Comité para la abolición de las deudas ilegítimas

La alianza Poder Popular Nacional (PNP) obtuvo una victoria aplastante en las elecciones generales de Sri Lanka celebradas el 14 de noviembre, casi dos meses después de que el candidato del PNP, Anura Kumara Dissanayake, conocido como AKD, triunfara en las elecciones presidenciales. El PNP obtuvo casi el 62 por ciento de los votos y ganó 159 de los 225 escaños, desafiando las predicciones de los analistas de que habría un parlamento sin mayoría absoluta o, como mucho, una escasa mayoría del PNP.

En las elecciones anteriores, hace cuatro años, la alianza sólo obtuvo tres bancas con menos del 4 por ciento de los votos. Incluso en un momento de marcada volatilidad política en todo el mundo, hay pocos precedentes, si es que hay alguno, de un cambio tan espectacular. ¿Qué hará (o intentará hacer) el nuevo gobierno con este impresionante mandato?

El NPP es un frente electoral interclasista lanzado hace cinco años por el Janatha Vimukthi Peramuna (JVP, Frente de Liberación Popular). Si bien el JVP comenzó su vida como un partido revolucionario marxista-leninista y todavía suscribe formalmente esa ideología, el NPP se ha posicionado en el centro-izquierda. Las prioridades del gobierno entrante , según el secretario general del JVP, Tilvin Silva, son “desarrollar el país, erradicar la corrupción y mejorar la democracia con rendición de cuentas”.

 Rechazando a la vieja guardia

La participación en las elecciones de la semana pasada fue de casi el 69 por ciento, o 11,8 millones de votantes de Sri Lanka, diez puntos porcentuales menos que en las elecciones presidenciales del 21 de septiembre . Los observadores han atribuido la menor tasa de participación a una serie de factores, desde el cansancio de los votantes hasta la desmoralización entre los partidarios de los partidos y políticos de la vieja guardia.

El AKD y su gobierno gozan ahora de una supermayoría con más de dos tercios de los escaños parlamentarios, lo que contrasta notablemente con la experiencia reciente en América Latina, donde candidatos presidenciales de izquierdas victoriosos, como Gabriel Boric de Chile y Gustavo Petro de Colombia, gobiernan sin mayorías que los respalden en el parlamento.

Hubo señales tempranas de la victoria del NPP. Antes de la celebración de las elecciones, decenas de políticos tradicionales, previendo una vergonzosa derrota, anunciaron que se “tomaban un descanso” o incluso que se retiraban de la política. Los votantes rechazaron a casi todos los que todavía tenían el valor de presentarse a las elecciones.

Aproximadamente dos de cada tres miembros del nuevo parlamento son recién llegados. Con la excepción de unos pocos que se resistieron, la legislatura ha sido purgada de aquellos que estuvieron activos en la política nacional durante décadas, como se exigió en el levantamiento popular de 2022. Entre los nuevos miembros del NPP se encuentra un activista de los derechos de las personas con discapacidad que también es el primer legislador con discapacidad visual en la historia parlamentaria de Sri Lanka.

Otras formas de cambio se están produciendo con más lentitud. Las mujeres son mayoría (52 por ciento) de la población de Sri Lanka. El país eligió a la primera mujer jefa de gobierno del mundo en 1960, y los indicadores de desarrollo humano para las mujeres son los mejores del sur de Asia, pero la política de Sri Lanka tiene un historial abismal en lo que respecta a la representación femenina. Solo el 10 por ciento de los participantes en el nuevo parlamento son mujeres (veintidós, lo que sigue siendo un aumento respecto de las trece de 2020). La mayoría provienen del NPP, que se movilizó activamente entre las mujeres y presentó el mayor número de candidatas.

Entre las representantes femeninas del NPP destacan tres tamiles de Hill Country ( Malaiyaha ). Son las primeras mujeres descendientes de trabajadores de plantaciones, una minoría étnica estructuralmente marginada en Sri Lanka durante casi doscientos años, que entran en el Parlamento. A ellas se unirán tres sindicalistas del NPP de la misma comunidad.

Con la excepción de unos pocos reticentes, la legislatura de Sri Lanka ha sido purgada de aquellos que estuvieron activos en la política nacional durante décadas.

