Mensaje de Fidel Castro a la XI Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo
21 de junio de 2004 por Fidel Castro Ruz
Mensaje de Fidel Castro a la XI Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo
La UNCTAD, organización fundada hace 40 años, fue un noble intento del mundo
subdesarrollado por crear en el seno de las Naciones Unidas, a través de un
comercio internacional racional y justo, un instrumento que sirviera a sus
aspiraciones de progreso y desarrollo. Entonces las esperanzas eran muchas,
bajo la ingenua creencia de que las antiguas metrópolis habían adquirido
conciencia del deber y la necesidad de compartir ese objetivo..
Fue Raúl Prebisch el principal inspirador de aquella idea. Él había
analizado el fenómeno del intercambio desigual como una de las grandes
tragedias que obstruían el desarrollo económico de los pueblos del Tercer
Mundo. Fue este uno de sus aportes más importantes a la cultura económica de
nuestra época. En reconocimiento a sus relevantes cualidades, fue elegido el
primer Secretario General de esta institución de Naciones Unidas sobre
comercio y desarrollo.
Hoy el terrible flagelo del intercambio desigual apenas se menciona en
discursos y conferencias. El comercio internacional no ha sido instrumento
para el desarrollo de los países pobres, que constituyen la inmensa mayoría
de la humanidad. Para 86 de ellos los productos básicos representan más de
la mitad de los ingresos por exportaciones. El poder de compra de esos
productos, excepto el petróleo, es hoy menos de la tercera parte del que
tenía al crearse la UNCTAD.
Aunque las cifras aburren y se repiten, no queda muchas veces otro remedio
que usar su elocuente e insustituible lenguaje.
* En los países pobres vive el 85 por ciento de la población mundial, pero
su participación en el comercio internacional es sólo un 25 por ciento.
* La deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
externa de esos países en 1964, año en que nació esta institución
de Naciones Unidas, era alrededor de 50 mil millones de dólares. Hoy alcanza
la cifra de 2,6 millones de millones.
* Entre 1982 y el 2003, es decir 21 años, el mundo pobre pagó 5,4 millones
de millones de dólares por servicio de la deuda
Servicio de la deuda
Suma de la amortización más los intereses del capital prestado.
, lo cual significa que su
actual monto ha sido pagado más de dos veces a los países ricos.
A los países pobres se les prometió ayuda al desarrollo y que el abismo
entre ricos y pobres se reduciría progresivamente; hasta llegó a prometerse
que el monto alcanzaría el 0,7 por ciento del llamado PIB
Producto interno bruto
PIB
El PIB es un índice de la riqueza total producida en un territorio dado, estimada sobre la base de la suma de los valores añadidos.
de los
desarrollados económicamente, cifra que, de ser así, ascendería hoy a no
menos de 175 mil millones de dólares por año.
Lo que el Tercer Mundo recibió como ayuda oficial al desarrollo
Ayuda oficial al desarrollo
AOD
Se denomina ayuda pública al desarrollo a las donaciones y préstamos concedidos en condiciones financieras privilegiadas, acordados por organismos públicos de los países industrializados. Es suficiente entonces que un préstamo sea otorgado a una tasa inferior a la del mercado (préstamo concesivo) para que sea considerado una ayuda, aunque luego el país beneficiado devuelva hasta el último céntimo. Los préstamos bilaterales condicionados (que obligan al país beneficiario a comprar productos o servicios al país prestamista) y la mayor parte de las deducciones de la deuda también son parte de la AOD.
Aparte de la ayuda alimentaria, se puede distinguir tres tipos de utilización de los fondos así distribuidos: el desarrollo rural, las infraestructuras y la ayuda fuera de proyecto (financiación de déficit presupuestario o de la balanza de pagos). Es este último destino el que más aumenta. Esta ayuda está «condicionada» a la reducción del déficit público, las privatizaciones, la buena conducta ecológica, la atención a los más pobres, la democratización, etc. Todas estas condiciones son definidas por los principales gobiernos del Norte y la pareja Banco Mundial/FMI. Esta ayuda pasa por tres canales: la ayuda multilateral, la ayuda bilateral y las ONG.
el pasado
año 2003 fue 54 mil millones de dólares. Ese mismo año los pobres pagaron a
los ricos 436 mil millones por servicio de la deuda. El más rico de ellos,
Estados Unidos, es el que menos cumplió la meta trazada, al destinar a esa
ayuda sólo el 0,1 por ciento de su PIB. No se incluyen las enormes sumas que
les arrebataron como consecuencia del intercambio desigual.
