Naomi Klein ha sacado un artículo en The Nation de Nueva York advirtiendo sobre el claro conflicto de intereses que tiene James Baker en su calidad de miembro del directorio del Carlyle Group, casa de inversión, y su función como intermediario de la Casa Blanca con el gobierno de Kuwait para un esquema de reducción de la deuda de Irak. Al mismo tiempo, ha salido en el New York Times la noticia de que hay 208 muertos civiles semanales en Irak, lo que en 18 meses desde la invasión suma al menos 100.000 muertos hasta ahora entre civiles y militares.
Carlyle Group
El Carlyle Group es una casa de inversión que tiene presencia en diversos sectores de la actividad económica como inversionista activo Activo En general, el término “activo” hace referencia a un bien que posee un valor realizable o que puede generar ingresos. Por el contrario, hablamos de “pasivo”, es decir la parte del balance compuesta por los recursos de los que dispone una empresa (capital propio aportado por los socios, provisiones por riesgos y gastos, así como las deudas). , miembro de los directorios y equipo gerencial de algunas empresas. El tipo de empresas va desde periódicos como Le Fígaro de París, donde el grupo ingresa por la puerta falsa con un 4% de las acciones, hasta la industria de Defensa.
En la industria de Defensa tienen inversiones importantes en United Defense, empresa que hace tanques y vehículos blindados todo terreno (que se usan en las guerras del desierto); Bofors, una empresa sueca que hace municiones inteligentes, desde mísiles hasta sistemas de navegación para mísiles, como los Patriot usados contra Irak, ambas veces; Genoyer, empresas francesa que hace equipos industriales para empresas de petróleo y gas (para la reconstrucción de Irak); la Farge Materis, que produce materiales de construcción especiales; Vinell Corp, que organiza ejércitos paramilitares y tiene un contrato en Arabia Saudita por 77 millones de dólares para proteger las bases militares y las instalaciones petroleras; Avio Spa, empresa italiana que hace sistemas de propulsión para aviones de guerra; Índigo, especializada en tecnología infrarroja para guerra nocturna; Qinetiq, empresa del Ministerio de Defensa inglés, asociada a Carlyle en su parte privatizada; Aerostructures, que fabrica estructuras de aviones comerciales y de guerra y US Marine Repair, que moderniza, convierte y mantiene naves de superficie y otras naves del gobierno y comerciales.
Es decir, en esta rama Carlyle depende íntegramente de la demanda de equipos de guerra que tenga el ejecutivo de los Estados Unidos. En el directorio de este grupo constan John Major, ex primer ministro conservador inglés; James Baker, ex jefe de gabinete en la Casa Blanca de Reagan, ex secretario del Tesoro de Reagan, ex secretario de Estado de Bush, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca de Bush papá y desde entonces (1993) miembro del Carlyle Group; Frank Carlucci, ex secretario de Defensa, ex subdirector de la CIA cuando Bush padre era director de la CIA en los años de Reagan, ex presidente de Carlyle y actualmente cabeza de la junta directiva del Centro Rand en Políticas Públicas para Medio Oriente, entidad que hace inteligencia sobre Medio Oriente, financiada por el gobierno de Estados Unidos. Ellos saben donde va a estar la acción y el presupuesto militar del gobierno para esa región. Accionistas del Grupo Carlyle son los Bin Laden que estaban reunidos con Bush padre en el Hotel Ritz Carlton el 11 de septiembre del 2001 y fueron retirados del país en un avión privado cuando se habían suspendido todos los vuelos sobre el espacio aéreo estadounidense.
Baker en Kuwait
Hasta este momento, dice Klein, “no ha habido evidencia concreta de que las lealtades de Baker estén partidas, o de que su energía como enviado presidencial especial -posición ad honorem- sea utilizada para beneficiar a cualesquiera de sus clientes o patrones corporativos. Pero según los documentos obtenidos por The Nation de Nueva York, eso es exactamente lo que ha sucedido. Carlyle ha intentado asegurar una inversión extraordinaria de $1 mil millones del gobierno kuwaití, utilizando la influencia de Baker como enviado especial para el tema de la deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
de Irak con dicho país”.
