestas claras que un gobierno de corte popular debería poner en práctica para lograr un cambio real y profundo en las injustas relaciones existentes entre los Estados europeos y los pueblos del Sur global. Con este fin, llevamos a cabo un proceso de elaboración de textos, basado en un trabajo conjunto entre activistas, políticos e investigadores de los países del Sur y del Norte. Esta labor se refiere a los siguientes ámbitos: el endeudamiento de los países del Sur con los países del Norte, los acuerdos de libre comercio, las políticas migratorias y de gestión de fronteras, el militarismo, el comercio de armas y las guerras, y por último, las políticas de reparación en relación con el expolio de bienes culturales.
Además de este segundo texto, os invitamos a leer los demás artículos que forman parte de este proyecto:
Poner fin a las políticas migratorias inhumanas de la Europa Fortaleza
En el contexto de la crisis global del capitalismo y con las negociaciones multilaterales dentro de la OMC
Organización Mundial del Comercio
OMC
Firmado el acuerdo el 15 de abril de 1994 y en vigencia desde el 1º de enero de 1.995, la OMC sustituye al GATT (Acuerdo general sobre aranceles y comercio). La mayor innovación introducida es que la OMC posee el estatuto de organización internacional. Su función es asegurar que ninguno de sus miembros se entregue a cualquier tipo de proteccionismo, a fin de acelerar la liberalización mundial de los intercambios comerciales, de favorecer las estrategias de las multinacionales. Está dotada de un tribunal internacional (órgano de resolución de conflictos) que juzga las eventuales violaciones de su texto fundador de Marraquech.
en punto muerto, los gobiernos de la Unión Europea (UE) están apostando cada vez más por la dinámica de acuerdos comerciales regionales en sus relaciones con casi todos los continentes: Asia (Corea, India, países de la ASEAN), América del Norte (Canadá), América del Sur (Mercosur
Mercosur
El Mercosur es una zona regional de cooperación económica del Cono Sur (mercado del Cono Sur) que reúne a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, más dos países asociados, Chile y Bolivia
, Perú / Colombia / Ecuador), América Central, Oriente Medio (Consejo de Cooperación del Golfo). Por un lado, la Unión Europea ha emprendido la negociación de Acuerdos de Asociación Económica (AAE) con las diferentes regiones de África. Por el otro, con respecto a los países vecinos del sur (países de la costa sur del Mediterráneo) y el este (Ucrania, Moldavia y los Estados del Cáucaso) de Europa, la Unión Europea ha comenzado un proceso de negociación de los llamados acuerdos de libre comercio ya firmados y comenzado a negociar acuerdos de “segunda generación”. Se trata de acuerdos de libre comercio exhaustivos y profundizados que incluyen la armonización de las legislaciones y reglamentos (bajo el «acervo» jurídico europeo) en beneficio
Beneficio
Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas.
de las grandes empresas y bancos, en particular los de los países dominantes dentro de la UE, a expensas de los derechos de los pueblos. Por lo tanto, la UE se encuentra en una cruzada comercial neocolonial para subordinar a los pueblos de la Periferia a las fracciones dominantes del Gran Capital Europeo e imponer condiciones de un carácter liberal mayor que las obtenidas dentro de la OMC, en beneficio de sus capitales.
El trío formado por el Banco Mundial
Banco mundial
Creado en 1944 en Bretton Woods en el marco del nuevo sistema monetario internacional, el Banco posee un capital aportado por los países miembros (189 miembros el año 2017) a los cuales da préstamos en el mercado internacional de capitales. El Banco financia proyectos sectoriales, públicos o privados, con destino a los países del Tercer Mundo y a los países antes llamados socialistas. Se compone de las siguientes tres filiales.
Mas...
