Túnez

Los activistas del colectivo Magaloulnech se rebelan contra el acuerdo de préstamo con el FMI

11 de junio de 2013 por Hafawa Rebhi


« # Magaloulnech ! » ¡No nos han informado!

El colectivo formado por varias asociaciones y militantes independientes se rebela contra el acuerdo de préstamo entre el FMI y Túnez, a causa de: “La ambigüedad, las aberraciones y las muchas mentiras”.



Movilizados desde hace un mes, los jóvenes activistas multiplican sus acciones. Conferencias de prensa, campañas en las redes sociales, jornadas de sensibilización en la cuenca minera Redeyef y en el día de hoy distribución de volantes delante de la sede del Banco Central Banco central Entidad que, en un Estado, se encarga generalmente de la emisión de billetes de banco y del control del volumen de moneda y crédito. En España es el Banco de España quien asume dicho rol, bajo el control del Banco Central Europeo (BCE, ver más abajo).

El Banco Central de un país gestiona la política monetaria y tiene el monopolio de la emisión de la moneda nacional. Proporciona moneda a los bancos comerciales a un precio determinado por las tasas directoras, que son fijadas por el proprio banco.
de Túnez. Mediante esta última acción esperan generar un acontecimiento y llamar la atención de los ciudadanos sobre los peligros que entraña el acuerdo que será analizado, hoy mismo 7 de junio de 2013, por el consejo de administración del Fondo Monetario Internacional FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.

A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.

Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).

Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).

Sitio web :
. Un acuerdo de unos 2.700 millones de dólares que Elyes Fakhfekh y Chedly Ayari presentan como “último recurso” y “solución milagrosa” para reflotar las cajas del Estado para hacer frente a las reivindicaciones de la revolución pero que los activistas, varios economistas y 74 diputados rechazan.

El rechazo de los jóvenes de Magaloulnech se basa en un informe político y económico detallado en diez páginas e ilustrado con numerosos ejemplos impactantes y concretos. Según Khansa Ben Tarjem, miembro del colectivo, el préstamo del FMI es un préstamo condicionado. Peor aún, las reformas que incluye la letra de intención confidencial dirigida por los responsables tunecinos a Christine Lagarde -filtrada a finales del pasado mes de marzo- no habrían sido concebidas por el gobierno tunecino sino que se trataría de un conjunto de ajustes estructurales propuestos por la institución financiera. “Tales ajustes han sido formulados por el FMI sobre la base de los informes que recibe anualmente de las autoridades tunecinas” señala irónicamente Leila Riahi, también perteneciente al colectivo. “Esos informes incluyen importantes indicadores de la economía tunecina, cifras que se mantienen ocultas al pueblo, como por ejemplo, prosigue no sin indignación, el precio que nos impone British Gas sobre nuestro propio gas.

Los argumentos en contra tampoco carecen de ejemplos

Catorce argumentos elaborados por el observatorio tunecino de la economía, una asociación que también forma parte del colectivo, traducen ampliamente los riesgos que corren tanto la economía como el pueblo si se aplicaran las directivas del FMI. La perspectiva del empobrecimiento de la clase media por el abandono de las subvenciones alimentarias y de los hidrocarburos, la caída de la clase activa a causa de flexibilización laboral exigida por el FMI (mayores facilidades para despedir a los trabajadores y rebajas de las indemnizaciones), el congelamiento de los salarios, los salarios mínimos y la precarización de las personas ancianas con la disminución de las jubilaciones.

Además de estas enojosas repercusiones sociales, los expertos del colectivo Leila Riahi, entre otros, lanzan el grito de alerta sobre un conjunto de medidas que minarían la economía nacional y comprometerían asimismo la soberanía territorial del país. Los diktats del FMI incluirían según Leila la venta de tierras a los extranjeros y la redacción de un código de inversiones que favorecería los intereses de los inversores extranjeros en desmedro de los sectores público y privado tunecinos.

A la luz de las repercusiones del acuerdo con el FMI, la joven activista llama a rechazarlo categóricamente. “Es claro que queremos reformas, pero siempre que sean nuestras y sirvan a los intereses de la gente”, declara con determinación.

Para su camarada Wassim Laabidi, el pueblo no está aún suficientemente maduro para ser consciente de sus prioridades y sus objetivos “Es necesario entender este acuerdo en un contexto político más amplio, explica. “No se trata de un préstamo porque nosotros no tengamos dinero sino que se inscribe en un proceso que comenzó en Deauville y por el que las grandes potencias y las instituciones financieras proyectan dominar a los países árabes en transición”. De este modo el joven Laabidi llama a los tunecinos a apropiarse de su destino, con mayor razón desde que muchos países han rechazado ya someterse a los condicionamientos del FMI. Pone como ejemplo a Egipto, que ya ha rechazado la supresión de la Caja de compensaciones y el aumento del IVA a cambio de un préstamo de 4.800 millones de dólares. El FMI no ha sido el único ni último recurso del gobierno egipcio que ha logrado encontrar otras alternativas financieras: un préstamo de 2.000 millones de dólares sin interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. por parte de Libia, un préstamo de 4.000 millones otorgado por Arabia Saudita y otro fondo de 2.000 millones prestados por Rusia.

Acabar con las “mentiras” y la “opacidad”

Rechazar el acuerdo y no someterse más a las exigencias ni a la injerencia de las instituciones financieras internacionales han sido también las reivindicaciones expresadas por Lobna Saidi. Pero estos deseos han sido expresados por esta joven, con particular emoción. Es desolador que el acuerdo con el FMI contenga miles de aberraciones y reclama sobre todo a los políticos responsables más transparencia y franqueza. De modo que, agrega, el ministro de Finanzas no debió anunciar que los términos del préstamo eran ventajosos y que la tasa de interés era solo de un 1,08%. “El FMI no presta con cualquier condición, explica. En lo referente a este Acuerdo, la tasa de interés a la que se hace referencia es una tasa de comisión de base, actualmente de 1,08% que habrá que aumentar en el caso de que el monto del préstamo supere tres veces lo que el país haya ingresado (cuota parte en DTS) al FMI. La suma acordada por Túnez corresponde a cuatro veces lo ingresado por Túnez al FMI y por lo tanto habría que incrementar en un 2% la tasa de comisión básica y a otras comisiones que se detallan en el Acuerdo de confirmación. La tasa de interés del préstamo a otorgar por el FMI a Túnez es superior al 3,58% por lo tanto bastante más alta que la tomada en préstamo de Catar (2,5%)

Juntos y de forma unánime todos los jóvenes del colectivo convocan a un diálogo nacional sobre la economía del país y también sobre el modelo de desarrollo que querrían adoptar. Para ellos hay que informar a todos los ciudadanos de todo lo que se decide tanto en los despachos del gobierno como bajo la cúpula de la Asamblea. Su divisa tanto para el presente como sobre todo para el futuro es: transparencia y patriotismo por sobre todas las cosas.

Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino

Tract contre les diktats du FMI

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