(Jean-Philippe Lacour). La prensa alemana ha montado en cólera tras el anuncio por el Banco Central Europeo (BCE) de un paquete de medidas tan amplias como inéditas con vistas a combatir la baja inflación en la zona del euro [véase más abajo el artículo de C.-A. Udry]. El diario económico Handelsblatt publicaba este viernes 11 de marzo, en portada, un fotomontaje en el que aparece el presidente del BCE, Mario Draghi, encendiéndose un cigarro con un billete de 100 euros y con un pie que dice: “Sin reparar en daños. El juego peligroso de Mario Draghi con el dinero de los ahorradores alemanes”. Un título que por lo demás apareció la víspera en las páginas interiores del diario, a la manera de un tráiler, como si la reunión del jueves del BCE no hubiera cambiado ni un ápice de la constatación previa…
En cambio, según el editorialista, lo que es nuevo y resulta inquietante es que “el mercado ha perdido la confianza en Mario Draghi, el mago de los mercados”. El periódico aduce como prueba, que tras la llamarada bursátil del jueves, después de la avalancha de medidas anunciadas por el BCE, las plazas financieras se han rendido a la desilusión.
“Daños colaterales enormes”
El veredicto: “Draghi y su tropa se han cavado ellos mismos un pozo del que a duras penas pueden salir. Y ahora lo ahondan todavía más”. En el camino hacia el objetivo de elevar la inflación hasta el 2 % –objetivo que resulta “ilusorio”–, el BCE provocará “enormes daños colaterales”, generando diversas “burbujas financieras”, fragilizando todavía más a los bancos y expropiando a los ahorradores. El BCE está por tanto en vías de “perder la confianza”, incluso, entre sus más fervientes partidarios durante la crisis financiera.
“El presidente del BCE, Mario Draghi,ha tomado el camino equivocado”, insiste el diario de “centroizquierda” Süddeutsche Zeitung [un diario importante y de calidad, publicado en Múnich]. “Devalúa el dinero sin generar crecimiento. En vez de ello, expropia de hecho a los ahorradores y se priva de armas para combatir la verdadera crisis que podría extenderse pronto por todo el mundo. Los corredores de bolsa y los políticos se han habituado al dinero barato como a una droga, que según ellos resolverá sus problemas. En vez de ello, todos vamos a notar sus efectos secundarios. El presidente del BCE ha puesto fuego a todo su arsenal. ¿Con qué dinero sostendrá a Europa si se produce una nueva gran depresión como la de 2008? Mario Draghi está arruinando el porvenir de Europa”, concluye el diario bávaro.
“Draghi no conoce límites”
El diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung subraya a su vez que “Draghi no conoce límites, ya que el propio BCE declara que todo lo que hace es coherente con su mandato. Esto es peligroso para un órgano independiente de la política como un banco central. Sin embargo, el Tribunal de Justicia Europeo, contrariamente al dictamen del Tribunal Constitucional alemán relativo a la compra de bonos del Estado por la poderosa institución europea, le ha entregado un salvoconducto pese a que el BCE no está sometido a ningún control democrático, aparte del hecho de que son los jefes de Estado y de gobierno quienes designan a sus administradores”, señala del diario de Fráncfort.
Tipo de refinanciación rebajado a cero, tipo de interés de los depósitos negativo, compra de activos en cantidades cada vez mayores… Para Die Welt, “el BCE conoce asimismo los enormes riesgos de semejante política monetaria. El hecho de que los guardianes del euro mantengan impertérritos su rumbo hacia una ‘terra incognita’ monetaria refleja el aumento de una sensación de desespero”. Porque, por sí sola, la política de tipos de interés bajos que se aplica desde hace años no ha dado prácticamente ningún fruto, afirma el periódico.