¿Qué pasa con el resto de la cohorte parlamentaria del NPP? Un análisis más detallado nos ayudará a entender las afirmaciones sobre el carácter político y la ideología de la alianza, hechas por aliados y oponentes tanto de la izquierda como de la derecha.

Como fuerza dominante dentro del NPP, el JVP, un partido centralizado y basado en cuadros, obtuvo, como era de esperar, escaños y las mayores preferencias (la papeleta electoral permite emitir hasta tres votos en orden de preferencia por los candidatos de la lista del partido) para todos sus líderes de distrito. Son activistas políticos a tiempo completo reconocibles para el público, algunos de los cuales han sido elegidos anteriormente en niveles subnacionales de gobierno. Por lo general, provienen de las clases intermedias con mayor nivel educativo, se dedican a la agricultura, al trabajo por cuenta propia o a empleos gubernamentales de menor categoría.

El grupo ocupacional más numeroso entre los candidatos del NPP estaba formado por maestros y directores de escuelas públicas. Como es habitual en la política de Sri Lanka, había un exceso de abogados; menos habitual es el elevado número de mujeres entre ellos. Muy de cerca, en términos numéricos, se encontraban los académicos de universidades estatales y los profesores de instituciones de enseñanza privadas, en su mayoría hombres. Estos nominados simbolizan a los “intelectuales”, cuyas cualificaciones educativas el NPP contrasta favorablemente con las de los políticos de los partidos tradicionales a los que ahora ha desplazado.

También hay muchos empresarios y gerentes corporativos. Su presencia en los escaños del NPP es importante para la alianza como prueba de que es favorable al sector privado y apoya el espíritu emprendedor. La alianza puede contar con muchos “profesionales” entre sus parlamentarios, es decir, ingenieros, banqueros, médicos, veterinarios, contables colegiados y peritos en medición, que representan los estratos con formación técnica que el NPP admira enormemente. El NPP seleccionó a más ex oficiales militares de alto rango –que participaron activamente en una guerra en la que murieron entre 80.000 y 100.000 personas, en su mayoría tamiles– que agricultores entre sus candidatos, pero no muchos obtuvieron escaños.

 Cuenca

En Sri Lanka, los observadores han comparado este sorprendente resultado y el momento histórico más amplio del que forma parte con las decisivas elecciones generales de 1977. En esa ocasión, el derechista Partido Nacional Unido (UNP) obtuvo cinco sextos de los escaños parlamentarios (140 de 168) mediante el sistema electoral mayoritario uninominal que se utilizaba en ese momento.

El UNP, el partido tradicional del capitalismo comprador, se valió de su mayoría electoral y del control del poder estatal para liderar al sur de Asia en la liberalización del comercio y la inversión, la desregulación del mercado y la privatización del sector público hace aproximadamente medio siglo. Esas políticas de “economía abierta” y el autoritarismo que las impulsaron ayudaron a sumergir a la isla en tres décadas de violencia por parte de actores estatales y no estatales, con el JVP a la vez perpetrador y víctima en medio de la muerte y la destrucción.

Esta vez, sin embargo, la victoria aplastante del NPP se debe a un sistema electoral más justo, en el que la distribución de los escaños se corresponde más directamente con el porcentaje de votos. La alianza buscó y recibió un mandato del pueblo para barrer a los representantes podridos de los partidos políticos en decadencia, reemplazándolos por figuras ajenas a la vieja élite que están comprometidas con un nuevo estilo de política. Sin embargo, el JVP-NPP pasa por alto el hecho de que el amiguismo, el nepotismo y la gran corrupción contra los que se ha movilizado para lograr su éxito electoral son producto de la “economía abierta” que ha cobrado forma en las últimas décadas, y esas prácticas refuerzan a su vez ese modelo económico.

La popularidad del NPP también depende de las expectativas de muchas personas de que pronto brindará alivio a quienes se tambalean por las políticas de austeridad del decimoséptimo programa del Fondo Monetario Internacional FMI
Fondo monetario internacional El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.

A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.

Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).

Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).

