10 de diciembre de 2010 por Nicolas Sersiron
Cómo los gobiernos de los países ricos y los dueños del capital consiguieron aumentar la deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
a los países del Tercer Mundo.
La primera operación consistió en eliminar por asesinatos o desalojos forzosos a los verdaderos demócratas, aquellos que buscaban la igualdad y la justicia social para sus pueblos, que fueron sustituidos por líderes corruptos: Lumumba por Mobutu, Mossadegh por el Sha de Irán, Allende por Pinochet, Sukarno por Suharto, Sankara por Compaore, y muchos otros. La segunda operación consistió en hacer asumir a los gobiernos de los países de reciente independencia el reembolso de los préstamos concedidos a la antigua potencia colonial por el Banco Mundial
Banco mundial
Creado en 1944 en Bretton Woods en el marco del nuevo sistema monetario internacional, el Banco posee un capital aportado por los países miembros (189 miembros el año 2017) a los cuales da préstamos en el mercado internacional de capitales. El Banco financia proyectos sectoriales, públicos o privados, con destino a los países del Tercer Mundo y a los países antes llamados socialistas. Se compone de las siguientes tres filiales.
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(BM), que constituían según el derecho internacional una deuda odiosa
Deuda odiosa
Según la doctrina jurídica de la deuda odiosa, teorizada por Alexander Sack en 1927, una deuda es «odiosa» cuando reúne dos condiciones esenciales:
1.- La ausencia de beneficio para la población: la deuda no fue contraída a favor del interés del pueblo y del Estado, sino en contra de esos intereses, y/o a favor del interés personal de los dirigentes y de las personas próximas al poder.
2.- La complicidad de los prestamistas: Los acreedores sabían (o tenían la capacidad de saber) que los fondos prestados no beneficiarían a la población.
Para Sack, la naturaleza despótica o democrática de un régimen no debía tenerse en cuenta. Una deuda contraída por un régimen autoritario debe, según Sack, ser reembolsada si ésta sirve a los intereses de la población. Un cambio de régimen no autoriza el cuestionamiento de la obligación que tiene el nuevo régimen de pagar las deudas del gobierno precedente, salvo si éstas fueran odiosas.
[Extractos] del Tratado jurídico y financiero por Alexander Nahum Sack, ex profesor agregado a la Facultad de Derecho de la Universidad de Petrogrado.
A partir de esta definición «conservadora» de deuda odiosa, otros juristas y movimientos sociales, como el CADTM, ampliaron esta definición teniendo en cuenta, especialmente, la naturaleza del régimen que contrae la deuda y la consulta que se hace, o no se hace, a los parlamentos nacionales para la aprobación o la concesión del préstamo.
De manera especial, citemos la definición de deuda odiosa utilizada por la Comisión para la verdad sobre la deuda griega, que se apoya, a la vez, en la doctrina de Sack, y también en los Tratados internacionales y los principios generales del derecho internacional.
Así que una deuda odiosa responde a:
1.- Una deuda contraída en violación a los principios democráticos, que comprende el asentimiento, la participación, la transparencia y la responsabilidad, y ha sido empleada contra los más altos intereses de la población del Estado deudor, mientras el acreedor sabía, o tenía capacidad de saber, lo precedente.
O a lo siguiente:
2.- Una deuda que tiene por consecuencia negar los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de la población, mientras el acreedor sabía, o tenía capacidad para saber, lo precedente.
, [1] y por lo tanto no tendrían que ser reembolsadas. La tercera consistió en enviar agentes (secretos) corruptores, como John Perkins, [2] para sobornar directamente a los dirigentes del Sur.
Los préstamos del Banco Mundial, del FMI
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
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y las «ayudas» de los países occidentales tenían a menudo propósitos geoestratégicos —aumentar los vínculos para contener la influencia del enemigo soviético—, pero sobre todo objetivos económicos: vender el excedente de producción del norte o financiar las inversiones necesarias para explotar las riquezas del sur, posteriormente exportadas al norte. Estos préstamos nunca han beneficiado a los pueblos. Las malversaciones financieras de los dirigentes del Sur eran alentadas en secreto, puesto que lo fundamental era mantener el flujo de materias primas para el beneficio
Beneficio
Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas.
de las grandes empresas occidentales. Para mantener o aumentar la depredación de la época colonial, fue necesario que los líderes del Sur estuvieran más atentos a los beneficios de las empresas transnacionales que al bienestar de sus pueblos.
