4 de junio de 2012 por Christina Laskaridis
La posibilidad de que Grecia no pague sus deudas y cuáles serán las consecuencias ha hecho correr ríos de tinta después del 6 de mayo y el consiguiente cambio sísmico en el escenario político. La amenaza de un electorado que vota contra la austeridad, y la incertidumbre en torno a la formación de gobierno siguen protagonizando las noticias griegas y la prensa internacional, con predicciones diarias y estimaciones sobre cómo debe de ser el impago y lo que podría significar para la estabilidad de la eurozona. Misteriosamente ausente de la actual histeria (el último y más agudo pánico mediático desde el otoño de 2009) está la referencia al reciente impago en la primavera de 2012. Grecia sufrió el quinto ’default’ de su historia moderna después de un segundo rescate en el que el sector privado contribuyó a la amortización de la deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
, y el impago fue registrado y anunciado por las agencias de calificación
Agencias de calificación
AGENCIAS DE CALIFICACIÓN : Empresa privada que evalúa el riesgo de solvencia financiera de una empresa, de un Estado, de una administración territorial (un ayuntamiento, una provincia, una región) o de una operación financiera, como el caso de un préstamo. Cada agencia posee su propio sistema de calificación. De forma esquemática las calificaciones se fijan de A hasta D con grados intermedios. La calificación obtenida por una empresa o por una administración pública tiene un impacto inmediato sobre su coste de endeudamiento: una nota alta permitirá pedir prestado a bajos tipos de interés*, mientras que una mala nota llevará a subir los tipos de interés*, o incluso a la imposibilidad de acceder a préstamos. Las principales agencias de calificación son Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch.
. Las políticas impuestas por la anterior elite gubernamental y el primer ministro nos condujeron directamente a la suspensión de pagos de Grecia.
Un gobierno sin legitimidad democrática impuesto por los acreedores para sacar adelante sus demandas llevó a cabo el segundo paquete de rescate con la Troïka el 12 de febrero de 2012. Con medidas de austeridad por doquier, este paquete concluía que había que firmar un préstamo internacional para recibir la segunda ronda del rescate, de 130.000 millones de euros. La cancelación del 50% de la deuda se enmarcó en este acuerdo.
El 21 de febrero, el ministro de Finanzas lanzó su oferta de canjear 206.000 millones de euros en bonos pendientes en manos del sector privado por nuevos bonos con el 50% de recorte condicionado en términos lucrativos. Éstos incluían: pagos en ‘cash’ por adelantado, nuevos bonos bajo la ley británica, la monitorización de todos los ministerios griegos por parte de un grupo de trabajo internacional y el establecimiento de una cuenta bajo custodia para priorizar los repagos de la deuda. El 9 de marzo, la ISDA (Asociación Internacional de Swaps y Derivados) anunció que el canje de bonos constituía un evento de credito, ya que el gobierno griego hizo uso de ‘cláusulas de acción
Acción
Título mobiliario emitido por una sociedad de acciones. Este título representa una fracción del capital social. En particular otorga a su titular (el accionista) el derecho a percibir una parte de los beneficios distribuidos (el dividendo) y de participar en las asambleas generales de la empresa.
colectiva’ para forzar un porcentaje de participación más alto. Como resultado, las tres agencias de calificación degradaron a Grecia al estatus de suspensión de pagos. Grecia caía en ‘default’ y el gobierno y sus voceros mediáticos estaban inusualmente tranquilos y lo presentaban como un asunto puramente técnico y calificaban el canje de bonos como un éxito masivo que conduciría a una reducción de la deuda hasta el 120% del PIB
Producto interno bruto
PIB
El PIB es un índice de la riqueza total producida en un territorio dado, estimada sobre la base de la suma de los valores añadidos.
en 2020.