Adicionalmente, los países ricos gastan cada año más de 300 mil millones de
dólares para pagar subsidios que impiden el acceso de las exportaciones de
los países pobres a sus mercados.
Por otro lado, es casi imposible medir el daño ocasionado a esos países por
el tipo de relaciones comerciales que, a través de los senderos sinuosos de
la OMC
Organización Mundial del Comercio
OMC
Firmado el acuerdo el 15 de abril de 1994 y en vigencia desde el 1º de enero de 1.995, la OMC sustituye al GATT (Acuerdo general sobre aranceles y comercio). La mayor innovación introducida es que la OMC posee el estatuto de organización internacional. Su función es asegurar que ninguno de sus miembros se entregue a cualquier tipo de proteccionismo, a fin de acelerar la liberalización mundial de los intercambios comerciales, de favorecer las estrategias de las multinacionales. Está dotada de un tribunal internacional (órgano de resolución de conflictos) que juzga las eventuales violaciones de su texto fundador de Marraquech.
y los tratados de libre comercio, se imponen a los países pobres,
incapaces de competir con la tecnología sofisticada, el monopolio casi total
de la propiedad intelectual y los inmensos recursos financieros de los
países ricos.
A estas formas de saqueo se añaden otras, como la grosera explotación de la
mano de obra barata con maquiladoras que llegan y se marchan a la velocidad
de la luz, la especulación con las monedas al ritmo de millones de millones
de dólares cada día, el comercio de armas, el apoderamiento de bienes del
patrimonio nacional, la invasión cultural y otras decenas de acciones de
pillaje y robo imposibles de enumerar. Está por estudiar, ya que no aparece
en los libros clásicos de economía, la más brutal transferencia de recursos
financieros de los países pobres a los países ricos: la fuga de capital, que
es característica y obligatoria del orden económico reinante.
El dinero de todo el mundo se fuga hacia Estados Unidos para protegerse de
la inestabilidad monetaria y la fiebre especulativa que el propio orden
económico provoca. Sin ese regalo, que el resto del mundo, fundamentalmente
los países pobres, le hacen a Estados Unidos, su actual administración no
podría sostener los enormes déficit fiscal y comercial, que ascienden entre
ambos en el año 2004 a no menos de un millón de millones de dólares.
* Si hace 25 años quinientos millones de personas pasaban hambre, ahora la
padecen más de 800 millones.
* En los países pobres 150 millones de niños tienen bajo peso al nacer, lo
que aumenta el riesgo de muerte y el subdesarrollo mental y físico.
* Hay 325 millones de niños que no asisten a la escuela.
* La mortalidad infantil en menores de un año, de los países pobres, es 12
veces superior a la de los países ricos.
* 33 mil niños mueren cada día en el Tercer Mundo por enfermedades curables.
* Dos millones de niñas son forzadas a ejercer la prostitución.
* El 85 por ciento de la población mundial constituida por países pobres
consume sólo el 30 por ciento de la energía, el 25 por ciento de los metales
y el 15 por ciento de la madera.
* Son miles de millones los analfabetos totales o funcionales que habitan el
planeta.
¿Cómo pueden los líderes del imperialismo y los que comparten con él el
saqueo del mundo hablar de derechos humanos y mencionar siquiera las
palabras libertad y democracia en este mundo tan brutalmente explotado?
Lo que se practica contra la humanidad es un crimen permanente de
genocidio.. Cada año mueren por falta de alimentos, atención médica y
medicamentos, tantos niños, madres, adolescentes, jóvenes y adultos
salvables como las decenas de millones que murieron en cualquiera de las dos
Guerras Mundiales. Esto ocurre todos los días, a todas horas, sin que
ninguno de los grandes líderes del mundo desarrollado y rico dedique a ello
una sola palabra.
¿Podrá continuar indefinidamente esta situación? Decididamente no, y por
razones absolutamente objetivas.
La humanidad, después de transcurridos decenas de miles de años, ha llegado
en este minuto, y casi de repente, dado el ritmo acelerado de los últimos 45
años en que su monto más que se duplicó, a 6.350 millones de habitantes, que
necesitan ser vestidos, calzados, alimentados, albergados y educados. La
cifra ascenderá casi inevitablemente a 10 mil millones en apenas 50 años
más. No existirán ya para esa fecha las reservas de combustible probadas y
probables que el planeta tardó 300 millones de años en crear. Habrán sido
lanzadas a la atmósfera, las aguas y los suelos, junto a otros productos
químicos contaminantes.
