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Se tiende una nueva trampa para el endeudamiento del Sur – Tercera parte
Los países en desarrollo caen en la trampa de la deuda
por Eric Toussaint , Milan Rivié
3 de diciembre de 2020

Continuamos con el análisis de los factores que refuerzan, en el presente período, el carácter insostenible del pago de la deuda reclamada a los países del Sur global. Abordamos sucesivamente la evolución a la baja del precio de las materias primas, la reducción de las reservas de cambio, el mantenimiento de la dependencia en relación a los ingresos provenientes de la exportación de materias primas, el calendario de vencimientos de pagos de las deudas de los PED, que implica importantes reembolsos entre 2020 y 2024, principalmente, con respecto a los acreedores privados, la disminución de las remesas de las y los migrantes a sus países de origen, el reflujo hacia el Norte de las inversiones bursátiles, el mantenimiento de la fuga de capitales. [1]

Disminución del precio de las materias primas

A finales de 1980, la caída de los precios de las materias primas fue el segundo factor principal desencadenante de la crisis de la deuda del Tercer Mundo. La historia se repite hoy para esos países vulnerables, y siempre dependientes de sus ingresos provenientes de las exportaciones.

A finales de 1980, la caída de los precios de las materias primas fue el segundo factor principal desencadenante de la crisis de la deuda del Tercer Mundo. La historia se repite hoy para esos países vulnerables y siempre dependientes de sus ingresos por exportaciones. Indispensables como fuente de las divisas extranjeras necesarias para asegurar el pago de la deuda externa, sin embargo, desde 2014-2015, las materias primas son exportadas a precios muy por debajo de los que habían alcanzado anteriormente (Véase el gráfico 1). Esos pagos provocan importantes dificultades financieras en una serie de países dependientes de sus ingresos por la exportación de petróleo, de productos agrícolas o mineros. Ese factor está agravado por la depreciación de las monedas de los países del Sur frente al dólar estadounidense.

Gráfico 1. Evolución del precio de las materias primas entre 1998 y 2018 (2015: año de referencia) [2]

Se puede observar una correlación neta entre la evolución de los precios de las materias primas y el endeudamiento exterior de los PED. De 1998 a 2003, período de reflujo de capitales de los PED hacia los países del Norte, el precio de las materias primas fue relativamente bajo. A partir de 2003-2004, el precio de las materias primas comenzó un fuerte crecimiento que culmina en 2008. Ese fenómeno atrajo a los inversores y a los prestamistas del Norte a la búsqueda de países que ofrecieran garantías basadas en sus recursos en materias primas y en sus ingresos por exportaciones. Así que, a partir de 2008, se inicia un período de entrada de capitales del Norte hacia los PED. A los gobiernos y a las grandes empresas privadas del Sur se los incitaba a endeudarse aprovechando el súper ciclo de materias primas. No obstante, hay una caída de precios en 2009 debido a la crisis mundial provocada por la crisis financiera de 2008 en Estados Unidos y en Europa occidental. Los precios de las materias primas remontaron de nuevo en 2010. Pero, en 2915, se produjo el desplome repentino de ese ciclo.

Disminución de las reservas de cambio

Al disponer de menos ingresos por exportaciones, las reservas de cambio disponibles se redujeron rápidamente (Véase gráfico 2) y el aumento del endeudamiento se aceleró hasta 2018. Cuando los datos correspondientes a 2019 y 2020 estén disponibles, se constatará seguramente la continuación en el aumento del endeudamiento.

Gráfico 2. Variación de las reserva de cambio de los PED en relación a los meses de importación

Mantenimiento de la dependencia en relación a la exportación de materias primas

Si se consideran los 29 países con bajos ingresos, a excepción de Corea del Norte y Haití, todos son dependientes de la evolución de los precios de una materia prima o de otra. Se podría ampliar el estudio a países de ingresos medios y se encontrarían los mismos resultados.

El precio de las materias primas reviste una importancia fundamental en el sistema deuda actual para los PED. El colonialismo seguido del neocolonialismo, simbolizado especialmente por los planes de ajuste estructural de las IFI, mantienen voluntariamente una mayoría de PED dentro de un «modelo» extractivista exportador de materias primas. Sin infraestructuras de transformación suficientes, estos países son extremadamente sensibles a la volatilidad de los precios, volatilidad mantenida por la especulación en los grandes mercados bursátiles intercionales [3]. Si consideramos los 29 países de ingresos bajos (Véase tabla 2), a excepción de Corea y de Haití, todos son dependientes de la evolución de los precios de una materia u otra. Podríamos ampliar el estudio a países de ingresos medios y se encontrarían resultados similares. Por ejemplo en 2017, los carburantes representaban entre el 50 y el 97 % de los productos exportados por: el Congo (50 %), Gabón (70 %) y Angola (97 %); los productos agrícolas constituyen el 80 % de las exportaciones de Granada; los productos mineros, el 75 % de las exportaciones de Zambia y el 92 % de las de Botsuana.