La conquista del mundo iniciada por los reyes y los armadores europeos entre los siglos XV y XVIII, no tenía otro propósito que apropiarse del oro y de otras riquezas. Al gran genocidio de los indios americanos le sucedió el comercio triangular, con la inmigración forzada de cerca de 50 millones de africanos para la producción de los bienes exportados. Hacia 1850, el fin de la esclavitud fue concomitante con las primeras conquistas coloniales en África y Asia: ya no eran individuos sino países y continentes los que fueron esclavizados para el enriquecimiento de los europeos. Un siglo después, las independencias proclamadas después de la segunda guerra mundial marcaron el comienzo de un nuevo sistema de sumisión: el sistema deuda. Su aplicación fue gradual y orquestada por los gobiernos y las instituciones financieras internacionales. Se trata de un arma formidable de conquista del poder y de la riqueza del Sur por los grandes accionistas del Norte. ¿Conoces alguna transnacional que pueda enriquecer a sus dueños sin las materias primas de los países en desarrollo? Ellas son su energía vital. Su compra a precios reducidos y los bajos salarios de los trabajadores son necesarios para que, después de su transformación y comercialización, y pasando por los paraísos fiscales para la exención fiscal de la transferencia, dichas transnacionales obtengan ganancias colosales. Total, la quinta transnacional del mundo, ¿existiría sin el petróleo africano y el gas birmano que roba a estos pueblos? ¡Por supuesto que no!
Pero es la crisis de los años 80 y el tratamiento de choque administrado por el FMI lo que hará entrar a los pueblos del Sur en un ciclo de empobrecimiento, de desaparición de sus servicios públicos y de imposición de la privatización de sus grandes empresas estatales.
Los bancos occidentales estaban rebozaban eurodólares Eurodólares El mercado de eurodólares encuentra su origen anecdótico en la preocupación de las autoridades soviéticas, en el contexto de la guerra fría de los años ’50, de hacer fructificar sus reservas en dólares sin tener que colocarlas en el mercado financiero norteamericano. Es, sin embargo, la magnitud de las salidas de capitales norteamericanos lo que constituye la causa estructural del vuelo espectacular de este mercado en la segunda parte de la década de los ’60. El déficit creciente de la balanza de capitales norteamericana durante este período resulta de la conjugación de tres elementos: las inversiones masivas de las firmas norteamericanas en el extranjero, en Europa sobre todo; el techo de las tasas de interés por la reglamentación Q, que alentó los préstamos extranjeros en el mercado norteamericano y desalentó los depósitos en EE.UU.; la financiación de la guerra de Vietnam. Para frenar estas salidas de capitales, las autoridades norteamericanas introdujeron en 1963 una tasa sobre los empréstitos de los no residentes, que tuvo por efecto desplazar la demanda de financiación en dólares del mercado norteamericano hacia los euromercados, donde las filiales de los bancos norteamericanos podían operar con total libertad. La oferta de dólares en estos mercados emana, por una parte, de las instituciones y firmas norteamericanas desmotivadas por el nivel muy bajo de las tasas de interés en EE.UU., y por otra parte, de los bancos centrales del resto del mundo que colocan sus reservas en dólares. Fuera de todo control estatal, no obligados a constituir reservas obligatorias, los eurobancos -dicho de otro modo, los bancos que trabajan en dólares en suelo europeo, y por extensión los xenobancos, bancos que trabajan con todas las monedas fuera de sus territorios de emisión- pueden ofrecer remuneraciones elevadas a sus depositantes y tasas competitivas a sus clientes sin reducir sus márgenes de beneficios (Adda, 1996, t. 1, pp. 94 y siguientes). del Plan Marshall Plan Marshall Programa de reconstrucción económica propuesta en 1.947 por George C. Marshall, secretario de Estado de los Estados Unidos. Dotado de un presupuesto de 12.500 millones de dólares de la época (unos 80.000 millones actuales) bajo forma de donaciones y préstamos a largo plazo, el plan Marshall permitió a 16 países (especialmente Francia, Gran Bretaña, Italia y los países escandinavos) disponer de fondos para su reconstrucción después de la segunda guerra mundial. y de petrodólares Petrodólares Los petrodólares son los dólares salidos del petróleo. provenientes de la crisis de 1973. Por lo tanto, prestaron muchísimo a los nuevos países independientes, con tipos de interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. muy bajos pero indexados al tipo de interés oficial de EE.UU. (prime rate). El repentino aumento de este tipo (se multiplicó por 3), decidido por Paul Volker en 1979, provocó la quiebra de dichas economías. El FMI salió a su rescate con nuevos préstamos condicionados, imponiéndoles el pago de la deuda a los bancos, salvándolos así de la quiebra. El reembolso de nuevos préstamos con tipos de interés mayores hizo entrar a los países del Tercer Mundo en una espiral infernal de la que, después de 25 años, todavía no han salido. Fue el shock de la deuda sin fin. Aprovechando este estado de desconcierto de los pueblos, y con la ayuda de sus líderes corruptos, con cada nuevo préstamo de urgencia el FMI impuso medidas de liberalización y desregulación de las economías del Sur, favorables para los inversionistas del Norte y catastróficas para las poblaciones. La desaparición de los aranceles de importación enfrentó a los pequeños productores del Sur con la producción industrial y subvencionada del Norte, la privatización de las empresas públicas provocó millones de pérdidas de empleo, la introducción del IVA permitió que la deuda pública fuera pagada por toda la población, hasta por los más pobres. La libertad de movimiento de capitales todavía permite la repatriación al Norte de las enormes ganancias de las empresas transnacionales, que no benefician en absoluto a los pueblos del Sur, sino a su burguesía dominante. Este conjunto de medidas ultraliberales impuestas por el FMI se llama "Plan de Ajuste Estructural Ajuste estructural Política económica impuesta por el FMI como condición para la concesión de nuevos préstamos o para la refinanciación de préstamos anteriores. ” (PAE).