Nada más lejos de la realidad. Grecia accedió a ‘cancelar’ 100.000 millones de euros de deuda a condición de endeudarse por 130.000 millones; solo los intereses supondrán en torno al 6% del PIB hasta 2015, con el stock de la deuda Stock de la deuda Suma total de las deudas. en niveles insostenibles. La pérdida total del PSI (Sector Privado) equivale a los nuevos bonos que se estaban comerciando instantáneamente significativamente por debajo, lo que significa que se esperaba otro impago de deuda tan pronto como el primero hubiera concluido. El hundimiento socio-económico que Grecia ha estado enfrentando en los dos últimos años sufrió un cambio brusco a peor con el acuerdo del Sector Privado (PSI) y el segundo paquete de rescate. La reducción de la deuda administrada por los acreedores no significa más que un rápido deterioro de las condiciones de vida, la inmediata abolición de los derechos laborales y sociales, la pérdida de soberanía nacional y numerosas violaciones de la constitución. Ha supuesto una reducción del salario mínimo de 26 euros al día, la abolición de la negociación colectiva, 150.000 despidos en el sector público y la privatización de todos los activos públicos. Dichas políticas supusieron una pérdida de alrededor del 6% del PIB en el primer trimestre de 2012 y una cantidad equivalente de pérdida de producción en 2011. El desempleo ha escalado hasta cerca del 23% y del 50% entre mujeres y jóvenes.
Una parte crucial del acuerdo del Sector Privado es el esquema de recapitalización bancaria por 50.000 millones de euros. La discusión respecto a la recapitalización bancaria continuó en medio de las campañas preelectorales y se mantuvo hasta días antes de la cita electoral del 6 de mayo.
Ante más pérdida de influencia electoral en áreas políticas cruciales (como los términos y el calendario de la recapitalización bancaria), el gobierno publicó una decisión ministerial el 4 de mayo que permitía al Hellenic Stability Fund (HFSF) junto con el ESFS (European Financial Stability Facility o Fondo de Rescate Europeo) cerrar contratos con cuatro bancos privados para aumentar su capital en 18.000 millones de euros. Los dos bancos en los que el gobierno es accionista mayoritario no han sido incluidos en el rescate de la banca y el gobierno se ha negado a hacer públicos los detalles de por qué no han recibido fondos del HFSF y cuál será su futuro. El líder de Syriza, A. Tsipras y el parlamentario de Syriza, P. Lafazanis, expresaron su preocupación al ministro de Finanzas por la naturaleza opaca del acuerdo y la falta de información pública disponible sobre los términos y condiciones. Pese a lo inapropiado de decidir tal legislación días antes de las elecciones, esta discusión se perdió en la confusión política sobrevenida.
La participación del Sector Privado (PSI) fue del 96,9%, de los que estos excluidos fueron el segmento de los bonos cubiertos originalmente por leyes extranjeras, lo que significa que el gobierno no podría imponer cláusulas de acción colectiva para forzar su participación. Hedge funds Hedge funds Los hedge funds, contrariamente a lo que dice su nombre, que significa cobertura, son fondos de capital inversió no cotizables en Bolsa con vocación especulativa, que buscan elevadas rentabilidades y utilizan abundantemente productos derivados, en especial opciones, y con frecuencia recurren al apalancamiento. Los principales hedge funds son independientes de los bancos, aunque a menudo los bancos se dotan a sí mismos de hedge funds. Esos fondos forman parte de la shadow banking. han peleado por comprar estos bonos tirados de precio con estrategias buitre para aprovecharse de la deuda de Grecia. En medio de la deconstrucción socio-económica y la inestabilidad política, Grecia decidió pagar 450 millones de euros por bonos que expiraban el 15 de mayo y así evitaban a los tribunales británicos. Esto sienta precedente para otros 6.400 millones de euros en bonos pendientes mientras los inversores están esperando cobrar sus bonos en su totalidad. Nadie ha mencionado de dónde saldrá exactamente ese dinero, teniendo en cuenta que la Troika Troika Troika : el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo espera 13.000 millones de recortes y el parlamento aspira a aprobar medidas de recaudación de impuestos en junio. Habiendo sido robado una vez a través del ‘default’ dirigido por los acreedores, se pretende que lo público vuelva a pagar por el rembolso total de los bonos emitidos.
