Serie: El relato de la crisis griega por Yanis Varoufakis: un testimonio que va en su contra
Quinta parte
13 de febrero de 2018 por Eric Toussaint
La serie de artículos que dedico al libro de Varoufakis constituye una guía para lectores y lectoras de izquierda que no quieren conformarse con la narración dominante dada por los grandes medios de comunicación y los gobiernos de la Troika; lectores y lectoras que tampoco les satisface la versión dada por el exministro de Finanzas. [1] Como contrapunto del relato de Varoufakis, indico acontecimientos que él pasa en silencio y expreso una opinión diferente de la suya sobre lo que debería haber hecho y sobre lo que hizo. Mi relato no sustituye al suyo: se lee en paralelo.
Es esencial tomarse el tiempo de analizar la política puesta en práctica por Varoufakis y el gobierno de Tsipras puesto que, por primera vez en el siglo XXI, un gobierno de izquierda radical fue elegido en Europa. Es de la mayor importancia, si no queremos toparnos con un nuevo fiasco, comprender los fallos y sacar conclusiones de la manera en que ese gobierno afrontó los problemas que encontraba.
El reto, que presenta la crítica de la política que llevó a cabo el gobierno griego en 2015, no consiste principalmente en determinar las responsabilidades respectivas de Tsipras o de Varoufakis como individuos. Lo fundamental es analizar la orientación político-económica que fue puesta en práctica, con el fin de determinar las causas del fracaso, de ver qué otras opciones se podrían haber tomado y sacar las lecciones pertinentes sobre lo que un gobierno de la izquierda radical puede hacer en un país de la periferia de la zona euro.
En esta parte, nos concentraremos sobre los primeros días del gobierno Tsipras, en los cuales Yanis Varoufakis se apresuró a establecer su estrategia de negociación con los acreedores europeos. Veremos que esa estrategia estaba destinada al fracaso, ya que Varoufakis se negaba a entrar en una confrontación con el BCE
BCE
Banco central europeo
El Banco Central Europeo es una institución radicada en Fráncfort, creada en 1998. Los países de la zona euro* le transfirieron sus competencias en materia monetaria y su funcióin oficial es el de asegurar la estabilidad de precios (luchar contra la inflación) en dicha zona. Sus tres órganos de decisión (El Consejo de Gobierno, el Comité Ejecutivo y el Consejo General) están compuestos por los gobernadores de los bancos centrales* de los países miembros y/o de “reconocidos” especialistas. Sus estatutos le hacen “independiente” políticamente pero está directamente influenciado por el mundo financiero.
, que había decidido asfixiar a Grecia desde el 4 de febrero. Las propuestas que se hicieron sobre temas sensibles como la deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
, en contra del programa de Syriza, no encontraron, sin embargo, el apoyo de los dirigentes europeos.
Los comienzos del nuevo gobierno de Tsipras
Varoufakis cuenta que durante los últimos días de la campaña electoral, Alexis Tsipras recibió un mensaje de Jörg Asmussen, [2] un asesor de la dirección del SPD, miembro de la gran coalición dirigida por Angela Merkel. Este hombre se proponía para ayudar a un futuro gobierno de Syriza en las negociaciones con las instituciones europeas. Assmussen indicaba que sería posible prolongar el memorando, en ese momento en curso, con el fin de otorgar al gobierno un tiempo suficiente para proseguir la via de reformas previstas por el memorando de la Troika Troika Troika : el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo , y llegar a un nuevo acuerdo.
Jörg Assmussen recomendaba a Tsipras y a su equipo tratar de colaborar con Thomas Wieser (un socialdemócrata austriaco) que tenía (y todavía tiene) un papel clave en el Eurogrupo, y podría constituir un aliado del gobierno griego en futuras negociaciones. El correo electrónico de Jörg Assmussen tenía un adjunto redactado por Thomas Wieser. Tsipras y Varoufakis supieron de ese modo que, según Thomas Wieser, el BCE no tenía intenciones de revertir en Grecia los beneficios realizados con los títulos griegos que el BCE poseía, y eso estaba en contradicción con las promesas hechas en 2012. [3] El monto, al que Grecia tenía derecho y que no recibió, era de casi 2.000 millones de euros, lo que constituía una suma considerable para un país de ese tamaño. Eso correspondía al cálculo del coste total de las medidas humanitarias que Syriza había prometido realizar (véase el recuadro con texto del Programa de Tesalónica). También supieron, de manera oficiosa, que la Troika no le daría a Grecia ningún dinero de las sumas todavía prometidas en el marco del segundo memorando, que llegaba a su vencimiento el 28 de febrero de 2015. Se trataba de un pago que se suponía que el FMI
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
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y el BCE realizarían antes del fin del segundo memorando. [4] La advertencia era muy clara: el futuro gobierno dirigido por Syriza sería asfixiado financieramente por la Troika.
En ese documento, recibido antes de las elecciones, Thomas Wieser presentaba como una ocasión, a no perder, prolongar el segundo memorando durante un período a determinar.
Varoufakis envió una respuesta insistiendo en que la suma debida a Grecia, por los beneficios obtenidos por el BCE con los títulos griegos, debía ser definitivamente pagada.
Al mismo tiempo, según Varoufakis, no podía descartarse la perspectiva de prolongar el segundo memorando más allá del 28 de febrero.
Y después, los acontecimientos se sucedieron rápidamente. Las elecciones del 25 de enero las ganó Syriza y el gobierno Syriza-ANEL asumió el 27 de enero.
Varoufakis no se toma el trabajo de describir la composición del gobierno. Se concentra en algunos puntos que lo concernían directamente. Varoufakis indica que tuvo una primera dificultad con Tsipras. El ministro de Finanzas deseaba que sus aliados. Euclides Tsakalotos [5] y George Stathakis, [6] fueran designados en los dos puestos ministeriales directamente ligados al ministerio de Finanzas. Pero Tsipras había decidido designar en uno de esos puestos a Panagiotis Lafazanis, dirigente de la Plataforma de izquierda en el seno de Syriza, partidario de la suspensión unilateral del pago de la deuda y favorable a la preparación para la salida del euro. Varoufakis escribe: «Lafazanis a la cabeza del ministerio de Recuperación productiva. Era una catástrofe». Y continúa: «Con Lafazanis a la cabeza de un ministerio tan importante y Euclides —que aprobaba nuestro pacto— fuera del gobierno, mi estrategia de negociación estaba definitivamente dañada.» [7] Según Varoufakis, Tsipras se negó a echar a Lafazanis utilizando el siguiente argumento: «Necesito a Lafazanis en el gobierno, a la cabeza de un ministerio económico, para evitar que nos fastidie desde fuera. Si le retiro su puesto cuando se juran los cargos, Lazfazanis estará todavía más en mi contra. La Plataforma de izquierda estará de frente contra nosotros.» [8]
Recordemos que Lafazanis se opuso a la capitulación de julio de 2015, dimitió como ministro, y como diputado votó en contra del tercer memorando, abandonó Syriza junto a una veintena de diputados y de numerosos militantes para constituir Unidad Popular, una nueva organización política.
Finalmente, Varoufakis convenció a Tsipras de proponer a Tsakalotos el puesto de viceministro de Relaciones Exteriores, encargado de cuestiones económicas, de manera de que pudiera participar en las negociaciones con los acreedores y en todos los desplazamientos a Bruselas.
Varoufakis pone en evidencia lo que llama gabinete de guerra (parece que era la expresión que había utilizado también Tsipras y los que formaban parte del mismo). Es decir, el círculo de ministros y responsables directamente ligados a la estrategia de Tsipras. Veamos lo que decía Varoufakis de ese gabinete de guerra: «Cuando los miembros se encontraban en Grecia, y no en Bruselas u en otras partes, el gabinete de guerra se reunía todos los días. Formaban parte del mismo, Alexis Tsipras, el vice primer ministro Dragasakis, el alter ego de Alexis, Nikos Pappas, yo, Euclides Tsakalotos y Spyros Sagias quien era el secretario del gabinete. A menudo se unían al gabinete Chouliarakis, presidente del Consejo de economistas, y Gabriel Sakellaridis, el portavoz gubernamental.» [9]
Los primeros días de Varoufakis como ministro
Varoufakis explica que en los tres primeros días de sus funciones como ministro, se dedicó a organizar la dirección de su ministerio, poner a trabajar a su equipo de colaboradores, calcular la liquidez que el gobierno disponía para el pago de la deuda y el funcionamiento del Estado (pago de jubilaciones y salarios de los funcionarios públicos…). La respuesta que le dieron sobre este último problema: entre 11 días y 5 semanas.
Varoufakis también explica que su ministerio había sido muy debilitado por la Troika. Tres servicios que estaban vinculados a su ministerio, ahora escapaban, en parte, al control del ministro: el organismo que estaba encargado de la recapitalización de los bancos privados (el FHSF), el organismo encargado de las privatizaciones (el TAIPED), y la administración de la recaudación fiscal, que tenía a la cabeza una directora proveniente del sector privado.
Y agrega que se dio cuenta el 30 de enero de que Dragasakis y Tsipras habían tomado la decisión de debilitar un poco más su ministerio al retirarle la competencia sobre los bancos. Mientras que afirma en su libro que había obtenido el acuerdo de Tsipras-Pappas y Dragasakis para proponer a los acreedores europeos la toma de posesión de los bancos griegos, [10] aceptó abandonar ese proyecto desde el comienzo de sus funciones. Veamos cómo relata ese episodio: «El último tema de nuestra reunión nocturna fueron los bancos griegos. Le pedí ideas para preparar la confrontación que tendría lugar el día en el que sometería mi propuesta para “europeizarlos”, incorporándolos a la UE. Cuando, de pronto, Wassily [Kafouros] [11] me interrumpió.
– La cuestión ya está jugada, Yanis, me dijo, tendiéndome un decreto llegado por la noche. Este provenía de la oficina del vice primer ministro y estaba debidamente sellado por la secretaría del gabinete. El decreto estipulaba que la jurisdicción de todo lo que concernía los bancos había sido desplazada del ministerio de finanzas a la oficina del vice primer ministro. – No me digas que no te avisé, me lanzó Wassily. Dragasakis pone bajo su ala a sus compañeros banqueros para protegerlos de tipos como tu. |
Seguramente tenía razón, desgraciadamente, pero no tenía otra opción, sino otorgar el beneficio Beneficio Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas. de la duda a Dragasakis.» [12]
Como ya lo señalé muy claramente en la primera parte de esta serie, esa propuesta de transferencia de los bancos a los acreedores europeos era inaceptable desde el punto de vista de los intereses del pueblo griego. Sin embargo, es asombroso constatar que Varoufakis, que había hecho de ese tema una de sus seis condiciones sine qua non para aceptar ser ministro de Finanzas, haya renunciado desde los primeros días de su ministerio.
Es el precoz comienzo de una larga serie de renuncias por parte de Varoufakis.
Varoufakis explica que, con sus colaboradores, trabajó en varios proyectos muy concretos. Algunos eran realmente interesantes: la posibilidad de poner en marcha un sistema paralelo de pagos en caso de enfrentamiento con los acreedores, el cuestionamiento de una decisión del gobierno anterior de desarrollar los juegos de azar para aumentar la recaudación pública, algunos dispositivos para luchar contra el gran fraude fiscal… Otros proyectos eran más dudosos, incluso inadmisibles. Se trataba especialmente de un proyecto de amnistía fiscal que Varoufakis presenta de la siguiente manera: «Debía también anunciar que en los próximos quince días, la web del ministerio de Finanzas abrirá un portal en el que cualquier ciudadano podrá registrar oficialmente los ingresos no declarados hasta ahora, correspondientes a los años 2010-2014. Solamente el 15 % de esas sumas estará requerido como retraso fiscal, y se podrán pagar con carta de crédito o por Internet. A cambio, el contribuyente recibirá un recibo electrónico que le garantizará la inmunidad contra cualquier demanda judicial por un fraude anterior.» [13]
O esta otra iniciativa más que dudosa: «sacar a la luz los centenares de miles de operaciones con pequeños fraudes e infringir un tratamiento de choque a la sociedad griega para corregir sus costumbres.»Idem.
