Mientras condenó la celebración de unas elecciones ilegales en Honduras;
donde por ende se ha legitimado un golpe de Estado militar, el escritor y
periodista uruguayo celebró el triunfo de la izquierda en los comicios
presidenciales de segunda vuelta en su país.
El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano consideró que la
celebración de una elecciones ilegítimas en Honduras, organizadas bajo un
régimen golpista, es una vergüenza para Latinoamérica, que además
representan un «accidente que espero no tenga mayores consecuencias» en
la región.
En entrevista concedida a teleSUR, Galeano criticó a Estado Unidos por
apoyar el ilegítimo comicio de Honduras, organizado por el régimen de facto
que se instaló en ese país centroamericano luego del golpe de Estado
contra el presidente constitucional, Manuel Zelaya.
Además, expresó su complacencia por el resultado de las elecciones que
también se celebraron en su país, donde el candidato del prograsista Frente
Amplio, José ’’Pepé’’ Mujica resultó electo como el nuevo presidente del
Uruguay.
A continuación teleSUR presenta el texto completo de la entrevista:
¿Qué balance nos hace de esta jornada cívica de vivió su país, y de un
nuevo triunfo del Frente Amplio?
Es una jornada de afirmación democrática, este es un pueblo al que le
gusta votar, a los uruguayos nos gusta votar, es una especie de orgasmo
nacional que nos da con cada elección, y no siempre nos va bien, a veces
sí a veces no.
Acá hubo tres elecciones, una con la victoria del Frente Amplio que por
supuesto celebro y comparto, soy parte de todo eso, y otras dos en las que
no nos fue bien, por sólo un puntito perdimos el plebiscito contra la Ley de
Impunidad que era muy importante, porque sigue siendo un palo metido en
la rueda de la democracia. Esta Ley que consagra la impunidad de la gente
de uniforme, y después también perdimos por un poquito más, ajustado
también, pero perdimos, el otro plebiscito que era el que reconocía el
derecho del voto a los uruguayos en el exterior, porque todavía estamos
presos de esa ceguera burocrática que confunde la identidad con el
domicilio, dime dónde vives y te diré quién eres, y uno es quien es más allá
del lugar donde vive.
Fue muy injusto ese resultado que dejó afuera a una cantidad enorme de
electores, sobre todo uruguayos muy jóvenes que son la mayoría de los que
han tenido que emigrar en búsqueda de otros horizontes, nadie se va
porque quiere, y encima el país los castiga expulsándolos. Después les
vuelve a castigar negándoles el voto y esas fueron las dos caras tristes,
digámoslo, pero la tercera fue una buena cara. Yo creo que el Frente ha
ganado y ha ganado para profundizar los cambios
¿Cómo supone que será la gestión de Mujica y cuáles serían sus
principales desafíos?
Bueno lo que yo espero es que el Frente mantenga lo más importante, que
es su diversidad. El Frente Amplio es diverso, expresa la diversidad de la
sociedad uruguaya, que es una sociedad, creo, profundamente
democrática, que no confunde la unidad con la unanimidad, que por ende
está bastante vacunada contra el pecado capital de algunos partidos de
izquierda de América Latina. La verdadera unidad no es aquella que nace
de la unanimidad, sino de la unidad en la diversidad, la que escucha las
diferentes voces que le reúne en el orden social, que son por suerte
múltiples. Lo mejor que el mundo tiene es la cantidad de mundos que el
mundo contiene, y lo mejor que la democracia tiene es la cantidad de voces
que la democracia permite que se expresen.
¿Paralelamente a estas elecciones en su país, se realizan otras en
Honduras, que análisis hace usted sobre esto?
Lo de Honduras es una vergüenza, lo de Honduras es bochornoso, y es
bochornoso lo que ha sucedido con Estados Unidos con el gobierno de
(Barack) Obama, sobre las expectativas que Obama había despertado, que
están siendo defraudadas en América Latina y en el mundo entero, también
en Irak y Afganistán. Lo de Honduras no me llama la atención porque lo que
pasa con Estados Unidos, que es un país entrenado para fabricar
dictaduras militares. Llevan un siglo y medio fabricando dictaduras en
América Latina, entonces no pueden defender la democracia en Honduras.