Sitio web : (FMI) de Sri Lanka ante una policrisis en curso . La economía se contrajo durante seis trimestres sucesivos en 2022 y 2023, lo que impulsó el desempleo y redujo los salarios reales, y el crecimiento ha sido lento desde entonces.

Las estimaciones oficiales indican que uno de cada cuatro hogares ha caído por debajo del umbral de pobreza. La inseguridad alimentaria afecta al 26 por ciento de la población, obligando a muchos a comer menos y comidas de peor calidad. Los precios de la energía se han disparado, haciendo que las facturas sean inasequibles y dejando a más de un millón de personas sin electricidad.

Se produce una migración masiva, temporal y permanente, entre los jóvenes y la clase media, con colas de día y de noche en las oficinas de pasaportes, que no dan abasto para atender la demanda. La carga de la deuda Deuda Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses. familiar, que recae desproporcionadamente sobre las mujeres, estrangula a uno de cada cinco hogares, que tienen que pedir préstamos para cubrir necesidades básicas: alimentos, combustible y gastos de salud y educación de bolsillo.

 Política tamil

La magnitud de la victoria del NPP recibió un impulso adicional por su inesperado avance en el norte de la isla, el corazón del nacionalismo tamil Eelam (el nombre en lengua tamil que se da a lo que hoy se llama Sri Lanka). Ganó cinco de los doce escaños disponibles, superando al arraigado Ilankai Tamil Arasu Kachchi (también conocido como Partido Federal), que quedó en segundo lugar. Si sumamos las regiones del norte y el este de la isla, donde los tamiles y los musulmanes (una identidad etnoreligiosa en Sri Lanka) constituyen una mayoría local, el NPP es ahora el partido más grande, sin haber obtenido nunca un escaño.

La magnitud de la victoria del NPP recibió un impulso adicional por su inesperado avance en el norte de la isla.

Desde su aparición en 2019, el NPP, al igual que el JVP antes que él, había tenido dificultades para abrirse camino en las urnas fuera de su núcleo de electores budistas cingaleses, aunque su membresía es étnicamente plural. El resultado de las elecciones presidenciales de septiembre ya había mostrado un marcado aumento del apoyo a la alianza por parte de las minorías de habla tamil en la costa oriental, a lo largo del macizo central y en las áridas llanuras del norte, en comparación con campañas anteriores. La ola en el sur de Sri Lanka que llevó al AKD a la presidencia se extendió luego al norte y al este después de su elección. Había un palpable estado de ánimo de esperanza depositado en el nuevo presidente y su partido, lo que envalentonó a muchos que no habían votado por él en septiembre a respaldar al NPP en las elecciones generales.

En su campaña para conseguir votos de las minorías, el NPP no se apartó de la oposición de larga data del JVP a la reconstitución de la estructura de Sri Lanka según líneas federales, una demanda histórica de los tamiles del noreste. Tampoco respalda el llamado a una investigación internacional de los crímenes contra la humanidad cometidos durante la guerra, incluyendo la matanza masiva de civiles y decenas de miles de desapariciones forzadas en los últimos días de la guerra y sus consecuencias inmediatas. En cambio, la alianza recicla la solución estándar del JVP de “igualdad” para las minorías etnoreligiosas de Sri Lanka y el fin del racismo en la política.

El manifiesto del NPP promete promulgar una nueva constitución que delegue funciones administrativas y políticas para alentar la participación popular en la “gobernanza”. Si se pone en práctica, esta promesa será un paso positivo para la democratización de las instituciones. Sin embargo, es ambigua por dos razones.

En primer lugar, el NPP no especifica en qué medida el gobierno central transferirá poderes a la periferia. En segundo lugar, no reconoce la especificidad de la cuestión nacional, que exige una mayor transferencia de poder estatal a las zonas de mayoría tamil que a las de mayoría cingalesa.

En sus mítines en el norte, unos días antes de las elecciones, el nuevo presidente prometió la liberación temprana de los presos políticos tamiles y de las tierras privadas ocupadas por la fuerza por agencias estatales (aunque se abstuvo cuidadosamente de mencionar por su nombre a los militares, que ocupan vastas extensiones de tierra). Los asistentes a los mítines recibieron estas promesas con entusiasmo, como también la promesa del AKD de reactivar las industrias estatales y proporcionar empleo de calidad. Esto será crucial en una economía local pobre y basada en la agricultura, donde la agricultura y la pesca, con bajos ingresos, son las ocupaciones principales, además de los empleos del sector público y el trabajo precario.