La imagen radical de Varoufakis
El 30 de enero, en Atenas, la conferencia de prensa que siguió al primer encuentro de Varoufakis con Jeroen Dijsselbloem, el ministro socialista holandés que presidía en esa época el Eurogrupo, contribuyó en mucho a dar una imagen muy radical de Varoufakis en la opinión griega y en el extranjero. Todas las televisiones del mundo mostraron el enfrentamiento entre Varoufakis y Dijsselbloem. Un Varoufakis rebelde frente a un Dijsselbloem arrogante y manifiestamente grosero en su comportamiento frente a un ministro al que visitaba.
Los medios de comunicación dominantes atacaron a Varoufakis, pero el comportamiento de los representantes de la Troika es tal como si fuesen dignatarios extranjeros en terreno conquistado, incapaces de soportar cualquier signo de resistencia. De ese modo, hicieron que Varoufakis apareciera como el símbolo de un gobierno anticonformista que resiste a la injusticia de los poderosos. [14]
Varoufakis y el programa de gobierno de Syriza
El programa de Tesalónica, presentado en septiembre de 2014, prometía acabar con el segundo memorando y reemplazarlo por un plan de reconstrucción nacional, obtener la anulación de la mayor parte de la deuda pública, romper con la austeridad, devolver al pueblo griego el goce de una serie de derechos sociales, restablecer ampliamente los salarios y las jubilaciones al estado previo al memorando de 2010, poner fin a las privatizaciones, tomar el control de los bancos, crear un banco público de desarrollo, reducir las deudas de las familias de bajos ingresos con respecto al Estado y a los bancos privados, crear 300.000 empleos, hacer revivir la democracia (véase el recuadro: Extractos del Programa de Tesalónica)
Varoufakis se había opuesto a ese programa y eso lo manifiesta bien claro en su libro. Remontándose a septiembre de 2014, escribe: «Alexis había presentado las grandes líneas de la política económica de Syriza en un discurso en Tesalónica. Sorprendido, me procuré el texto y lo leí. Me invadió una ola de náusea y de indignación. Rápidamente me puse a trabajar. En menos de media hora, tenía preparado un artículo que el primer ministro Samaras utilizaría para fustigar a Syriza ante el Parlamento: “Incluso Varoufakis, vuestro gurú económico, piensa que vuestras promesas son un farol”. Y lo eran… […] El programa era tan errático que no me tomé el trabajo de criticarlo punto por punto.» [15]
Afirma que aceptó el puesto de ministro con la condición de poder poner en marcha seis medidas económicas prioritarias. Recordemos [16] sus seis prioridades: «La reestructuración de la deuda está en primer lugar [sin reducción del stock de la deuda Stock de la deuda Suma total de las deudas. mientras que el Programa de Tesalónica afirma que es necesaria una anulación de la mayor parte de la deuda pública, NDLR] En segundo lugar, el excedente primario no puede superar el 1,5 % del ingreso nacional y ninguna otra nueva medida de austeridad. En tercer lugar, unas fuertes reducciones del impuesto de sociedades. En cuarto lugar, unas privatizaciones estratégicas con unas condiciones que preserven el derecho al trabajo y relance las inversiones. En quinto lugar, la creación de un banco de desarrollo que utilizaría los activos públicos como garantía para generar la inversión del interior, y cuyos dividendos serían canalizados hacia los fondos de pensión públicos. Y en sexto lugar, una política de transferencia de las acciones y la gestión de los bancos a la UE […].» [17]
De esas seis prioridades, solamente la segunda y la quinta coinciden con el Programa de Tesalónica. Sin embargo, esas dos prioridades fueron abandonadas después del acuerdo del 20 de febrero de 2015 (véase más adelante).
Extractos del Programa de Tesalónica presentado por Alexis Tsipras el 13 de septiembre de 2014 [18] « […] Pedimos un mandato fuerte, apoyado por una amplia mayoría parlamentaria y un aún mayor consenso social, para poder llevar a cabo una negociación que proteja lo mejor posible los intereses de nuestro pueblo en Europa. Pedimos el recurso inmediato del veredicto popular y un mandato de negociación que apunte a la anulación de la mayor parte de la deuda nominal para asegurar su viabilidad. [19] Lo que se hizo con Alemania en 1953 [20] se debe hacer con Grecia en 2014. Nosotros reivindicamos: – Una «cláusula de crecimiento» para el reembolso de la deuda. – Una moratoria —suspensión de pagos— con el fin de preservar el crecimiento. – La independencia de los programas de inversión pública con respecto a las limitaciones que impone el pacto de estabilidad y de crecimiento. [21] […] También declaramos, bien alto, que siempre reivindicaremos el reembolso del préstamo impuesto a Grecia por las fuerzas de ocupación nazis. [22] Nos comprometemos, frente al pueblo griego, a reemplazar desde los primeros días del nuevo gobierno —e independientemente de los resultados esperados de nuestra negociación—el memorando por un Plan nacional de reconstrucción, [23] rigurosamente elaborado, y calculado con precisión. El Plan nacional de reconstrucción está constituido por un conjunto de medidas para el restablecimiento económico y social, agrupadas alrededor de cuatro ejes: – A. Medidas para remediar la crisis humanitaria. [24] – B. Medidas prioritarias para el relanzamiento de la economía. – C. Plan nacional de lucha contra el desempleo y de mejora de la situación del mercado de trabajo. – D. Restablecimiento institucional y democrático del sistema político. A. Medidas para remediar la crisis humanitaria: Nuestro programa, de un coste aproximado de 2.000 millones de euros, está formado por un conjunto de intervenciones de urgencia que sirven de escudo de protección para los sectores sociales más vulnerables. Incluye: – Empleo de la energía eléctrica gratuita para 300.000 familias que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza (3.600 Kwh. por año). [25] – Programa de subvenciones alimentarias (cupón comida para 300.000 familias). [26] (…) – Asistencia médica gratuita para todos. [27] – Proyecto para el acceso a la vivienda. El proyecto prevé la rehabilitación de antiguas viviendas y hoteles abandonados con el fin de garantizar en una primera fase una disponibilidad de 25.000 nuevas viviendas con alquileres subvencionados. [28] – Medidas a favor de las pensiones bajas. [29] Ya estamos comprometidos en el aumento progresivo de las pensiones bajas. Hoy nos comprometemos, aún más y con el fin de reforzar la demanda, a restablecer la prima del decimotercer mes para 1.262.920 pensionistas, cuya pensión no supere los 700 euros. Y esta medida será extendida ——progresivamente y en función de la coyuntura económica— a todos los pensionistas y a todos los asalariados. – Reducción del precio del transporte público. (…) B. Medidas para relanzar la economía. – El segundo eje reúne las medidas de relanzamiento de la economía, medidas cuya prioridad es la suspensión de la política de imposición actualmente en vigencia a pesar de sus nefastas consecuencias para la economía real, [30] la puesta en marcha de una nueva seisachtheia, [31] y el refuerzo de la liquidez y la demanda, ya que la situación de la economía real es hoy en día realmente desastrosa. – El ataque fiscal operado por el gobierno sobre la clase media y la súper imposición de aquellos que no defraudan abruman a la mayor parte de la población, que ve constantemente amenazada su vida profesional, lo que queda de su patrimonio, e incluso su propia existencia. De esta angustia insoportable testimonian la gran cantidad de suicidios. Las clases trabajadoras, los agricultores, [32] los asalariados, los pequeños y medianos empresarios, el cuerpo de la economía real, en suma, debe afrontar actualmente una tormenta de impuestos que supera sus fuerzas de resistencia. Y en breve, habrá una nueva tormenta que deberán afrontar. Será la del embargo de sus propiedades privadas por los bancos, puesto que se encuentran en dificultades para pagar las deudas que habían contraído en el pasado, antes de la crisis, antes de su desempleo, antes de la mutilación de sus ingresos, antes del cierre de sus empresas. La obstinación del gobierno en agobiar con cargas suplementarias a los que ya están aplastados solo puede llevar a un callejón sin salida, simplemente porque no se puede recibir nada del que no tiene nada para dar. «El que nada tiene, no puede dar nada» Para constatar la aberración de esa política, es suficiente observar el monto de las acreencias atestadas y no percibidas por el Estado: en este momento, es de cerca de 68.000 millones de euros. [33] Y cada mes que pasa, esa cifra aumenta en 1.000 millones de euros. (…) La realización de un proceso de regulación que conlleve, para cualquier deudor, la suspensión inmediata de los procedimientos penales y del embargo de sus cuentas bancarias, de su vivienda principal, de salarios, etc. así como el otorgamiento de un atestado de regularidad fiscal. (…) Con esas medidas, no solo aspiramos a aliviar a la gente que sufre y que forma la espina dorsal de la economía, sino también relanzar la economía real, liberándola de la represión asfixiante de las tasas y de los aumentos de impuestos, totalmente improductivos ya que no son cobrables. El beneficio inmediato calculado para la regularización de las deudas y el comienzo de los pagos de los anticipos nos permitirá financiar las acciones necesarias para el alivio y el reparto equitativo de las cargas. Por otra parte, en el marco de las medidas que tienen por objetivo relanzar la economía, anunciamos hoy mismo, la abrogación inmediata del nuevo impuesto a la propiedad. 2.- Abrogación inmediata del nuevo impuesto a la propiedad (Enfia), puesto que es el símbolo de la injusticia social que caracteriza al conjunto de la política económica del gobierno Samaras. (…) Por consiguiente, el Enfia no puede ser corregido ni mejorado, solo puede ser abolido. [34] En su lugar: – Estableceremos un impuesto socialmente justo sobre la gran propiedad (FMAP) y no impondremos impuestos a nadie por valores ficticios. – Los valores de los bienes considerados para la base impositiva serán reajustados inmediatamente del 30 al 35 %. – Los impuestos serán progresivos y el umbral de exoneración se aumentará. – La residencia principal quedará exenta, a excepción de las propiedades de gran lujo con ostentación. (…) 3. Restauración del umbral de no-imposición de 12.000 euros por año. [35] 4. Institucionalizaremos una «nueva seisachtheia» (liberación de deudas). Se aplicará a las acreencias dudosas (not performing loans, es decir deudas en cesación de pagos desde tres meses y más), también llamadas «rojas», ya que su anulación parcial es un acto previo indispensable tanto al saneamiento de las carteras bancarias como a la restauración de la liquidez monetaria y al sostén del crecimiento y el relanzamiento de la economía. La «nueva seisachtheia» se aplicará caso a caso y consistirá en la anulación parcial de las deudas de personas que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza. [36] (…) 5. Creación de un organismo público encargado de la gestión de la deuda privada. (…) Evidentemente, se trata en primer lugar de impedir la utilización de la deuda privada como medio de confiscación de la propiedad de los ciudadanos, y como medio de control del sector privado de la economía. Durante los próximos días, Syriza presentará en el Parlamento una enmienda legislativa para una prolongación indefinida de las subastas de las viviendas principales cuyo valor sea inferior a 300.000 euros. También, presentaremos una proposición de prohibición legislativa de la venta o de la cesión de títulos a instituciones bancarias no reconocidas o a empresas de gestión de contratos de préstamos y garantías Garantías Acto que proporciona a un acreedor una seguridad en el cumplimiento del compromiso del deudor. Distinguimos entre garantías reales (derecho de retención, fianza, prenda, hipoteca, privilegio) y las garantías personales (caución, aval, carta de intención, garantía autónoma). . En dos palabras, no permitiremos a los fondos buitre Fondos buitre Fondos de inversiones que compran, en el mercado secundario (el mercadillo de la deuda), títulos de deuda de países que están en dificultades financieras. La compra es a un valor muy inferior a su valor nominal ya que los adquieren a otros inversores que prefieren sacárselos de encima a un coste menor para enjugar una pérdida o por miedo a que el país deudor haga cesación de pagos. Los fondos buitre reclaman seguidamente el pago integral de la deuda que acaban de adquirir, llegando a llevar al país deudor ante tribunales que privilegian los intereses de los inversores, típicamente tribunales estadounidenses y británicos. internacionales especular con la confiscación de las casas de los ciudadanos. [37] Queridos amigos, queridas amigas: Lo dije el año pasado, aquí, en la tribuna, y lo repito una vez más este año: la llave para relanzar la economía es el sistema financiero. Con Syriza en el gobierno, el sector público retoma el control del Fondo helénico de estabilidad financiera (HFSF, siglas en inglés) y ejerce todos sus derechos sobre los bancos recapitalizados. [38] Eso significa que el sector público decide sobre su administración. Al mismo tiempo, ponemos en marcha unas operaciones determinadas con el fin de asegurar la liquidez en la economía real. Entre esas operaciones figura la puesta en marcha de un banco de desarrollo y de bancos específicos. 