Tabla 1; dependencia de los países de ingresos bajos con respecto a las materias primas (de acuerdo a los meses de importación) [4]

Con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la ralentización general del crecimiento, amplificada por la crisis multidimensional de la Covid-19, la cotización de las materias primas continuaron bajando drásticamente en el primer semestre de 2020.

El calendario de vencimientos de los pagos de las deudas de los PED

Las sumas que los PED deben pagar son particularmente elevadas y los efectos de la crisis las aumentarán aún más en los próximos años (evidentemente, la tabla siguiente no lo puede mostrar) ya que los gobiernos aumentan la deuda pública para paliar la dramática situación del año 2020.

Gráfico 3: Reembolso de la deuda externa pública de los PED entre 2007 y 2026 (en miles de millones de USD)

azul: credores bilaterais
amarelo: credores multilaterais
verde: credores privados.

É feita uma distinção entre: em verde-escuro, os montantes devidos sobre títulos da dívida pública soberana; em verde-caqui, os reembolsos sobre empréstimos bancários; em verde-claro, os reembolsos devidos a outros tipos de credores privados.

El gráfico 3 nos muestra las sumas reembolsadas por los PED por tipo de acreedor:

  • En azul: los acreedores bilaterales
  • En amarillo: los acreedores multilaterales
  • En verde: los acreedores privados, y se distingue, en verde oscuro las sumas originadas por los títulos de la deuda pública soberana; en verde caqui, los reembolsos correspondientes a préstamos bancarios; en verde claro, los reembolsos correspondientes a otros tipos de acreedores privados.

Se puede señalar un aumento sensible de los reembolsos entre 2007 y 2008, con una parte creciente destinada al reembolso de los préstamos emitidos bajo la forma de títulos de la deuda soberana. En 2015, con la caída de los precios de las materias primas (que se agravó más en 2020), el alza de los tipos de interés (en particular de los préstamos bajo la forma de títulos soberanos) y la ralentización del crecimiento económico mundial, nueve PED se declararon en suspensión de pagos. [5]

La trampa de la deuda se va cerrando suavemente pero con seguridad sobre un creciente número de PED.

Hay que tener en cuenta que los datos son proyecciones mínimas a partir de 2019, y son susceptibles de evolucionar al alza en un futuro. No obstante, las sumas ya son considerables. Reencontramos la tendencia al alza en la parte correspondiente a la forma de reembolso de los títulos soberanos. Más allá de los factores de riesgo precitados, hay que tener en cuenta los efectos de la pandemia de la Covid-19.

A consecuencia de la pandemia, los países del G20 acordaron una moratoria para los reembolsos de la parte bilateral correspondiente al período de mayo a diciembre de 2020. Esa moratoria podría eventualmente ser prolongada hasta el 2021. La operación consiste en posponer los pagos de la parte bilateral de 2020 (incluso 2021) entre 2022 y 2024. Y estos aplazamientos se agregarán a los pagos ya previstos para esos dos años, agravando así las dificultades de pago. Si bien los elegibles fueron 73 países [6], en realidad solamente 42 lograron un acuerdo con el Club de París [7]. ¿Por qué tan pocos? Dos factores lo explican. El primero concierne a la poca entidad de la medida que consiste en posponer un 0,67 % de la deuda externa pública de los PED, el segundo se caracteriza por el chantaje de los acreedores privados y de las agencias de calificación que afectan a los PED. Esas agencias avisaron que los países que introdujeran demandas de moratoria se arriesgaban a ver su calificación rebajada y así ver cortado su acceso a los mercados financieros [8]. En resumen, los primeros prometen un aumento de los tipos de interés para esos países mientras que los segundos prometen restringirles la posibilidad de financiarse en los mercados financieros. Como consecuencia, esos países se encontrarán que deben pagar una suma superior con menos recursos. Si volvemos a la tabla 1, vemos que ese tipo de medidas promete el retorno de transferencias negativas para los PED, Es decir que reembolsarán sumas superiores a las que recibirán bajo la forma de nuevos créditos.

