Italia, se reactualiza la unidad antifascista
15 de abril por Sergio Ferrari

Presentación de Grand Hotel Coronda en Viareggio Italia. Foto: Sergio Ferrari.
En medio de una Italia confrontada con la protesta ciudadana contra el aumento de la militarización, una experiencia antidictatorial de la Argentina de los años 70 refuerza el concepto de unidad.
Europa vive las últimas semanas en ebullición. El aumento del presupuesto para gastos militares pasó a convertirse en un tema prioritario de su agenda política. Impuesto por Donald Trump, acatado dócilmente por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN
Organización del Tratado del Atlantico Norte
OTAN
Este organismo asegura a los Estados europeos la protección militar de los Estados Unidos en caso de agresión, pero, sobre todo, ofrece a los Estados Unidos la supremacía en el bloque occidental. Los países de Europa Occidental aceptaron la integración de sus fuerzas armadas en un sistema de defensa puesto bajo el mando estadounidense, reconociendo de hecho la preponderancia de los Estados Unidos. Fue fundada en 1994 en Washington, y pasó a un segundo plano acabada la guerra fría. En el año 2002 se componía de 19 miembros: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y el Reino Unido, a los que se sumaron Grecia y Turquía en 1952, la República Federal de Alemania en 1955 (sustituida por la Alemania unificada en 1990), España en 1982, Hungría, Polonia y la República Checa en 1999.
) y la Unión Europea (UE), esta prioridad se convierte ahora en debate nacional en cada país del Viejo Mundo.
Cerca de 100 mil personas se manifestaron el sábado 5 de abril en Roma. Convocadas por diferentes fuerzas políticas y movimientos de la sociedad civil, levantaron su voz crítica contra los actuales planes armamentistas.
La multitudinaria manifestación que recorrió el centro de la capital italiana expresó su oposición a la propuesta de rearme promovida por la Comisión Europea. Los organizadores de la marcha que salió de la Plaza Vittorio y concluyó en los Fori Imperiali expresaron su sorpresa por la enorme concurrencia al tiempo que reiteraban sus críticas contra el Gobierno de Giorgia Meloni y las directivas militaristas de la UE.
Desde su reciente asunción como presidente, Donald Trump ha insistido en que reducirá significativamente los fondos que Estados Unidos destina a la OTAN para la defensa europea. Desafió así a la UE a aumentar significativamente y a corto plazo sus propios gastos militares. En el trasfondo de esta imposición prevalece el impacto de la actual guerra entre Rusia y Ucrania. Mayoritariamente, la Unión Europea tomó decidido partido a favor de Kiev debido a sus temores de que Ucrania sea un anticipo de nuevas ofensivas rusas contra otros países del continente.
En este marco, desde hace varias semanas la UE ha estado promoviendo la propuesta «ReArmar Europa». La misma busca reforzar el suministro de equipos estratégicos, como sistemas de defensa aérea y antimisiles, artillería, misiles de diverso alcance, municiones, drones y anti drones. Objetivo principal: asegurar y reforzar el apoyo militar a Ucrania. Esta propuesta prevé un aumento astronómico de los gastos militares aunque esto signifique un desborde de las férreas restricciones fiscales actuales impuestas por la propia UE. Se pretende así que cada uno de los 27 estados miembros de la Unión Europea destine a corto plazo al presupuesto militar un mínimo de un 2% de su respectivo Producto Interno Bruto
Producto interno bruto
PIB
El PIB es un índice de la riqueza total producida en un territorio dado, estimada sobre la base de la suma de los valores añadidos.
(PIB). De ser necesario, este porcentaje podría alcanzar un 4% o incluso un 5% a mediano plazo.
Según cálculos muy globales, si cada país dedicara a la defensa un 1,5% de su PIB, el total ascendería a 650.000 millones de euros (715.000 millones de dólares). Adicionalmente, se destinarían préstamos por un monto de 150.000 millones de euros (165.000 millones de dólares) para mejorar la capacidad defensiva, fundamentalmente con materiales y armamentos fabricados en Europa misma. Un análisis reciente de la Televisión Euronews comenta que las autoridades continentales están evaluando fuentes de financiación adicionales para la defensa, como la movilización de recursos privados, la coordinación de contratos conjuntos para asegurar un mercado más eficiente, la reducción de costos y una mayor competitividad del sector de armamentos.
