12 de junio por Felipe Milin
Fuente: Şinasi Müldür
Consideradas por numerosos grandes medios a nivel internacional como las elecciones más decisivas del año a nivel mundial por sus repercusiones a nivel internacional, las elecciones turcas abrían la vía hacia un posible fin de la era Erdogan tras 20 años de gobierno. Más allá de su impacto sobre los equilibrios geopolíticos, a nivel interno, la elevada expectación y la tensión que se formaron en torno a estas elecciones reflejaban la multiplicidad de crisis que atraviesa el país. En primer lugar una crisis de inflación Inflación Subida acumulativa del conjunto de los precios (por ejemplo, una subida del precio del petróleo, que conlleva luego un reajuste de los salarios al alza, luego la subida de otros precios, etc.). , que ha ido alcanzando cotas fuera de control, que desde finales de 2018 sobrepasa el 20% y desde finales de 2021 ha dado un salto hasta el 90%, y que en los últimos meses se sitúa de nuevo en torno al 40%.
En segundo lugar, una crisis del sistema político y de representación, que se fue acelerando en la última década desde las protestas Gezi y especialmente a partir delas reformas políticas de 2015 que concentraron el poder en la presidencia y el golpe fallido en 2015por parte dela facción encabezada por Fethullah Gülen, que abrió la puerta a que Erdogan entrase en una espiral represiva y autoritaria.
En tercer lugar, una crisis humanitaria, tras el terremoto del 6 de febrero de 2023,que asoló principalmente las provincias de Hatay, Kahramanmaraş y Adıyamanen el sur del país, dejando a al menos 50.000 personas muertas y dos millones de personas desplazadas tras el colapso de en torno a 350.000 viviendas. Esta catástrofe también ha dejado un agujero en la economía turca equivalente al 9% de su PIB
Producto interno bruto
PIB
El PIB es un índice de la riqueza total producida en un territorio dado, estimada sobre la base de la suma de los valores añadidos.
.El gobierno tuvo una responsabilidad directa en la magnitud del daño producido por el terremoto. Por una parte, en tanto en cuanto facilitó la dispensa de certificaciones de seguridad sísmica para los edificios en zonas sensibles. Por la otra, las negligencias en la gestión de los medios disponibles impidió el rescate y la acción humanitaria de manera eficiente, condenando a cientos, quizá miles de personas, a morir bajo los escombros.
La combinación de estas crisis ofrecía un escenario propicio para que la coalición opositora encabezada por Kemal Kilicdaroglu, fruto de un acuerdo inédito entre seis partidos, arrinconase a Erdogan con un programa de restauración de la normalidad democrática y de la estabilización económica y monetaria. Sin embargo, esta coalición no fue capaz de sumar votos para alcanzar una mayoría decisiva que compensase además los casos de robo de votos que se produjeron en algunos colegios electorales.
Por su parte, el capital internacional también mantuvo unas altas expectativas sobre los resultados de estas elecciones, y en la que la continuidad de Erdogan era percibida como un peligro para las presentes y futuras inversiones en Turquía [1]. Su victoria fue respondida en los mercados con una caída del valor de la lira turca con respecto al dólar y de un crecimiento acelerado de la prima de riesgo
Prima de riesgo
Cuando se concede un préstamo, el prestamista tiene en cuenta la situación económica del prestatario para fijar la tasa de interés. Un riesgo eventual de que el deudor no pueda satisfacer el reembolso provoca un aumento del tipo de interés que se le aplica. De este modo, el prestamista percibe un interés más alto, que se considera que le compensa el riesgo asumido al acordar el préstamo. Así mismo, el costo es mayor para el deudor, lo que acentúa la presión financiera que soporta. Por ejemplo, en el 2002, Argentina tuvo que hacer frente a unas primas de riesgo superiores a 4.000 puntos de base, lo que significa que si el tipo de interés del mercado es del 5 %, a este país se le prestaba a una tasa del 45 %. Esto le significó de facto no tener acceso al crédito, hundiéndose aún más en la crisis. Para Brasil, en agosto del 2.002, la prima de riesgo era de alrededor de 2.500 puntos.
turca,poniendo en aprietos la refinanciación de la deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
externa. Erdogan ha prometido medidas para atajar la inflación y compensar los déficits en la balanza comercial
Balanza comercial
La balanza comercial de un país mide la diferencia entre sus ventas de mercaderías (exportaciones) y sus compras (importaciones). El resultado es el saldo comercial (deficitario o excedentario).