Al principio pareció que lo querían hacer y hacerlo bien, pero al final se
arripintieron porque les falta training (entrenamiento) a los futboleros,
podríamos decirlo así, les falta training para defenderse con la democracia.
¿A partir de la situación de Honduras piensa que es posible otros golpes de
Estado similares en países de la región?
La tentación del golpe de Estado está latente, siempre allí, pero yo creo que
hay una afirmación indudable de los procesos políticos-democráticos y
además una creciente popularidad de los movimientos populares en la
América Latina, que hace cada vez más difícil el retroceso a los viejos y
oscuros tiempos en los que estábamos condenados a aceptar regímenes
militares organizados sobre la base del derecho de obedecer, obedecer y
obedecer y el derecho no menos dudoso de callar o mentir, eso, yo creo
que ha quedado atrás y espero que lo de Honduras sea un accidente sin
mayores consecuencias.
¿Por qué no fueron votados en el anterior referendo las leyes de caducidad
y los delitos de lesa humanidad cometidos en el Uruguay y el camino al voto
epistolar, son temas que se podrán debatir en el futuro?
En gran medida en estos dos plebiscitos contra la Ley de Impunidad y el
otro plebiscito que reconoce o no quiso reconocer el derecho de voto de los
uruguayos que viven afuera, yo creo que nuestro fracaso, yo estuve muy
envuelto en los dos, dicen que las victorias tienen muchos papás, pero la
derrota es huérfana, nadie sabe quién fue, bueno yo fui uno de los
responsables, de los plebiscitos, nunca me arrepiento, los volvería a hacer,
dos y mil veces, soy uno de los papás de esas dos derrotas y a mucha
honra, porque creo que era una causa justa y vale la pena verterse por las
causas justas, aunque uno pierda, no soy exitista ni comparto un sistema
de valores de una sociedad que prohíbe perder y donde lo que no es
rentable no es bueno, y deonde quien no gane no tiene derecho a existir.
Creo que perdimos, pero perdimos dignamente y quizá la causa de la
derrota es que aún tenemos en el Uruguay, y en el mundo en general, este
es un fenómeno lamentablemente frecuente en toda la América Latina, es
ese cierto divorcio entre los partidos políticos de izquierda y los
movimientos sociales, es decir, los movimientos sociales,. que siguen
funcionando en situación de bastante soledad en relación a la cantidad de
solidaridad que deberían recibir de los partidos de izquierda, espero que
podamos superar esa distancia que se abre entre los movimientos
ecologistas, feministas, los movimientos por los derechos humanos y los
partidos de izquierda.
Con la llegada de Pepe Mujica hay una nueva ilusión para el pueblo
uruguayo, ¿Cuál será para usted la política de integración que tendrá el
Uruguay con los países de la región?
Yo espero que se avance en visión a la unidad y que la unidad deje de ser
un tema de discursos para convertirse en un tema de unidad. Lo que pasa
es que es difícil llevarla adelante, es imprescindible, no hay otra, o nos
unimos o estamos fritos. Por otro lado hay cosas que conozco donde la
realidad es otra, difícil muy contradictoria, mucho desarrollo desigual, hay
un desarrollo desigual en la América Latina, una cosa es Brasil y otra cosa
es Bolivia, una cosa es el Paraguay y otra el Uruguay, hay desarrollos
desiguales que tiene que ver en las situaciones económica distintas de los
países pero también con su historia, con sus contenidos culturales.
Entonces es también difícil asumir que no existe una cadena de dos
eslabones, porque es difícil resistir la tentación, verdad que parece obvia
pero es mentira porque todo se reduce a oprimido y opresores, hay una
cadena de dos eslabones, el oprimido y el opresor, eso es mentira, no es
así.
Las cadenas de la humillación tiene numerosos eslabones y cada oprimido
oprime a un opresor que oprime a otro oprimido que a su vez es opresor de
otro y así, y eso es lo que ocurre con los países también, que hay países
que se portan con otros países igualmente humillados y maltratados por la
historia como si ellos fueran los países dominantes.