La operación financiera, dice Klein, “implica una transacción compleja para transferir propiedad de algo como $57 mil millones en deudas iraquíes sin pagar. Las deudas, ahora debidas al gobierno de Kuwait, serían asignadas a una fundación creada y controlada por un consorcio en el cual los jugadores dominantes son el grupo Carlyle, el grupo Allbright (dirigido por la anterior secretaria del Estado, Madeleine Allbright) y varias otras firmas bien conectadas. Bajo el reparto, el gobierno de Kuwait también daría al consorcio $2 mil millones adelantados para invertir en un fondo privado de inversiones ideado por el consorcio”. La mitad de ese montón iría directamente a las arcas de Carlyle.
Agrega Klein que The Nation “ha obtenido una copia de las 65 páginas confidenciales tituladas Propuesta para asesorar al gobierno de Kuwait en la protección y demandas contra Irak, que fueran enviadas en enero del 2004 por el consorcio al Ministerio de Relaciones Exteriores de Kuwait”. Afirma Klein que en una carta del 6 de agosto de 2004, el consorcio informó al ministerio Kuwaití que las deudas impagadas de Irak están en peligro inminente; porque la opinión alrededor del mundo está girando en favor del perdón de la deuda”. Baker le advierte que no sólo es poco probable que Kuwait reciba los $30 mil millones de USD de Irak en deuda soberana Deuda soberana Deuda de un Estado o garantizada por un Estado. , sino que encima, los $27 mil millones en reparaciones de la guerra que Irak le debe a Kuwait desde la invasión de 1990 de Saddam Hussein tampoco sean cubiertas.
Frente a esta amenaza, el consorcio ofrece sus servicios. Si Kuwait acuerda transferir las deudas de Irak a la fundación del consorcio presidido por Carlyle, con Baker y Allbright a la cabeza, el consorcio utilizará sus conexiones personales para persuadir a los líderes del mundo de que Irak debe maximizar sus pagos de la deuda a Kuwait, y que podría recuperar su dinero en la próxima década a quince años. El consorcio cobrará el 5% por esta recuperación. La meta de maximizar pagos de la deuda de Irak contradice directamente el fin de la política extranjera de EE.UU., que es una drástica reducción de la deuda de Irak al mundo.
Baker está claramente en los dos lados de esta transacción: representa los intereses de los Estados Unidos en su política sobre Irak y su deuda, y es también consejero mayor en Carlyle que desea ser pagado por ayudar a Kuwait a recuperar sus deudas de Irak.
El Club de París para Irak
Luego de la invasión, entre las primeras medidas que tomó el gobierno provisional presidido por Paul Bremer fue organizar a los acreedores oficiales reunidos en el Club de París. La idea fue organizar la posición de pagos aunque ni el Club de París ni Estados Unidos anticiparon que Irak estuviera en una posición de comenzar a pagar sus deudas hasta finales de 2004. Las cifras, según fuentes oficiales, se refieren al principal de la deuda solamente y no incluyen los intereses de mora que el Club de París ha dicho que podría ser una cantidad igual al principal.
Las negociaciones representan un primer paso crucial en la reducción de la deuda que podría ser tanto como US$ 120 mil millones. El acreedor más grande de Irak, entre los países del Club de París, es Japón, con US$ 4.108 mil millones de principal, seguido por Rusia, con $3.450 mil millones, Francia con $2.993 mil millones, Alemania con $2.403 mil millones, Estados Unidos con $2.192 mil millones, Gran Bretaña, con $930.8 millones. Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos fueron proveedores de armas a Irak en la guerra que este país protagonizó contra Irán durante la década de los 80, que son las fechas de estos créditos
Créditos
Suma de dinero que una persona (el acreedor) tiene el derecho de exigir de otra persona (el deudor).
Créditos privados
Préstamos concedidos por los bancos comerciales, sea cual sea el prestatario.
Créditos públicos
Préstamos concedidos por acreedores públicos, sea cual sea el prestatario.