¿Cómo es que el crecimiento, desde los años 80, de la deuda pública en el Norte haya culminado en un sobreendeudamiento y en la resurrección del FMI con sus medidas de choque?
El déficit crónico en Francia es el producto de la reconquista desfiscalizada de los dueños. Frédéric Lordon
Al igual que en el Tercer Mundo, nos encontramos con la estrategia de la deuda pública en favor de las altas finanzas. Los planes de austeridad de 1983 en Francia, la desregulación y la desaparición de las barreras aduaneras colocaron en competencia desleal a los asalariados del Norte con los trabajadores del Sur. Así fue como Europa se ha desindustrializado a favor de los servicios. A diferencia del Sur, el trabajo se convirtió en la materia prima esencial para las colosales beneficios de las grandes empresas, en los países del Norte. La organización de la competencia con los trabajadores del Sur, con muy poco gasto social, y la mayor productividad hicieron aumentar el desempleo, lo que condujo a la reducción de los salarios y de los ingresos fiscales del Estado. Los permanentes regalos fiscales a las empresas y a las personas con ingresos más altos aumentaron el déficit presupuestario. Y para salir del endeudamiento público se ofrecen soluciones ultraliberales, condimentadas con la salsa europea, que sólo proponen disminuir los gastos públicos, que incluye rebajar el presupuesto de los grandes servicios públicos gratuitos, aquellos que el Consejo Nacional de la Resistencia (CNR) había conquistado en Francia. La privatización, antes disimulada, es ahora la solución ultraliberal a los problemas financieros de la educación, la salud pública y las pensiones por repartición.
En 2007, el origen del desastre financiero mundial fue el endeudamiento exagerado de las familias estadounidenses, consecuencia de una pérdida de poder adquisitivo de las décadas anteriores en favor del capital. La crisis de la vivienda vinculada a los préstamos de alto riesgo, subprime, y el desplome de Lehman Brothers puso al sistema bancario occidental al borde de la quiebra, pero fue salvado por los Estados, y por lo tanto por los contribuyentes. La crisis llevó a un desempleo de masas que, con la carga de la deuda del Estado y la agresividad de las finanzas, genera un estado de estupefacción popular propicio a una solución de choque ultraliberal. Por consiguiente, se presenta la reducción del gasto público como única solución. El sobreendeudamiento es el caballo de Troya que abre la puerta a los planes de austeridad en el Norte, después de permitir la aplicación de los PAE (Plan de Ajuste Estructural) en el Sur. El FMI, herramienta del acaparamiento capitalista por la desregulación internacional, se refinanció en 2009, por una suma de 1 billón de dólares. Con la UE, el FMI ofrece su «ayuda» condicionada a los países más endeudados: estos son los PAE del Norte. En nombre del saneamiento de la economía, los pueblos de Grecia, de Hungría, de Rumania y de otros países sufren desesperanzadores recortes en sus ingresos y los servicios públicos se ven gravemente afectados. La disminución de las pensiones mediante la ampliación del período de actividad laboral y la reducción del número de funcionarios en Francia son las únicas soluciones propuestas para compensar el déficit público. No se habla de la reducción de impuestos de las empresas y de los ricos desde hace 20 años, nada tampoco acerca de las enormes evasiones fiscales hacia los paraísos fiscales, se hace silencio también sobre la pérdida de la participación de los asalariados en el valor agregado nacional, en beneficio de los acreedores de la deuda. El pequeño contribuyente del Norte, después de aquel del Sur, además de perder el beneficio de los servicios públicos, está obligado a pagar a los acreedores a través de los impuestos indirectos, pagados por todos, como el injusto IVA, a pesar de que muchos de esos acreedores son responsables de la crisis. Si los pueblos, después de las auditorias de la deuda, no obtienen la cancelación de las deudas ilegítimas, asistiremos a un empobrecimiento masivo de las poblaciones del Norte, como ya ocurrió en el Sur con los planes de ajuste estructural.
Traducido por Michel Carles, en colaboración con Griselda Piñero
[1] El Tratado de Versalles de 1919 prohibió a Alemania cargar al nuevo Estado polaco la deuda que Alemania había pedido para colonizar Polonia.
[2] John Perkins, Confesiones de un gangster económico: la cara oculta del imperialismo americano, Editorial Tendencias, Barcelona, 2005.
Président du CADTM France, auteur du livre « Dette et extractivisme »
Après des études de droit et de sciences politiques, il a été agriculteur-éleveur de montagne pendant dix ans. Dans les années 1990, il s’est investi dans l’association Survie aux côtés de François-Xavier Verschave (Françafrique) puis a créé Échanges non marchands avec Madagascar au début des années 2000. Il a écrit pour ’Le Sarkophage, Les Z’indignés, les Amis de la Terre, CQFD.
Il donne régulièrement des conférences sur la dette.
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