. En este sentido, el nombramiento de Mehmet Sismek como ministro de finanzas pretende mandar una señal de un retorno a una política más ortodoxa en materia monetaria. A tenor delas opiniones recogidas en diarios financieros como el Financial Times, este nombramiento parece estar lejos de ser suficiente para convencer a los actores financieros internacionales acerca de una estabilización a corto-medio plazo [2].
Las incertidumbres y tensiones en torno al futuro de la economía turca son el correlato de 8 años de crecimiento impulsado a base de inyección monetaria que han marcado el ocaso del ciclo económico que permitió a Erdogan consolidar su figura política. El milagro económico turco en la década de 2000 combinó políticas neoliberales y una apertura acelerada a la inversión extranjera. La introducción de políticas neoliberales comenzó ya en los años 80 y 90, aunque de manera lenta y tortuosa, en un contexto de fuertes enfrentamientos de clase y fuerte nivel de organización sindical. Dos eventos facilitaron que se pisase el acelerador de las reformas. Por una parte el gobierno de Ecevit firmó un memorándum con el FMI
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
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en 1998 en el que se comprometía a atajar la inflación y el déficit público. Por otro lado, su gestión tras el terremoto de 1999 y la crisis económica de 2001 abrieron la vía para la victoria del AKP encabezado por Erdogan. Éste asumió el gobierno combinando un proyecto desarrollista para la recuperación tras el terremoto con el aterrizaje delas reformas neoliberales y de privatización. La implementación de las políticas neoliberales condujo en un momento a un pico en los niveles de deuda pública, que fue la base sobre la cual se aplicarían posteriormente las políticas de ajuste.
Como podemos observar en la ilustración número 3, a partir del 2001, la economía turca experimentó un crecimiento acelerado. Sin embargo, este crecimiento fue tan fulgurante como desigual, y la parte de los salarios fue perdiendo peso en el PIB. La caída de los salarios le ha permitido desarrollar algunos sectores manufactureros e industriales de artículos de consumo. Parte de la entrada del capital extranjero fue canalizada a suplir este estancamiento salarial mediante créditos para mantener el consumo. Así, el endeudamiento de los hogares está en correlación directa con el despegue de la economía. Dicho de otro modo, la perdida de salarios se corrigió mediante un “arreglo financiero”, que condujo financiarizacion de la vida de las clases populares.
Por otro lado, se encontró una solución a esta dinámica mediante el arreglo financiero mediante la atracción de capitales extranjeros. Como muestra la ilustración número 6, las políticas de desarrollo fueron alimentadas en buena medida mediante la inversión desde el extranjero, en particular durante la segunda mitad de los 2000, y coincidente con otras cifras, descendió a estar entre el 1.5 y 2% a partir de 2010.
Un segundo elemento que nos permite ilustrar algunos trazos característicos del modelo económico impulsado por Erdogan fue el del desarrollo del sector de la construcción. Este sector se benefició igualmente de la entrada de capital extranjero, en particular de países del golfo pérsico, que impulsaron el desarrollo del sector financiero turco y del cual se nutrió tanto el endeudamiento privado para el consumo como el desarrollo inmobiliario y de infraestructuras. De nuevo, bajo las premisas del marco conceptual de Harvey, Turquía actuó como arreglo espacial del capital excedente de los países del golfo, al menos hasta el año 2015.
Como indicamos en la introducción a este texto, el terremoto del 6 de febrero de 2023 no sólo fue un catástrofe humanitaria y para la economía turca, sino que además cristalizó los mecanismos sobre los cuales se ha desarrollado la acumulación de capital en las últimas dos décadas en Turquía. La caída de muchas de las viviendas durante el terremoto está relacionado con la ya tristemente célebre dispensa de certificados de seguridad sísmica mediante el pago de una multa, que tuvo como objetivo flexibilizar y facilitar la construcción de viviendas.Pero estos mecanismos van más allá. El boom inmobiliario y de infraestructuras en Turquía también cristaliza e ilustra las relaciones entre el sector financiero, la construcción y el aparato estatal como facilitador e incluso partícipe en estas inversiones. Entes financieros públicos están presentes en grandes proyectos de inversión de grandes infraestructuras como el Canal de Estambul, que prevé ampliar la capacidad de paso de barcos de mercancías que ahora atraviesan el Bósforo, y que está financiado por fondos provenientes de Qatar.
