5000 años de deuda como arma de desposesión

Romper las cadenas de las deudas privadas ilegítimas

2º parte

19 de abril de 2017 por Eric Toussaint


La deuda privada durante la era capitalista

En Europa, durante los siglos XVII y XVIII, el endeudamiento privado de las clases populares y la represión del impago de las deudas contribuyó a la creación del proletariado: penas de cárcel, mutilaciones, creación de presidios provocaron que las poblaciones pauperizadas se vieran obligadas a aceptar trabajo en las fábricas. Y eso fue parte integrante de las fuentes de la acumulación primitiva que permitió al capitalismo imponerse como método de producción, dominando en un principio Europa, para luego extenderse al resto del mundo. [1]



Una parte importante de la masa proletaria que iba a las ciudades, donde las manufacturas comenzaban a desarrollarse, estaba constituida por poblaciones rurales sobreendeudadas que habían sido desposeídas de sus tierras por los acreedores.

El impago de las deudas fue violentamente reprimido hasta mediados del siglo XIX en los países que estuvieron en el centro del auge del capitalismo industrial: la Europa occidental y América del Norte.

Largas penas de prisión sancionaban a los pobres culpables del impago de sus deudas. La pena de muerte era corrientemente aplicada en Inglaterra hasta el siglo XVIII. En Estados Unidos, en el estado de Pensilvania a fines del siglo XVIII, los malos pagadores podían ser condenados al azote, a ser puestos en la picota con una oreja clavada al poste, antes de que se la cortaran. También podían ser marcados con un hierro candente. En Francia, las penas de prisión eran sistemáticamente aplicadas. Por supuesto, a todo eso se agregaba la expulsión de la vivienda y la confiscación de todos sus bienes.

Poco tiempo después de la independencia, se organizaron en Estados Unidos movimientos de protesta de campesinos cuyas tierras y bienes habían sido confiscados por el impago de impuestos y tasas. Ese pago se exigía en moneda a pesar de que muchos campesinos no la tenían o tenían muy poco, viviendo del trueque y del pago en especie. Numerosos campesinos habían servido en el ejército revolucionario pero nunca habían recibido un sueldo completo. En Groton, Massachussetts, en 1782, y también en Uxbridge en 1783, los ciudadanos se organizaron y atacaron a las autoridades, exigiendo la devolución de los bienes confiscados. En el comienzo de la Rebelión de Shays, en 1786, la muchedumbre impidió a los tribunales establecerse en Northampton y en Worcester para celebrar los juicios. Eso ocurrió después de que el gobernador Bowdoin hubiera reforzado las acciones judiciales destinadas a cobrar las deudas, y que la legislatura hubiera impuesto una tasa suplementaria destinada a financiar el pago de la parte correspondiente a Massachussetts de la deuda Deuda Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
externa de Estados Unidos. Daniel Shays, cuyo nombre tomó el movimiento, era un ex combatiente al que no habían pagado. Shays se encontró un día ante un tribunal por el impago de impuestos.

Rebelión de Shays, 1786

A partir de 1798, se organizó un movimiento de autodefensa de endeudados que exigía la adopción de una legislación que los protegiera contra la arbitrariedad de los acreedores y de la justicia. Una ley federal fue aprobada en 1800 pero se limitaba a proteger a los banqueros y a los comerciantes en suspensión de pagos, Por otra parte, los diferentes estados continuaron con el recurso de sus propias leyes que, con mayor frecuencia, favorecía a los acreedores.

Scott Standage [2], cita un libro de 1828, The Patriot; or, People’s Companion, que abogaba por la abolición de la cárcel por deudas, donde se consideraba que la deuda constituía una forma de «esclavitud civil» en los mismos términos que la esclavitud de los negros —tanto a los endeudados como a los esclavos, la Constitución no les ofrecía ninguna protección —.

Escapar de los acreedores fue una de las causes de la corriente migratoria del Este de Estados Unidos hacia el Oeste, hacia el Far West.

Mayoritariamente, los europeos que participaron en la colonización del Nuevo Mundo en los siglos XVII y XVIII se habían endeudado para pagar sus pasajes y se encontraban en una situación de servidumbre en relación a sus acreedores. Durante largos años, tenían que reembolsar la deuda inicial y estaban amenazados con ir a la cárcel o sufrir mutilaciones en el caso de un impago. Se cree que entre la mitad y los dos tercios de los europeos que se instalaron en las 13 colonias británicas de América del Norte, entre 1630 y 1776, llegaron bajo la condición de servidumbre por deudas. [3] Este tipo de servidumbre no fue abolido en Estados Unidos hasta el año 1917.