6. Establecimiento de un banco de desarrollo y de bancos específicos. Para nosotros, la nueva arquitectura del sistema bancario se constituirá, además de los bancos recapitalizados sistémicos, por nuevos bancos cooperativos específicos y un banco público de desarrollo. Por ello, crearemos un banco de desarrollo, [39] y bancos con misiones específicas, para la financiación de las PYMES y de los agricultores. Para sostener la liquidez necesaria al desarrollo de equipos profesionales dinámicos que, a su vez, darán energía y un nuevo impulso al crecimiento y al restablecimiento productivo. 7. Restauración del salario mínimo a 751 euros. Aumentaremos el salario mínimo a 751 euros para todos los trabajadores, independientemente de su edad. [40] Nuestro modelo econométrico confirma las conclusiones del modelo del Instituto del trabajo de la GSEE (Confederación general de trabajadores griegos): la restauración del salario mínimo no solo no agrava, por su coste, el crecimiento sino que es beneficiosa para el mismo. (…) Queridos amigos: El tercer eje de nuestro Plan nacional de recuperación que presentamos hoy se enmarca en la perspectiva de nuestro gran objetivo nacional, el de restablecer el pleno empleo en nuestro país, de devolver la esperanza y las perspectivas de futuro a nuestros jóvenes que emigran masivamente, mientras su fuerza viva es necesaria para reconstruir el país. C. Plan de recuperación del empleo. 1. Restauración del derecho al trabajo Los derechos de los trabajadores suprimidos por las leyes emitidas por los memorandos serán restablecidos de inmediato, al mismo tiempo que el salario mínimo. Los convenios colectivos serán restablecidos así como el principio de la prórroga de las ventajas adquiridas en virtud de un convenio colectivo anterior o acuerdo. [41] (…) Las reformas concernientes a los despidos colectivos y abusivos, los contratos precarios por «subcontratación de personal» serán abrogados. 2. Plan de creación de 300.000 nuevos empleos en los sectores públicos y privados, y en aquellos de la economía social. [42] (…) 3. Las categorías de beneficiarios del subsidio de paro serán ampliadas. (…) D. Intervenciones para la reconstrucción institucional y democrático del Estado (…). a. Progresivamente, aumentamos los recursos de las colectividades regionales para reforzar su participación activa en la recuperación productiva del país. De este modo, esas colectividades podrán beneficiarse no solo de préstamos a bajo interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. , sino también de la emisión por el futuro banco de desarrollo de obligaciones destinadas a la financiación de sus intervenciones. [43] b. Fortaleceremos las instituciones de la democracia representativa e introduciremos nuevas formas institucionales de democracia directa en el funcionamiento del sistema político, tales como la iniciativa legislativa popular, el veto popular, el referéndum de iniciativa ciudadana. Reforzaremos el papel del Parlamento en su función legislativa y en su función de control del ejecutivo, [44] delimitaremos severamente la inmunidad parlamentaria y suprimiremos el estatus particular de los ministros en materia de responsabilidad penal, que institucionaliza una «desviación viciosa de los principios de una sociedad democrática». c. Redefinimos el estatuto de funcionamiento del conjunto de los medios de difusión de información griegos, rediseñando el paisaje audiovisual en conformidad con las exigencias legales y con un aumento de vigilancia sobre su transparencia. Reforzamos los medios regionales. Creamos una verdadera televisión pública, democrática, pluralista y de alta calidad, al reconstruir la ERT a partir de cero. [45] Queridos amigos: No prometemos, nos comprometemos. […] Hemos dejado elaborado un plan de acción Acción Título mobiliario emitido por una sociedad de acciones. Este título representa una fracción del capital social. En particular otorga a su titular (el accionista) el derecho a percibir una parte de los beneficios distribuidos (el dividendo) y de participar en las asambleas generales de la empresa. extendido durante seis meses contra esta gangrena, que prevé: En primer lugar, la intensificación y la aceleración de los controles de las transacciones intragrupo, de las «listas Lagarde», de Liechtenstein, de las transferencias de fondos, de las sociedades off-shore y de los bienes inmobiliarios en el extranjero. En efecto, se instaurará un servicio especial compuesto de expertos y provisto del soporte tecnológico apropiado después de la larga, deplorable y enigmática inacción del gobierno actual. [46] Las estimaciones de la recaudación proveniente de la represión del fraude fiscal y del contrabando, fueron quizás, muy ambiciosas. Con moderación, calculamos que nuestro plan de acción aportará a las cajas del Estado, el primer año, al menos 3.000 millones de euros. En lo que concierne el coste del capital de partida del sector público, del vector intermediario y de lo bancos especializados —calculado en 3.000 millones de euros— será financiado por el sostén de 11.000 millones de euros previstos para los bancos por el mecanismo de estabilidad. [47] […] |
Las propuestas que hizo Varoufakis a la Troika
Contrariamente a la imagen caricaturesca presentada por los medios dominantes y por los gobiernos de los países acreedores, Varoufakis, como negociador principal, hizo propuestas muy moderadas a la Troika, propuestas que eran claramente tímidas con respecto al programa de Tesalónica, e incluso, algunas de ellas estaban claramente en contradicción con ese programa. Varoufakis aseguró a sus interlocutores que el gobierno griego no pedía una reducción del stock de la deuda. Proponía que las acreencias en manos de la Troika bajo diferentes formas fueran transformadas en acreencias a más largo plazo, permitiendo al gobierno reducir la parte del presupuesto dedicado al reembolso anual. No se cuestionó la legitimidad o la legalidad de las acreencias reclamadas a Grecia. Y eso fue muy grave.
No puso por delante el derecho y la voluntad del gobierno griego de realizar una auditoría de las deudas de Grecia. En su libro, no hay una sola palabra sobre la comisión de la auditoría instituida por la presidenta del Parlamento griego. Y si Varoufakis no habla de ello, no es porque esta iniciativa haya pasado desapercibida en Grecia, por el contrario, hizo mucho ruido. Eligió el silencio completo sobre esa importante iniciativa puesto que eso no entraba en absoluto en su enfoque de la negociación.
Propuso a la Troika enmendar una parte del memorando vigente, para prolongarlo y adaptar algunas medidas previstas. Afirmó repetidamente que el 70 % de las medidas previstas por el memorando eran aceptables. Agregó que algunas de las medidas que todavía debían aplicarse eran positivas pero que el 30 % del memorando debía ser reemplazado por otras medidas que tuvieran un efecto neutro sobre el presupuesto, es decir, que las nuevas medidas y especialmente aquellas que se pondrían en marcha para hacer frente a la crisis humanitaria no aumentarían el déficit previsto por el gobierno de Samaras, ya que estarían contrarrestadas por los ingresos suplementarios o por reducciones de gastos en algunos ámbitos. Varoufakis afirmó que el gobierno que representaba no volvería a tratar las privatizaciones que habían sido realizadas desde 2010 y, que además, algunas privatizaciones suplementarias eran totalmente previsibles, ya que el precio de venta era lo suficientemente elevado para que los compradores respetasen el derecho de los trabajadores.
Varoufakis también afirmó que la salud de Grecia estaba condicionada por su permanencia en la zona euro.
Se cuidó muy bien de anticipar, frente a sus interlocutores, la parte del programa de Syriza que implicaba que el Estado griego tomaría el control de los bancos privados griegos puesto que era el principal accionista.
Una de las dimensiones realmente radicales del discurso de Varoufakis, consistió en que, al comienzo de su mandato, afirmó varias veces que la Troika no tenía legitimidad democrática y que el gobierno no colaboraría con ella. Pero al leer su libro, uno se da cuenta rápidamente que en la práctica Varoufakis aceptó el mantenimiento de la Troika. Ésta solo había desaparecido en el discurso oficial. La única concesión que hizo la Troika fue aceptar que se fingiera que había desaparecido. En realidad, continuó funcionando, de manera implacable y palpable. Varoufakis muestra que la Troika estaba presente en todos los momentos claves de la negociación y de las tomas de decisión. Nunca dejó de existir o de actuar.
Solo para 2015, el Estado griego necesitaría 42.400 millones de euros para refinanciar la deuda
Varoufakis describe bien hasta qué punto la deuda constituía una carga insoportable. Escribe que, algunos días después de las elecciones, había calculado el monto que estaba previsto reembolsar durante el año 2015. Y lo cito: « Descubrí que solo para 2015, el Estado griego necesitaría 42.400 millones de euros para refinanciar la deuda, o sea el 24 % del ingreso nacional. Incluso admitiendo que la Troika nos pagara lo que estipulaba el segundo rescate, nos faltarían 12.000 millones. Para Grecia, privada de la posibilidad de pedir préstamos a inversores privados, con las cajas vacías y una población exhausta, pagar sus deudas se resumía en una cosa: coger lo que quedaba en las reservas de los fondos de pensión, en las municipalidades, hospitales y establecimientos públicos, pero también mendigando a la Troika préstamos colosales, para luego comprometerse a exprimir a los pensionistas, las municipalidades, los hospitales y los establecimientos públicos todavía un poco más, y todo eso para devolverle su dinero a la Troika. Solamente una lobotomía habría podido persuadirme de que esta solución era por el interés de nuestro pueblo.» [48] Más adelante, vuelve sobre el tema, con ocasión de su primer encuentro con el presidente del Eurogrupo, el 30 de enero en Atenas; «…los reembolsos previstos únicamente para el año 2015 representan el 45 % de la totalidad de los impuestos que el gobierno espera percibir». [49]
El problema fue que, al comprometerse el 20 de febrero a proseguir el reembolso integral de la deuda según el calendario previsto hasta el 30 de junio de 2015, de hecho, aceptó una situación peor que el infierno descrito antes, puesto que los acreedores no se comprometieron a realizar la más mínima devolución. Pero había que pagar 7.000 millones de euros desde ese momento hasta el 15 de junio. Esa suma de 7.000 millones se puede comparar con el coste estimado del conjunto de medidas humanitarias prometidas en el programa de Tesalónica, que llegaba a los 2.000 millones de euros para todo el año 2015. En realidad, debido al pago de la deuda, según mi cálculo personal, el gobierno de Tsipras no gastó más de 200 millones de euros como respuesta a la crisis humanitaria entre febrero y junio de 2015, lo que fue totalmente insuficiente. Eso indica muy claramente que, al aceptar la continuación de los pagos sin tener la garantía de recibir el dinero fresco de parte de los acreedores, la situación no podía ser peor. Eso implicaba también que el segundo memorando debería estar seguido por un tercer memorando con el fin de que los acreedores acordaran nuevos préstamos que servirían para reembolsar los anteriores.