De forma similar a otros países intermedios, su economía se resintió a partir de 2015, momento en el que las crisis bancarias en EEUU y la UE habían sido superadas y constituyeron de nuevo espacios económicos atractivos para invertir. La respuesta del gobierno turco se centró en impulsar políticas monetarias expansivas, que permitiesen así hacer fluir crédito a las empresas locales, lo cual permitió mantener los niveles de crecimiento. Sin embargo, el carácter subalterno y dependiente de la economía turca impide mantener unos equilibrios basados en la gestión de las políticas monetarias. A diferencia de otras monedas como el dólar, que es moneda de referencia mundial y por ende tiende a operar ajustes a nivel mundial en favor de los EEUU, y el euro, que también lleva acabo estos ajustes a nivel mundial así como a sus periferias internas, la expansión monetaria en Turquía se repercutió directamente un crecimiento de la inflación yen el debilitamiento dela lira turca.
La política económica del ejecutivo turco estuvo así sujeta en los últimos años a las contradicciones relativas al evitamiento de la recesión y un creciente déficit de la balanza comercial (Ilustración 8). El ejemplo que nos brinda el caso de Erdogan es el de adaptarse a las situaciones de crisis para integrarlas a su forma de gobierno. Más allá de tensar la cuerda mediante políticas monetarias expansivas, Erdogan ha intensificado su apuesta por un discurso nacionalista que presenta a Turquía como un actor geopolítico fundamental. En un contexto internacional crecientemente inestable,Erdogan se ha acomodado a la incómoda situación de gestionar las tensiones entre diferentes imperialismos en torno al Oriente medio, siendo socio tanto de EEUU y la UE como de Rusia, y presentándose como un actor primordial en los conflictos que han asolado Siria e Irak en la última década. Este movimiento le ha generado una legitimidad de cara a estos diferentes poderes que sin lugar a dudas ha aliviado la presión que poderes económicos internacionales, tanto capitales privados como instituciones como el FMI hubiesen podido ejercer en otro contexto. A nivel interno, la aspiración a convertirse en una suerte de imperio regional se ha acompañado de una creciente represión al pueblo kurdo y su principal expresión política, el partido HDP, las diferentes minorías, así como de diferentes expresiones de disidencia política.
Teniendo en cuenta los elementos estructurales de la economía turca y el modelo de gestión de neoliberalismo autoritario en el que Erdogan se ha instalado, podemos plantear algunas hipótesis de hacia dónde va a conducir su política en este próximo mandato. En primer lugar, sus primeros gestos tras la victoria han sido contradictorios. Por una parte, sus declaraciones en estos primeros días tras su victoria han incidido en la recuperación del nivel de vida, y la inercia del papel que el Estado ha estado jugando en la economía y del que dependen muchas empresas, indican que Erdogan va a buscar la continuidad de la política basada en el gasto. Los indicios en torno a la continuidad de esta política han propiciado que la depreciación de la lira turca se haya acelerado desde el 28 de mayo de 2023. Por otro lado,el perfil del recientemente nombrado ministro de finanzas, constituyen gestos hacia los capitales extranjeros y el FMI sobre una vuelta a políticas que se encuadren en la ortodoxia neoclásica. Segundo, una vuelta radical a estas políticas llevaría a la economía turca a una crisis sin precedentes. Así, a pesar de haber ganado las elecciones presidenciales y haber mantenido una mayoría suficiente en las legislativas para seguir gobernando con el partido de extrema derecha MHP, es probable que espere a las elecciones municipales de 2024 para poder afirmar su dominio en la política turca y poder desarrollar una política centrada en el ajuste. Tercero,una posibilidad de aunar una política de apoyo del Estado a la economía con un ajuste monetario obligaría al gobierno turco de aumentar su endeudamiento. Cuarto,un cambio hacia las políticas de ajuste se repercutiría inevitablemente en su base social y electoral, constituida parcialmente por población de rentas bajas de zonas rurales. Teniendo en cuenta el perfil autoritario que ha adquirido su gobierno en la última década,y bajo la presión de cohesionar su base social,es de esperar que Erdogan intensifique su retórica nacionalista y religiosa y desarrolle una política de guerra civil, incrementando la represión contra el pueblo kurdo (tanto en Turquía como en Siria), así como de los movimientos que intenten resistir a cualquier ataque a sus derechos cívicos, políticos o sociales. Como reza el título de este artículo, frente a las contradicciones que el capitalismo presenta en Turquía, Erdogan nos brinda un ejemplo de la evolución del neoliberalismo hace de la crisis y el autoritarismo su forma de gobierno.
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