, el FMI
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
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y la OMC trabajan conjuntamente para apoyar esta guerra comercial en beneficio de las multinacionales a través de políticas neoliberales aplicadas celosamente por la mayoría de los gobiernos de la UE, las clases dominantes en el sur y sus respectivos gobiernos. Estos acuerdos están interconectados con tratados y acuerdos bilaterales de inversión y todos incluyen mecanismos vinculantes como el mecanismo de solución de diferencias entre inversores y Estados (Centro Internacional de Arreglo de diferencias relativas a Inversiones, CIADI
CIADI
Con el fin de resolver eventuales litigios que puedan darse entre Estados e inversionistas extranjeros, se creó en 1965, en el marco del Banco Mundial, el Centro Internacional de Arreglo de Disputas entre Inversionista Extranjero y Estado, (conocido por sus siglas en español CIADI, o ICSID en inglés), mediante la Convención de Washington: esta Convención establece un mecanismo arbitral en el marco del Banco Mundial, para resolver este tipo de disputas.
Más
, -ICSID- dependiente del Banco Mundial) o entre Estados (mecanismo de solución de diferencias de la OMC) a fin de fortalecer la subordinación de los Estados a las multinacionales para garantizar la rentabilidad de las empresas y proteger sus inversiones en detrimento de las personas y el medio ambiente. Así, estos acuerdos neocoloniales de comercio e inversión son amplios y engloban prácticamente todas las áreas económicas, sociales, políticas, culturales y ambientales.
Los objetivos de dichos acuerdos se pueden agrupar en tres categorías:
Primero, se trata de garantizar al capital el acceso a nuevas áreas de ganancias y explotación a nivel internacional mediante, la desaparición o reducción sustancial de los derechos de aduana y las llamadas barreras no arancelarias en los sectores industriales y agrícolas; la privatización de los sectores sociales públicos (salud, educación, transporte urbano, etc.) y las empresas públicas de los sectores estratégicos (telecomunicaciones, banca, energía, etc.), de conformidad con las disposiciones del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios AGCS de la OMC sobre la liberalización del comercio de bienes y servicios; el fomento de las inversiones extranjeras directas.
En segundo lugar, se trata de proteger la posición privilegiada del capital procedente de las economías europeas dominantes en particular y de la UE en general, así como el control de la división del trabajo y las correlaciones de poder, propias de la jerarquía de las cadenas globales de producción por la imposición del respeto a la ley y a la política de la competencia, así como de las regulaciones sobre contratación pública en beneficio del gran capital; el cumplimiento de las normas sobre patentes (Acuerdo de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio ADPIC
Acuerdo sobre los aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relativos al Comercio
ADPIC
En inglés, TRIPs, Trade Related Intellectual Porperty Rights.
Este acuerdo ha entrado en vigor en 1995 en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se refiere a terrenos tan diversos como la programación informática y la concepción de circuitos impresos, los productos farmacéuticos y los cultivos transgénicos. Define normas mínimas sobre patentes, derechos de autor, marcas comerciales y secretos de fabricación. Estas normas emanan de la legislación de los países industrializados e imponen por tanto a todos los miembros de la OMC el tipo y nivel de protección de esos países. Son claramente más estrictas que la legislación en vigor en la mayor parte de los países en desarrollo y entran a menudo en conflicto con los intereses y necesidades propias de esos países. Es posible obligar a un país a aplicar el acuerdo ADPIC de la OMC por medio del sistema integrado de regulación de los diferendos. En la práctica, esto significa que si un país no respeta sus obligaciones en términos de derechos de propiedad intelectual puede ser objeto de sanciones comerciales, lo que constituye una amenaza seria (PNUD 1999, p. 67).
); el cumplimiento de normas de protección ambiental ligeras y no vinculantes; el fortalecimiento de las normas sanitarias y fitosanitarias para las exportaciones del Sur, etc.
Por último, se trata de poner a disposición del capital mano de obra barata mediante la desregulación de los derechos de las y los trabajadores con la introducción de la máxima flexibilidad, es decir, de precariedad. Esta desregulación y esta precariedad afecta tanto a las y los trabajadores en el sur como en el norte al alentar la competencia entre trabajadoras y trabajadores de estas distintas regiones.
