Comité para la abolición de las deudas ilegítimas

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Día de Movilizaciones Coordinadas a Nivel Mundial | 16 Oct

 Avanzando en la Lucha por Justicia de Deuda Deuda Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses. , Económica y Climática

Mientras el Fondo Monetario Internacional FMI
Fondo monetario internacional El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.

A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.

Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).

Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).

Sitio web : y el Banco Mundial Banco mundial Creado en 1944 en Bretton Woods en el marco del nuevo sistema monetario internacional, el Banco posee un capital aportado por los países miembros (189 miembros el año 2017) a los cuales da préstamos en el mercado internacional de capitales. El Banco financia proyectos sectoriales, públicos o privados, con destino a los países del Tercer Mundo y a los países antes llamados socialistas. Se compone de las siguientes tres filiales.

Mas... celebran sus reuniones anuales, y muchos ministros de Finanzas se reúnen, miles de millones de personas en todas las regiones del mundo siguen atrapadas en la espiral de crisis múltiples, cuyo alcance y magnitud no deja de crecer. Gran parte del daño se remonta a las recetas políticas de estas instituciones internacionales líderes, que en su año 81.º continúan dejando a su paso una estela de devastación y violaciones de los derechos humanos.

Especialmente para los pueblos del Sur Global, que soportan una carga de deuda pública sin precedentes e ilegítima en un contexto de crisis climática cada vez más grave, los cambios profundos en la arquitectura económica y financiera internacional son fundamentales para su propia supervivencia. Pero el FMI y el Banco Mundial, así como los países más ricos que los poseen, controlan y se enriquecen con ellos, se interponen en el camino hacia los cambios transformadores necesarios para lograr un mundo más justo y sostenible.

Es hora de exigir el fin de la destrucción — ¡Detengan el daño, anulen la deuda, reparaciones y transición justa ya!

 ¡Anulen las deudas insostenibles e ilegítimas!

Las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial se celebran en un contexto sombrío en el que miles de millones de personas, principalmente en el Sur Global, se ven atrapadas en una crisis de deuda en escalada. Según UNCTAD, la deuda pública del Sur Global o de los países en desarrollo alcanzó los 31 billones de dólares en 2024, tras haber crecido dos veces más rápido que en el Norte Global desde 2010. El aumento incesante de la deuda pública de los países del Sur Global dibuja un panorama sombrío: alrededor de 3 300 millones de personas viven en países que se ven obligados a gastar más en el pago de intereses de préstamos que en educación, salud o inversiones climáticas, como resultado de años de remodelación colonial y neocolonial de las economías del Sur para garantizar la extracción de recursos y el servicio de una deuda interminable.

Durante demasiado tiempo, la gobernanza mundial de la deuda ha sido competencia del FMI, el Banco Mundial y los países del G7 G7 Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón. Se reúnen anualmente los siete jefes de Estado, generalmente a fines de mayo o principios de julio. El G7 se reunió por primera vez en 1975 a iniciativa del presidente francés, Valery Giscard d’Estaing. que los controlan, así como de los intereses cada vez más concentrados del capital transnacional privado. Ellos definen las normas de concesión y obtención de préstamos, establecen las condiciones de reembolso e imponen onerosas condiciones de austeridad que han empobrecido al Sur Global, destrozado los servicios públicos, erosionado las economías locales y violado los derechos.

Los reembolsos de la deuda que se reclaman al Sur Global incluyen proyectos financiados con deuda manchados de fraude y corrupción, y cuyos efectos negativos duraderos sobre las personas, las economías y el planeta eclipsan cualquier beneficio Beneficio Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas. que reclamen los prestamistas. Los préstamos que los financiaron son claramente ilegítimos y deben anularse de forma inmediata e incondicional.

Entre ellos se encuentran los proyectos de centrales térmicas a carbón ejecutados a través de la Corporación Financiera Internacional (CFI), la rama del sector privado del Banco Mundial, en India, Bangladesh y Filipinas. Desde el cambio de política declarado por el Banco en 2013 para alejarse del carbón, se sabe que más de 40 proyectos de carbón han recibido financiación de bancos y fondos de inversión respaldados por la CFI.

 Gobernanza democrática de la deuda: ¡necesitamos una Convención sobre la Deuda en la ONU!