La reciente protesta política y ciudadana en Roma tuvo un particular valor simbólico: fue una de las primeras de este tipo y con significativa participación en un país de la Unión Europea en la actual coyuntura. Una proclama suscrita por las organizaciones convocantes enfatizó que “en 2025, millones de ciudadanos y empresas se verán abrumados por un torbellino de aumentos de precios sin precedente”, con “facturas altísimas, salarios insuficientes y un sistema de salud colapsado”, mientras que “el Gobierno sigue destinando miles de millones de dólares al gasto militar”.
Entre las organizaciones que se dieron cita en la protesta antimilitarista de Roma se encuentra la Asociación Nacional de Partisanos de Italiana (ANPI), una de las más activas y desarrolladas en ese país [1].
ANPI prioriza el trabajo de la memoria histórica. Así, por ejemplo, y de cara al 80 aniversario de la Liberación de Italia el próximo 25 de abril, promueve conjuntamente con una decena de organizaciones miembros del Foro de Asociaciones Antifascistas y de Resistencia un manifiesto nacional con el nombre de “Viva la Liberación”. “El sentido profundo y la necesidad de Liberación recorre y urge todos los lugares y esperanzas del país”, sostiene la ANPI. Consistente con este espíritu, le encargó la ilustración temática del manifiesto a los presos del Laboratorio Artemisia de la Cárcel de Milán-Bollate.
Los últimos días de marzo y la primera semana de abril, militantes, adherentes y simpatizantes de ANPI también participaron junto con miembros de otras organizaciones sociales, políticas y culturales de la región de Toscana en varias actividades sobre la Memoria en Argentina. Fueron nueve encuentros públicos con más de 350 asistentes en Pisa, Lucca, Firenze, Livorno, Viareggio, Vicopisano, Poggibonsi y Volterra para la presentación del libro Grand Hotel Coronda con la participación de dos ex presos políticos de la cárcel argentina de ese mismo nombre. Se trata de la edición en italiano de Del otro lado de la Mirilla. Olvidos y Memorias de ex presos políticos de Coronda 1974-1979, concebido y publicado originalmente por la Asociación civil El Periscopio.
Este diálogo sobre las experiencias vividas en Argentina durante la dictadura, así como la laboriosa tarea reconstrucción de la memoria colectiva en ese país sudamericano, “enriquece nuestro propio trabajo de memoria y resistencia social en la Italia de hoy”, compartió con este corresponsal Mauro Rubichi, antiguo dirigente sindical, militante social de Livorno y uno de los promotores de esta gira.
Para Rubichi, quien además preside la Asociación de Solidaridad Italia-Nicaragua en esa ciudad portuaria, “en momentos complejos de la coyuntura mundial, donde el negacionismo de Javier Milei en Argentina coincide con las políticas también negacionistas y antisociales de Giorgia Meloni en Italia y de la nueva dirigencia en Estados Unidos, es fundamental reforzar la solidaridad internacional”. Para Rubichi es necesario hablar un solo idioma, el de la resistencia activa a esta “internacional reaccionaria, de la muerte, que apuesta a la segregación social, a la xenofobia, al negacionismo histórico y climático, que combate las diversidades y que se apoya en la represión como método de acallar toda protesta”.
Si bien estas fuerzas reaccionarias existieron siempre, acota Rubichi al tiempo que trae a la memoria el caso del nazismo y del fascismo, “hoy es particularmente preocupante porque vuelven a ser Gobierno y ganaron el poder en muchos países. En otros, como en Francia, están al acecho esperando su oportunidad para gobernar”.
La síntesis del experimentado militante de la solidaridad internacional no tarda en llegar: “Si algo nos enseña la lectura del libro Grand Hotel Coronda, es que solo una resistencia colectiva, unitaria, profundamente humana y fraterna, puede permitir vencer en situaciones muy difíciles como las que se vivieron en Coronda y otras cárceles de Argentina”. Y concluye: “Unidad, unidad y más unidad. Esa es la clave de las victorias de ayer y de las resistencias actuales. En Italia y en Argentina, en cada rincón del mundo. Sin una profunda unidad es casi imposible sobreponerse al poder reaccionario en situaciones de relación de fuerzas tan desfavorable”.
Italia se moviliza hoy contra el aumento presupuestario para gastos de defensa, que atenta y debilita los logros sociales. De esta manera reivindica una resistencia que incorpora, también, el trabajo de memoria histórica: la memoria como antídoto para evitar la repetición de situaciones brutales. Apuesta importante, aunque no suficiente, si no se logra una férrea unidad en la acción.
es periodista argentino radicado en Suiza. Acreditado ante el Gobiero suizo. Colaborador regular de diversos medios suizos, europeos y latinoamericanos.
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