A pesar de todo, Varoufakis afirmó que otra salida era posible, aunque fuera totalmente quimérica, ya que se suponía que a los acreedores se los podría convencer, mediante una simple discusión, que permitieran a Grecia poner fin con los aspectos más anti sociales de las políticas de austeridad, librarse del corsé del memorando y reducir fuertemente las sumas a reembolsar durante el año 2015 (sin tocar el stock total). Eso no se tenía en pie.
La estrategia de negociación adoptada por Varoufakis
La reunión del 30 de enero entre Varoufakis y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, indicaba claramente que este último se negaba a tener en cuenta el mandato dado por el pueblo griego al gobierno de Tsipras. Rechazaba reemplazar el memorando por un nuevo acuerdo, se negaba incluso a modificar ese memorando. Y eso indicaba claramente que el Banco Central
Banco central
Entidad que, en un Estado, se encarga generalmente de la emisión de billetes de banco y del control del volumen de moneda y crédito. En España es el Banco de España quien asume dicho rol, bajo el control del Banco Central Europeo (BCE, ver más abajo).
El Banco Central de un país gestiona la política monetaria y tiene el monopolio de la emisión de la moneda nacional. Proporciona moneda a los bancos comerciales a un precio determinado por las tasas directoras, que son fijadas por el proprio banco.
Europeo podría impedir que los bancos griegos tuvieran un acceso normal a la liquidez.
Con el fin de intentar modificar la situación y encontrar apoyos, Varoufakis decidió reunirse con dirigentes franceses e italianos (los dos gobiernos eran «socialistas» y se suponía que apoyaban al gobierno griego en su voluntad de aflojar la tenaza de la austeridad impuesta por la Comisión Europea), también con dirigentes británicos que llevaban a cabo en ese momento una política de relanzamiento económico al precio de un creciente déficit fiscal. Después, se iría a Fráncfort para reunirse con la dirección del BCE con el fin de convencerla. Y finalmente, iría a Berlín. Antes de comenzar ese periplo, mantuvo un encuentro con el trío Tsipras-Pappas y Dragasakis. Obtuvo luz verde para no pedir una anulación de la deuda a los dirigentes con quienes se encontrará. Y logra también el acuerdo para no invocar el derecho moral a un alivio de la deuda. Haciendo eso, Varoufakis renunciaba a un argumento fundamental para convencer a la opinión pública internacional y poner en dificultades a los acreedores sobre uno de sus principales puntos débiles.
Varoufakis reconoce que ese acuerdo tomado en secreto con el trío se oponía a la línea oficial de Syriza: «… la posición de Syriza era muy clara: el partido exigía ni más ni menos que una anulación incondicional de la deuda. La mitad de los miembros todavía querían una disminución unilateral de la mayor parte de la deuda, y la mayoría ni siquiera imaginaba la idea de un intercambio de deudas, así que solo un pacto verbal frágil me ligaba al trío dirigente.» [50]
Al adoptar esa posición, Varoufakis iba, al mismo tiempo, contra el programa con el que Syriza había sido llevada al gobierno y contra los militantes de Syriza. A partir del 1 de febrero, seis días después del inicio del gobierno, Varoufakis comienza su primer tour de Europa como ministro. Lo acompañaba Euclides Tsakalotos. El domingo 1 de febrero en París, Varoufakis tiene una agenda maratoniana: una reunión oficial con Michel Sapin, ministro francés de Finanzas, otra con Emmanuel Macron, ministro francés de Economía, así como cuatro reuniones oficiosas con Paul Thomsen, director adjunto del FMI encargado del departamento Europa, Pierre Moscovici, comisario europeo de asuntos económicos y monetarios, Benoît Cœuré, número dos del BCE, y con el jefe de gabinete de François Hollande. El lunes 2, en Londres, Varoufakis fue recibido en Downing Street por George Osborne, el primer ministro conservador británico, y luego dio una conferencia de prensa ante doscientos financieros invitados por el Deutsche Bank. El martes 3, Varoufakis viajó a Roma para encontrase con el ministro de Finanzas italiano Pier Carlo Padoan. Finalmente, el miércoles 4 fue a Fráncfort a entrevistarse con Mario Draghi y los miembros del Consejo ejecutivo del BCE.
Todas las veces, Varoufakis presenta su propuesta concerniente a un intercambio de deudas sin anulación o reducción de su cuantía. [51] También aclaraba a los representantes de los medios financieros que el gobierno pagaría a toca teja la deuda debida al sector privado (cerca del 15 % de la deuda griega estaba en manos de los inversores privados: banqueros griegos o extranjeros, fondos de inversiones, fondos buitre, etc.)
Varoufakis muestra la hipocresía de una serie de dirigentes con quienes se reunió. Michel Sapin parece que se lleva la palma de la duplicidad: en privado, se muestra favorable a la propuesta de Varoufakis, a ese intercambio de deudas, a una enmienda importante del memorando, a la solidaridad con el gobierno griego, sin embargo, en la conferencia de prensa adoptó una postura contraria.
Lo que se dijo en privado: «Michel (Sapin) me respondió como un verdadero colega: “El éxito de vuestro gobierno será nuestro éxito. Es importante que cambiemos juntos Europa y que reemplacemos este rigor obsesivo por una agenda en pro del crecimiento. Grecia la necesita. Francia la necesita. Europa la necesita.” He aprovechado esta ocasión para adelantar los puntos claves de la Modesta Proposición (https://varoufakis.files.wordpress.com/2013/07/modest-proposal-4-0-in-spanish.pdf). El BCE podría reestructurar una parte de la deuda de la zona euro sin descuentos y sin pedir a Alemania que pague por los otros ni de garantizar la deuda pública de los países de la periferia. (…) Michel me escuchó atentamente hasta el final antes de afirmar que ese era el buen camino para Europa. Afirmó con convicción que habían retrasado la aplicación de ese tipo de políticas. Sería necesario refundar Europa todos juntos. ¡Casi, casi, nos propone bajar a tomar la Bastilla cantando la Marsellesa!» [52]
Pero durante la conferencia de prensa el tono fue muy distinto. Según Michel Sapin, el gobierno griego debía respetar sus obligaciones relativas a los acreedores, Tsipras debía aplicar los acuerdos firmados por los gobiernos anteriores.
Según Varoufakis, en su contacto privado con el Comisario Pierre Moscovici, este se comportó como si fuera una discusión entre camaradas dispuestos a unir sus fuerzas para cambiar Europa. [53] Varoufakis constatará muy rápidamente que, en realidad, Moscovici no se comportaría como un aliado del gobierno griego.
Varoufakis, a lo largo del libro, siempre tiene elogios para Emmanuel Macron, en ese momento ministro de Economía de Francia.
El primer contacto con Benoît Cœuré, miembro de la dirección del BCE, es bien revelador. Éste preguntó a Varoufakis, sin dilaciones, si el gobierno griego tenía realmente la intención de aplicar un descuento a los títulos griegos que poseía la institución de Fráncfort. Esa pregunta acuciante de un dirigente del BCE muestra que la dirección del banco temía, en sumo grado, que Grecia redujera el valor de los títulos que el BCE poseía. Era perfectamente viable y Varoufakis había hablado públicamente de esa posibilidad varias veces antes de ser ministro. Los títulos en mano del BCE continuaban estando bajo jurisdicción griega ya que databan de los años 2010-2011. El BCE los había comprado a cerca del 70 % de su valor nominal y hacía que le reembolsaran el 100 %, así como imponía un tipo de interés abusivo. Los títulos equivalentes en manos, especialmente, de los fondos de pensión públicos griegos habían sufrido un recorte del 53 % en marzo de 2012, mientras que el BCE se había negado a que le aplicaran dicha reducción. El gobierno griego tendría, por lo tanto, el derecho moral y, simple y llanamente, el derecho de forma plena de su lado, si hubiera aplicado un descuento. Posteriormente, se verá, que el gobierno griego no pasaría nunca a la acción sobre ese dossier, a pesar de que tendría que haberlo hecho y que podría haber ganado.
Repetidamente, el FMI hizo declaraciones que servían para desorientar al gobierno griego y a la opinión pública.
En el transcurso de la reunión entre Paul Thomsen y Varoufakis, el dirigente del FMI para Europa explicó que el era favorable a la anulación de la deuda griega con respecto a los catorce Estados de la zona euro que se elevaba a 53.000 millones de euros. Mientras que Varoufakis adelantaba su proyecto de intercambio de deudas sin anulación, Thomsen declaraba: «Pero eso no es suficiente. Es necesario anular, sin pérdida de tiempo, una parte de vuestra deuda. Ningún intercambio, ninguna fecha límite. Vosotros retiráis 53.000 millones y los borráis.» [54] Es necesario subrayar que, repetidamente, el FMI hizo declaraciones que servían para desorientar al gobierno griego y a la opinión pública. Decirle a Varoufakis que era necesario anular 53.000 millones de deudas bilaterales no comprometía en nada al FMI para que la propia institución concediera una reducción. Fue una maniobra para desviar la atención utilizada varias veces. De todas maneras, el FMI, independientemente de esas declaraciones, siempre exigió a Grecia la prosecución de unas brutales reformas neoliberales.
En Londres, ante una platea de banqueros y responsables de fondos de inversiones, Varoufakis explicaba que los acreedores privados no tenían nada que temer. Retomó la tesis de la quiebra del Estado griego en 2010 (lo que es falso como lo demostré en el artículo: «El discutible relato de Varoufakis sobre la crisis griega y sus sorprendentes relaciones con la clase política») que gustaba mucho a los medios financieros, puesto que les permitía concentrar la atención en la crisis de las finanzas públicas. Varoufakis explicaba en la City de Londres: «Es cierto, nuestro gobierno estaba dividido. Algunos estaban a favor del Grexit y no querían negociar ni con la UE ni con el FMI, convencidos de de allí no surgiría nada. Pero había otros, nosotros, en torno al primer ministro, cuyo objetivo era obtener una solución negociada dentro de la zona euro. Atención, dije para agregar una nota positiva, esta división no afectará las negociaciones que serán conducidas por mi guardia personal. Nuestros colegas pro-Grexit no nos cortarán el paso, serán pacientes, ya que estamos determinados a demostrarles que un acuerdo viable es posible. A partir del momento en que los acreedores oficiales de Grecia estén preparados para firmar un acuerdo ventajoso para las dos partes, el mundo de las finanzas no tendrán nada que temer de mis camaradas de la Plataforma de izquierda que gobiernan a mi lado.» [55] Varias veces, Varoufakis envía un mensaje según el cual la mayoría del gobierno adoptaría una posición totalmente razonable, que debería ser apoyada ya que permitiría neutralizar, tanto al interior del gobierno como en Syriza, lo que se consideraba como una extrema izquierda irresponsable. Varoufakis estaba absolutamente seguro que había convencido a su público. «Como se lo remarqué a los financieros de la City (…) la gravedad de la crisis del euro se enfrentaba a esta paradoja: era un gobierno salido de la izquierda radical el que proponía soluciones liberales clásicas para resolver la crisis.» [56]
En la noche del 2 de febrero, Varoufakis cenaba con dos de sus importantes apoyos internacionales: el conservador Lord Lamont y el ex especialista de la terapia de shock Jeffrey Sachs. «En el momento del café y los licores, me decía que, por una vez, había logrado transmitir el mensaje. Financieros de Londres, políticos torys, periodistas influyentes, ex miembros del FMI, todos parecían comprender mi punto de vista.» [57] Se felicitaba de haber tranquilizado a los mercados ya que, al día siguiente de su viaje a Londres: «No solo la bolsa Bolsa Lugar de encuentro de la oferta y demanda de valores mobiliarios que ya fueron emitidos en el mercado financiero primario. La bolsa es por tanto el mercado de ocasión de títulos mobiliarios; también llamado mercado secundario. aumentó 11,2 %, sino que también las acciones de los bancos habían aumentado más del 20 %.» [58]
Durante su estadía en Roma donde se reunió con el ministro de Finanzas italiano, éste le comunica que había conseguido ablandar al gobierno alemán y especialmente a Schauble, al poder adoptar una reforma del código del trabajo a pesar de las protestas sociales. «Dicho en otras palabras, disminuir los derechos de los trabajadores, y permitir a las empresas despedir a algunos con poca o nada de indemnización, y contratar a otros con salarios más bajos y menos protecciones sociales. El día en que Pier Carlo Padoan había logrado que se aprobara su ley en el parlamento, cuestión que le había costado cara al gobierno de Renzi, el ministro alemán fue mucho más conciliador con él.