El mismo tipo de contrato de endeudamiento con el fin de financiar la colonización fue aplicado al conjunto del imperio británico. Millones de pobres abandonaron la India en esas condiciones para instalarse en las islas británicas del Caribe, en la Isla Mauricio, en África del Sur, o en otras partes del Imperio. Sólo en la Isla Mauricio, entre 1834 y 1917 se instalaron cerca de un millón y medio de indios, obligados por la miseria a aceptar contratos de servidumbre por deudas. [4]

En 1875, en la vasta región del Decán, en la India, estallaron sublevaciones de los campesinos endeudados con el fin de destruir sistemáticamente los libros de contabilidad de los usureros, y así poder repudiar sus deudas. [5] La revuelta duró dos meses y estuvieron implicados una treintena de pueblos que cubrían 6.500 km2. Una comisión de investigación parlamentaria se instauró en Londres y en 1879 fue aprobada una ley titulada en inglés «Deccan Agriculturists’ Relief Act», [6] que ofrecía algo de protección a los campesinos endeudados.

En 1880, los pequeños y medianos campesinos de Estados Unidos pasaron por una crisis de deuda que los afectó gravemente. Y eso se reprodujo, en un nivel masivo, en los años 1930, como tan bien lo describió el escritor John Steinbeck en su célebre novela Las uvas de la ira (título original inglés: The Grapes of Wrath) publicada en 1939. Esas crisis sucesivas conllevaron la desposesión de millones de campesinos endeudados de Estados Unidos a favor de las grandes empresas privadas del agrobusiness.

En el siglo XIX, durante la generalización de la revolución industrial y de la expansión del capitalismo, los patrones establecieron el truck system que permitía (y prácticamente obligaba) endeudarse de manera permanente a los asalariados. Los trabajadores, en espera del pago de su salario, debían comprar en la tienda del patrón todos los bienes elementales necesarios para vivir: alimentos, medios de calefacción, de iluminación, ropa… Estaban constreñidos a comprar a precios exorbitantes y en el momento de la paga, después de descontar sus compras, muy a menudo debían reconocer deudas ya que lo que habían gastado era mayor que sus salarios. Para superar esa situación, los obreros tuvieron que llevar a cabo duros combates. Y es también una de las razones de la aparición de cooperativas obreras para producir sus propios alimentos (panaderías, etc.) o para vender a precios razonables los productos de primera necesidad. El truck system fue finalmente prohibido.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los años 1950-1960 se destacaron por un período de fuerte crecimiento económico en los países más industrializados —aunque también fue así en varios países del Sur como Argentina, por ejemplo—. Esos años, a las que se les denominó los Treinta gloriosos», permitieron a los trabajadores lograr, mediante la lucha, avances sociales importantes: un claro aumento del poder adquisitivo, la consolidación del sistema de seguridad social, la mejora de los servicios públicos, y en particular la educación y la sanidad… El Estado procedió también a realizar una buena cantidad de nacionalizaciones, lo que reforzó su poder de intervención económica. Las poblaciones pudieron aprovechar mejor esa riqueza creada en los países, y la parte correspondiente a los salarios aumentó en el ingreso nacional.

A partir de la ofensiva neoliberal iniciada en Chile en 1973 con la dictadura de Pinochet y en Argentina en 1976 con la dictadura de Videla (dictaduras que se beneficiaron del apoyo activo Activo En general, el término “activo” hace referencia a un bien que posee un valor realizable o que puede generar ingresos. Por el contrario, hablamos de “pasivo”, es decir la parte del balance compuesta por los recursos de los que dispone una empresa (capital propio aportado por los socios, provisiones por riesgos y gastos, así como las deudas). de Washington), y posteriormente desarrollada por Thatcher y Reagan durante los años 1980, los salarios reales se redujeron. En los países más industrializados, el consumo de masas prosiguió su progresión al precio de un importante incremento del endeudamiento de la población. [7] Los gobernantes, los bancos y las grandes sociedades privadas de la industria y del comercio favorecieron el recurso de la deuda para las familias, que se hizo masivo.