“Draghi Reloaded”
El diario bursátil BörsenZeitung recurre a la metáfora cinematográfica: “Si se tratara de una película con el presidente del BCE de protagonista, se podría titular ‘Draghi reloaded’. Sin embargo, como sucede a menudo con este género de películas con secuelas, el nuevo episodio no convence en absoluto, cosa que no sólo se debe a la reacción de los mercados”, estima el periódico. Es cierto que el argumento de Mario Draghi pesa cuando dice que no hacer nada tendría un efecto catastrófico para la economía a corto plazo, pero “los riesgos a largo plazo, al sobreactuar, resultan mucho más graves en un estado de urgencia. Esto afecta a la estabilidad financiera, al tejido sociopolítico y finalmente a la confianza de los ciudadanos en una divisa y en el dinero. Que esta última se pierda no puede ser del interés de ‘Supermario’”.
Finalmente, el diario popular Bild ha querido, sobre todo, prestar servicio a sus lectores: invertir en acciones o en inmuebles o guardar el dinero debajo del colchón, esto se pregunta todo el mundo. De ahí el dossier titulado “Tipos al 0 %: qué hacer con su dinero”, donde “su dinero” está destacado en azul como la corbata de Draghi. De modo que el quisquilloso ahorrador alemán todavía puede hallar motivos para amoldarse a la política del dinero barato…
11/03/2106
***************
Los cañones de Draghi y los “bonosCoCo”
Charles-André Udry
“El BCE ha reducido así su principal tipo rector, el tipo de refinanciación, que pasa del 0,05% al 0% a partir del 16 de marzo. Cosa insólita: significa que los bancos y similares podrán tomar prestado gratuitamente de la institución monetaria. El tipo de descuento (tipo de interés del mercado monetario para préstamos a muy corto plazo, de algunos días) pasa del 0,30% al 0,25%. El tipo de depósito desciende otros 10 puntos básicos para quedar en el –0,40 %. Varios ‘expertos bancarios’ anticipaban una reducción al –0,50 %. Asimismo, se ha discutido la posibilidad de un sistema de tipos negativos diferenciados, en función del importe de los depósitos, pero esto todavía no está a punto. Habrá que esperar. Estos tipos bajos, muy bajos, deberían mantenerse durante mucho tiempo, más allá del final del programa de compra de activos,que seguramente durará hasta marzo de 2017. En principio no deberían bajar todavía más”, declaró Mario Draghi en su conferencia de prensa.
El BCE ha revisado a la baja sus previsiones sobre la tasa de inflación: del 1% al 0,1% en 2016; al 1,3% en 2017 (antes era del 1,6%); y al 1,6% en 2018. Lo mismo ha hecho con las 0previsiones de “crecimiento” del PIB: al 1,4% en 2016; al 1,7% en 2017; y al 1,8% en 2018. En lo que respecta a la distensión monetaria (léase inyección de liquidez), la huida adelante es impresionante: el montante mensual pasa de 60 000 a 80 000 millones de euros al mes. Sobre todo, el BCE intervendrá directamente en el mercado de crédito a las empresas a partir de abril de 2016, al dotarse de la capacidad para adquirir las obligaciones emitidas por las llamadas empresas de buena calidad (rúbrica “inversión”). Sin embargo, esto puede referirse de hecho a empresas endeudadas que han acumulado cadáveres en sus armarios (deudas diversas), como Foxconn (que tiene una plantilla de un millón de trabajadores en China continental y trabaja, entre otros, para Apple) ha descubierto en Sharp. Ambas empresas son taiwanesas y por tanto se conocen de cerca. Foxconn, sin embargo, no se ha percatado hasta el último momento.
Pero esto no basta: el BCE eleva ahora el límite de recompra de una misma serie de obligaciones del 33% del número de títulos emitidos al 50%, pero únicamente para los títulos emitidos por las organizaciones internacionales y los bancos de desarrollo supragubernamentales. En otras palabras, se hace cargo del 50% de esa parte de la deuda… ¿Y si todo sale mal? Podemos apostar que este es un primer paso en esa dirección. Un ensayo. En caso de que todas las señales se pongan en rojo chillón, el límite de recompra podrá incrementarse para empresas privadas. Finalmente, se propondrán nuevos programas de financiación a largo plazo (TLTRO) a los bancos, de cuatro años de duración y con un tipo de refinanciación ¡del 0%! Si el volumen de préstamos de un banco es superior a cierto nivel, podrá beneficiarse de tipos negativos hasta un –0,40 %. En otras palabras, los bancos cobrarán dinero del BCE ¡por prestar! Claro que hace falta que puedan prestar, que las empresas quieran invertir en la coyuntura actual, sin lo cual solo se hinchará la “burbuja financiera” (o mejor dicho, las burbujas).