– ¿Por qué no intentan el mismo tipo de táctica? Me dijo.
– Lo voy a pensar. Le agradezco el consejo.» [59]
Finalmente, es a eso que conducirá la estrategia adoptada por Tsipras y Varoufakis. En la declaración del ministro «socialista» italiano, hay una profunda verdad. La lógica seguida por los dirigentes europeos consiste efectivamente en infringir un retroceso profundo a los derechos de los trabajadores y una reducción de salarios para que los productos europeos sean más competitivos en el mercado mundial frente a China y a los otros grandes exportadores de productos manufacturados y servicios. El destino deparado a Grecia formaba parte de esa estrategia y Varoufakis no quiso comprenderlo ni oponerse radicalmente. La enorme deuda griega fue, y es, fundamentalmente el arma utilizada por los acreedores públicos para hacer de Grecia un ejemplo de lo que cuesta pretender resistir a la apisonadora neoliberal y, por supuesto, para imponer a los trabajadores griegos una reducción brutal de sus derechos.
Varoufakis, al buscar convencer a los dirigentes europeos que su interés era una Unión Europea y una zona euro estables, estaba del lado equivocado, puesto que esa cuestión no constituía de ninguna manera su preocupación principal. No los podía ablandar salvo al precio de un nuevo memorando
Desde el 4 de febrero de 2015, el BCE saca la artillería pesada contra el gobierno griego
El 4 de febrero en Fráncfort, Varoufakis fue recibido por los dirigentes del BCE: Mario Draghi, presidente de la institución, y tres miembros del directorio —el francés Benoît Cœuré, la alemana Sabine Lautenschläger y el belga Peter Praet— Varoufakis estuvo siempre acompañado por Euclides Tsakalotos.
Mario Draghi anunció que el consejo de gobernadores de la institución monetaria de la zona euro decidiría, probablemente por la tarde, cortar el acceso de los bancos griegos a la liquidez que el BCE le concedía. Como lo escribe Varoufakis: «Se trataba de un acto de agresión explícito y perfectamente calculado.» [60]
Pero eso merece una explicación. El Banco Central Europeo provee de liquidez a los bancos de la zona euro. Para tener esa liquidez, los bancos (da igual que sean públicos o privados) deben depositar títulos financieros que constituyen una garantía. Es lo que se llama colaterales. Los bancos pueden depositar diferentes tipos de colaterales: títulos de deudas públicas, obligaciones de empresas privadas, etc. El Banco Central Europeo puede estimar que los bancos de un país miembro de la zona euro no presentan suficientes garantías porque esos bancos tienen mala salud o porque los títulos que proponen como garantía no son de de una calidad suficiente. En ese caso, el BCE les cierra el crédito. Eso provoca evidentemente un sentimiento de inseguridad y los clientes, para protegerse, retiran de manera más o menos rápida sus depósitos.
Los bancos del país en entredicho pueden acceder a un salvavidas: pedir al Banco Central de su país que le de acceso a la liquidez de urgencia. Es la única solución pero es costosa: el Banco Central del país solo está autorizado a conceder liquidez de urgencia si los bancos pagan una prima de riesgo Prima de riesgo Cuando se concede un préstamo, el prestamista tiene en cuenta la situación económica del prestatario para fijar la tasa de interés. Un riesgo eventual de que el deudor no pueda satisfacer el reembolso provoca un aumento del tipo de interés que se le aplica. De este modo, el prestamista percibe un interés más alto, que se considera que le compensa el riesgo asumido al acordar el préstamo. Así mismo, el costo es mayor para el deudor, lo que acentúa la presión financiera que soporta. Por ejemplo, en el 2002, Argentina tuvo que hacer frente a unas primas de riesgo superiores a 4.000 puntos de base, lo que significa que si el tipo de interés del mercado es del 5 %, a este país se le prestaba a una tasa del 45 %. Esto le significó de facto no tener acceso al crédito, hundiéndose aún más en la crisis. Para Brasil, en agosto del 2.002, la prima de riesgo era de alrededor de 2.500 puntos. . Además, el monto de esa liquidez de urgencia está limitado y se adapta cada semana. Cuando una situación se degrada de tal manera que el país tiene que recurrir a la liquidez de urgencia para financiarse, la dirección del Banco Central de dicho país se reúne cada fin de semana, los viernes, y decide el monto de la liquidez de urgencia que otorgará la semana siguiente a los bancos sobre la base del análisis de la situación. El monto es fijado de acuerdo con el BCE, que tiene el poder de limitar el dinero autorizado. Más grave aún: en cualquier momento, el BCE puede dar la orden al Banco Central del país a cesar de conceder la liquidez de urgencia. En ese caso, el gobierno debe decir a los bancos que cierren sus puertas. Y eso fue lo que pasó a fines de junio de 2015, cuando el BCE, con el fin de influir sobre los votos de los griegos en el referéndum convocado para el 5 de julio, decidió poner fin a la liquidez de urgencia. Eso llevó al gobierno griego decidir, el domingo 28 de junio de 2015, cerrar los bancos griegos el lunes 29 de junio.
Volvamos al 4 de febrero. La decisión de cerrar el acceso de los bancos griegos a la liquidez concedida por el BCE formaba parte claramente de una estrategia muy agresiva y rápida de desestabilización del gobierno griego. Esa estrategia había sido decidida incluso antes de que las elecciones tuvieran lugar. En efecto, a fines de diciembre de 2014, mientras que el gobierno griego convocaba elecciones anticipadas para el 25 de enero de 2015, el director del banco de Grecia, Stournaras, ex amigo de Varoufakis, [61] emitió deliberadamente opiniones que alimentaron las inquietudes de los depositantes griegos. Stournaras, en combinación con Samaras, buscaba, de ese modo, influir en la elección de los griegos para que votaran a favor del mantenimiento en el gobierno de Nueva democracia. Debido a esos propósitos que difundía Stournaras, se aceleró, a un ritmo rápido, la retirada de depósitos. [62] Samaras llevó a cabo una campaña con el tema: «si vosotros votáis a Syriza, las relaciones con Bruselas se degradarán, el BCE cortará la liquidez, y el caos estará a la vuelta de la esquina.» A pesar del chantaje, los griegos llevaron al gobierno a Syriza, pero Stournaras se mantuvo como director del Banco Central griego —es el embajador plenipotenciario de Draghi en Grecia y de los dirigentes europeos opuestos a Syriza— [63] El gobierno de Tsipras tendría que haber reemplazado al director del Banco de Grecia, no lo hizo, y, más adelante veremos que Varoufakis explica que fue él mismo el que convenció a Tsipras de dejar a Stournaras en su puesto. [64]
Es así como el BCE decidió el 4 de febrero de 2015 aumentar de inmediato la presión sobre el gobierno de Tsipras tomando medidas extremas. No se trataba de una presión moral o de un chantaje, sino, lisa y llanamente de un acto de agresión, como lo subrayó Varoufakis en el pasaje ya citado.
Los efectos de semejante decisión se manifiestan de inmediato. En primer lugar, los bancos griegos tuvieron que pagar netamente más caro su acceso al crédito del BCE y por lo tanto su salud financiera se degradó. En segundo lugar, la financiación a corto plazo del Estado griego fue más difícil. En efecto, con la liquidez otorgada por el Banco Central, los bancos griegos compraban títulos a corto plazo (es decir con vencimiento menor de un año) emitidos por el Tesoro griego, lo que permitía financiar el presupuesto del Estado griego (visto que los Estados, de acuerdo a los tratados europeos y al estatuto del BCE, no pueden tener préstamos directamente del BCE). Así que, como el BCE limitaba el acceso a la liquidez a los bancos griegos, estos compraban menos títulos y exigían rendimientos más elevados, aumentando para el Estado el coste de sus empréstitos.
Así, reduciendo la liquidez de los bancos griegos y haciendo que el coste de la financiación fuera más elevado, el BCE lograba que la tarea del Tesoro griego para financiarse mediante los bancos griegos fuera también más difícil. [65] Ahora bien, por una parte, la financiación privada exterior estaba cerrada o extremadamente difícil, y por otra parte, el BCE había hecho saber que no pagaría los beneficios que había prometido a Grecia (se trataba de 2.000 millones de euros que se deberían haber pagado en 2015). Eso también era una decisión puramente política. Efectivamente, en 2014, el BCE había pagado una parte de los beneficios al gobierno de Samaras a pesar del hecho de que se había retrasado la aplicación del segundo memorando. Aún antes de que el gobierno de Tsipras ganara las elecciones, los emisarios del Eurogrupo y del BCE ya habían anunciado que los 2.000 millones prometidos para 2015 no se pagarían.
Finalmente, ya que el Banco Central Europeo considera que los títulos públicos pierden su calidad porque la situación de los bancos y del Estado se agrava, afirma que la situación se deteriora, impulsando a la gente a retirar los depósitos bancarios dificultando aún más la financiación del Estado.
Era obvio que el certificado de buena salud de los bancos griegos había sido voluntariamente sobre-evaluado por el BCE, con el fin de ayudar al gobierno de Samaras que acababa de perder las elecciones europeas frente a Syriza
Agreguemos una prueba suplementaria del carácter político agresivo de la decisión del BCE de cortar la liquidez normal a los bancos griegos. Como ya se ha indicado, el BCE puede estimar que los bancos de un país están en un estado tan malo que conviene no prestarle más dinero bajo la forma de liquidez y que es necesario poner en marcha un plan de rescate, por ejemplo, inyectando capitales (lo que se ha hecho mediante los diferentes memorandos). El problema para el BCE fue que en junio de 2014 todos los bancos griegos habían conseguido pasar el test al que la autoridad europea de regulación y el BCE los había sometido. Era obvio que el certificado de buena salud de los bancos griegos había sido voluntariamente sobre-evaluado por el BCE, con el fin de ayudar al gobierno de Samaras que acababa de perder las elecciones europeas frente a Syriza. Lo que es cierto, es que la salud de los bancos era mala, ya fuera en 2009, en 2014 o en 2015. Pero fue bien claro que el BCE fingió no darse cuenta hasta unos días después de la instauración del gobierno de Tsipras. Era evidente que se trataba de una opción puramente política.
El 4 de febrero, por la mañana, ¿cómo responde Varoufakis al anuncio del probable cierre a la liquidez normal, que presenta en su libro como un acto de agresión perfectamente premeditado? Pues adoptó un tono de gran moderación…totalmente surrealista.
