Los directorios del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, que se reunieron el 14 y 15 de abril en Washington, tropezaban con tremendas dificultades.
¿Qué es lo que estaba en juego en las reuniones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) que tuvieron lugar en Washington?
Éric Toussaint : Las instituciones han hecho un balance de la coyuntura internacional y obtener así una evaluación de sus iniciativas. Este año tendrán que afrontar grandes desafíos, ya que nunca estuvieron tan debilitadas. Sus ingresos están bajando, al punto que el FMI no tiene ni siquiera para pagar a sus alrededor de 2 500 funcionarios de alto nivel, que son bien remunerados para aconsejar a los países más pobres que reduzcan la remuneración de sus funcionarios. En cuanto al Banco Mundial, sufre porque los países con medianos ingresos, como Brasil o México, hacen mucho menos uso del Banco. Son, en efecto los intereses de los préstamos a esos países que le permiten mantenerse.
He allí los síntomas. Pero la razón fundamental de las dificultades de esas instituciones es que los países en vía de desarrollo (PVD) nunca dispusieron de tantas reservas de divisas. La baja de las tasas de interés estadounidense, decidida por los Estados Unidos para relanzar su economía después de la crisis y el crack de la bolsa de 2000-2001, arrastró una caída de las tasas de interés a nivel mundial, que logró una distensión en los países endeudados. Además, manteniendo con ello el consumo de las familias, los Estados Unidos acrecentaron significativamente, de 2002 a 2004, las exportaciones de China, que tuvo necesidad de materias primas. El precio de esas materias primas y los volúmenes exportados por los países pobres, que son sus principales productores, han en consecuencia aumentado. De esta manera 135 de los 165 PVD vieron crecer sus reservas, y las reservas acumuladas por los PVD llegan actualmente a 3 000 miles de millones de dólares, contra 160 mil millones para los países de la zona euro y menos de 40 mil millones para los Estados Unidos.
Pero para el FMI y el Banco Mundial, siendo sostenidos por los países más ricos, las dificultades actuales no son sino pasajeras...
Dos iniciativas importantes tienden a probar lo contrario. China reemplaza cada vez más a esas instituciones prestando especialmente a los países africanos, para consolidar sus relacione comerciales con ellos. Segundo fenómeno: Argentina y Venezuela junto con Brasil, Ecuador, Bolivia y Paraguay, crearon un Banco del Sur, dotado de un capital de partida de 7 mil millones de dólares. El banco financiará por ejemplo a Bolivia, que ha decidido la nacionalización del gas y del petróleo, y que tiene necesidad para ello de de dotarse de un complejo industrial de transformación de hidrocarburos. La Paz no tendrá necesidad de acudir al BID, que está relacionado con el Banco Mundial, ni al FMI.
Ecuador decidió de pasar la parte de su presupuesto destinado a rembolsar la deuda externa de 38%, a principios de 2007, al 11% en 2010. Actualmente esta ya en el 28%. Además las nuevas autoridades anunciaron que pondrán fin a los reembolsos de deudas ilegítimas. En paralelo, la parte de los gastos sociales debería pasar del 12% al 38% en 2010.
Lo que usted describe se parece a una rebelión...
Es la primera vez, en veinte años, que se observa un fenómeno de esta magnitud. Es un viraje histórico. Pero las grandes potencias industriales, aliadas a China, desean hacer bajar los precios de las materias primas. El Banco Central estadounidense aumenta las tasas de interés para atraer los capitales que fueron a los PVD y reducir el déficit norteamericano. Sus homólogos europeos y japoneses proceden de manera similar. Si, además, los precios de las materias primas bajan, las reservas en divisas de los países del Sur van a evaporarse. Es una carrera de velocidad: ¿los países del Sur tomarán iniciativas para transformar la situación de manera durable a su favor? Yo diría que hay una posibilidad entre dos de que se retome el camino de una nueva crisis de la deuda de acá a dos, tres o seis años. Para evitar una nueva crisis de la deuda, haría falta que los países del Sur paren de rembolsar las deudas ilegítimas y que no recurran más a financiamientos externos.
Del lado de los apoyos altermundialistas: ¿las movilizaciones se debilitaron?
La cantidad de personas en la calle disminuyó por una simple razón : el Banco Mundial hizo su última gran reunión en Singapur en septiembre 2006, donde toda manifestación de más de seis personas estuvo prohibida ; y en los Estados Unidos, la prioridad para sus movimientos altermundialistas es la lucha contra la continuación de la guerra. Pero para el G8 de Rostock, en Alemania, que comenzará el 5 de junio, prevemos una manifestación de 100 000 personas, el 2 de junio, y posteriormente actividades de bloqueo y de desobediencia civil.
Eric Toussaint : Autor de Banco mundial, el golpe de estado permanente, El Viejo Topo, Barcelona, 2007.
Traducción: Guillermo Parodi
doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.
Es autor de diversos libros, entre ellos: Banco Mundial. Una historia crítica, El Viejo Topo, 2022 Capitulación entre adultos. Grecia 2015: Una alternativa era posible, El Viejo Topo, Barcelona, 2020; Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoria Integral del Crédito (CAIC) del Ecuador en 2007-2011.
Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.