Otros factores agravados por la Covid-19

Aunque no debamos atribuir a la crisis de la Covid-19 el conjunto de dificultades económicas que los países atraviesan, es cierto que llegó para profundizar una especulación financiera inédita por su amplitud, y también un inicio de retroceso de la producción, desde mediados de 2019, en las economías tan importantes como la de Alemania o la de Estados Unidos.

Aunque no debamos atribuir a la crisis de la Covid-19 el conjunto de dificultades económicas que los países atraviesan, es cierto que llegó para profundizar una especulación financiera inédita por su amplitud y también un inicio de retroceso de la producción desde la mitas de 2019 en las economías tan importantes como la de Alemania o la de Estados Unidos [9]. Las finanzas de Wall Street se tambalearon ampliamente en el otoño de 2019 [10], así como en febrero-marzo 2020 antes de la generalización del confinamiento. A continuación hubo la intervención masiva de los bancos centrales [11]. La crisis que se amplificó de manera catastrófica desde marzo de 2020 tendrá consecuencias de larga duración en la pérdida de empleos, pérdidas de ingresos y dificultades de reembolso de las deudas.

Continuando con la crisis, se asiste a la repatriación de medios financieros de los países de la periferia hacia el centro, lo que provoca una caída en las bolsas de los países del Sur, mientras que las bolsas de los países del Norte retomaron sus colores desde mediados de marzo. Es el caso de la bolsa de Sao Paulo (Brasil) que bajó un 16 % desde comienzos de año, de la de México que bajó un 15,6 % en el mismo período, la de Santiago de Chile que bajó el 24 %, la de Nairobi que bajó el 15,6 %, la de Sudáfrica, que bajó el 4,5 %, la de Marruecos que bajó el 17 %, la de Mumbai (India) que bajó el 4 % (todos los porcentajes indicados corresponden a la evolución entre el 1 de enero de 2020 y el 5 de octubre de 2020).

Hay otros elementos que participan en el agotamiento de los recursos financieros disponibles para los PED, en paralelo a un aumento de los gastos (para hacer frente a la pandemia) y a una reducción de sus ingresos. Con instrumentos de control «fuera de uso» por las instituciones financieras internacionales (IFI) y sus planes de ajuste estructural, los PED sufren una importante fuga de capitales. En 2015, el think-tank Global Finantial Integrity calculaba los flujos financieros ilícitos anuales que salen de los países del Sur entre 438.000 y 600.000 millones de dólares, o sea el 20 % de la deuda externa pública de los país del Sur [12]. Solamente para África, la UNCTAD estima que los flujos financieros ilícitos representan una pérdida anual de 89.000 millones de dólares, o sea equivalente a la ayuda oficial al desarrollo e inversiones extranjeras directas acumuladas [13]. El lucro cesante es tal que África y un buen número de países en desarrollo son en realidad acreedores netos de los países del Norte, tanto más que los cálculos se basan en proyecciones mínimas.

África y un buen número de países en desarrollo son en realidad acreedores netos de los países del Norte

En la búsqueda de colocaciones seguras de sus capitales, los inversores se arriesgan también a pasar por alto las emisiones de títulos soberanos de los PED con mayor dificultad, salvo si hubiera un acuerdo para aumentar el tipo de interés y las primas de riesgo, pero eso elevaría la factura de la deuda.

En cuanto a las inversiones directas extranjeras (IDE), la UNCTAD adelanta un declive del 40 %. Con el cierre de las fronteras y de los aeropuertos, varios países deberían también sufrir una reducción de sus ingresos ligados al turismo, consecuente para algunos.

Disminución de las remesas de las familias migrantes hacia sus países de origen

El descenso de un 20 % en las remesas que envía la diáspora se traducirá en un aumento de la pobreza y de las crecientes dificultades para pagar la deuda pública externa.

A todo lo anterior, hay que añadir el descenso de las remesas que envía la diáspora, bien superiores a la ayuda oficial al desarrollo [14] (Véase gráfico 4). Ahora bien, esos envíos que llegan la mayoría de las veces en divisas fuertes permiten a los Estados encontrarse con dólares, euros, u otras monedas fuertes para poder reembolsar la deuda externa pública. La disminución de los ingresos de las familias del Sur debido a la reducción de las sumas que reciben de sus familiares que trabajan en el extranjero, reducirá su consumo y, automáticamente, disminuirá su capacidad para pagar impuestos indirectos o directos. Y eso disminuirá la recaudación pública y la capacidad de pagar la deuda. Pero también aumentará la necesidad de las familias, ya empobrecidas, de recurrir a préstamos para poder sobrevivir.