. Patricia Adams sostiene que esa es deuda odiosa
Deuda odiosa
Según la doctrina jurídica de la deuda odiosa, teorizada por Alexander Sack en 1927, una deuda es «odiosa» cuando reúne dos condiciones esenciales:
1.- La ausencia de beneficio para la población: la deuda no fue contraída a favor del interés del pueblo y del Estado, sino en contra de esos intereses, y/o a favor del interés personal de los dirigentes y de las personas próximas al poder.
2.- La complicidad de los prestamistas: Los acreedores sabían (o tenían la capacidad de saber) que los fondos prestados no beneficiarían a la población.
Para Sack, la naturaleza despótica o democrática de un régimen no debía tenerse en cuenta. Una deuda contraída por un régimen autoritario debe, según Sack, ser reembolsada si ésta sirve a los intereses de la población. Un cambio de régimen no autoriza el cuestionamiento de la obligación que tiene el nuevo régimen de pagar las deudas del gobierno precedente, salvo si éstas fueran odiosas.
[Extractos] del Tratado jurídico y financiero por Alexander Nahum Sack, ex profesor agregado a la Facultad de Derecho de la Universidad de Petrogrado.
A partir de esta definición «conservadora» de deuda odiosa, otros juristas y movimientos sociales, como el CADTM, ampliaron esta definición teniendo en cuenta, especialmente, la naturaleza del régimen que contrae la deuda y la consulta que se hace, o no se hace, a los parlamentos nacionales para la aprobación o la concesión del préstamo.
De manera especial, citemos la definición de deuda odiosa utilizada por la Comisión para la verdad sobre la deuda griega, que se apoya, a la vez, en la doctrina de Sack, y también en los Tratados internacionales y los principios generales del derecho internacional.
Así que una deuda odiosa responde a:
1.- Una deuda contraída en violación a los principios democráticos, que comprende el asentimiento, la participación, la transparencia y la responsabilidad, y ha sido empleada contra los más altos intereses de la población del Estado deudor, mientras el acreedor sabía, o tenía capacidad de saber, lo precedente.
O a lo siguiente:
2.- Una deuda que tiene por consecuencia negar los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de la población, mientras el acreedor sabía, o tenía capacidad para saber, lo precedente.
y que por lo tanto debería ser castigada íntegramente. Kuwait fue invadido en 1991 por Irak utilizando esas armas.
De tener éxito el argumento de la deuda odiosa, los acreedores mayores castigarán las deudas e Irak quedará en capacidad de pagar las deudas legítimas como son las de Kuwait que estarían siendo parcialmente transferidas al Carlyle Group si el Plan Baker tiene éxito.
Kuwait, de su lado, no es miembro del Club de París pero es acreedor de 30 mil millones de dólares, lo que lo convierte de hecho en el principal acreedor, mayor que todos los mencionados juntos. Esto no incluye US$ 27,000 millones de deuda por reparación de guerra. La apuesta es a que Carlyle sustituya a Kuwait como acreedor para evitar que Kuwait deba seguir el patrón de reducciones de deuda que oportunamente serán anunciados por el Club de París. Con este fin Baker ha sugerido transferir una porción mínima de los papeles a nombre de Carlyle. Mil millones de dólares es poco como porción de la acreencia total de Kuwait pero es muchísimo dinero.
Irak, la nueva oportunidad de negocios con conexiones
Desde que Michael Moore nos mostrara en su película Fahrenheit 9/11 los intereses de Halliburton en la Casa Blanca y en Irak, se fue desvelando que había conflictos de intereses entre los hacedores de políticas en la Casa Blanca y los empresarios que tenían la información adelantada para hacer negocios con dicha política. Sin embargo, the Carlyle Group ha resultado ser mucho más íntimo en la medida en que el padre del presidente de los Estados Unidos y miembros del equipo asesor del presidente están asesorando las decisiones que de otra parte les permiten enriquecerse en la industria de Defensa. Lo peculiar es que en esta sociedad, según atribuyen analistas internacionales, estarían asociados a los Bin Laden y a la familia real Saudí. Todo quedaría en familia. El negocio de la guerra estaría asegurado para la familia real saudí, para los Bin Laden socios en The Carlyle Group y para el entorno inmediato de la Casa Blanca.