No obstante, el BCE responde también (y sobre todo) a informaciones que posee –a pesar de los debates internos– sobre la mala situación de numerosos bancos en el ámbito de los “bonos CoCo”. Un “bono CoCo” es una obligación convertible. Inicialmente se venden como obligaciones: un título de crédito que representa una parte de un préstamo a largo plazo, emitido por una empresa, por un Estado y, más en general, por una persona jurídica. Sin embargo, estas obligaciones pueden transformarse en “equities” (es decir, en acciones, o más exactamente en participaciones en el capital). Los “bonos CoCo” son producto de la llamada ingeniería financiera, concebidos cuando la crisis de 2008.
Hubo un periodo de euforia, pues los rendimientos eran del orden del 7,8 y 9%, frente a poco más del 1% de la obligación tradicional. Y –colmo de la audacia de los reguladores e ingenieros financieros– los “bonos CoCo” pasaban por ser “fondos sólidos” que respetaban, por tanto, los reglamentos hechos para que lo fueran. Sin embargo, la cotización (el precio) de estos bonos vuelve a descender, como no podía ser de otra manera tras un ascenso hasta la copa de los árboles, pero no hasta el cielo.
La inflexión es clásica: hay que desprenderse de los “CoCos” antes de que caigan en la grieta.Sin dos bolsas demasiado pesadas, pero con un piolet y una cuerda con gancho, se podrá detener la caída e incluso remontar, siempre que la grieta tenga donde agarrarse. Por efecto de la gravedad, paradójicamente, los “bonos CoCo” no se han convertido en capital, pues la situación no es especialmente atractiva en este sector. Una lectura de este proceso resulta útil para comprender la inquietud que rodea al Deutsche Bank y a los bancos italianos rebosantes de créditos dudosos. Sin hablar de la quiebra del mayor banco portugués –Banco Espirito Santo– hace 19 meses, quiebra que ha hecho sonar la alarma a escala europea. La crisis financiera está madurando en la Europa capitalista.
Esto sucede en una situación en que no habrá ninguna subida significativa del precio del petróleo hasta 2020, cuando surta sus efectos la caída actual de las inversiones en la búsqueda y por tanto empiece a notarse una “penuria”. Paralelamente, la situación se degrada en diversas economías, como China y Brasil, sin hablar de Nigeria o de Sudáfrica. Además, sucede en medio de un clima de guerras reales. La caída de los precios de los “CoCos” es la expresión de una crisis cuyas raíces se nutren de una crisis combinada de sobreproducción y de sobreacumulación de capital, así como de “gobernanza” de las principales instituciones nacionales e internacionales, de la OMC al BCE, con sus contradicciones internas que traducen en parte los conflictos interimperialistas subyacentes. Estos últimos se prolongan con los que enfrentan a Rusia con EE UU, a China con EE UU, y entre ellos en Oriente Medio, etc.
Hay que resituar todo esto en un proceso en que la destrucción de capital –condición necesaria para el relanzamiento, pero no suficiente– no ha estado a la altura de las expectativas de las élites del capital transnacionalizado y de la política de sus Estados de referencia. De ahí la prolongación de una ofensiva de gran envergadura por incrementar la plusvalía absoluta (jornada laboral, intensidad, etc.) y la plusvalía relativa (rebajar el coste de reproducción de la fuerza de trabajo).
Traducción: VIENTO SUR
Fuente :Viento Sur
Économiste, animateur des Éditions Page deux et de la revue politique en ligne À l’encontre, est membre du Mouvement pour le socialisme (Suisse).