Gráfico 4: Envío de remesas de la diáspora y ayuda oficial al desarrollo recibidos por los PED (en miles de millones de USD)

El gráfico 4 compara los envíos de fondo de la diáspora (en azul) con la ayuda oficial al desarrollo (AOD) recibidos (en naranja) por los PED. En el período de 18 años, la AOD aumentó más del triple en valor absoluto, pasando de 48.360 millones a 165.590 millones de dólares. Pero se trata de un aumento tramposo. En valor relativo, la AOD se redujo en un 0,3 % del ingreso nacional bruto de los países contribuyentes, muy lejos del objetivo del 0,7 % [15]. Por otra parte, es indispensable cuestionarse la calidad de esa «ayuda», ciertamente constituida por donaciones, pero sobre todo por préstamos, que pueden ser destinados a sectores muy discutibles como el control de fronteras, los gastos ligados a la detención de migrantes o, incluso, a anulaciones de deuda. Al mismo tiempo, los envíos de fondos de la diáspora se multiplicaron por 6,5 pasando de 73.950 millones a 485.270 millones de dólares. En 2019, incluso se alcanzó un nuevo record con cerca de 554.000 millones de dólares enviados [16]. Por otro lado, con el fin de escapar a las comisiones reclamadas por los bancos y empresas especializadas en las transferencias internacionales de dinero, un porcentaje significativo pasa por circuitos informales invisibles para las instituciones estadísticas [17]. Los envío de fondo (remesas) de la diáspora representan tres veces la AOD mínima, probablemente mucho más, y sobre todo ingresos indispensables para las poblaciones de los PED, a menudo con pocos recursos para los gastos de salud, educación e incluso de alimentación. A menudo enviados en divisas fuertes (dólar, euro, etc.), constituyen también para los Estados una parte significativa de las reservas de cambio a su disposición. Con la crisis de la Covid-19, el Banco Mundial pronostica una disminución del 20 % de estos envíos en 2020 [18]. En otras palabras, eso se traducirá en un aumento de la pobreza y de dificultades crecientes para pagar la deuda pública externa.

Países en dificultades de pago

El 20 % de los PED están actualmente en situación de sobreendeudamiento, un país sobre cinco, y es considerable. Y un poco menos del 15 % de los PED están en suspensión de pagos.

La tabla 2 ilustra los elementos de análisis de este capítulo. Según el FMI. El 20 % de los PED están en situación de sobreendeudamiento, un país sobre cinco, y es considerable. Y un poco menos del 15 % de los PED están en suspensión de pagos. En los dos casos, el África subsahariana es la región más representada. Seguida por Asia del Este y Pacífico, luego América Latina y Caribe.

Tabla 2: Lista por regiones de los PED en situación de sobreendeudamiento o en suspensión de pagos [19]

Resumen

Resumiendo las partes 2 y 3, tenemos:

  1. Un aumento masivo de la deuda de los PED a partir de 2008, que se tradujo en un flujo máximo de entrada de capitales privados.
  2. Un aumento sin precedentes de la parte de deudas correspondientes a títulos públicos soberanos, cuyos vencimientos de pago serán los más importantes a partir de 2020.
  3. Un comienzo de reflujo de los medios financieros que se habían dirigido desde el Norte hacia las bolsas del Sur.
  4. Unos tipos de interés de los empréstitos públicos del Sur con una pendiente ascendente que se puede agravar con la degradación anunciada del endeudamiento de los PED.
  5. Una fuerte degradación de los términos del intercambio con la caída brutal y continua del precio de las materias primas acompañado de la depreciación de las monedas de los PED frente al dólar estadounidense.
  6. Una actualidad dominada por la Covid-19 y las incertidumbres que planean sobre las economías de los PED.
  7. Una reducción de las reservas de cambio.
  8. Una caída de las remesas de los migrantes hacia sus países de origen.
  9. Nueve países en suspensión de pagos desde 2015 y diecinueve países en total, A los cuales hay que agregar los veintiocho países con alto riesgo de sobreendeudamiento.

Una nueva trampa de la deuda se está cerrando sobre los países del Sur. ¡Es el momento de actuar!


Notas :

[1Salvo mención contraria, todos los datos indicados en los gráficos se han sacado de la web del Banco Mundial

[2“State of commodity dependence 2019”, UNCTAD, p.8. Disponible en: https://unctad.org/en/PublicationsLibrary/ditccom2019d1_en.pdf

[3Gérard Le Puill, «Spéculations permanentes sur les matières première», l’Humanité, 26 de junio de 2019. Disponible en : https://www.humanite.fr/speculations-permanentes-sur-les-matieres-premieres-674133

[4“State of commodity dependence 2019”, UNCTAD, p. 25-30. Disponible en: https://unctad.org/en/PublicationsLibrary/ditccom2019d1_en.pdf

[5Se trata de Argentina, Congo, Gambia, Granada, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe, Sudán del Sur, Venezuela y Yemen.