La prisión por deudas debidas a multas del Estado impagas no ha desaparecido del todo.

A pesar de lo asombroso que pueda parecer, el impago de deudas privadas, y más precisamente las correspondientes a las multas del Estado es, hasta hoy mismo, punible con prisión en varios países europeos aunque varias convenciones internacionales lo prohíban. [8] En Francia, la prisión por deudas fue abolida dos veces, en 1793 y en 1848. Y fue suprimida definitivamente en materia civil y comercial por la ley del 22 de julio de 1867. El código de procedimiento penal la suprimió en 1958, en materia criminal, con respecto a los perjuicios e intereses acordados a la parte civil. Actualmente, la prisión por deudas sólo se aplica a los condenados por una pena de multa, por gastos de la justicia y por los pagos en beneficio Beneficio Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas. del Tesoro, pero con la condición de que se trate de una infracción de derecho común y que no concierna a una prisión perpetua. Por lo tanto en Francia, la coacción judicial consiste en encarcelar o mantener detenida una persona solvente por falta de pago de algunas multas, a las que fue condenada por el Tesoro público o por la administración de aduanas. [9]

En Bélgica, la prisión (llamada prisión subsidiaria) por el impago de multas con respecto al Estado todavía es posible aunque, desde hace unos veinte años, los sucesivos ministros de Justicia recomendaron su no aplicación. Por una respuesta del ministro de Justicia belga a una pregunta parlamentaria planteada por un diputado de extrema derecha (Vlaams Belang) en una época en la que su partido alcanzaba más del 20 % de los votos, sabemos que: «El artículo 40 precisa “a falta de pago en el lapso de dos meses a partir del fallo o sentencia si es contradictorio, o de su relevancia, si es por impago, la multa podrá ser reemplazada por una pena de prisión cuya duración estará fijada en la sentencia o fallo condenatorio, y que no excederá seis meses respecto a un crimen, tres meses respecto a un delito y tres días respecto a una contravención». « Si solo corresponde a una multa, la pena de prisión que se cumplirá, por falta de pago, es asimilada a una pena correccional o de detención policial según el carácter de la condena». El artículo 41 precisa: «En todos los casos, el reo puede ser liberado de su condena al pagar la multa, aunque no puede evitar una acción judicial sobre sus bienes a pesar de aceptar una pena de cárcel.» [10] En la práctica, un juez en Bélgica puede emitir una sentencia que prevé una pena de prisión subsidiaria y eso sólo corresponde a una causa penal. En ese caso, el juez prevé la multa e indica que si la persona lo desea o no tiene medios para pagar la multa, deberá cumplir una pena de cárcel. Evidentemente, está claro que los ricos pagarán las multas y evitarán la cárcel, mientras que las personas con ingresos bajos, con escaso o ningún patrimonio, tendrá que ir a la cárcel. Y eso se llama justicia de clase.

El ministro aclara: «En el año 2000, en materia correccional, sobre 22.632 penas de multa, la fiscalía abrió 3.745 expedientes concernientes a penas de prisión subsidiaria. En 2001, sobre 21.375 condenas a multas solamente 1.745 expedientes de penas de prisión subsidiaria fueron considerados por los fiscales.»

A pesar de que en la práctica las penas de prisión ya no se aplican o sólo muy raramente, nos preocupa el hecho de que algunos países hayan mantenido esa posibilidad. En efecto, en la eventualidad de un acceso de la extrema derecha al gobierno y del refuerzo permanente de los métodos represivos, es posible que se sentencien penas de prisión por deuda contra los chivos emisarios de las clases populares. No faltan magistrados reaccionarios en el aparato judicial para tomar iniciativas que reforzarían el carácter de clase de la aplicación de las leyes.