Cuando se cerró el acuerdo con el Sector Privado y los nuevos bonos fueron emitidos bajo legislación británica, se vio claro que las consecuencias serían en detrimento del deudor, toda vez que Grecia sería forzada a afrontar cualquier futura renegociación en los tribunales británicos, bien conocidos por ser favorables a los acreedores. Así, se ha puesto a sí misma en una posición mucho más precaria que refuerza su pérdida de soberanía. Sin tener en cuenta si Grecia permanece o no en el euro, cualquier intento futuro de negociar los bonos será en cortes extranjeras. Mientras tanto, la estructura de los poseedores de la deuda griega pública ha cambiado significativamente con tres cuartas partes de la deuda pública en manos ahora del sector oficial. Futuras negociaciones de la deuda seguramente implicarán otro club de acreedores a puerta cerrada, probablemente el Club de París. La resistencia contra el repago de la deuda pública en manos públicas y privadas es a la vez una lucha contra la Eurozona y la UE , que han sido transformadas en un colectivo acreedor escandalosamente dedicado a garantizarse para sí mismo la máxima protección posible.
Grecia ha sido testigo de un claro ejemplo de cómo ser atrapada en la prisión de los mecanismos de resolución de deuda soberana
Deuda soberana
Deuda de un Estado o garantizada por un Estado.
, donde los acreedores son juez y parte. El ‘default’ griego dirigido por los acreedores ejemplifica las negociaciones autocráticas, opacas y mal gestionadas que castigan a la población endeudada. En vez de promover un foro legítimo para las negociaciones de la deuda soberana, se han escondido tras puertas cerradas en Bruselas, donde han intermediado lobbies
Lobby
Lobbies
Los lobbies son grupos de presión de interés privado, que defienden la mayor parte del tiempo los intereses de grupos industriales o financieros. Se cuentan unos 40.000 lobbistas en Washington
financieros y el gobierno griego no ha jugado más que un rol puramente cosmético. En vez de priorizar las responsabilidades sociales (una obligación legal del estado), el país ha sido conducido al rescate bajo el chantaje del ‘default’ (el dirigido por los acreedores). Muy al contrario, el gobierno prioriza el repago de deudas ilegítimas, odiosas y a menudo ilegales. Es posible resistirse a pagar deudas de esta naturaleza. El gobierno debería promover una auditoría completamente independiente de la deuda griega y proceder a cancelar todas las partes odiosas e ilegítimas, o las consideradas simplemente insostenibles. Al mismo tiempo, el gobierno debería imponer una moratoria del pago de la deuda hasta que estén garantizadas satisfactoriamente las condiciones de vida.
En esencia, esto probablemente conducirá a lo que los partidos antes en el poder y los acreedores han temido cuando se cae en ‘default’. Desde esta perspectiva, el ‘default’ se puede dar la vuelta y convertirse en una actuación soberana contra las demandas de los acreedores para proteger a los habitantes. Con los fondos liberados para el repago de las deudas, se podría priorizar su gasto y usar fondos disponibles directamente para la economía nacional, para devolver servicios sociales, subir salarios, pensiones y prestaciones por desempleo.
En vez de cegarnos con más alarmismos sobre por qué Grecia debería arrodillarse ante las demandas de sus acreedores, prestemos atención a la situación económica griega, que para la mayoría de sus habitantes se ha convertido en una pesadilla sin final. El 14 de mayo, mientras los medios nacionales e internacionales estaban centrados en la falta de gobernanza y la permanencia en el euro, los contratos de la negociación colectiva que afectan a dos millones de trabajadores (aproximadamente la mitad de la fuerza de trabajo) expiraban, tal y como fue planteado en el segundo rescate en febrero. Esto significa que los trabajadores serán forzados a aceptar condiciones de trabajo mucho más duras, recortes de beneficios y negociar con el empleador contrato a contrato.
Grecia ya ha visto las consecuencias de lo que significa el ’default’ a la inciativa de los acreedores. Parece difícil seguir pretendiendo que un default a la iniciativa de los endeudados vaya a ser peor para la población. Las condiciones en Grecia se deterioran rápida y continuamente y el único final a la vista es un cambio total. El próximo 17 de junio, día de las elecciones, tenemos una oportunidad.
Traducción: Fatima Marcar