 Pensamientos ilusorios

Algunos analistas han interpretado el sorprendente desempeño del NPP entre los tamiles, especialmente en el norte y el este, como una prueba de que el nacionalismo tamil es una fuerza en decadencia y de que la unidad nacional que se le ha escapado a Sri Lanka desde la descolonización en 1948 está en proceso de forjarse. Pero esto es un ejercicio de ilusiones.

Es cierto que los partidos regionales de orientación tamil y musulmana que antes dominaban en esas regiones vieron caer su porcentaje de escaños, pero es más realista interpretar esto como una prueba de desilusión con esos partidos en particular, en lugar de con el etnonacionalismo en general. Este punto también se aplica a los votantes sureños del NPP, que se han alejado de los partidos nacionalistas cingaleses sin abandonar esa visión subyacente del mundo.

Los llamados partidos nacionales —es decir, los partidos mayoritarios cingaleses con un modesto apoyo no cingalés— siempre han tenido un punto de apoyo entre algunos tamiles y musulmanes del norte y el este, además de la comunidad cingalesa minoritaria local. Sus votantes también desertaron en masa hacia el NPP. Pasaron de un partido “nacional” a otro, a pesar de la diferencia genuina entre el NPP y el resto.

El cambio también es un voto de protesta. Entre los tamiles existe una frustración generalizada por la ausencia de una representación unificada y coherente de sus reivindicaciones políticas, y en particular de sus problemas socioeconómicos, ante las autoridades de Colombo. En estas elecciones, sólo en el distrito de Jaffna compitieron veintitrés partidos políticos y veintiún grupos independientes. En todo el noreste, hubo miles de candidatos que compitieron por sólo veintiocho escaños parlamentarios: una proporción de setenta y tres a uno, o casi el doble que en el resto del país.

Desde la aniquilación de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE), que antes controlaban el campo de la política tamil, ha habido tensiones políticas en las filas del nacionalismo tamil por cuestiones de estrategia. Sin embargo, la profusión de partidos y grupos también se deriva del egoísmo y de las diferencias personales, así como del nacionalismo a distancia de los financieros de la diáspora tamil, que ansían el poder sin responsabilidades. Si bien la caída del apoyo a los tres principales partidos tamiles del norte se debió en parte a la fragmentación de los votos entre muchos partidos más pequeños y listas independientes, también es un mensaje de desafección del electorado dirigido a esos tres partidos por su fracaso colectivo como representantes políticos.

Sin duda, entre algunos tamiles existe la sensación de que hablar de autodeterminación en algún momento indeterminado no ofrece ningún bálsamo para los dolores cotidianos de ganarse la vida con trabajos diarios mal pagados o cultivos de subsistencia. Tampoco los ayuda a pagar medicinas o matrículas privadas con la esperanza de asegurar mejores calificaciones y acceso a una universidad estatal para sus hijos.

Quince años después del fin de la guerra, el nacionalismo tamil sólo tiene una respuesta para cualquier problema socioeconómico o estructural, desde la pobreza y el desempleo hasta la violencia de género, la discriminación basada en castas y la explotación basada en clases. Percibe todas estas cuestiones como secundarias en comparación con la pesadilla de la hegemonía cingalesa. Instando a los tamiles a esperar a que el autogobierno aborde sus quejas, no tiene nada que decir ni ofrecer a los explotados mientras tanto.

Entre aquellos para quienes el atractivo de este mantra ha disminuido, el NPP parecía ser el que más se acercaba a su forma de pensar, además de tener posibilidades prácticas de formar gobierno. En sus mítines electorales en el norte, el AKD se mostró comprensivo y empático con las tribulaciones de la gente común.