Deudas hipotecarias ilegítimas y expulsión de las viviendas

Cuando la burbuja inmobiliaria Burbuja inmobiliaria Una burbuja inmobiliaria es una burbuja especulativa en el mercado inmobiliario en su conjunto, caracterizada por un rápido incremento en el precio de los bienes inmobiliarios. Esto se traduce en una significativa y persistente separación entre los precios de los inmuebles y la variación de sus determinantes económicos fundamentales, como salarios o rendimiento de los alquileres. estalló en Japón (años 1990), en Estados Unidos (años 2006-2007), en Irlanda e Islandia (año 2008), en España (año 2009), decenas de millones de familias de las clases populares no pudo seguir pagando sus hipotecas y comenzaron a ser víctimas de desahucios masivos. [11] En una situación de reducción de los salarios reales, de desempleo masivo y de condiciones abusivas en los préstamos, los efectos de esas deudas son catastróficos para una parte cada vez mayor de los sectores populares. En Estados Unidos, desde 2006, catorce millones de familias fueron desposeídas de sus viviendas por los bancos. [12] En España, se trata de más de 300.000 familias. De nuevo, nos vemos confrontados, en la historia del país del Norte, a un fenómeno masivo de brutal desposesión. La justicia estadounidense contabilizó no menos de 500.000 casos de contratos inmobiliarios abusivos y fraudulentos, siendo la cifra real mucho más elevada. La legislación utilizada por los banqueros en España para desalojar a las familias de sus viviendas data de la época del dictador Franco. En Grecia, en el marco del tercer memorando aceptado por el gobierno de Tsipras en 2015, los bancos comienzan a tener las manos libres para desahuciar a las familias que no pueden pagar sus deudas hipotecarias. [13] En Estados Unidos, España, Irlanda, Islandia, Grecia…, un nuevo tipo de movimiento y de movilización nació con el fin de resistir a esta política de desalojo/desposesión.

Manifestación de la «Plataforma de Afectados por la Hipoteca» (PAH)

Deudas estudiantiles ilegítimas

En los países anglosajones más industrializados así como en Japón, las políticas neoliberales aplicadas al sistema educativo aumentaron de manera dramática el coste de los estudios superiores y restringieron severamente el acceso a las becas de estudio. Este mismo fenómeno se extiende a todo el planeta.

Eso ha obligado a decenas de millones de jóvenes de las clases populares a endeudarse en proporciones dramáticas con el fin de poder realizar sus estudios superiores. En Estados Unidos, la deuda de los estudiantes supera el billón de dólares—siendo más del doble de la deuda externa total —privada y pública— del África subsahariana en 2015—. [14] Un umbral simbólico que expresa la gravedad de la situación. Dos de cada tres estudiantes están endeudados y de media deben unos 27.000 dólares. En 2008, el 80 % de los estudiantes que terminaban un máster en derecho habían acumulado una deuda de 77.000 dólares si habían ido a una universidad privada, y de 50.000 dólares si habían ido a la universidad pública. El endeudamiento medio de los estudiantes que cumplieron con un año de especialización en medicina llegaba a los 140.000 dólares. Una estudiante que terminó con éxito su máster en derecho declaró a un diario italiano: «Creo que no conseguiré pagar las deudas que contraje para solventar mis estudios; algunos días creo que cuando me muera todavía voy a estar pagando las mensualidades de la deuda con la universidad por pagar. Hoy tengo un plan de reembolso escalonado a lo largo de veintisiete años y medio, pero es demasiado ambicioso porque la tasa es variable y sólo llego a pagar los intereses (…) Lo que más me preocupa es que no puedo ahorrar y la deuda está siempre ahí, atormentándome». [15]

En Japón, la mitad de los estudiantes está endeudada y la deuda media alcanza el equivalente de 30.000 dólares. Y en Canadá, la tendencia es la misma. [16] Ir a la universidad cuesta cada vez más, mientras que con un mercado de trabajo devastado y saturado aumenta la dificultad de encontrar un trabajo con un salario decente. Después de sus estudios, los y las jóvenes endeudados/as y sus familias se enfrentan a dificultades crecientes para poder reembolsar las deudas. Para conseguir pagarlas, con frecuencia se aceptan empleos muy precarios y condiciones de trabajo degradantes. A todo esto, los bancos consiguen sustanciales beneficios gracias a esta deuda estudiantil. Al igual que con el problema de las deudas hipotecarias ilegítimas, nuevas formas de lucha y nuevos movimientos están naciendo para combatir a las deudas ilegítimas de los estudiantes. Especialmente, en Estados Unidos con el movimiento Strike debt! Estamos ante tentativas de aglutinar las diferentes resistencias al «frente deuda»: deudas estudiantiles, deudas hipotecarias, deudas de consumo, deudas ligadas a los impuestos, sin olvidar la deuda pública. [17]