He aquí lo que dijo: «Respondí que respetaba profundamente el combate que se libraba para defender el euro, de acuerdo al estatuto y a las reglas del banco. Era un ejercicio de equilibrio delicado, que había permitido a los políticos europeos recuperarse y reaccionar a la crisis con clarividencia, superando las constricciones imposibles del BCE. (…) —Desgraciadamente, dije, los `políticos no supieron aprovechar el tiempo que les han ofrecido, ¿es eso, no? (…) Ustedes cumplieron con un trabajo impresionante para preservar al mismo tiempo la cohesión de la zona euro y el lugar de Grecia en el seno de esta zona, sobre todo en el verano de 2012. Si hoy estoy aquí, es para pedirles que continúen en la misma dirección durante unos meses más, con el fin, que, nosotros, los políticos, tengamos un tiempo y un espacio monetario suficientes para firmar una acuerdo viable entre Grecia y el Eurogrupo.» [66]
Ni una palabra sobre la brutal actitud del BCE desde 2010. Nada sobre los escandalosos beneficios realizados por el BCE al haber comprado títulos griegos entre 2010 y 2012. Por el contrario, Varoufakis felicita a la dirección del BCE por su impresionante trabajo. Y prosiguió proponiendo su plan de intercambio de títulos que permitiría evitar una reducción del valor de los títulos griegos en manos del BCE.
Draghi rechazó esa propuesta y no se dejó ablandar por el discurso de Varoufakis, y le reprochó haber citado, varias veces, la posibilidad de un recorte unilateral de los títulos griegos que poseía el BCE (al comienzo de esta parte se explicó de lo que se trataba). Varoufakis le respondió: «—No solamente no impondré un descuento unilateral a esas obligaciones, ni siquiera lo pensaré, si ustedes no cierran nuestros bancos.» [67]
¿Cómo Draghi podía interpretar eso? Lógicamente, podía decirse lo siguiente: «Acabo de anunciarle a Varoufakis que esta tarde se le retirará el acceso a la liquidez normal, y no me amenaza con ninguna reacción. Trata de convencerme de que no tome esa medida y me propone prolongar la duración del memorando en curso con el fin de poner a punto un acuerdo sobre un intercambio de deudas y una enmienda del memorando. Le respondí que no quería eso. Y cuando le dije que era lamentable que hubiera declarado en varias ocasiones que Grecia podría aplicar un descuento unilateral a los títulos griegos que poseo (de los que mi institución obtiene grandes beneficios), me responde que no imagina en ningún caso aplicar ese descuento, salvo si yo cerrara totalmente los bancos griegos. Conclusión: esta tarde podemos tomar la decisión de cerrar el acceso de los bancos griegos a la liquidez normal sin riesgo de una fuerte reacción del gobierno griego. Tomando esa decisión, refuerzo la presión sobre el gobierno, comienzo a asfixiarlo y aumento las probabilidades de arrinconarlos con el fin de obligarlos a hacer concesiones.»
También podemos agregar la siguiente crítica a la propuesta de Varoufakis al BCE. Mientras que el propio Varoufakis había denunciado varias veces, antes de convertirse en ministro de Finanzas, el carácter inaceptable, abusivo y evidentemente escandaloso de la operación del BCE con los títulos griegos durante el período 2010-2012, propuso a Draghi una operación de «blanqueo». Se reemplazaban los títulos viejos (que, por lo menos, son dudosos) por títulos nuevos del mismo valor, pero con un tipo de interés menor. Hay que darse cuenta que al hacer eso, Varoufakis volvía casi imposible la aplicación de un plan B (que incluía su reducción unilateral): en el caso de un fracaso de las negociaciones, hubiera sido muy complicado explicar a los periodistas y a la opinión pública que el gobierno griego tenía el derecho de aplicar una reducción unilateral. En efecto, si Grecia estaba preparada para intercambiar los títulos de su deuda en manos del BCE contra títulos del mismo valor ¿por qué, justamente después, encuentra que es normal aplicar una reducción? Es necesaria una coherencia en el argumento si queremos convencer. Se necesitaba, como gobierno, explicar bien claro la verdad sobre el escándalo que representaban los títulos griegos comprados entre 2010 y 2012. Esa coherencia faltaba en el razonamiento de Varoufakis.
Además, era evidente que esa propuesta de Varoufakis no tenía estrictamente ninguna posibilidad de prosperar ya que hubiera constituido un precedente inaceptable para los partidarios de la austeridad. El problema no era técnico: la propuesta de Varoufakis no planteaba realmente un problema técnico. El obstáculo era, y es todavía, político: los dirigentes europeos están totalmente en contra de la idea de permitir a los Estados europeos (ya sean de la zona euro o no) mutualizar sus deudas ya que eso eliminaría un arma de presión para proseguir con la ofensiva neoliberal. La propuesta de Varoufakis iba totalmente en contracorriente de la lógica de los tratados europeos más recientes. No había ninguna posibilidad de lograrlo y no era necesario basar la estrategia de negociación en esa quimera.
Hubiera sido necesario poner por delante las demandas contenidas en el programa de Tesalónica: la anulación de la mayor parte de la deuda, explicando que era ilegítima, odiosa, ilegal e insostenible. Por supuesto, los dirigentes europeos no podrían aceptar esa demanda pero el gobierno griego hubiera podido desarrollar una campaña internacional de explicación para obtener un amplio apoyo de la opinión pública. Podía haber lanzado un proceso de auditoría y declarar una moratoria hasta que finalizara la auditoría.
Era fundamental no pillarse los dedos en el engranaje del pago de la deuda. Había que utilizar el derecho internacional que permite a un Estado declarar una moratoria de los pagos dado el estado de necesidad en que se encuentra. [68] La existencia de una crisis humanitaria constituía la prueba incontestable de ese estado de necesidad. Debería haberse desarrollado el siguiente razonamiento: «Lanzamos una auditoría (con participación ciudadana) ya que se trata de analizar por qué se ha llegado a tal nivel de endeudamiento —la opinión pública nacional e internacional lo debe saber—. No prejuzgamos los resultados de la auditoría pero es normal que, durante su realización, los pagos se congelen. Por lo tanto, suspendemos los reembolsos durante la realización de la auditoría, salvo en lo que concierne a la deuda a corto plazo. Hemos sido elegidos para reemplazar el memorando por un nuevo plan de reconstrucción. Demos tiempo a la negociación y, mientras se realice, sufrid ya que suspenderemos los pagos previstos de la deuda a largo plazo.» Si Varoufakis hubiera lanzado la auditoría, el gobierno griego para reforzar su posición frente a la Troika, podría haber dicho: « Aplico el párrafo 9 del artículo 7 del reglamento 472 adoptado por el parlamento europeo el 21 de mayo de 2013 [69] instando a los Estados miembros de la UE, sometidos a un plan de ajuste estructural Ajuste estructural Política económica impuesta por el FMI como condición para la concesión de nuevos préstamos o para la refinanciación de préstamos anteriores. , a realizar una auditoría integral de sus deudas, con el objetivo de explicar por qué la deuda alcanzó un nivel insostenible y detectar las eventuales irregularidades».
La suspensión de pagos debería haberse decretado de manera urgente, por ejemplo el 12 de febrero de 2015. En efecto, entre el 12 de febrero y el 30 de junio, Grecia debía reembolsar 5.000 millones de euros al FMI (véase tabla)
FMI | Febrero 12, 2015 | 747.695.915 € | Préstamo bajo el programa del primer Rescrescate del FMI para Grecia |
FMI | Marzo 6, 2015 | 299.084.589 € | Préstamo bajo el programa del primer rescate del FMI de 2010 |
FMI | Marzo 13, 2015 | 336.470.163 € | Idem |
FMI | Marzo 16, 2015 | 560.783.604 € | Idem |
FMI | Marzo 20, 2015 | 336.470.163 € | Idem |
FMI | Abril 9, 2015 | 448.626.883 € | Idem |
FMI | Mayo 12, 2015 | 747.695.915 € | Idem |
FMI | Junio 30, 2015 | 1.532.808.519 € | Idem |
Fuente: http://graphics.wsj.com/greece-debt-timeline/
Si se tiene en cuenta los otros pagos a realizar en 2015 al FMI, se debe agregar 3.000 millones de euros más. En cuanto al BCE, éste reclamaba el reembolso de más de 6.500 millones de euros con vencimiento en julio-agosto de 2015.
BCE | Julio 20, 2015 | 2,095,880,000 € | Bonos en poder del BCE exentos de la suspensión de pagos de 2012 | 3.70% |
BCE | Julio 20, 2015 | 1,360,500,000 € | Bonos en poder de los Bancos Centrales nacionales exentos de la suspensión de pagos de 2012 | 3.70% |
BEI | Julio 20, 2015 | 25.000.000 € | Bonos en poder del Banco Europeo de Inversiones, exentos de la suspensión de pagos de 2012 |
3.70% |
ECB | Agosto 20, 2015 | 3.020.300.000 | Bonos en poder del BCE exentos de la suspensión de pagos de 2012 |
6.10% |
ECB | Agosto 20, 2015 | 168.000.000 € | Bonos en poder de los Bancos Centrales nacionales exentos de la suspensión de pagos de 2012 | 6.10% |
Fuente: http://graphics.wsj.com/greece-debt-timeline/
Era necesario actuar también sobre los bancos. En la medida en que el BCE tomaba la iniciativa de agudizar la crisis bancaria griega, era necesario actuar también a ese nivel y aplicar el programa de Tesalónica que anunciaba: «Con Syriza en el gobierno, el sector público retoma el control del Fondo Helénico de Estabilidad Financiera (en inglés HFSF) y ejerce todos sus derechos sobre los bancos recapitalizados. Eso significa que toma las decisiones concernientes a su administración.» De hecho, el Estado griego, por medio del FHEF, era en 2015 el accionista principal de los 4 principales bancos del país que representaban más del 85 % de todo el sector bancario griego. El problema era que las acciones que tenía el Estado eran preferenciales y no daban derecho a voto, por lo que no tenía ningún peso en las decisiones de los bancos. Esa fue la política llevada a cabo por los gobiernos precedentes y era necesario que el parlamento, conforme a los compromisos de Syriza transformase esas acciones en acciones ordinarias, con derecho a voto. Luego, de manera perfectamente legal y normal, el Estado habría podido ejercer sus responsabilidades y aportar una solución a la crisis bancaria.
Finalmente, todavía era necesario tomar otras dos medidas importantes. En primer lugar, para hacer frente a la crisis bancaria y financiera, agudizada por las declaraciones de Stournaras desde diciembre y la decisión del BCE del 4 de febrero, el gobierno habría debido decretar un control de movimientos de capitales con el fin de acabar con su fuga al extranjero. En segundo lugar, tendría que haber puesto en marcha un sistema de pagos en paralelo. Varoufakis afirma que tenía una propuesta concreta sobre eso pero no la propuso por la agresión del BCE del 4 de febrero.
Volveremos sobre la estrategia alternativa que se puede adoptar en relación a la deuda y a la crisis bancaria, más adelante en esta serie.
En cuanto a Varoufakis, en la noche del 4 de febrero, después de haber recibido la llamada telefónica de Mario Draghi que le confirmaba la suspensión de la concesión de liquidez normal, publicó un comunicado de prensa que comienza de esta manera: «El BCE procura atenerse a sus reglas y nos alienta, a nosotros y a nuestros socios, a llegar rápidamente a un acuerdo técnico y político, sin dejar de proteger la liquidez de los bancos griegos.» [70] El propio Varoufakis caracterizó su comunicado como «maquillar un shock en un suceso intrascendente» [71]
Conclusión
Varoufakis se comprometió en un planteamiento de negación de la realidad que lo condujo, junto al estrecho círculo de Tsipras, a imponer al resto del gobierno, a Syriza y al pueblo griego un acuerdo funesto el 20 de febrero de 2015, menos de un mes después de la victoria electoral. Por supuesto, los primeros responsables del contenido destructor de ese acuerdo son los miembros de la Troika y nosotros lo hemos denunciado constantemente, pero el tándem Varoufakis-Tsipras habría podido negarse a firmar un acuerdo tan terrible. En el próximo artículo, analizaremos el camino seguido hacia la primera capitulación ante los acreedores y precisaremos cuál era el camino alternativo que se debería haber tomado con toda firmeza.