El business de la guerra y del petróleo
Halliburton Company proporciona productos y servicios a las industrias del petróleo y de la energía en la exploración, el desarrollo y la producción de recursos naturales. Hallilburton KBR, la división de la construcción, diseña, construye y proporciona servicios para la industria de la energía, los gobiernos, y la infraestructura civil. Las operaciones de gobierno de KBR, dicen ellos mismos en su aviso corporativo en www.Halliburton.com, proveen una amplia gama de servicios a las ramas civiles y militares de los gobiernos alrededor del mundo.
Halliburton emplea a 85.000 personas en 100 países. La empresa cayó bajo fuego, según un artículo del Washington Post de julio del 2002, por proveer a Libia e Irak equipos para la perforación petrolera que se podrían utilizar para detonar las armas nucleares. Halliburton, que registraba los servicios, fue encargada del envío de seis generadores del neutrón de pulso a través de Italia a Libia. En 1995 la compañía se declaró culpable a los cargos criminales que violó la prohibición de Estados Unidos en relación a las exportaciones a Libia. Halliburton fue multada en $1.2 millones y pagó $2.61 millones en penas civiles.
El vicepresidente Cheney fue atacado entonces por conducir a Halliburton, como presidente y cuadro superior, a la venta de armas nucleares a Irak y Libia. Cheney, a su vez, criticó las sanciones de Estados Unidos contra los “Estados criminales” como Irán y Libia en un discurso de 1998. Según el Washington Post del 26 de julio del año 2000, Cheney se quejó de que «las sanciones políticas son casi siempre motivadas por la presión política doméstica, y la necesidad del congreso de responder a algún cliente político» interno. Feroz oponente a la prohibición de armas y de otro tipo a estados criminales, luego es el vicepresidente del gobierno que denuncia la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que presumiblemente serían parcialmente las que su empresa habría vendido durante su presidencia. Quizás por eso la sorpresa ante la inexistencia de las mismas.
Como secretario de Defensa de Bush padre durante la guerra del Golfo Pérsico, Cheney hizo los contactos internacionales para que los ejecutivos de Halliburton propulsaran a la compañía en ultramar, ampliando su lista de clientes domésticos a mercados extranjeros. También condujo la adquisición agresiva de competidores, una estrategia ofensiva que ocurrió durante un período de los precios del petróleo descendentes, dice el Washington Post.
En una entrevista el 30 de julio del 2000, en el programa Esta Semana de ABC-TV, Cheney negó que Halliburton o sus subsidiarias comerciaran con Bagdad. Tres semanas más tarde, en el mismo programa cambió su respuesta después de que fuera informado que Dresser Rand e Ingersoll Dresser Pump comerciaban con Bagdad. Vendían armas atómicas y equipos sofisticados de bombeo de petróleo a Irak durante el embargo.
¿Ahora qué hace?
Desde el 11 de septiembre del 2001 ha recibido 2,2 mil millones de dólares en contratos relacionados con la industria de Defensa distribuidos en Irak, Kuwait y Afganistán, además de contratos algo menores de 250 millones de dólares en todo el Medio Oriente, siempre en Defensa. Adicionalmente, tiene contratos en la industria del petróleo, que es a donde corresponden inicialmente, por encima de 750 millones de dólares por país en Irak, Kuwait y Afganistán. Además de Estados Unidos, México y Rusia. Estar en el lugar correcto en el momento correcto es negocio por la información que manejan.
Según BBC Mundo, “Bunnatine Greenhouse, jefa de la sección que otorga contratos en el Cuerpo de Ingenieros del ejército, dijo esta semana que oficiales del Departamento de Defensa habían presionado para que contratos en Irak y los Balcanes fueran otorgados a KBR, una subsidiaria de Halliburton”. Esto se afirmó al mismo tiempo que el FBI, la oficina federal de investigaciones que se ocupa de temas criminales, haya iniciado una investigación sobre el particular.