El sobreendeudamiento afecta y degrada las condiciones de vida de un sector en aumento de las clases populares en todos los países industrializados. En Bélgica, la cantidad de personas que se acogieron a la ley de «resolución de deudas» se duplicó entre 2007 y 2010

Las mujeres que están a cargo de una familia monoparental se ven fuertemente afectadas por el sobreendeudamiento. Aumentan los sufrimientos provocados por las humillaciones a las que las personas sobreendeudadas se ven sometidas. Se multiplican y agravan las intrusiones que las autoridades se permiten hacer en la vida privada y en las viviendas de las personas sobreendeudadas. Dada la precarización del trabajo, el pago de salarios de miseria para el trabajo a tiempo parcial o incluso para un trabajo a tiempo completo, cada vez hay más asalariados y asalariadas que son víctimas del sistema deuda.

La Fábrica del hombre endeudado

Durante estas últimas décadas, la política de destrucción de las conquistas sociales, llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos y por la clase capitalista, tiene como objetivo especial atacar a los contratos de trabajo estable y negociados colectivamente. Los derechos elementales de los trabajadores y de los que reciben subsidios sociales se presentan como privilegios y obstáculos para la competitividad y flexibilidad. Una campaña a favor del autoempleo sistemáticamente se hace usando como señuelo la perspectiva de la libertad. Y aumenta la gente que es empujada a endeudarse con el fin de autoemplearse, de fundar su micro empresa, de autotranformarse en empresa, de autoexplotar su «capital humano». Como lo dice Mauricio Lazzarato en su libro La fábrica del hombre endeudado, «En la economía de la deuda, llegar a ser capital humano o empresario de sí mismo significa asumir los costos y los riesgos de una economía flexible y financiarizada, que distan mucho de ser únicamente los de la innovación: son también y sobre todo, los de la precariedad, la pobreza, el desempleo, la decadencia de los servicios de salud, la escasez de viviendas, etc.» [18] Aumenta la cantidad de personas que, habiendo intentado la experiencia del autoempleo, fracasan y caen en el sobreendeudamiento, perdiendo lo poco que poseían. Más adelante, Lazzarato escribe «El proceso estratégico del programa neoliberal en lo concerniente al Estado benefactor consiste en una transformación gradual de “derechos sociales” en “deudas sociales” que las políticas neoliberales tienden a su turno a transformar en deudas privadas, en paralelo con la transformación de los “derechohabientes” en “deudores” de las cajas de seguro de desempleo (para los desempleados) y del Estado (para los beneficiarios de los ingresos mínimos sociales, los receptores del RSA*). Mientras que las políticas desarrolladas por los gobiernos neoliberales conducen al empobrecimiento de los asalariados (congelación o reducción de salarios, precarización del trabajo,…) y de otros beneficiarios de derechos sociales (congelación o reducción de pensiones, reducción o supresión de ayudas sociales, degradación o desaparición de algunos servicios públicos, disminución o supresión de los subsidios de desempleo, reducción o supresión de las becas de estudio, etc.). Y Lazzarato continúa: «…las finanzas pretenden enriquecerlos a través del crédito y el accionariado. Nada de aumentos de salarios directos o indirectos (jubilaciones), sino crédito al consumo e incitación a la renta bursátil (fondos de pensiones, seguros privados); nada de derecho a la vivienda, sino créditos Créditos Suma de dinero que una persona (el acreedor) tiene el derecho de exigir de otra persona (el deudor).

Créditos privados
Préstamos concedidos por los bancos comerciales, sea cual sea el prestatario.

Créditos públicos
Préstamos concedidos por acreedores públicos, sea cual sea el prestatario.
inmobiliarios; nada de derechos a la escolarización, sino préstamos para pagar estudios; nada de mutualización contra los riesgos (desempleo, salud, jubilación, etc.) sino inversión en los seguros individuales.» [19]

El Sur global

Entre los refugiados que llegan a Europa, habiendo franqueado los peores obstáculos, muchos son lo que se habían endeudado para poder emprender el gran viaje hacia una tierra de asilo. Fueron constreñidos a aceptar las peores condiciones de trabajo con el fin de reembolsar sus deudas, sabiendo que una parte de sus familias, la que quedó en el país, se encuentra también bajo la presión de los acreedores. Entre las mujeres inmigradas que son empujadas a la prostitución, muchas lo hacen para poder pagar una deuda ilegítima.

