Tanto el número de huelguistas como la participación masiva en las manifestaciones son históricos. La intersindical afirma que hubo más de dos millones de manifestantes en las calles.

Tanto el número de huelguistas como la participación masiva en las manifestaciones son históricos. La policía, que tiene interés en subestimar la importancia del movimiento, habla de 1,2 millones de manifestantes. La intersindical afirma que hubo más de dos millones. El porcentaje de huelguistas fue muy elevado: más del 70 % en la educación, todos los transportes paralizados, una significativa participación de trabajadores y trabajadoras del sector privado. Las movilizaciones en las calles fueron impresionantes: centenares de miles en París (el Ministerio del Interior minimiza la cantidad y habla de 80.000, la intersindical dice que hubo 400.000 personas), 50.000 en Burdeos, 20.000 en Le Mans, 50.000 en Toulouse (Tolosa de Llenguadoc); más de 100.000 en Marsella, de 15.000 a 20.000 en Nîmes, 3.500 en Alençon, 4.000 en Compiègne, 20.000 en Niza, 7.000 en Agen y Montauban, 4.000 en Gap, 15.000 en Avignon, 50.000 en Nantes, 10.000 en Saint-Nazaire, 20.000 en Ruan, 35.000 en Le Havre, 15.000 en Bayona y Pau, 13.000 en Quimper, 13.500 en Brest, 11 en Angoulême, 10.000 en Poitiers, 13.000 en Angers, 2.000 a 3.000 en Albertville…

Un hecho muy importante para explicar el éxito de las manifestaciones: la movilización de la juventud y de los mayores de 50 años. En resumen, diferentes generaciones se reunieron en las calles.

Desde hace semanas, el gobierno, con el sostén de los grandes medios de comunicación y, especialmente, de la radio y la televisión públicas, afirmaban que el llamamiento a una huelga y a manifestarse fracasaría, y que, por lo tanto, era completamente inútil. Pues recibió un desmentido “lacerante”.

Durante semanas, el gobierno afirmó que el presidente Emmanuel Macron había recibido el mandato de modificar el sistema de pensiones en las elecciones de 2022. Y eso es totalmente contrario a la verdad, ya que una gran parte de los votos que consiguió Macron en la segunda vuelta estuvieron motivados por el rechazo a la perspectiva de ver a Marine Le Pen como presidenta. Además, el sector presidencial fue minoritario en las elecciones legislativas. Todas las encuestas de los últimos meses indicaban que 2/3 de las personas interrogadas se oponían a esa reforma de las pensiones.

El gobierno utiliza el pretexto del aumento de la deuda pública y del pretendido déficit del sistema de pensiones para justificar su política antisocial

La política del gobierno no es legítima: mientras sabe muy bien que la mayoría del pueblo rechaza esa reforma, espera contar con: 1. El agotamiento del movimiento; 2. El apoyo de la “oposición” de derecha para votar la nueva ley de pensiones.

La política del gobierno francés está teniendo la misma evolución autoritaria del ejercicio del poder que se constata a escala mundial.

El discurso del gobierno es también mentiroso ya que pretende que la esperanza de vida en buena salud no deja de aumentar, aunque una serie de estudios muestran que hay una degradación de las condiciones de vida en curso, y que en algunos países del Norte (Estados Unidos, por ejemplo) la esperanza de vida disminuyó desde 2020.

El gobierno utiliza el aumento de la deuda pública y el pretendido déficit del sistema de pensiones para justificar su política antisocial.

El CADTM Internacional aporta con entusiasmo su apoyo al movimiento social en Francia. Una victoria de éste sería una victoria para todos los pueblos de Europa y del resto del mundo.