Una portavoz de Halliburton dijo que las declaraciones de Greenhouse tenían motivos políticos porque fueron efectuadas una semana antes de las elecciones del 2 de noviembre. “La portavoz Hall (de Halliburton) indicó que, aunque la compañía está colaborando en varias investigaciones, el comité del Congreso que realiza auditorias al ejército ya había declarado legal el contrato.” “Hall, (de Halliburton), agregó que el multimillonario contrato para reconstruir las instalaciones petroleras iraquíes había sido otorgado con justa causa a Halliburton pues era la única compañía que podía hacerlo”. “Naciones Unidas también realiza una auditoria independiente sobre la entrega de contratos sin licitación a Halliburton”, termina BBC Mundo.
Hagamos un trato
De lo que no hay la menor duda es de que siendo los negocios ilícitos como aparecen ser los de Carlyle y Halliburton, ambos comprometiendo a la Casa Blanca en negocios para el bolsillo de los Bush y su entorno, Baker, Carlucci y Cheney entre otros, la actividad económica estadounidense se removió positivamente con el inicio de la guerra de Afganistán. Los contratos sin licitación por centenares o miles de millones de dólares parecen ser reglas para Carlyle y Halliburton, que están siendo investigadas y esperamos que penalizadas.
De otra parte, la tendencia al declive de las principales bolsas de valores del mundo iniciada en diciembre de 1999 cambia positivamente al conocerse las noticias de la invasión a Afganistán e Irak, sucesivamente en julio del 2002 y marzo del 2003. Extrañamente la atención pública sobre los problemas económicos de Estados Unidos se han centrado sobre los ataques del 11 de septiembre; en esa fecha hubo un hipo pero la tendencia estaba marcada desde más de un año y medio antes de ese evento y siguió hasta mediados del año 2002, cuando se invadió Afganistán.
Las centenas de miles de muertos tienen un fin económico, sin la menor duda, que es la reactivación general y el enriquecimiento de algunos cercanos a la Casa Blanca sobre los demás agentes económicos en ese proceso. Quizás por eso se puede esperar mas guerra y quizás por eso también Stratfor, la empresa de inteligencia que opera con la CIA (www.Stratfor.com), dijo hace pocas semanas que no importaba quién saliera electo, porque las políticas estaban predefinidas. Reactivación a toda costa, pero con sinvergüencería interna antes no hecha tan explícita.
Por Oscar Ugarteche, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú, consultor independiente en asuntos de deuda externa y globalización
Globalización
(ver también Mundialización)
Origen y sentido de este término anglosajón: en inglés, la palabra «global» se refiere tanto a fenómenos que interesan a la (o las) sociedad(es) humana(s) a nivel del globo como tal (es el caso de la expresión «global warming» que designa el efecto invernadero), como a procesos que poseen la característica de ser «globales» únicamente en la perspectiva estratégica de un «agente económico» o de un «actor social» preciso. En lo que estamos viendo, el término «globalización» nació en las bussiness schools norteamericanas y reviste el segundo sentido. Se refiere a los parámetros pertinentes de la acción estratégica del gran grupo industrial. Lo mismo sucede en la esfera financiera. A la capacidad estratégica del gran grupo de adoptar una aproximación y una conducta «globales». En un debate público, el patrón de uno de los mayores grupos europeos explicó, en sustancia, que la «globalización» representa «la libertad para su grupo de implantarse donde quiera, cuando quiera, para producir lo que quiera, aprovisionándose y vendiendo donde quiera, y en donde tenga que soportar las menores obligaciones posibles en materia de derechos laborales y convenciones sociales» (extraido de Chesnais, 1997[a]).
para diversos organismos internacionales.
Este artículo fue publicado en la revista ALAI número 390, 16 de noviembre de 2004, pp. 16-19. Se reproduce con la autorización de ALAI (Agencia Latinoamericana de Información).
“Let’s make a deal (Hagamos un trato)” es el título de un programa de TV de los años 60 en Estados Unidos.
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