 Primeros movimientos

Pasaron cincuenta y cuatro días entre las elecciones presidenciales del 21 de septiembre y las elecciones generales del 14 de noviembre, en las que el nuevo presidente gobernó con un gabinete de tres miembros, incluido él mismo. Harini Amarasuriya, una ex académica y activista de la sociedad civil que era la única mujer en el grupo de tres miembros del NPP del parlamento anterior, fue designada primera ministra. Como en el sistema político francés, por ejemplo, ese cargo es ceremonial, con poderes ejecutivos conferidos al presidente. Sin embargo, la elección de Amarasuriya envió una fuerte señal de inclusión, tanto por su género como porque representa al componente no perteneciente al JVP del NPP.

El gobierno de transición hizo todo lo posible para no perturbar la situación en materia de Estado y de economía.

Como estaba previsto, el gobierno de transición hizo todo lo posible para no causar problemas en materia de Estado y economía. Mantuvo en sus puestos al gobernador del banco central Banco central Entidad que, en un Estado, se encarga generalmente de la emisión de billetes de banco y del control del volumen de moneda y crédito. En España es el Banco de España quien asume dicho rol, bajo el control del Banco Central Europeo (BCE, ver más abajo).

El Banco Central de un país gestiona la política monetaria y tiene el monopolio de la emisión de la moneda nacional. Proporciona moneda a los bancos comerciales a un precio determinado por las tasas directoras, que son fijadas por el proprio banco. y al secretario del Tesoro, que han sido firmes partidarios del programa del FMI y sus condiciones contrarias a la clase obrera . La influencia de su bando incluso se vio reforzada mediante el nombramiento del presidente de la Cámara de Comercio de Ceilán, la voz de las grandes empresas desde la época del Raj británico, como asesor económico principal del presidente.

Este trío fue enviado rápidamente a Washington, DC, para asegurar al FMI que su programa seguía en marcha y para contrarrestar la etiqueta de “marxista” que los informes mal informados de los medios internacionales habían puesto sobre la nueva administración. Desde entonces, el gobierno ha designado a varias personalidades corporativas para puestos de liderazgo en instituciones estatales, ofreciendo garantías Garantías Acto que proporciona a un acreedor una seguridad en el cumplimiento del compromiso del deudor. Distinguimos entre garantías reales (derecho de retención, fianza, prenda, hipoteca, privilegio) y las garantías personales (caución, aval, carta de intención, garantía autónoma). tanto al capital nacional como a los actores internacionales de estabilidad y continuidad en términos de política y dirección económicas.

No ha habido un alivio inmediato del alto costo de vida ni del problema de la especulación Especulación Actividad consistente en buscar ganancias bajo la forma de plusvalía apostando por el valor futuro de los bienes y activos financieros o monetarios. La especulación genera un divorcio entre la esfera financiera y la esfera productiva. Los mercados de cambios constituyen el principal lugar de especulación. con los precios. El nuevo gobierno ha decidido que los controles no pueden funcionar para reducir los precios del arroz y los huevos y parece impotente para actuar frente a los cárteles con conexiones políticas. En cambio, afirma que subvertirá el poder de los oligopolios mediante el aumento de la participación del Estado en el mercado de consumo. Queda por ver cómo encontrará los recursos fiscales para hacerlo y reorientará el sector estatal para competir en lugar de coludirse con el capital privado.

Lo que más desconcertó a los partidarios de izquierda liberal del gobierno del NPP fue su aparente retroceso, en el peor de los casos, o su mensaje confuso, en el mejor, en lo que respecta a las promesas relacionadas con los derechos humanos. Los portavoces del gobierno sugirieron que tal vez sólo enmendaría la Ley de Prevención del Terrorismo de 1979, inspirada en las leyes británica y sudafricana, en lugar de derogarla por completo. El gobierno también indicó por separado que la reforma de la ley personal musulmana en beneficio Beneficio Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas. de los derechos humanos y la justicia de género dependía de lograr un consenso con los clérigos conservadores. Ambos pronunciamientos contradicen directamente el propio manifiesto del NPP.