Agradecimientos:
Agradezco a Marie-Laure Coulmin-Koutsaftis, Nathan Legrand y Claude Quémar por su atenta lectura y sus consejos.
Traducido por Griselda Pinero
[1] Los tres primeros párrafos de esta parte se han sacado de la introducción del artículo precedente: http://www.cadtm.org/Varoufakis-se-rodeo-de-asesores
[2] Yanis Varoufakis, Comportarse como adultos, Deusto editorial, Barcelona, 2017
[3] Para comprender de qué se trata, podéis leer, El BCE se comporta como un fondo buitre con respecto a Grecia, http://blogs.publico.es/dominiopublico/24424/el-bce-como-un-fondo-buitre-draghi-se-jacta-de-ganar-7-800-millones-con-la-deuda-griega/
[4] Yanis Varoufakis, op. cit., capítulo 5. Véase igualmente la nota 15 en la Varoufakis da más detalles
[5] Tsakalotos estaba considerado como formando parte del centro izquierda en el seno de Syrisa, conocido como el grupo de los 53. Cómo ya lo he dicho en la tercera parte, conocí a Tsakalotos en la primavera de 2014, en Bruselas, y rápidamente me di cuenta que era opuesto a cualquier actitud radical con respecto a la deuda. Estaba claramente en contra a cualquier idea de Plan B en el caso en que la línea conciliadora de Syriza con respecto a los acreedores no llegara a un resultado en términos de reducción de deuda. La continuación del proceso mostró claramente que Tsakalotos fue cómplice de la línea que llevó a la capitulación de julio de 2015. Después, se convirtió en un político más que prosigue con la aplicación de la ofensiva contra las conquistas sociales.
[6] Stathakis pertenecía claramente al ala derecha de Syriza y era un opositor declarado a la posición radical de Syriza sobre la deuda, igual que Varoufakis. Stathakis había sido ministro de Economía en el primer gobierno de Syriza a partir del 27 de enero. Visto su apoyo a la capitulación, pudo continuar su carrera de ministro y conservó el mismo puesto en el gobierno de Tsipras II, a partir del 23 de septiembre de 2015.
Varoufakis escribió en su libro: «Nunca sentí la más mínima animosidad con respecto a Stathakis. Su línea era clara desde el comienzo: aceptar todo lo que la Troika le pedía.» op. cit, Capítulo 14.
[7] Yanis Varoufakis, op. cit., capítulo 5.
[8] Idem.
[9] Yanis Varoufakis, op. cit., nota 10, capítulo 6
[10] Véase la primera parte de la serie, Éric Toussaint: Propuestas de Varoufakis que conducían al fracaso http://www.cadtm.org/Propuestas-de-Varoufakis-que
[11] Wassily K. era un amigo de Varoufakis que lo ayudaba en el ministerio. Hacía un poco más de un año, este hombre le había advertido que Dragasakis era amigo de los banqueros griegos y que había que desconfiar.
[12] Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 6.
[13] Yanis Varoufakis, idem.
[14] Varoufakis relata la escena de la siguiente manera: Al término de la conferencia de prensa del 30 de enero en Atenas, Jeroen Dijsselbloem «se abalanzó para salir furioso, pero conseguí bloquearlo al tenderle la mano. Sorprendido por mi gesto, como estaba obligado a pasar delante de mí, me estrechó la mano sin convicción y sin detenerse. Los fotógrafos estaban encantados con la escena: la secuencia muestra un Presidente d’ Eurogrupo gamberro que me empuja antes de estrecharme la mano como se debe.»Y prosigue:«Esa conferencia hizo historia. Desde ahora, las calles de Atenas no serán las mismas, al menos para mí. Todos, taxistas, burgueses pulcros, mujeres de edad avanzada, escolares, policías, padres de familia conservadores, nacionalistas, recalcitrantes de la izquierda de la izquierda —una sociedad completa cuyo orgullo y dignidad habían sido vilipendiados por la servilismo del gobierno precedente— me paraban en la calle para agradecerme por esos pocos minutos.» Yanis Varoufakis, op. cit., capítulo 6.
Stathis Kouvelakis, que en esa época era miembro del comité central de Syriza, describe el fenómeno Varoufakis: «Hay que decir algunas palabras sobre el enorme impacto del fenómeno Varoufakis. Es una cosa ambigua. Por supuesto hay algo de política-espectáculo en este fenómeno y es un factor de despolitización de la situación. Pero no es solo eso: Yanis Varoufakis ha sido percibido como portador de una verdadera diferencia, irreductible a su aspecto… Y eso parece ir a la par de la afirmación de una verdadera disensión política. El fenómeno Varoufakis no se habría, por cierto, expandido si no hubiera, durante una de sus primeras apariciones institucionales y en presencia del presidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem, afirmado básicamente: “¡Váyanse a la mierda, no queremos saber más nada de la Troika!”. Se vio como una brecha en el sistema, con aspectos, por supuesto muy superficiales, pero también la expresión de una demanda de salir del marco político actual, que pudo encontrar en él, provisoriamente, su significante.» Stathis Kouvelakis, La Grèce, Syriza et l’Europe néolibérale. Entretiens avec Alexis Cukier, La Dispute, Paris, 2015
[15] Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 4.
[16] Ya comenté estas seis medidas en la primera parte de la serie: Propuestas de Varoufakis que conducían al fracaso http://www.cadtm.org/Propuestas-de-Varoufakis-que
[17] Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 4.
[18] La negrita fue utilizada según el criterio del autor.
[19] Varoufakis no pensaba concretar esa demanda y en cambio propuso un intercambio de deudas—modificación de las fechas de vencimiento de los pagos y reducción del tipo de interés— sin reducir el valor nominal del stock de la deuda.
[20] Durante la conferencia de Londres, del 27 de febrero de 1953, la República Federal Alemana obtenía, con el consentimiento de veintiuno de sus acreedores (entre ellos, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Suiza, Bélgica, Grecia, etc.), una reducción de su deuda del 62%. Véase, Éric Toussaint: “La anulación de la deuda alemana en 1953, en comparación con el tratamiento reservado al Tercer Mundo y a Grecia”. http://www.cadtm.org/La-anulacion-de-la-deuda-alemana. A pesar de la capitulación de Tsipras, a Grecia no se le concedió ninguna anulación de deuda.
[21] La presidenta del Parlamento griego instituyó una comisión pero el gobierno no tuvo en cuenta los resultados para poder utilizarlos como una cuestión prioritaria en sus negociaciones con Alemania
[22] La presidenta del Parlamento griego instituyó una comisión pero el gobierno no tuvo en cuenta los resultados para poder utilizarlos como una cuestión prioritaria en sus negociaciones con Alemania
[23] Este compromiso no fue mantenido y el gobierno aceptó el 20 de febrero de 2015 prolongarla aplicación del memorando, tratando de hacer una enmienda de un 30 % para retomar las palabras utilizadas por Varoufakis.
[24] Las únicas medidas realmente adoptadas, durante los seis meses del primer gobierno de Syriza-Anel, fueron los 100 pagos que permitían a los contribuyentes endeudados con el Tesoro regularizar su situación y recuperar su identificación fiscal en regla, única posibilidad de poder tener una actividad económica. Esa medida fue reducida desde agosto de 2015 por un artículo específico del tercer memorando. http://www.cadtm.org/Grece-Troisieme-memorandum-Le
[25] El acceso gratuito a la electricidad para las familias más pobres no es todavía una realidad en Grecia. https://www.dei.gr/el/oikiakoi-pelates/eualwtoi-pelates-kai-koinwniko-oikiako-timologio/plirofories-gia-to-mitroo-ton-evaloton-pelatvn
[26] No se hizo nada en 2015, un año ocupado por las «negociaciones con los acreedores». Anunciado por Tsipras en diciembre de 2016, el «Plan Paralelo» dio lugar a un subsidio de solidaridad social, instaurado a fines de 2016, y concedido a fines de 2017 a 280.000 hogares, correspondiendo a cerca de 620.000 personas. https://kea-tech.blogspot.be/2017/10/blog-post_26.html. Las 700.000 personas que viven en condiciones de extrema pobreza deberían beneficiarse de ese plan en 2018, a través de todo el país. Ese subsidio mensual está condicionado por la situación fiscal e inmobiliaria de cada familia; está acompañada de otras diversas prestaciones como el acceso a los comedores escolares, a la sanidad y a los medicamentos gratuitos, a estructuras municipales de apoyo social (tiendas de alimentación sociales, etc.). https://www.dikaiologitika.gr/eidhseis/asfalish/137366/kea-poioi-dikaioyntai-to-koinoniko-eisodima-epidoma-allileggyis-ola-ta-kritiria
El 35,6 % de la población griega vivía a fines de 2017 por debajo del umbral de la pobreza.
[27] El acceso gratuito a la atención hospitalaria y farmacéutica es una realidad para los griegos con seguridad social o no, sin distinción, así como para los extranjeros y las categorías sociales en dificultades, desde mayo de 2016. Sin embargo, la degradación del sistema sanitario, sistematizado desde el primer memorando, prosigue y provoca grandes penurias en medicamentos, en tiempos de atención y en un hacinamiento de los servicios hospitalarios, cierres de esos servicios en las provincias, falta de personal y de créditos.
[28] Nada se hizo en ese ámbito.
[29] Las pensiones fueron ajustadas por la ley Katrougalos de 2016, comenzando por las pensiones complementarias, reducidas con el objetivo economizar un 1 % del PIB, desde ahora al 2019. No se ha concedido ninguna pensión complementaria desde enero de 2015, mientras que esta ley habilita la supresión progresiva del complemento EKAS de las pensiones más pequeñas, desde ahora al 2020.
[30] Por el contrario, el tercer memorando empeora la situación fiscal de las pequeñas y medianas empresas, al exigir que el 50 % del IVA (llevado al 24 %) sobre la facturación prevista para el año siguiente se pague por adelantado: en diciembre para el año siguiente.
[31] «Disminución de la carga» o anulación de deudas: medida establecida por Solón, en Atenas, en el siglo V ac, en beneficio de las clases populares ahogadas por las deudas. Véase Daphne Kioussis «Solon et la crise d’endettement dans la cité athénienne» http://www.cadtm.org/Solon-et-la-crise-d-endettement
[32] Los agricultores en particular estaban en el punto de mira del tercer memorando firmado el 13 de julio de 2015: aumento del 43 % de las cotizaciones sociales para las pensiones (de 7 a 20 %) y pago por adelantado del 50 % del IVA sobre los beneficios previstos para el año siguiente, supresión de la exención de las tasas sobre el diesel, supresión de una serie de subvenciones.
[33] Se debe señalar que entre 2014 y octubre de 2017, dada la prosecución por el gobierno de Alexis Tsipras de las políticas que denunciaba en 2014, el monto de los atrasos pasó de 68.000 millones a cerca de 100.000 millones de euros. Desde enero de 2017, los embargos de bienes inmobiliarios por la Agencia Autónoma de la Recaudación Pública, que reemplaza al servicio de impuestos del Ministerio de Finanzas, también afecta a las viviendas principales. http://www.cadtm.org/Grece-Apres-deux-memoranda-et-au
El conjunto de las deudas de impuestos se elevaba en agosto de 2017 a 95.650 millones de euros de los que 5.480 millones correspondían únicamente a 2017 y a 3,8 millones de contribuyentes endeudados. Entre ellos, hay 2,4 millones de personas físicas o jurídicas que, a pesar de endeudarse entre1 y 500 euros, no pueden pagar. Esas deudas, en conjunto, suman 340 millones de euros.