La injusta arquitectura internacional de la deuda, centrada en el FMI y el G20 G20 El Grupo de los Veinte (G20) está compuesto por diecinueve países más la Unión Europea, en el que los ministros, gobernadores de bancos centrales y jefes de Estado se reúnen regularmente. Fue creado en 1999, tras la sucesión de crisis financieras de los años noventa. Pretende favorecer la cooperación internacional, integrando el principio de un diálogo ampliado ante el creciente peso económico adquirido por un grupo de países. Sus miembros son: Alemania, Sudáfrica, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Turquía y la Unión Europea (representada por el Presidente del Consejo y el gobernador del Banco Central Europeo). , no da voz a los países prestatarios y ha supervisado un ciclo interminable de crisis de deuda sin principios vinculantes acordados sobre préstamos y endeudamiento responsables. Las obligaciones establecidas por las normas internacionales y regionales de derechos humanos existentes son sistemáticamente ignoradas por los prestamistas y prestatarios, tanto públicos como privados. La adopción de una Convención Marco de las Naciones Unidas sobre la Deuda Soberana Deuda soberana Deuda de un Estado o garantizada por un Estado. fue una propuesta clave presentada por muchos países del Sur Global y la sociedad civil en la IV Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiamiento para el Desarrollo (FpD4), celebrada en Sevilla en julio de 2025. Vimos cómo esto fue bloqueado por el Norte Global (en su mayoría países europeos), que defendieron sus propios intereses a costa de los derechos humanos, la igualdad de género y la seguridad y sostenibilidad medioambiental de los pueblos del Sur Global. Por lo tanto, debe mantenerse el impulso para llegar a un acuerdo sobre una Convención de las Naciones Unidas sobre la Deuda como parte de nuestra lucha contra un sistema profundamente injusto de gobernanza financiera y de la deuda, con miras a alcanzar una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2026, similar al camino emprendido hacia una Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Fiscalidad que pueda contribuir a erosionar progresivamente el dominio de la OCDE Organización de Cooperacion y Desarrollo Economicos
OCDE Creada en 1.960 y con sede en el Château de la Muette en París, la OCDE agrupaba en el 2.002 los quince miembros de la Unión Europea más Suiza, Noruega, Islandia; en América del Norte, Estados Unidos y Canadá; en Asia-Pacífico, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Entre 1.994 y 1.996, ingresaron tres países del Tercer Mundo: Turquía, candidata a entrar también a la Unión Europea; México, que con sus dos vecinos del Norte forma el ALCNA o NAFTA; Corea del Sur. Desde 1995 se han sumado tres países del ex bloque soviético: la República Checa, Polonia y Hungría. En el año 2.000, la República Eslovaca constituyó el miembro número treinta.
Lista de los países miembros de la OCDE por orden alfabético: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Reino Unido, Suecia, Suiza, Turquía.
Sitio web : en el establecimiento de las normas fiscales mundiales.

Seguiremos apoyando firmemente a los movimientos populares que exigen justicia de deuda y a los gobiernos que tratan de cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos en relación con los préstamos, el endeudamiento y el servicio de la deuda Servicio de la deuda Suma de la amortización más los intereses del capital prestado. , así como de crear un entorno normativo mundial que haga valer los derechos soberanos para suspender los pagos y/o repudiar las reclamaciones de deudas insostenibles e injustas.

 ¡No a los préstamos como financiación climática! ¡Detengan los préstamos para proyectos de combustibles fósiles!

A pesar de las promesas ecológicas, las recomendaciones y condiciones del FMI y el Banco Mundial continúan impulsando a los países a una mayor expansión de los combustibles fósiles. El Banco Mundial sigue invirtiendo directamente al menos 1 000 millones de dólares estadounidenses en proyectos de combustibles fósiles en países en desarrollo e, indirectamente, a una escala aún mayor, incluyendo el asesoramiento o la promoción de políticas, la financiación del comercio y el apoyo presupuestario. Los proyectos de combustibles fósiles condenan a los países a una energía con altas emisiones de carbono y al riesgo de activos varados, desvían la financiación de los proyectos de energía limpia y exacerban los impactos climáticos que afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las comunidades vulnerables. El Banco Mundial debe poner fin a todas las condiciones y financiación directa e indirecta que profundizan la dependencia de los combustibles fósiles.

Las condiciones del Banco Mundial y el FMI están llevando a los países a quedar atrapados en un ciclode deuda y combustibles fósiles. Se induce a los países endeudados del Sur Global a ampliar la extracción de combustibles fósiles y minerales y la agricultura industrial orientada a la exportación para generar divisas con las que pagar sus deudas. Pero esto, a su vez, acelera la crisis climática, socava la soberanía nacional y refuerza aún más el control que ejercen los intereses geopolíticos y el capital transnacional privado.