 Planes para el Gobierno

Tras las elecciones parlamentarias, el presidente contaba con los recursos necesarios para ampliar su gabinete. Sus veintidós miembros se asemejan al partido gobernante, pues provienen de la cúpula central del JVP, académicos universitarios y profesionales. Sólo hay dos mujeres, incluida la primera ministra reelegida. El presidente, tal como le faculta la constitución, se ha reservado para sí los temas de defensa, finanzas, planificación y transformación digital. Lo que la electrificación fue para los bolcheviques, la digitalización lo es para el NPP.

El Presidente Dissanayake pronunció su discurso anual sobre políticas en la primera sesión de la nueva Cámara el 21 de noviembre, en la primera indicación formal de la dirección que tomará su gobierno. No hubo sorpresas en sus palabras. El discurso repitió temas conocidos como la tolerancia cero con la corrupción y el extremismo racial y religioso, la mejora de los servicios públicos y la disolución de los monopolios que fijan los precios al consumidor.

Como declaró el NPP durante la campaña electoral, habrá un aumento de las transferencias de efectivo a los beneficiarios de la asistencia social estatal y de los salarios y pensiones del sector público. Una subvención para la compra de material escolar traerá alivio a muchos hogares. El gobierno quiere aumentar el tamaño de la fuerza laboral de TI de Sri Lanka en un plazo de cinco años a 200.000 personas, de modo de generar ingresos de exportación para servicios relacionados con TI de 5.000 millones de dólares anuales, lo que iguala los ingresos actuales en divisas de la industria de la confección.

El primer presupuesto de la nueva administración se debatirá en marzo de 2025. Su plan de gastos e ingresos aclarará cuánto, si es que algo, el gobierno busca escabullirse dentro de la camisa de fuerza de un programa del FMI diseñado para que Sri Lanka reanude el servicio de su deuda externa con acreedores privados y bilaterales después de 2027. Se supone que el programa también rehabilitará la calificación de riesgo soberano del país para que pueda regresar al mercado monetario internacional y endeudarse nuevamente. Esto, a su vez, reanudará el círculo vicioso de solicitar nuevos préstamos para pagar préstamos antiguos, lo que se sumará a una montaña de deuda que sigue creciendo a medida que se acumulan los cargos por intereses.

El gobierno ha estado jugando con el FMI, a la espera de la aprobación de la próxima cuota de los 2.900 millones de dólares de la facilidad ampliada del fondo. Los tramos individuales son modestos, unos 330 millones de dólares cada uno, desembolsados ​​dos veces al año, tras una revisión satisfactoria de la aplicación por parte del gobierno de las reformas estructurales neoliberales. Esta cantidad es inferior a la factura semanal de importaciones de Sri Lanka. Como sucede tan a menudo con la financiación del FMI, su verdadero significado es simbólico. El sello de aprobación del Fondo es una garantía periódica a los bancos multilaterales, los acreedores bilaterales y los tenedores de bonos de la buena conducta del país, que serán recompensados ​​con nueva financiación.

Mientras el NPP vira hacia el centro, con la esperanza de ganar la aprobación de la clase media para su moderación, amplios sectores de la población se sitúan a la izquierda. Seis de cada diez ciudadanos de Sri Lanka quieren impuestos más altos a los ricos para financiar los servicios públicos. Dos de cada tres dan prioridad a un mayor gasto público en salud y educación .

Incluso si el NPP se abstiene de abordar las desigualdades de ingresos, riqueza y poder, y sólo aspira a hacer que la sociedad sea “tolerable y cómoda” para la clase media, ¿los numerosos dirigentes sindicales que están ahora en el gobierno garantizarán al menos que se apliquen las leyes laborales vigentes? Esto significaría proteger el derecho a organizarse y a negociar colectivamente, sobre todo en la industria de la confección para exportación, donde el trabajo y las vidas de las mujeres se agotan antes de ser descartadas.

¿Extenderán los derechos laborales, incluida la protección social, a los trabajadores eventuales y a los contratistas, y concederán derechos de salud y seguridad a todos los trabajadores? ¿Revertirá ahora esta medida la alianza que protestó desde los escaños de la oposición contra el saqueo de los ahorros de los trabajadores en los fondos de previsión como parte de la injusta reestructuración de la deuda interna del año pasado, como le permiten la autoridad gubernamental y los números parlamentarios que posee ahora?