Desde el estallido de la crisis en los países más industrializados en 2007, se asiste a un nuevo endurecimiento del «sistema deuda» en su faceta privada: deudas hipotecarias abusivas, deudas estudiantiles ilegítimas, deudas para el consumo alienantes y empobrecedoras. Eso va en paralelo a la acción de los gobiernos que utilizan el aumento de la deuda pública, que favorecieron, para reforzar la ofensiva contra las conquistas sociales del siglo XX.

Se deben apoyar las iniciativas que encaran con firmeza la lucha contra las deudas privadas ilegítimas

¿Cómo podemos esperar que gente humillada por un sobreendeudamiento, engañada por los bancos, expulsada de su vivienda pero que, a pesar de ello, todavía deben continuar pagando una parte de su deuda, pueda movilizarse, toda junta, para que no se pague más la deuda pública del Estado o para acciones colectivas por los derechos de los trabajadores? Si fueron derrotados en su lucha personal porque no hubo un movimiento de resistencia suficientemente fuerte para impedir los desalojos de las viviendas, par salir de otras formas de sobreendeudamiento, es probable que no encuentren la fuerza para continuar la lucha, y que consideren que la cuestión de la deuda pública ilegítima no les concierne, como tampoco los combates colectivos por los derechos sociales. Es necesario apoyar las iniciativas que encaran con firmeza la lucha contra las deudas privadas ilegítimas.


Traducido por Griselda Pinero

Fin de la segunda parte.


1° parte: Romper el círculo vicioso de las deudas privadas ilegítimas
2º parte: Romper las cadenas de las deudas privadas ilegítimas
3° parte: Salir del círculo vicioso de la deuda privada ilegítima al Sur del planeta


Notas

[1Karl Marx destaca como fuentes, con frecuencia violentas, de la acumulación primitiva: la separación radical del productor de sus medios de producción, la supresión de los bienes comunales, el movimiento de encerramiento en los campos, la desposesión de los artesanos de sus herramientas de trabajo, la represión sanguinaria contra los expropiados (que habían perdido todo debido a las deudas que no podían pagar), la conquista colonial y el sometimiento de los continentes acaparados por las potencias europeas, el comercio de esclavos, el sistema de la deuda pública (véase Tomo 1, capítulo 24: La llamada acumulación originaria) de El Capital, Siglo XXI Editores. Silvia Federici agrega a todo eso la caza de brujas, ese vasto movimiento sanguinario de represión de las mujeres desde fines del siglo XV hasta el siglo XVII. Ernest Mandel en su estudio « La acumulación originaria y la industrialización del tercer mundo» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=51090 , (Ensayos sobre el neocapitalismo. México, ERA, 1971. pp.153-171) resumió la posición de Marx y subrayó que «Se podría incluso afirmar que Marx subestimó la importancia del saqueo del Tercer Mundo para la acumulación del capital industrial en Europa occidental». Rosa Luxemburgo en La Acumulación del capital, Ediciones internacionales Sedov-Germinal. [Descarga libre en pdf. en http_grupgerminal.org_q=system_files_LA+ACUMULAI%C3%93N+DEL+CAPITAL.pdf] retoma el proceso de acumulación primitiva y su prolongación en la era del imperialismo de fines del siglo XIX. Véase también David Harvey (2010) El nuevo imperialismo, Akal, Madrid, 2004, así como Jean Batou, Accumilation par dépossession et luttes anticapitalistes: une perspective historique longue - Contretemps https://www.contretemps.eu/accumulation-par-depossession-et-luttes-anticapitalistes-une-perspective-historique-longue/

[2Standage, Scott, Born Losers: A History of Failure in America, Harvard University Press, 2005

[3Galenson, David (marzo 1984). ’The Rise and Fall of Indentured Servitude in the Americas: An Economic Analysis’. The Journal of Economic History. 44 (1): 1–26. https://www.cambridge.org/core/journals/journal-of-economic-history/article/div-classtitlethe-rise-and-fall-of-indentured-servitude-in-the-americas-an-economic-analysisdiv/E485D8B3180DB46FE48D52EF46A869B6