Estas recetas perjudican gravemente la soberanía alimentaria y los derechos de las comunidades a controlar sus propios sistemas alimentarios, tal y como se reconoce en las Declaraciones de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y los Derechos de los Pueblos Indígenas. La consiguiente pérdida de biodiversidad, el aumento de la vulnerabilidad a perturbaciones climáticas y la mayor dependencia de los mercados mundiales de materias primas continúan hoy en día con mayor intensidad.

Los combustibles fósiles, en particular, requieren enormes inversiones para obtener retornos, lo que suele generar más deuda. En flagrante violación del principio de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de que los principales responsables de la crisis climática paguen su deuda climática, muchos países vulnerables al clima, en su mayoría del Sur Global, deben pagar los tipos de interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. más altos por préstamos, mientras que las instituciones financieras internacionales y el Norte Global los presionan para que soliciten más préstamos como financiación climática. El ciclo es despiadadamente vicioso: las deudas se acumulan rápidamente hasta alcanzar niveles de crisis, mientras que los desastres provocados por la crisis climática son cada vez más intensos y frecuentes, lo que conduce al rápido agotamiento de los ya escasos recursos financieros y obliga a los gobiernos a pedir más préstamos.

Debemos oponernos firmemente al importante papel otorgado a las instituciones financieras internacionales y otros bancos multilaterales de desarrollo en la financiación de la acción climática, insistiendo en nuestras demandas de que la financiación climática sea nueva y adicional, que la proporcionen los gobiernos del Norte Global, que se base en donaciones y que no contribuya a la continua pérdida de soberanía y autodeterminación sobre los territorios y la naturaleza. Al promover más préstamos para la supervivencia climática, imponen condiciones onerosas y persisten en la subvención del sector de los combustibles fósiles, ignoran la responsabilidad histórica del Norte Global de financiar la acción climática y perpetúan y multiplican aún más la carga de la deuda. No tienen la credibilidad, y mucho menos la legitimidad, para proporcionar financiación climática de forma transparente, justa y equitativa.

 ¡No más austeridad!

Desde su independencia, muchos países del Sur Global han soportado la carga de la deuda contraída con bancos del Norte Global, otros actores financieros privados e instituciones financieras internacionales para sostener sus economías. La mayoría de los países del Sur Global heredaron sistemas injustos configurados por las potencias coloniales, en los que la mayoría de la población se vio privada de sus derechos por sistemas racistas y extractivos. Cuando emprendieron el camino hacia sistemas más inclusivos y equitativos, los intereses geopolíticos de esas mismas potencias coloniales y el auge de una economía global más especulativa y basada en las finanzas empujaron a los países a altos niveles de deuda que se convirtieron en una crisis de pagos generalizada cuando el Norte subió unilateralmente los tipos de interés. Las instituciones de Bretton Woods impusieron entonces ajustes estructurales en el marco de las políticas neoliberales del Consenso de Washington en los años ochenta y noventa como condiciones para el alivio de la deuda y el acceso a la financiación, lo que causó un daño aún mayor, especialmente a las mujeres y la niñez, los sectores rurales y los pueblos indígenas, ya que se recortó la inversión social, dejando a los pueblos del Sur Global en una espiral descendente de desafíos socioeconómicos.

La crisis financiera de 2007-2008, desencadenada en el Norte, dio paso a otra década de austeridad (2010-2019), en gran medida bajo las condiciones del FMI. Desde entonces, la salud, la educación y otros servicios sociales públicos esenciales se han empobrecido, mientras que los trabajadores comunes y corrientes se ven afectados por impuestos regresivos indirectos para financiar el gasto social, como hospitales, escuelas, agua y saneamiento, y salarios dignos para el sector público. Esto ha hecho que las vidas ya precarias de millones de personas en el Sur Global sean aún más vulnerables a las crisis sanitarias, económicas, climáticas y otras perturbaciones.
Las medidas de austeridad son una trampa de deuda y muerte para el Sur Global. Las políticas de austeridad culpan erróneamente al gasto público, mientras ignoran la sangría de recursos financieros que suponen los opresivos pagos de la deuda y los abusos fiscales indiscriminados de las empresas y los individuos ricos que impulsan los flujos financieros ilícitos. Además, profundizan las desigualdades al estancar los servicios públicos y proteger los intereses privados, lo que da lugar a una violación flagrante de toda una serie de derechos humanos en general.

 ¡No a las falsas soluciones financieras!

Los fallos y crisis sistémicas actuales tienen profundas raíces históricas y estructurales y exigen nada menos que cambios profundos y sistémicos. Debemos desenmascarar y desacreditar las falsas soluciones que sostienen sistemas económicos y financieros profundamente injustos que enriquecen a unos pocos mientras causan estragos y graves daños a las personas y al planeta.