Así, por un lado, a través de estos acuerdos de comercio e inversión expansionistas, la UE obliga a los países del Sur a abrir sus fronteras, sus mercados y sus servicios públicos a las empresas del centro de la UE para exportar productos subsidiados sin encontrar barreras aduaneras a fin de saquear sus riquezas, explotar una mano de obra mal pagada y repatriar las ganancias. Y mientras, por otro lado, refuerza los mecanismos de protección de sus grandes capitalistas con normas sanitarias y alimentarias muy severas y exigiendo cláusulas sociales, fiscales y ambientales vinculantes para las importaciones del Sur. Estas disposiciones vinculantes se introducen, por ejemplo, en la Política Agrícola Común (PAC) para limitar el volumen de exportaciones hacia el mercado europeo, especialmente de productos agrícolas que compiten directamente con los de los países europeos.
Los efectos destructivos de los llamados acuerdos de libre comercio.
Los efectos destructivos de estos acuerdos de libre comercio firmados con la UE ya son claramente visibles en la mayoría de los países del Sur y más particularmente en términos de acuerdos de asociación económica (AAE) en África subsahariana. Estos ya han merecido la designación de «acuerdos de asfixia económica» o "acuerdos de empobrecimiento económico” por parte varias organizaciones que luchan en África. Los principales impactos pueden citarse de la siguiente manera:
Profundización del déficit comercial y dependencia estructural.
El endeudamiento masivo reembolsado principalmente por las clases populares a través del aumento de sus impuestos y recortes en el gasto social por parte de los Estados.
Acentuación del deterioro de las condiciones ambientales por el extractivismo y el acaparamiento de recursos.
Destrucción de semillas locales y restricción de la producción local de medicamentos (genéricos) por los derechos de propiedad intelectual (comercialización del conocimiento).
Aumento del empobrecimiento de los pequeños agricultores y de la dependencia alimentaria.
Aumento del desempleo masivo por la destrucción de pequeños productores en la industria estructuralmente débil y en la agricultura que produce para el mercado nacional o local, y por la generalización de la flexibilidad y la precariedad de los empleos y la subcontratación.
Deterioro de las condiciones de vida de las mujeres por la privatización de los servicios públicos (educación y salud), destrucción del campesinado, desempleo, etc.
Multiplicación de barreras y dispositivos para limitar el cruce de las fronteras de la Europa fortaleza por parte de las personas migrantes y refugiadas del sur.
Las principales consecuencias de los AAE: el debilitamiento de las economías a nivel macroeconómico, haciéndolas más dependientes del mercado global, la transferencia de los costos de la liberalización externa a las clases trabajadoras, un deterioro de la producción y el medio ambiente locales, así como un fortalecimiento de desigualdades de género. Al mismo tiempo, haciendo que el cruce de fronteras sea más difíciles, si no imposible, los AAE protegen a las potencias europeas de los costos sociales que producen sus políticas neocoloniales.
También se debe subrayar que estos acuerdos tienen un impacto autoritario en el sentido de que fortalecen las estructuras y prácticas de decisiones antidemocráticas en los países del Sur. Las negociaciones sobre acuerdos de libre comercio se caracterizan por una opacidad que no permite ningún debate democrático real. Las clases dominantes de los países del Sur aceptan la mayoría de las disposiciones de estos acuerdos porque coinciden con los intereses de los grandes capitalistas locales que tejen lazos fructíferos de asociación con los capitalistas europeos para fortalecer su posición en las relaciones de poder locales, así como acumular ventajas y beneficios en detrimento de los pueblos de Europa y del Sur. Estos acuerdos son ratificados por parlamentos no democráticos que no representan las aspiraciones de la gente.
Tareas de la izquierda radical
La izquierda radical en Europa debe trabajar muy de cerca con los movimientos sociales y políticos radicales en el Sur para luchar contra esta cruzada comercial de los países imperialistas y sus instituciones internacionales (especialmente el trío BM, FMI y OMC) que aumenta la concentración de riqueza en manos de una minoría capitalista a escala mundial. También deben combinar sus esfuerzos para luchar contra las clases dominantes del Sur, que actúan como agentes de esta nueva colonización que exacerba el subdesarrollo y la miseria de los habitantes. Su objetivo común es contribuir activamente a la llegada al poder de gobiernos revolucionarios y populares basados en instituciones democráticas reales en la base y en una movilización popular permanente.