[5Véase David Graeber, En deuda: una historia alternativa de la economía, Edirorial Ariel, Barcelona, 2014 p. 339. Véase «Peasant movements and tribal uprisings in the 18th and 19th centuries: Deccan Uprising (1875)» – HISTORY AND GENERAL STUDIES https://selfstudyhistory.com/2015/10/14/peasant-movements-and-tribal-uprisings-in-the-18th-and-19th-centuries-deccan-uprising-1875/

[6Véase el texto de la ley «Dekkhan Agriculturists’ Relief Act, 1879 https://indiankanoon.org/doc/1545750/y

[7Véase Éric Toussaint «La gran transformación desde los años ochenta hasta la crisis actual, tanto en el Sur como en el Norte», publicado el 8 de septiembre de 2009, http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=4714

[8La prisión por deudas está prohibida por el artículo 1º del protocolo nº 4 del Convenio para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, reconociendo algunos derechos y libertades además de las que ya figuran en el Convenio y en el primer protocolo adicional del Convenio tal como fue enmendado por el protocolo nº 11. Ver http://www.echr.coe.int/Documents/Convention_SPA.pdf

[9Véase https://fr.wikipedia.org/wiki/Contrainte_judiciaire http://www.farapej.fr/Documents/Fiches/04.pdf En el Estado español se habla de medidas cautelares, de hecho medidas de coerción, en cualquier caso penal, si así se requiriese.

[10Bulletin n° : B123 - Question et réponse écrite n° : 0599 - Législature : 50, Date de publication : 04/06/2002. https://www.lachambre.be/kvvcr/showpage.cfm?section=qrva&language=fr&cfm=qrvaXml.cfm?legislat=50&dossierID=50-b160-17-0599-2001200201008.xml

[11Éric Toussaint, «2007-2017 : Les causes d’une crise financière qui a déjà 10 ans», http://www.cadtm.org/2007-2017-Les-causes-d-une-crise

[12Éric Toussaint, «Estados Unidos: Los abusos de los bancos en el sector inmobiliario y los desahucios ilegales», publicado el 24 de abril de 2014, http://www.cadtm.org/Estados-Unidos-Los-abusos-de-los. Y también Éric Toussaint, «Los bancos y la nueva doctrina “Too big to Jail”», publicado el 10 de marzo de 2014, http://www.cadtm.org/Los-bancos-y-la-nueva-doctrina-Too

[13Véase « Les banques et l’État grecs essaient de prendre nos maisons tous les mercredis au tribunal de paix » http://www.cadtm.org/Les-banques-et-l-Etat-grecs

[14Véase en la web del Banco Mundial: http://datatopics.worldbank.org/debt/ids/region/SSA

[15La Repubblica, 4 de agosto de 2008 citado por Maurizio Lazzarato, La fábrica del hombre endeudado. Ensayo sobre la condición neoliberal, Amorrortu/editores, Buenos Aires/Madrid, 2013, p. 38, nota 16

[16Luttes & dettes étudiantes au Québec: «Tant qu’on n’aura pas renversé le capitalisme, on ne pourra pas sauver l’éducation» (Entrevista con Éric Martin, realizada por Maud Bailly) http://www.cadtm.org/Luttes-dettes-etudiantes-au-Quebec. Véase también Isabelle Ducas «L’endettement étudiant, un lourd fardeau» http://affaires.lapresse.ca/finances-personnelles/train-de-vie/201312/10/01-4719551-lendettement-etudiant-un-lourd-fardeau.php. Y la web oficial del gobierno canadiense ’Rembourser votre dette d’étudiant’ - https://www.canada.ca/fr/agence-consommation-matiere-financiere/services/rembourser-dette-etudient.htm

[17Véase Strike Debt! The Debt Resisters’ Operations Manual http://strikedebt.org/drom/ y en particular, en lo concerniente a las deudas de los estudiantes: http://strikedebt.org/drom/chapter-four/

[18Maurizio Lazzarato, op. cit., p.58.

[19Ibid., p. 127.

* Renta de solidaridad activa, en Francia (N. de T.)

Eric Toussaint

doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.
Es autor de diversos libros, entre ellos: Banco Mundial. Una historia crítica, El Viejo Topo, 2022 Capitulación entre adultos. Grecia 2015: Una alternativa era posible, El Viejo Topo, Barcelona, 2020; Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoria Integral del Crédito (CAIC) del Ecuador en 2007-2011.
Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.

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