Una vez un jefe de policía me dijo en México que ’nosotros tratamos a los
centroamericanos como los gringos nos tratan a nosotros’, y eso vale
también con la relación que tiene Brasil con Argentina o esta con Paraguay
y Bolivia suponte, todavía existe eso, entonces eso es así para poder
cambiarlo, vamos a tejer juntos un tejido de fraternidades de solidaridades y
dejarnos de joder con eso de los leaderships (liderazgo) pues eso es lo
peor que tiene los gringos, es una obsesión por el liderazgo, a ver quién
manda, es una manía norteamericana que corresponde a un sistema de
valores que a mi no me gusta ni un poquito, esta idea de que tiene que
haber mandones y mandados, hay que ver qué nación va a ejercer el
liderazgo, liderazgo ninguno, yo lo decía, en una gira que hice en los
Estados Unidos hace poco, hay que luchar para sustituir esa palabra
horrorosa que es el leadership por friendship, vamos a ser amigos en
igualdad de condiciones y vamos a sustituir las relaciones de caridad por
relaciones de solidaridad.
Hay un proverbio africano que dice que la mano que da está por encima de
la mano que recibe, y en cambio en las relaciones comprensibles hay una
solidaridad que hace que nadie sea más que nadie y esa horizontalidad es
la que permite que nos alimentemos mutuamente, porque todos tenemos
algo que ofrecer a los demás, todos tenemos algo qué decir, que tiene que
ser escuchado y, hasta cierto punto, celebrado.
Después de las elecciones en Uruguay habrán elecciones en Bolivia y
Chile, ¿cómo ve el futuro de la región?
Creo que no se puede generalizar, pues cada país tiene sus propios
procesos, y como te decía al principio la diversidad es el valor más
importante que tiene la América Latina. Somos la región que junta todos los
olores y los colores de la condición humana, la diversidad latinoamericana
es una maravilla.
Cuando a mi me dicen con mala intención ¿En qué se parecen un argentino
y un haitiano? Digo se parecen más allá de lo que parecen que no se
parecen, pero además si son diferentes, menos mal, porque lo mejor que
tenemos son nuestras diversidades, nuestras diferencias, nosotros somos
una buena respuesta a un mundo que te condena a morir de hambre o de
aburrimiento, de hambre no nos queremos morir pero de aburrimiento
tampoco y un mundo monocorde que te impone la igualdad de las
costumbres, de un pensamiento único, de la única manera de vivir y de
soñar es un mundo que te convida al bostezo.
Hay mejores mundos por qué luchar, entonces la diversidad nuestra es muy
grande y por suerte lo es, y eso hace que se equivoquen los doctores que
vienen de afuera, esos expertos latinoamericanólogos que van al
aeropuerto, se bajan del avión y en diez minutos escriben un libro sobre
cualquier de nuestros países con pedantísima arrogancia, con un
sentimiento de superioridad que me parece repulsivo, yo creo que hay que
ser más humilde. Cuando uno penetra o intenta penetrar en otra realidad
tiene que ser humilde y empezar a reconocer el derecho a la diferencia,
somos diferentes y por suerte somos y por eso los esquemas que nos
aplican por ende no sirven, porque son esquemas que vienen de afuera,
como un molde y si uno no entra en el molde por ende no se está portando
bien, entonces dicen no, este no es democrático porque no coincide con el
molde, ¿qué molde?.
Yo estuve en Italia hace algunos meses y en una conferencia de prensa ya
me tenían aturdido con las preguntas sobre el populismo en América Latina,
la demagogia, el peligro del populismo.
Yo les dije, por favor, somos amigos, confíen en mi, yo no los voy a
defraudar, no les estoy mintiendo, no hay peligro de populismo ni
demagogia, les aseguro que no hay peligro, les aseguro que Silvio
Berlusconi no tiene la menor influencia en América Latina, no hay peligro.
teleSUR/dag-MFD