En la FpD4, el Marco Común del G20 y otras modestas reformas de la deuda que también promueven con entusiasmo las instituciones financieras internacionales, volvieron a afirmar que ofrecían soluciones a la crisis de la deuda. Pero el pésimo historial de estos foros y acuerdos impulsados por los prestamistas desde los años 80 pone claramente de manifiesto que sirven principalmente a los intereses del Norte Global y de los prestamistas privados. Como lo demuestran las interminables oleadas de crisis de la deuda, han demostrado ser inútiles e ineficaces para abordar las causas profundas de la deuda insostenible e ilegítima. Tampoco han respondido a la demanda del Sur Global de anular la deuda para romper el ciclo de endeudamiento perpetuo.

También existe una presión creciente y peligrosa a favor de los canjes de deuda —relacionados con la naturaleza, el clima, la educación u otros—, otra solución falsa que enmascara la intención de sacar provecho de la crisis que sufren los pueblos y la naturaleza del Sur. Las experiencias desacreditadas de canje de deuda revelan, entre otras cosas, los beneficios obtenidos por los bancos y otros intermediarios Intermediarios Una sociedad de intermediación es una empresa o una persona física que sirve de intermediario en una operación, financiera por norma general, entre dos partes. , una reducción insignificante de la deuda, si es que la hay, la falta de transparencia, el lavado verde y el desplazamiento de comunidades en nombre de la conservación y la legitimación de proyectos fraudulentos, perjudiciales e ilegítimos financiados con deuda.

La FpD4 desaprovechó la oportunidad de adoptar una de las medidas que podrían dar voz y voto a los países del Sur Global en materia de gobernanza de la deuda: una Convención de las Naciones Unidas sobre la Deuda. La defensa de ello debe mantenerse como parte de nuestra mayor lucha por la transformación de un sistema económico y financiero que nunca ha dejado de ser colonial, extractivo e injusto para el Sur Global.

 Cumplimiento inmediato de las obligaciones de los países del Norte Global de proporcionar financiación climática al Sur Global y para una transición justa

Los países ricos del Norte tienen la obligación legal, en virtud de la CMNUCC, de proporcionar financiación climática pública, nueva y adicional, adecuada y que no genere deuda al Sur Global, basándose en el reconocimiento de su responsabilidad principal en la crisis climática y en sus emisiones históricas, excesivas, en rápido aumento, acumuladas y continuas de gases de efecto invernadero, que constituyen la principal causa física del calentamiento global. Sin embargo, los países ricos siguen eludiendo y rehusando esta responsabilidad, permitiendo así que la crisis climática continúe sin cesar y dejando que los países del Sur Global se enfrenten por sí solos a sus efectos, a pesar de contribuir poco a las emisiones globales.

Debido a su deuda climática, los países ricos deben proporcionar no menos de 5 billones de dólares al año en financiación pública basada en donaciones para cumplir con sus obligaciones de adaptación, mitigación, pérdidas y daños, y transición justa. Estas obligaciones de financiación climática deben cumplirse a través de canales accesibles, democráticos y transparentes (como los fondos climáticos de la CMNUCC) y no a través de bancos multilaterales de desarrollo y otras instituciones no democráticas y dirigidas por el Norte Global. Las personas y las comunidades que se encuentran en primera línea no solo deben beneficiarse, sino que deben liderar el diseño y la implementación de respuestas climáticas y planes de transición justa.

Ya hay indicios de que el término y el concepto de «transición justa» están siendo cooptados por las instituciones financieras internacionales, como se observa en su presión para obtener más préstamos y financiación corporativa para financiar este proceso, incluida la eliminación gradual de los combustibles fósiles, y en la definición de las actividades que pueden optar a la inversión. Debemos resistir a esta trayectoria. No puede haber una transición justa si los países no tienen capacidad fiscal para invertir en energías renovables, proteger a los trabajadores y prestar servicios públicos y protecciones sociales. La financiación actual de los bancos multilaterales de desarrollopara la denominada «transición energética justa» se basa abrumadoramente en préstamos, lo que deja la puerta abierta a falsas soluciones y se centra en megaproyectos con altos costos sociales y ambientales. La transición justa, en particular para quienes se encuentran en primera línea de los efectos del cambio climático y la desigualdad, requiere la anulación de la deuda sin condiciones y una financiación pública a gran escala en condiciones de donación.