El sistema imperialista que hoy impera, hacia el que inevitablemente fue
evolucionando la sociedad capitalista desarrollada, arribó ya a un orden
económico global y neoliberal tan despiadadamente irracional e injusto, que
es insostenible. Contra él los pueblos se rebelarán. Ya han comenzado a
rebelarse. Son estúpidos los que afirman que esto es fruto de partidos,
ideologías o agentes subversivos y desestabilizadores de Cuba y Venezuela.
Entre otras cosas esta evolución trajo consigo, de forma igualmente
inevitable dentro de las bases y normas que rigen el sistema imperante, las
llamadas sociedades de consumo. En ellas, sus tendencias despilfarradoras e
irresponsables han envenenado las mentes de gran número de personas en el
mundo, las que en medio de una ignorancia política y económica generalizada
son manipuladas por la publicidad comercial y política a través de los
fabulosos medios masivos que la ciencia ha creado.
No han sido estas las condiciones más propicias para el desarrollo, en los
países ricos y poderosos, de líderes capaces, responsables y dotados de los
conocimientos y los principios políticos y éticos que un mundo tan
extremadamente complejo requiere. No hay que culparlos, porque ellos mismos
han sido frutos y a la vez instrumentos ciegos de aquella evolución. ¿Serán
capaces de manejar con responsabilidad las situaciones políticas sumamente
complicadas que en número creciente surgen en el mundo?
Pronto se cumplirán 60 años del día en que estalló sobre Hiroshima la
primera bomba nuclear. Hoy en el mundo existen decenas de miles de esas
armas, que son decenas de veces más poderosas y precisas. Se siguen
produciendo y perfeccionando. Hasta en el espacio se programan bases de
proyectiles nucleares. Nuevos sistemas de mortíferos y sofisticados
armamentos surgen..
Por primera vez en la historia el hombre habría creado la capacidad técnica
para su total autodestrucción. No ha sido en cambio capaz de crear un mínimo
de garantías para la seguridad e integridad de todos los países por igual.
Se elaboran, e incluso se aplican teorías relativas al uso preventivo y
sorpresivo de las armas más sofisticadas "en cualquier oscuro rincón del
mundo«,»en 60 o más países", que hacen palidecer la barbarie proclamada en
los días tenebrosos del nazismo. Hemos sido ya testigos de guerras de
conquista y sádicos métodos de tortura que recuerdan las imágenes divulgadas
en los días finales de la Segunda Guerra Mundial.
El prestigio de las Naciones Unidas está siendo socavado hasta los
cimientos. Lejos de perfeccionarse y democratizarse, la institución ha ido
quedando como un instrumento que la superpotencia y sus aliados pretenden
usar únicamente para cohonestar aventuras bélicas y crímenes espantosos
contra los derechos más sagrados de los pueblos.
No se trata de fantasías ni productos de la imaginación. Es muy real el
hecho de que, en apenas medio siglo, han surgido dos grandes y mortales
peligros para la propia supervivencia de la especie: el que emana del
desarrollo tecnológico de las armas, y el que viene de la destrucción
sistemática y acelerada de las condiciones naturales para la vida en el
planeta.
En la disyuntiva a que ha sido arrastrada por el sistema, no hay otra
alternativa para la humanidad: o la actual situación mundial cambia, o la
especie corre el riesgo real de extinción. Para comprenderlo no hay que ser
científico o experto en matemáticas; basta la aritmética que se ofrece a los
niños en la enseñanza primaria.
Los pueblos se harán ingobernables. No existen métodos represivos, torturas,
desapariciones ni asesinatos masivos que puedan impedirlo. Y en la lucha por
la supervivencia, la de sus hijos y los hijos de sus hijos, estarán no sólo
los hambrientos del Tercer Mundo; estarán igualmente todas las personas
conscientes del mundo rico, sean trabajadores manuales o sean trabajadores
intelectuales.
De la crisis inevitable, y mucho más temprano que tarde, saldrán pensadores,
guías, organizaciones sociales y políticas de la más diversa índole que
harán el máximo esfuerzo por preservar la especie. Todas las aguas se unirán
en una sola dirección para barrer obstáculos.
Sembremos ideas, y todas las armas que esta civilización bárbara ha creado
sobrarán; sembremos ideas, y la destrucción irremediable de nuestro medio
natural de vida podrá impedirse.
Cabría preguntarse, si no es ya demasiado tarde. Soy optimista, digo que no,
y comparto la esperanza de que un mundo mejor es posible.
Fidel Castro Ruz
Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba
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