Tareas de un gobierno popular
Una fuerza popular radical que llegue al gobierno en un país europeo debe emprender un proceso de ruptura con la lógica del intercambio desigual, injusto y antidemocrático del comercio mundial que implica la no equivalencia de los valores producidos e intercambiados y la acentuación del subdesarrollo de las fuerzas productivas en el sur mantenido por el capitalismo en su actual fase neoliberal. Este intercambio tiene como corolario el sistema de división internacional del trabajo que condena a las economías del Sur a especializarse en la exportación de algunas materias primas, productos agrícolas y pesqueros y a permanecer dependientes a nivel industrial, tecnológico, financiero, alimentario y otros. Encontramos aquí una lógica muy antigua que limitaba a los pueblos del Sur al estatus de neocolonias y al de aprovisionamiento de las potencias mundiales. Los países imperialistas, por otro lado, están reforzando su proteccionismo para controlar los volúmenes de importación con el fin de garantizar y maximizar las ganancias de sus empresas capitalistas, y para asegurar la posición dominante de «sus» capitales dentro de las cadenas de producción globales. Imponen la apertura de mercados en el sur para que las exportaciones europeas, que a menudo están subvencionadas, puedan penetrar un poco más.
Una fuerza de izquierda radical que pretenda acceder al gobierno debe comprometerse a poner el comercio al servicio de las aspiraciones populares y priorizar la solidaridad sobre la competitividad. Debe comprometerse a tomar medidas para erradicar la pobreza y la desnutrición y promover la estabilidad laboral en lugar de la libre movilidad del capital. El objetivo es unir a los pueblos y no vincularlos a los intereses de cada clase dominante mediante el desarrollo de una alianza de trabajadores, pequeños productores, campesinos y desempleados en el sur con los oprimidos en Europa.
El gobierno popular establecerá programas de ayuda para la industrialización de las economías del sur y la construcción de economías locales independientes, autónomas y solidarias que promuevan un desarrollo humano y democrático endógeno basado en particular en la soberanía alimentaria.
Un gobierno popular deberá otorgar acceso preferencial a sus mercados para productos que respeten las nociones de equidad y que provengan de pequeños productores y aumentar los impuestos sobre los productos del agrobusiness y aquellos que violen las normas sociales y ambientales. Reactivará redes cortas de comercialización y políticas de apoyo a pequeños productores locales tanto en el Norte como en el Sur y establecerá vínculos directos y de confianza entre productores y consumidores. Reconocerá y apoyará el derecho de las poblaciones a vivir con dignidad en sus territorios sin ninguna agresión comercial extranjera y sin verse obligadas a ningún tipo de desplazamiento forzado.
El gobierno popular trabajará para desarrollar proyectos alternativos de cooperación comercial que respondan a las aspiraciones populares, basándose en los argumentos y experiencias de lucha contra los llamados acuerdos de libre comercio desarrollados por movimientos sociales y políticos radicales en los países del Sur. A título de ejemplo podemos citar la ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América - Tratado de Comercio entre los Pueblos) construida sobre los principios de solidaridad, complementariedad, justicia y cooperación, y colocando al ser humano en el centro de sus principios y prácticas.
Tomará medidas drásticas para romper este mecanismo comercial internacional de sometimiento y despojo de los pueblos en el marco de un proceso global de ruptura con el modo de producción capitalista para una alternativa ecológica, feminista, socialista e internacionalista.
Los primeros pasos de un gobierno popular
Texto traducido desde el francés por Alberto Nadal y Mats Lucia Bayer
30 de noviembre de 2020, por Mats Lucia Bayer , ReCommons Europe
17 de septiembre de 2020, por ReCommons Europe
28 de agosto de 2020, por ReCommons Europe
28 de julio de 2020, por ReCommons Europe
2 de junio de 2020, por ReCommons Europe
23 de abril de 2020, por ReCommons Europe
3 de abril de 2020, por ReCommons Europe
2 de abril de 2020, por ReCommons Europe