Debemos exigir y garantizar una transición que aborde las posibles perturbaciones y trastornos, garantice la protección y la promoción de los derechos y el bienestar de las personas, asegure que los costos y los beneficios de la transición se repartan de manera equitativa y defienda la justicia como valor primordial. Por lo tanto, debemos construir una agenda de transición equitativa y justa desde cero. Una transición justa debe basarse en los principios de solidaridad, economías centradas en las personas, apoyo a las iniciativas de trabajadores, trabajadoras y comunidades, finanzas públicas democráticas, inversión integral en servicios públicos y gobernanza participativa. El establecimiento de mecanismos internacionales y nacionales para una transición justa es imprescindible para acelerar, consolidar y lograr una transición justa y holística en todos los sistemas económicos y financieros entre los países y dentro de ellos, basada en los principios de responsabilidad histórica, equidad, Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas y Capacidades Respectivas (CBDR-RC, en inglés), justicia redistributiva, reparadora y restaurativa.

 ¡Reparaciones ya!

Las oleadas de acumulación de deuda han sido un fenómeno central de la economía mundial desde el siglo XIX, cuando la deuda soberana se convirtió en una poderosa herramienta para la construcción de imperios coloniales. Esta tendencia condujo a la expansión del mercado de capitales por parte de los acreedores de los países industrializados, que vieron la oportunidad de invertir fuertemente en el extranjero en beneficio propio. Esta afluencia de capital extranjero infló peligrosamente la deuda de los países ocupados y más empobrecidos, acercándolos a la insolvencia. A pesar del éxito de las luchas anticoloniales, las antiguas colonias han seguido enfrentándose al legado de deuda que heredaron de los regímenes coloniales, así como al extractivismo y al imperialismo económico actuales. La deuda actual que se reclama a los pueblos del Sur Global no solo ha sido moldeada por el colonialismo europeo y estadounidense y su legado, sino también por el neocolonialismo como herramienta a través de las cuales el norte y sus instituciones y corporaciones continúan extrayendo recursos y ejerciendo su hegemonía sobre los países y comunidades del sur global.

Los pueblos de todo el Sur Global exigen la anulación urgente de las deudas ilegítimas, odiosas y coloniales como parte de las repatriaciones debidas por las atrocidades, violaciones y esclavitud; por las injusticias históricas de los acontecimientos pasados y sus legados contemporáneos que aún se manifiestan en nuestra sociedad actual. Entre ellos se encuentran el caso del Congo, que heredó las deudas de Bélgica; Túnez, que se endeudó para comprar su propia tierra a los colonizadores; y Haití, al que Francia amenazó con otra invasión militar y el restablecimiento de la esclavitud si no pagaba una indemnización de 150 millones de francos oro. Desde entonces, la indemnización haitiana debilitó la lucha por la liberación y allanó el camino para el control extranjero de los sistemas haitianos y más deudas. El Sur exige urgentemente reparaciones financieras para hacer frente a la destrucción y los daños causados durante el colonialismo y el neocolonialismo, así como al impacto duradero que éstos siguen teniendo en las personas, el medio ambiente natural y el funcionamiento actual de nuestro mundo.

La necesidad de reparaciones también es innegablemente clara en la demanda de justicia climática. Los países del Norte Global se industrializaron y desarrollaron mediante la extracción y la explotación coloniales, así como mediante la apropiación injusta de los bienes comunes Bienes comunes En economía los bienes comunes se caracterizan por un modo de propiedad colectiva, que se diferencia tanto de la propiedad privada como de la pública. En filosofía hacen referencia a aquello que comparten los miembros de una misma comunidad, ciudad o la propia humanidad, desde un punto de vista jurídico, político o moral. atmosféricos, lo que les ha acarreado una enorme deuda con el Sur Global. Esta deuda del Norte Global es 70 veces mayor que la suma total de todas las deudas externas reclamadas al Sur. Sin embargo, las enormes deudas y reparaciones que deben los países ricos que se han beneficiado de estos procesos siguen en gran medida sin pagarse y sin ejecutarse, mientras que las deudas reclamadas a los países a los que han endeudado y empobrecido se ejecutan brutalmente. Es hora de cambiar este sistema injusto y orientado a los beneficios y construir un nuevo orden multilateral basado en el respeto a la soberanía, la autodeterminación, la sostenibilidad del planeta y los derechos de las personas y la naturaleza.

¡Anulen las deudas insostenibles e ilegítimas!
¡Democraticen la deuda global y la arquitectura financiera!
¡Donaciones, no préstamos para la acción climática! ¡No más préstamos para combustibles fósiles!
¡No más austeridad ni otras condiciones onerosas de los préstamos!
¡Reparaciones y transición justa ya!

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