[6Se trata de los países AIF del Banco Mundial. Véase https://ida.worldbank.org/about/borrowing-countries (traducida al castellano: Países prestatarios…)

[7Véase Banco Mundial, «Covid-19: Iniciativa de suspensión del servicio de la deuda» «https://www.worldbank.org/en/topic/debt/brief/covid-19-debt-service-susp (traducida al castellano). Véase también Milan Rivié, «6 mois après les annonces officielles d’annulation de la dette des pays du Sud : Où en est-on ? », 17 de septiembre de 2020. Disponible en : https://www.cadtm.org/6-mois-apres-les-annonces-officielles-d-annulation-de-la-dette-des-pays-du-Sud. También en inglés

[8éase especialmente Aurélie M’Bida, «Dette africaine : Moody’s face aux foudres de l’ONU et de la Banque mondiale», JeuneAfrique, 22 de julio de 2020. Disponible en : https://www.jeuneafrique.com/1018565/economie/dette-africaine-moodys-face-aux-foudres-de-lonu-et-la-banque-mondiale/ y Nelly Fualdes, «Dettes africaines : pourquoi les prêteurs privés se rebellent», JeuneAfrique, 18 de mayo de 2020. Disponible en: https://www.jeuneafrique.com/946163/economie/dettes-africaines-pourquoi-les-preteurs-prives-se-rebellent/

[9Véase Éric Toussaint, «La pandemia del capitalismo, el coronavirus y la crisis económica», 20 de marzo de 2020. Disponible en https://www.cadtm.org/La-pandemia-del-capitalismo-el-coronavirus-y-la-crisis-economica

[10Véase especialmente Éric Toussaint, «Pánico en la Reserva Federal y retorno del Credit Crunch sobre un mar de deudas» 26 de septiembre de 2019. Disponible en: https://www.cadtm.org/Panico-en-la-Reserva-Federal-y-retorno-del-Credit-Crunch-sobre-un-mar-de-deudas

[12Véase Global Financial Integrity «Flujos financieros ilícitos relacionados con el comercio: datos por país» Disponible en: https://gfintegrity.org/data-by-country/ (traducida al castellano)

[13Véase el informe de la UNCTAD sobre el desarrollo económico de África, 28 de septiembre de 2020. Disponible en: https://unctad.org/fr/PublicationsLibrary/aldcafrica2020_fr.pdf y también en inglés.

[14Julien Bouissou, «La diaspora est devenue le bailleur de fonds le plus fiable»: l’indispensable argent des migrants, 15 de diciembre de 2019, Le Monde. Disponible en : https://www.lemonde.fr/economie/article/2019/12/15/l-indispensable-argent-des-migrants_6022957_3234.html

[15Véase CNCD-11.11.11, Rapport 2020 sur l’Aide belge au développement, septiembre de 2020 [Informe 2020 sobre la ayuda belga al desarrollo]. Disponible en : https://www.cncd.be/IMG/pdf/2020-cncd-11.11.11-rapport-aide-belge-au-developpement-web.pdf

[16Banco Mundial, «El Banco Mundial prevé la mayor caída de remesas de la historia reciente», 22 de abril de 2020. Disponible en: https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/04/22/world-bank-p...

[17Véase Léonce Ndikumana y James K. Boyce, La dette odieuse de l’Afrique : Comment l’endettement et la fuite des capitaux ont saigné un continent, versión original 2011, versión française 2013 – Editions Amalion

[18Ibid., nota pie de página nº 15.

[19FMI «Lista de LIC DSAs para PRGT. Países elegibles. 30 de junio de 2020. Consultado el 31 de julio de 2020. Disponible en: https://www.imf.org/external/Pubs/ft/dsa/DSAlist.pdf

Eric Toussaint

doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.
Es autor de diversos libros, entre ellos: Banco Mundial. Una historia crítica, El Viejo Topo, 2022 Capitulación entre adultos. Grecia 2015: Una alternativa era posible, El Viejo Topo, Barcelona, 2020; Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoria Integral del Crédito (CAIC) del Ecuador en 2007-2011.
Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.

Milan Rivié

CADTM Bélgica
Twitter: @RivieMilan