Invertir en educacion o generar empleos ? : una falsa dicotomia

13 de febrero de 2007 por Adolfo Acevedo Vogl




El principal argumento empleado para intentar explicar el nivel tan exiguo
que exhibe el Gasto en Educacion por habitante en Nicaragua, sencillamente
atribuye esto, al hecho de que el ingreso percápita del país también es muy
exiguo. Se arguye que un país tan pobre, con un ingreso percápita tan
reducido, similar al de Honduras y Bolivia - los otros dos paises mas pobres
de AL, junto a NIcaragua, despues de Haiti - dispondrá de muy pocos recursos
para invertir en el Gasto Social, por lo cual este Gasto necesariamente
resultará
ser también bastante pobre.

No obstante, cuando comparamos el Gasto en Educacion percápita de Nicaragua
con estos otros países de América Latina, cuyo ingreso percápita es similar
al de nuestro país, encontramos que la explicación del excesivamente
reducido tamaño del Gasto de Educacion percápita de Nicaragua, al parecer
reside, no sólo en la escasez absoluta de recursos como producto del
reducido tamaño de la economía, sino que también, en una GRAN medida, en la
prioridad relativa EXAGERADAMENTE BAJA que Nicaragua asigna a dicha
inversión.

De acuerdo con datos de la CEPAL, el Gasto Público en Educacion percápita de
Nicaragua en 2002-2003 fue cercano al 46% del del Gasto percápita de
Honduras y el 48% del de Bolivia: en ambos casos, menos de la mitad.

Incluso, Nicaragua invierte comparativamente mucho menos en educacion que
paises
con un ingreso percapita mucho menor.

Mientras en promedio los paises de menor ingreso del planeta invierten en
promedio el 13% del PIB Producto interno bruto
PIB
El PIB es un índice de la riqueza total producida en un territorio dado, estimada sobre la base de la suma de los valores añadidos.
percapita por alumno de ensenanza secundaria,
Nicaragua invierte apenas el 5%. El promedio de AL es 18%.

Lo que es peor, mientras el gasto por estudiante de ensenanza secundaria en
los paises de menor ingreso, AL, y en casi todo el mundo, es muy superior en
promedio al de ensenanza primaria - porque mientras en primaria un maestro
ensena todas las materias, la educacion secundaria requiere diferentes
profesores con conocimiento especializado en diferentes materias, libros de
textos más grandes a lo largo de más materias, otros materiales didácticos -
en Nicaragua el gasto por estudiante de secundaria resulta ser MENOS DE
LA MITAD del gasto por estudiante en educacion primaria.

Es decir, lo que ocurre en Nicaragua no es ni siquiera tipico de un pais
pobre,
es una completa y total aberracion

Como resultado, los indicadores educativos de Nicaragua son tambien muy
pobres.

Comparando la tasa de supervivencia al quinto grado de Nicaragua con la de
Bolivia, otro país integrante de la Iniciativa HIPC que es exactamente tan
pobre como Nicaragua, encontramos que, mientras en nuestro país sólo el 58
8% de los integrantes en una cohorte que se matriculan en primer grado en
algún momento alcanzaron el quinto grado, en Bolivia lo hacía el 86.4%.

Inclusive, si comparamos el valor de este indicador en Nicaragua con el que
el mismo alcanza en promedio, en los países más pobres del planeta,
encontramos que la tasa de supervivencia al quinto grado en estos países es
del 72.2%, frente al 58.6% de Nicaragua. Los países del Sur de Asia, que
también son países sumamente pobres, alcanzan un valor de 77.1% para este
indicador, muy superior al de Nicaragua.

Por su parte, la tasa de escolaridad secundaria neta de Nicaragua es similar
a la de Mozambique, un país de África país cuyo ingreso percápita (en US$
corrientes) es cerca de 60% inferior al de Nicaragua, y de otros países de
muy bajo ingreso percápita como Gambia (68% inferior al de Nicaragua), Kenya
(42% inferior), Bangladesh (48% inferior), mientras que la tasa de
escolaridad neta de secundaria de Bolivia, cuyo ingreso percápita es similar
al de Nicaragua. se eleva hasta el 73.6%, casi el doble de la de Nicaragua.

Tampoco se puede eludir el punto de la extramadamente baja prioridad
asignada a la educacion, argumentando que la prioridad es crear empleos, mas
que invertir en educacion, porque la razon de que en Nicaragua se invierta
tan miserablemente poco en educacion, no esta en que se invierta
comparativamente mas en promover la creacion de empleos, por ejemplo la
inversion en infraestructura basica, que tambien es misera

Por lo demas, existe un problema con respecto al tipo de empleo u ocupacion
que puede absorber a la fuerza de trabajo en Nicaragua, la cual muestra
los niveles de
calificacion mas bajos de la region.

De hecho, en Nicaragua la tasa de desempleo abierto es bajisima, es decir
que la economia esta creando el numero de empleos necesario para absorber a
la mayoria absoluta de los jovenes que se estan incorporando al mercado
laboral.

Ahora bien, la mayor parte de estos empleos, mas del 80%, se estan creando
en la agricultura, en primer lugar, y en segundo lugar en el comercio y los
servicios informales. El tipo de empleos que alli se crean, demandan el tipo
de fuerza de trabajo con el nivel de calificacion que predomina en
Nicaragua: analfabeta, analfabeta funcional, o un poco por encima del umbral
del analfabetismo funcional. Crean empleo precario, informal, de bajisima
productividad, y bajisimas remuneraciones, que mantiene a quienes los
desempenan bajo el umbral de la pobreza absoluta.

