(El Nuevo Día, 4 febrero 2014)
7 de febrero de 2014 por Rafael Bernabe
Puerto Rico (San Juan)
La degradación de los bonos del gobierno es inminente. Esto agravará la crisis económica y fiscal.
La deuda pública es una dimensión de la crisis en todo el mundo. No es resultado de gasto público excesivo o de programas sociales demasiado generosos, sino de políticas que han privilegiado grandes intereses sobre el bien social. Incluyen la reducción de impuestos al gran capital y medidas de desreglamentación y privatización. ¿Resultado neto? La crisis global de 2008. Por otro lado, la reducción de impuestos al capital promueve el déficit público, que se cubre con una deuda creciente.
En Puerto Rico esto se mezcla con la política de exención contributiva que priva al gobierno de recursos y no genera crecimiento (lo cual también reduce los recaudos). El resultado es una crisis económica y de las finanzas públicas. Tenemos que atender ambas conjuntamente.
Actualmente se gastan $3.7 mil millones anuales en el pago de intereses. Esto es más que la nueva deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
promedio emitida anualmente desde 2000. Esta deuda no puede seguirse pagando hoy sin imponer nuevas medidas empobrecedoras.
Puerto Rico está ante un dilema: dentro del estancamiento actual la deuda es impagable, pero no podemos salir de la estructura actual mientras sigamos bajo el peso de la deuda. Tenemos que romper ese nudo. Hay que declarar un estado de emergencia social y suspender el pago de la deuda como primer paso de un proceso de reconstrucción económica y social.
Una moratoria limitará las fuentes de fondos en los mercados por un tiempo. Pero no tendremos que pagar $3.7 mil millones del servicio de la deuda
Servicio de la deuda
Suma de la amortización más los intereses del capital prestado.
. Será necesario un plan de emergencia de infraestructura y servicios que deben asegurarse prioritariamente. Moratoria no es cancelación: es abrir paso a una renegociación de los términos de la deuda.
En algunos países se ha enfrentado el problema rescatando a los bonistas e imponiendo medidas de austeridad al pueblo. El Banco Central
Banco central
Entidad que, en un Estado, se encarga generalmente de la emisión de billetes de banco y del control del volumen de moneda y crédito. En España es el Banco de España quien asume dicho rol, bajo el control del Banco Central Europeo (BCE, ver más abajo).
El Banco Central de un país gestiona la política monetaria y tiene el monopolio de la emisión de la moneda nacional. Proporciona moneda a los bancos comerciales a un precio determinado por las tasas directoras, que son fijadas por el proprio banco.
Europeo y el Fondo Monetario Internacional
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
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han prestado para que los gobiernos paguen a los acreedores que así quedan a salvo. Luego, para pagar la nueva deuda, se imponen a los pueblos medidas de austeridad. En fin: se exprime al pueblo para rescatar las grandes empresas. Por eso esa política encuentra la resistencia de movimientos que promueven la moratoria en España, Portugal, Grecia, Islandia, entre otros países. En Puerto Rico esa política podría tomar la forma de la compra de parte de la deuda por una agencia federal: las finanzas del gobierno quedarían en manos de ese organismo, que procedería a imponer las medidas de austeridad. Esa salida no sería ni justa ni democrática.
Sin duda la estructura económica existente es un desastre para Puerto Rico, y para el pueblo de Estados Unidos. Conviene a los dos reconstruir nuestra economía para que con su esfuerzo y creatividad nuestro pueblo pueda proveerse de los medios necesarios para una vida digna. Conviene al gobierno federal aportar a la creación de una economía que necesite cada vez menos aportaciones.
El camino que proponemos puede ser arduo. Pero el camino ya es arduo e impone cada vez más grandes sacrificios. ¿Queremos que sirvan para perpetuar la realidad actual y las ganancias de unos pocos o que sean el punto de arranque de un Puerto Rico más democrático, más solidario y sustentable?
¿Permite la Constitución del ELA tal medida? El fundamento de la Constitución es la dignidad del ser humano. Ante una situación crítica ese principio debe prevalecer. ¿Es compatible la dignidad del ser humano y colocar el servicio de una deuda por encima de los servicios esenciales? En todo caso, como ocurrió en Islandia, que se pregunte al pueblo en referéndum o se le consulte para enmendar la Constitución.
Puerto Rico no es chatarra. Chatarra ha sido la política de sus gobernantes. Puerto Rico puede salir de la crisis en que lo han enterrado. Para eso necesita compromiso, serenidad y audacia.
es investigador de historia, profesor de literatura en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y portavoz del Partido del Pueblo Trabajador.
Puerto Rico
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