10 de julio de 2013 por Daniel Munevar
A pesar del rol central que Venezuela ha desempeñado en el proceso de integración regional a lo largo de la última década, es relativamente poca la atención que ha recibido el impacto de los problemas económicos y cambiarios que tiene el país andino sobre el futuro del proceso de integración.
En efecto, el contexto en el cual Venezuela logro consolidarse como el motor principal de la integración regional, por medio del establecimiento de iniciativas basadas o financiadas por medio de las actividades petroleras del país, es radicalmente diferente del presente hoy en día. Mientras el periodo previo a la crisis de 2008 fue caracterizado por rápidas tasas de crecimiento económico y abundancia de divisas generadas por el petróleo, en años más recientes los problemas de bajo crecimiento, alta inflación y baja disponibilidad de divisas han tendido a mantenerse y consolidarse en el tiempo. En la medida que el deterioro de la situación económica continúe, ello puede poner en riesgo no solo el rol de este país en el proceso de integración, sino que inclusive la dinámica y capacidad de tal proceso de mantenerse en el tiempo.
El ejemplo más claro del vínculo entre la situación económica de Venezuela y la integración regional es Petrocaribe. Petrocaribe fue establecida en 2005 como un acuerdo de cooperación energética derivado del ALBA. Inicialmente establecido con la participación de 14 países, este esquema de cooperación cuenta con 18 miembros. Bajo las premisas de comercio justo, solidaridad y cooperación, el acuerdo busca garantizar la seguridad energética de sus países miembros por medio de la creación de una cadena estable de suministro de petróleo. En términos prácticos, Petrocaribe establece un esquema de venta y suministro de petróleo en condiciones favorables para los países miembros. Tales condiciones incluyen la posibilidad de pagar un 60% de la factura petrolera en un periodo de 90 días, mientras que el 40% restante puede ser diferido a 25 años a tasas de interés de un 1% siempre y cuando los precios del petróleo permanezcan por encima de los USD$ 40 [1]. Los países importadores del crudo pueden así mismo cancelar esta factura por medio de la exportación de productos locales, tales como bienes agrícolas, a Venezuela (productor único de petróleo bajo esta iniciativa).
Por medio de Petrocaribe, Venezuela exporto un total de 232 millones de barriles de petróleo entre los años 2007 y 2013. Para el año 2012, se estima que las exportaciones alcanzaron un promedio de 108 mil barriles de petróleo al día, por un valor anual total de USD$ 4 mil millones [2]. Las significativas cantidades de recursos transferidas por medio de esta iniciativa sentaron entonces las bases de la consolidación de la agenda de integración liderada por Venezuela en las diferentes instancias multilaterales existentes en la región. Sin embargo, la capacidad de Venezuela de asumir los costos asociados a Petrocaribe, y por ende de mantener la dinámica del proceso de integración en los términos actuales, se encuentran en directa relación con la evolución de los precios internacionales del petróleo.
Así, tras la abrupta caída de los precios del petróleo que tuvo lugar entre 2008 y 2009, Venezuela sostuvo negociaciones con los países del CARICOM en Agosto del 2007 para aumentar de un 60 a un 80% el pago de corto plazo del petróleo exportado [3]. Aunque la medida no fue adoptada, esta buscaba aumentar el flujo de caja recibido por Venezuela en el corto plazo por medio de una reducción de los subsidios ofrecidos a través de Petrocaribe. De manera más reciente, la reducción de los precios internacionales que ha tenido lugar a lo largo de 2013, aunada a la reducción en la producción de crudo en Venezuela, están causando una seria reducción en la disponibilidad de dólares en la economía de este país. Esta situación ha de nuevo causado incertidumbre sobre la capacidad de Venezuela de mantener el esquema actual de Petrocaribe, toda vez que cerca del 32% del petróleo exportado por Petróleos de Venezuela (PDVSA) es transado por medio de acuerdos que condicionan los flujos de efectivo recibidos [4]. Aunado al reciente fallecimiento de Hugo Chávez, un cambio en las condiciones de venta de crudo establecidas por Petrocaribe debilitarían seriamente la dinámica de la integración regional.
Esta situación pone de relieve que mantener una estructura económica basada en la explotación de recursos naturales, no solo es mala para el medio ambiente y el desarrollo económico, sino también para la integración. Si bien el uso del petróleo venezolano por medio de Petrocaribe para aliviar las necesidades energéticas de otros países de la región ha sido muy importante, la falta de voluntad para desarrollar mecanismos alternativos que promuevan la diversificación productiva y por ende la dependencia de la extracción de recursos naturales puede ser fatal para el proceso de integración. Sin petróleo para financiar los acuerdos de integración es necesario analizar si existe la voluntad por parte de otros países de mantener los esquemas implementados hasta el día de hoy. La mencionada falta de diversificación parece indicar una respuesta negativa a esta pregunta.
Daniel Munevar es un miembro de la Red CADTM AYNA
[1] Glickhouse, R. (2013), “Explainer: What is Petrocaribe?”, Council of The Americas, disponible en: http://www.as-coa.org/articles/explainer-what-petrocaribe
[2] Tovar, E. (2013), “14% crecieron despachos a Petrocaribe en el año 2012”, Diario El Universal, 31/03/13, disponible en: http://www.eluniversal.com/economia/130331/14-crecieron-despachos-a-petrocaribe-en-el-ano-2012
[3] Redacción BBC Mundo (2009), “El Caribe no quiere pagar más por petróleo, BBC Mundo, 07/08/09, disponible: http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/08/090807_petrocaribe_caricom_lh.shtml
[4] Para el año 2012 se estima que las exportaciones de PDVSA alcanzaron una cifra de 2.060 miles de barriles por día (MBD). De estos, 121 MBD tuvieron como destino los países miembros de Petrocaribe; 92 MBD fueron exportados a Cuba en el marco del Convenio Integral de Cooperación; y finalmente 451 MBD tuvieron como destino China, en el marco de los créditos otorgados a Venezuela por parte del Banco de Desarrollo de China. Ver, PDVSA (2013), “Informe de Gestión Anual 2012”, disponible en: http://www.pdvsa.com/interface.sp/database/fichero/free/8011/1626.PDF
es un economista post-keynesiano de Bogotá, Colombia. De marzo a julio de 2015, trabajó como asistente del ex ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis, asesorándolo en materia de política fiscal y sostenibilidad de la deuda.
Anteriormente, fue asesor del Ministerio de Hacienda de Colombia. También ha trabajado en la UNCTAD.
Es una de los principales autores en el estudio de la deuda pública a nivel internacional. Es investigador en Eurodad.
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