La inversion local y extranjera que podemos denominar grande, que en general
crea empleo formal, o de mayor calidad, y que genera alrededor del 8% del
empleo total en Nicaragua, absorbe predominantemente a la fuerza de trabajo
con un mayor nivel de calificacion relativa. En general estas inversiones
requieren, por un lado, menos fuerza de trabajo en terminos comparativos que
antes, y por otro, requieren, cada vez mas, de fuerza de trabajo con un
umbral minimo mas alto de escolaridad y calificacion, que antes. El problema
se reproduce con diferentes escalas en toda AL

Centremonos en el segundo aspecto. Los empleos formales de cierta calidad,
en la actualidad requieren mayor calificacion relativa que antes: este es un
fenomeno que se esta verificando en toda la region. Los mismos empleos que
antes, ahora requieren ser ocupados por personas con mucha mas calificacion
que antes. Inclusive, para trabajar en la maquila, se requiere por lo menos
la primaria. Pero la mayoria de los jovenes que ingresa al mercado laboral
nicaraguense con costo alcanza el 4to grado (con una calidad lamentable de
la educacion recibida), y el 5to lo alcanzan una minoria, y principalmente
en las zonas urbanas.

El 76% de los menores de 18 anos proviene del 60% mas pobre de los hogares,
y el 60% de ese 76% proviene de las zonas rurales. El nivel de escolaridad
que alcanzan, es dramaticamente bajo, para las demandas del presente siglo.
La mayoria absoluta de ellos esta condenada, desde ahora, a vivir el resto
de su vida en la pobreza mas absoluta.

En cierto sentido, nuestra sociedad desigual, esta cosechando lo que sembró:
al cerrar a los niños y niñas de los hogares de menores ingresos - que
constituyen la mayoría absoluta de los niños - el acceso a una educación
suficiente y de calidad, se condenó al país a tener hoy una fuerza de
trabajo de bajísima calificación, la cual únicamente puede ser absorbida por
el tipo de empleos que, de manera predominante, esta generando nuestra
economía.

Esto, a su vez, reproduce las desigualdades. La limitada escolaridad
promedio
que alcanzan los jóvenes provenientes de los hogares de menores ingresos, que
son la absoluta mayoria, los condena a acceder a empleos precarios, de muy
baja
remuneración, que los mantendrán bajo los umbrales de la pobreza en la
edad adulta.
Las exigencias en términos de calificaciones de los empleos de buena
calidad laboral
los hacen inaccesibles para porcentajes significativos de la población,
precisamente
aquellos que se ubican en los quintiles inferiores de la distribución del
ingreso, que
obtienen niveles educativos muy bajos.

Pensar que uno puede insertarse con posibilidades minimas de exito en la
economia mundial, con estos niveles de escolaridad de la fuerza de trabajo,
mientras se le otorga a la inversion en educacion una prioridad relativa muy
inferior a la que le otorgan muchos de los paises mas pobres del planeta, es
un terrible error.

Lo que es más, en el futuro, las exigencias en términos de calificación de
los empleos de calidad los harán cada vez más inaccesibles para porcentajes
cada vez más significativos de la población, que obtienen niveles educativos
extremadamente bajos. En efecto, los requerimientos educativos asociados a
los empleos del actual modelo se relacionan cada vez mas con estándares
internacionales y quienes llenan estas características perciben los mayores
ingresos. Pero quienes pueden hacerlo, son proporcionalmente muy pocos,
porque la mayoria absoluta no llena siquiera standares minimos de
calificacion.

Por otra parte, el hecho de que desde ya se esté predeterminando un nivel
bajísimo de escolaridad promedio de la fuerza de trabajo para las próximas
décadas - que con frecuencia la coloca debajo de los umbrales del
analfabetismo funcional -, es una noticia verdaderamente desastrosa para las
perspectivas de futuro del país y gran parte de la población que lo habita.

El hecho de que extensos segmentos de la población se vean condenados, por
una sociedad sustentada en altísimos niveles de desigualdad, a insertarse
en la vida económica y social con niveles bajísimos de dotación de capital
humano, determina que el nivel promedio de dotación de capital humano del
país, como tal, sea también muy bajo.

Dado el papel fundamental que según toda la moderna teoría económica, y toda
la evidencia disponible, desempeña el nivel promedio de dotación de capital
humano de un país, y su tasa de acumulación, los niveles promedios tan
exiguos que evidencia la sociedad nicaragüense, significan que la economía,
el país, y la población, se están quedando sin perspectivas básicas de
futuro.

En una economía mundial cruda y crecientemente competitiva, las
posibilidades de los países, y de las personas, de insertarse en ella con
posibilidades siquiera mínimas de éxito, dependerá de que hayan logrado
desarrollar o no una capacidad básica de asimilar el conocimiento y la
tecnología. Aquellos que no logren hacerlo, se verán “dejadas fuera” sin
ningún tipo de contemplación.

Por lo demás, un país cuyos jóvenes en su gran mayoría no tienen
posibilidades de acceder a una escolaridad suficiente y a una educación de
calidad, ni a empleos con ingresos medianamente dignos, es un candidato para
que se profundicen cada vez más los procesos de descomposición y anomia
social, y de creciente ruptura de los lazos de solidaridad y cohesión social

El problema se agrava por las tendencias socio-demograficas prevalecientes.
Como ha dicho un Representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas
(FNUAP): “La oportunidad demográfica que se está abriendo es por una única
vez y por un tiempo limitado. Su aprovechamiento exige desde ahora flujos de
inversión publica suficientes y bien dirigidos. Exige también políticas
públicas
adecuadas para garantizar que los jóvenes entren a los mercados laborales y
lo hagan con un buen nivel de educación, capacitación y salud. Si esto no se
hace a tiempo, es decir, desde ahora, la oportunidad se convertirá en una
catástrofe social por los altos niveles de desempleo, inseguridad ciudadana
y de emigración masiva al exterior que sin duda se agudizarían”.


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