[34] El ENFIA no fue suprimido, fue ligeramente modificado según unos criterios en relación con la situación geográfica y la vetustez del bien, con sumas que varían entre 400 y 13.000 euros por año
[35] El umbral de exención impositiva fue fijado, después de múltiples negociaciones, en 8.600 euros anuales para una persona sola, y 9.000 euros anuales para una pareja con dos niños a su cargo. La situación empeorará ya que, por presión de la Troika, el gobierno se ha comprometido en junio de 2017 a bajar el umbral a 5.700 euros y 6.130 euros, respectivamente, a partir del 1 de enero de 2019. http://www.naftemporiki.gr/finance/story/1285393/simantikes-apoleies-sto-eisodima-apo-ta-nea-aforologita-oria
[36] Por lo tanto, se trataba de anular deudas contraídas con bancos por personas privadas que viven por debajo del umbral de la pobreza.
[37] Esa promesa no se mantuvo. Véase Éric Toussaint, «Los fondos buitre también actúan en el ámbito de las deudas familiares», http://www.cadtm.org/Los-fondos-buitre-tambien-actuan. Véase también Constantin Kaimikis, «Grèce: le mouvement “je ne paie pas”», http://www.cadtm.org/Grece-Le-mouvement-Je-ne-paie-pas. No solo esa promesa no se cumplió sino que la ley que protegía las viviendas principales contra las subastas (mediante un recurso jurídico oneroso) dejará de ser accesible a partir del 1 de enero de 2019. Peor aún, para evitar la oposición ciudadana muy activa, las subastas se hacen, desde ahora, por vía electrónica y los que se oponen pueden ser condenados a penas de prisión de entre tres a seis meses.
Finalmente, los préstamos en rojo del Eurobank fueron cedidos en julio de 2017 a un fondo sueco Intrum Justitia AB (Intrum) al 3 % de su valor, por una suma de 1.500 millones de euros. http://www.iskra.gr/αίσχος-η-eurobank-αντί-των-δανειοληπτών-πουλ/.
[38] Varoufakis se había opuesto a esta medida ya que era favorable a la transferencia de los bancos griegos a los acreedores europeos. Por su parte, el gobierno Tsipras no tomó ninguna medida para que el Estado griego ejerciera todos sus derechos sobre los bancos recapitalizados. Más aún, dejó el Fondo Helénico de Estabilidad Financiera en manos de los aliados de los banqueros privados y de los dirigentes europeos.
[39] Ese banco no fue creado. Varoufakis, que había hecho de eso una de sus prioridades, aceptó que en el acuerdo de febrero de 2015 con el Eurogrupo no figurara la creación de ese banco público de desarrollo. Yanis Varoufakis, op. cit., capítulo 10.
[40] Eso no se hizo. Con ocasión del segundo memorando el salario mínimo había sido disminuido a 586 euros, y a 510 euros para los menores de 25 años, a partir del 1 de enero de 2017 fue aumentado a 684 euros, sin distinción de edad, pero no se recuperó el nivel de 2010-2011 de 751 euros.
[41] Los ataques al derecho al trabajo se sucedieron desde 2015 bajo la presión de los acreedores, con ocasión de cada «evaluación» precedente a los pagos. La ley aprobada en mayo de 2017 facilita los despidos colectivos al suprimir la autorización administrativa y el derecho de veto del ministro de Trabajo para los despidos, de acuerdo a la situación del mercado laboral, la situación de la empresa y los intereses de la economía nacional. El derecho al trabajo se degradó aún más en enero de 2018 con la adopción de una ley que reduce objetivamente el derecho de huelga. Finalmente, la apertura de los comercios en domingo se ha mantenido a pesar de las protestas repetidas de una mayoría de comerciantes y de sus empleados.
[42] No se mantuvo ese compromiso.
[43] Eso no se hizo ya que el banco de desarrollo no fue creado.
[44] Eso solo fue parcialmente realizado durante los seis primeros meses del gobierno de Tsipras a pesar de los esfuerzos de la presidenta del Parlamento. Y fue debido a las presiones ejercidas por los acreedores y la voluntad de Tsipras de desarrollar una diplomacia secreta y de hacer concesiones a los acreedores.
[45] Eso fue realizado por el gobierno de Tsipras en junio de 2015 pero poniendo al frente de la institución pública a un personaje dudoso, como lo reconoció Varoufakis. Ese nombramiento provocó fuertes protestas y fue una gran decepción para la gente de la izquierda.
[46] Otra promesa no cumplida
[47] Varoufakis explica en su libro que aceptó la decisión de los acreedores de no poner esos 11.000 millones a la disposición del gobierno griego y de repatriar esa suma a la FESF organismo privado creado por la troika y con sede en Luxemburgo. Considera que es una batalla perdida recuperar esos 11.000 millones de euros. Véase Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 9, y nota 14 del capítulo 9.
[48] Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 5.
[49] Idem.
[50] Idem.
[51] La propuesta principal de Varoufakis en materia de reestructuración de la deuda se enmarca, como lo indica el propio él mismo, en la continuidad del texto titulado: Una modesta proposición para resolver la crisis de la zona euro https://varoufakis.files.wordpress.com/2013/07/modest-proposal-4-0-in-spanish.pdf. La realización de esta propuesta que cosiste en mutualizar las deudas públicas de la zona euro habría implicado una decisión común de los gobiernos de la eurozona con el fin de aliviar las finanzas públicas y abandonar las políticas de austeridad.
[52] Yanis Varoufakis, idem.
[53] Yanis Varoufakis, idem.
[54] Idem.
[55] Yanis Varoufakis, idem.
[56] Idem.
[57] Idem.
[58] Idem.
[59] Idem.
[60] Yanis Varoufakis, idem.
[61] Véase: «El discutible relato de Varoufakis sobre la crisis griega y sus sorprendentes relaciones con la clase política», en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=231218
[62] Varoufakis escribió: «Desde el 15 de diciembre, Stournaras no dejó de acelerar el pánico bancario que el primer ministro Samaras había provocado: los depositantes habían retirado 9.600 millones de euros de los bancos; el monto del dinero retirado había alcanzado los mil millones diarios. El día de las elecciones, 11.000 millones de euros habrían desaparecido en el extranjero, o bajo el colchón de unos y otros. Para compensar esas pérdidas, los bancos deberían haber aumentado su dependencia del BCE en más de 60.000 millones». Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 5.
[63] Varoufakis resumió el sentido de las palabras que Stournaras pronunció el 26 de febrero durante la asamblea anual de accionistas del Banco Central en Atenas:«El discurso de Stournaras era exactamente el que Samaras habría dicho si nos hubiera derrotado el 25 de enero: un himno a la política del gobierno precedente, vuelta a la mentira preelectoral según la cual Grecia estaba en curso de recuperación, sumisión total a la agenda de la Troika, y todo coronado por amenazas apenas veladas contra nosotros». Yanis Varoufakis, op. cit., capítulo 10. Allí también escribió: «En cuanto a Stournaras, era el emisario de la Troika en más de un asunto.»
[64] Ya en 2014, Varoufakis había afirmado que no sería necesario reemplazar a Stournaras si Syriza llegaba al gobierno. Varoufakis nos relata un diálogo que tuvo lugar en junio de 2014 durante una reunión con Tsipras, Pappas, Dragasakis, Tsakalotos y Stathakis: «– ¿Pensáis que es casual que el primer ministro haya transferido a Stournaras desde Finanzas a la cabeza del Banco Central? Les pregunté. Evidentemente, es un nombramiento estudiado para el caso en que vosotros ganarais las elecciones. En se punto, Alexis se enfureció. – La primera cosa que haré cuando sea primer ministro, exclama, será exigir su dimisión. Lo echaré a patadas si fuera necesario. Pappas, tenía soluciones incluso más radicales. Por mi parte, le dije que nos importaba un carajo quien gobernaría el Banco Central». Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 3. Una segunda cita de Varoufakis muestra que aconsejó a Tsipras no echar a Stournaras: «Alexis no paraba de decirme que una de sus prioridades sería retirarlo de ese puesto. Lo peor era que yo le aconsejaba de ser prudente y diplomático ya que no podía despedir al gobernador del Banco Central sin enfrentarse con el Comité ejecutivo del BCE. Al ver que contenía el furor de Alexis contra Stournaras, la dirección de Syriza concluyó que yo tenía buena disposición en relación al niño mimado de la Troika en Atenas.» Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 10.
[65] Los bancos privados reciben liquidez con la que compran títulos públicos para obtener beneficios. Después, depositan esos títulos como colaterales en el Banco Central con el fin de conseguir liquidez (del crédito) que a su vez utilizan para comprar otros títulos públicos (efectivamente, los bancos griegos otorgan cada vez menos créditos al sector privado y la parte de los no performing loans aumenta en sus carteras de créditos, alcanzando el 45 % en 2015. Por lo tanto, los bancos prestan proporcionalmente cada vez más al Estado puesto que, al menos, más seguro que prestar al sector privado). Si el Banco Central limita el acceso a la liquidez, los bancos compran menos títulos y exigen un mayor rendimiento, lo que hace que aumente el coste de los préstamos para el Estado.
[66] Yanis Varoufakis, op.cit., capítulo 7.
[67] Idem.
[68] A propósito del estado de necesidad inscrito en la Convención de Viena de 1969 sobre el derecho de los tratados, véase Cécile Lamarque y Renaud Vivien, «Algunos fundamentos jurídicos para declarar la nulidad de las deudas públicas», en http://www.cadtm.org/Algunos-fundamentos-juridicos-para,6903
[69] Reglamento (UE) nº 472/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21de mayo de 2013 , sobre el reforzamiento de la supervisión económica y presupuestaria de los Estados miembros de la zona del euro cuya estabilidad financiera experimenta o corre el riesgo de experimentar graves, en http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:32013R0472
[70] Yanis Varoufakis, idem.
[71] Idem.
doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.
Es autor de diversos libros, entre ellos: Banco Mundial. Una historia crítica, El Viejo Topo, 2022 Capitulación entre adultos. Grecia 2015: Una alternativa era posible, El Viejo Topo, Barcelona, 2020; Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoria Integral del Crédito (CAIC) del Ecuador en 2007-2011.
Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.
Serie: 1944-2024, 80 años de intervenciones del Banco Mundial y del FMI, ¡basta ya!
El Banco Mundial no vio venir la Primavera Árabe y preconiza continuar las políticas que produjeron los levantamientos populares11 de septiembre, por Eric Toussaint
1944-2024, 80 años de intervenciones del Banco Mundial y del FMI, ¡basta ya!
Ecuador: De Rafael Correa a Guillermo Lasso vía Lenin Moreno4 de septiembre, por Eric Toussaint
1944-2024, 80 años de intervenciones del Banco Mundial y del FMI, ¡basta ya!
Ecuador: Resistencias a las políticas determinadas por el Banco Mundial, el FMI y otros acreedores entre 2007 y 201116 de agosto, por Eric Toussaint
1944-2024, 80 años de intervenciones del Banco Mundial y del FMI, ¡basta ya!
Los préstamos envenenados del Banco Mundial y del FMI a Ecuador14 de agosto, por Eric Toussaint
1ro de agosto, por Eric Toussaint
22 de julio, por Eric Toussaint
Francia
Éric Toussaint: «Francia mostró que son claves una propuesta unitaria y la movilización de la izquierda»16 de julio, por Eric Toussaint , Jorge Muracciole
10 de julio, por Eric Toussaint
1944-2024, 80 años de intervenciones del Banco Mundial y del FMI, ¡basta ya!
El ajuste estructural y el Consenso de Washington no se abandonaron a comienzos de los años 20003 de julio, por Eric Toussaint
28 de junio, por Eric Toussaint