 Espectros revolucionarios

El día de las elecciones se celebró justo después de la “conmemoración anual de los héroes de noviembre” del JVP, que honra la memoria de sus mártires que murieron en dos levantamientos fallidos (1971 y 1987-89) para derrocar al Estado. El 13 de noviembre es la fecha en la que el carismático líder y fundador del JVP, Rohana Wijeweera, fue ejecutado sumariamente tras su captura en 1989, tras lo cual la segunda insurrección se apagó.

Mientras el NPP vira hacia el centro, con la esperanza de ganar la aprobación de la clase media para su moderación, grandes sectores del público están a su izquierda.

El AKD se dirigió a un pequeño grupo de familiares de los muertos en combate o extrajudicialmente, a los que se unieron supervivientes veteranos y la actual dirigencia del JVP. Esta ha sido su práctica desde que asumió el mando del partido hace una década, aunque a algunos les debe haber sorprendido ver a un jefe de Estado recién elegido hacerlo.

Como en el pasado, con su sobriedad característica, sus comentarios de este año siguieron un rumbo delicado: reconoció a quienes sacrificaron sus vidas por la causa de Wijeweera, evitó criticar la lucha armada, al tiempo que aludió a ciertos “errores” cometidos, y trazó el cambio de estrategia del partido después de que se le levantó la prohibición y se reconstruyó, entrando en la política convencional a partir de 1994. Según el AKD, el “objetivo” era constante: sólo habían cambiado los medios para alcanzarlo. Sin embargo, como en su discurso no hay ninguna pista de un movimiento hacia un cambio transformador en interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. de la clase trabajadora, la inferencia es que el “objetivo” del JVP, entonces como ahora, es la captura del poder estatal, cuyo camino hoy está pavimentado por el parlamentarismo.

Cuando Wijeweera fue llevado ante un tribunal ad hoc por su papel en la rebelión juvenil de 1971, testificó que el objetivo del JVP era “un cambio revolucionario completo del sistema social existente… Nuestro papel no es el de sentarnos en la valla con los brazos cruzados esperando el día en que este sistema capitalista sea enterrado sobre los hombros de otros”. Rechazó la idea de que formaciones sociales como la de Sri Lanka deban pasar primero por la etapa de una “revolución democrática popular” antes de que pueda comenzar la batalla por el socialismo.

Más de una década antes, en 1962, el intelectual socialista y luchador por la libertad Hector Abhayavardhana planteó una pregunta a sus camaradas del Lanka Sama Samaja Party (LSSP). El LSSP era nominalmente un partido trotskista, fácilmente el más exitoso de su tipo en cualquier parte del mundo, y obtuvo casi el 11 por ciento de los votos en las primeras elecciones celebradas después de la independencia de Ceilán (como se conocía entonces a Sri Lanka). El programa del partido de 1950 declaraba que sus “objetivos fundamentales” no podían “realizarse a través de parlamentos burgueses”, ya que la “inevitable resistencia de la burguesía” exigía “la acción revolucionaria de masas como el único medio de hacer realidad la voluntad de la mayoría”.

Sin embargo, como continuó diciendo Abhayavardhana con aprobación, en la práctica el LSSP estaba más interesado en el éxito parlamentario que en fomentar un cambio revolucionario :

La izquierda de Ceilán no puede seguir funcionando simultáneamente en los dos planos del parlamentarismo y del revolucionismo doctrinario. La actitud escindida que de ello resulta hace imposible una acción eficaz en ambos planos. Se ha llegado a un punto en que ya no es posible posponer una decisión al respecto.

La apuesta del JVP por un nuevo tipo de partido electoral (el Poder Popular Nacional) y un nuevo programa (la lucha contra la corrupción como sustituto del anticapitalismo) para un nuevo período (las variedades del capitalismo como única alternativa al neoliberalismo) ha dado los resultados que el partido esperaba. Después de un resultado electoral increíble, ¿ha llegado el momento en que ya no le es posible al JVP posponer el plan de acción que ha elegido? ¿Qué debemos pensar de su programa de partido, que lleva el título de “Programa de la revolución socialista proletaria”, que todavía figura en su sitio web pero parece haber desaparecido?