Global
O acerca de por qué en tiempos de crisis, el libre comercio no se cuestiona
10 de agosto de 2020 por Luciana Ghiotto
La profundidad de la crisis que estamos viviendo es innegable. Los diagnósticos son numerosos y señalan hacia una crisis del capitalismo, crisis financiera, crisis ecológica y climática, crisis sanitaria, crisis de las instituciones globales, entre otros modos de comprenderla. Sin dudas, una de las formas más espectaculares que ha tomado esta crisis es bajo su forma financiera; en enero de 2020, con el crecimiento de casos de coronavirus en China, los tenedores de bonos hicieron una venta masiva, generando alerta en los mercados financieros globales, llegando hasta el cimbronazo de principios de marzo. La expansión de la deuda en años recientes ha sido exponencial, desde el año 2017 hubo un nuevo crecimiento en las emisiones de deuda pública en las economías más avanzadas, superando el nivel de la deuda pública en la segunda posguerra [1]. Frente a este nuevo terremoto en el sistema financiero, los estados aparecen nuevamente, tal como lo hicieron en 2008, como el salvavidas para las empresas en quiebra y como soporte para el frágil sistema financiero a escala planetaria. Frente a las crisis, los establishments económicos no sólo no ponen en duda el rol interventor del Estado, sino que lo reclaman.
Sin embargo, esta crisis que recién empezamos a transitar está evidenciando un problema mucho más profundo: la incapacidad del capitalismo de lograr una reestructuración de la producción que garantice un aumento de la tasa de ganancia a largo plazo. Esto se manifiesta como una crisis de sobreproducción en un contexto donde la economía y el comercio no se han expandido a gran escala desde 2008. Durante la última década, la economía global se ha caracterizado por un lento y débil crecimiento. No obstante, en el mismo periodo sí hemos visto ampliarse la red de tratados comerciales y de inversión que intentan generar marcos de certidumbre para los inversores a escala global. La arquitectura legal compuesta por miles de tratados ha ido mutando de acuerdo con el modo en que se desarrollan las cadenas globales de valor, y a ciertos modos necesarios de regulación estatal frente al caos de la acumulación. La integración de las redes productivas ha alcanzado tal profundidad que el libre comercio no puede ser puesto en duda, ni se permite que los Estados adopten prácticas que tiendan a erigir barreras proteccionistas.
En este ensayo explicaremos que, en contextos de crisis, se vuelve aceptable (y requerido) el rol de los estados como prestamistas de última instancia, ordenadores (reguladores) de las economías y salvadores de las empresas productivas al borde de la quiebra. No obstante, éstos no pueden erigir barreras extraordinarias a la circulación del capital y de las mercancías. Dada la profunda interrelación de las redes de producción global, resulta aceptable cierta regulación estatal, pero no el freno a la liberalización comercial, la rueda debe seguir girando.
La crisis de 2008, el inicio de la gran recesión y los Tratados de Libre Comercio “de nueva generación”
Para poder comprender el momento actual es imprescindible remitirse a la crisis de 2007-2008. Esa crisis puede ser entendida como el comienzo de una gran recesión que no ha sido resuelta y que no ha llevado a un nuevo proceso sostenido de acumulación de capital [2]; de hecho, los siguientes diez años pueden ser leídos como la expresión entrecortada de esa crisis [3]. La crisis de 2008 no se cerró porque los estados tuvieron allí un rol crucial salvando a las empresas productivas y al sector financiero en quiebra, evitando así una reestructuración exitosa del capital que permitiera salir del ciclo de crisis a corto plazo. De ese modo, se empujó la crisis hacia adelante mediante el crecimiento exponencial de la deuda
Deuda
Deuda multilateral La que es debida al Banco Mundial, al FMI, a los bancos de desarrollo regionales como el Banco Africano de Desarrollo y a otras organizaciones multilaterales como el Fondo Europeo de Desarrollo.
Deuda privada Préstamos contraídos por prestatarios privados sea cual sea el prestador.
Deuda pública Conjunto de préstamos contraídos por prestatarios públicos. Reescalonamiento. Modificación de los términos de una deuda, por ejemplo modificando los vencimientos o en relación al pago de lo principal y/o de los intereses.
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Después de 2008, la economía mundial se caracterizó por un crecimiento anémico o débil en las economías más importantes. Este crecimiento estuvo marcado por una sobreacumulación de capital productivo [4]. A pesar de las bajas tasas de interés
Interés
Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento.
y la inundación de liquidez durante la primera década del nuevo siglo, no se generó un crecimiento económico sostenido. Durante la crisis de 2008, las exportaciones globales se ralentizaron en 3,4%, y en 2009 disminuyeron un 11,3% [5], un desplome sin precedentes desde la crisis de 1930. Los niveles de crecimiento y comercio se estabilizaron en la post-crisis gracias al rol de la economía china como gran consumidora de recursos naturales y movilizadora de inversiones a escala global a través de proyectos de infraestructura como el Belt and Road Initiative. Sin embargo, desde mediados de 2018 se produjo una nueva caída en la actividad industrial global y en el comercio. En el último trimestre de 2019, el comercio cayó 1, 2% [6]. Antes del inicio de la pandemia, las perspectivas de crecimiento de la economía mundial publicadas por la OCDE
Organización de Cooperacion y Desarrollo Economicos
OCDE
Creada en 1.960 y con sede en el Château de la Muette en París, la OCDE agrupaba en el 2.002 los quince miembros de la Unión Europea más Suiza, Noruega, Islandia; en América del Norte, Estados Unidos y Canadá; en Asia-Pacífico, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Entre 1.994 y 1.996, ingresaron tres países del Tercer Mundo: Turquía, candidata a entrar también a la Unión Europea; México, que con sus dos vecinos del Norte forma el ALCNA o NAFTA; Corea del Sur. Desde 1995 se han sumado tres países del ex bloque soviético: la República Checa, Polonia y Hungría. En el año 2.000, la República Eslovaca constituyó el miembro número treinta.
Lista de los países miembros de la OCDE por orden alfabético: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Reino Unido, Suecia, Suiza, Turquía.
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eran del 2,9% para 2020, aunque el Fondo Monetario Internacional
FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.
A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
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(FMI) anunció recientemente la retracción de cerca del 3% de la economía global, una caída peor que la vivida tras la crisis de 2008 [7]. El problema a corto plazo para la salida de esta crisis es que China no está posibilitada para jugar el mismo rol que en la post-crisis de 2008, porque China misma se ha vuelto el escenario de la sobreacumulación mundial, y porque ha sido el país directamente afectado por el Covid-19, generando un freno generalizado de la producción [8].
En 2008, el intento de salida coordinada de las potencias fue a través del relanzamiento de un nuevo G-20 –aggiornado- para hacer frente a la crisis global. La convocatoria a un foro ampliado (a lo que otrora fuera el G7 G7 Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón. Se reúnen anualmente los siete jefes de Estado, generalmente a fines de mayo o principios de julio. El G7 se reunió por primera vez en 1975 a iniciativa del presidente francés, Valery Giscard d’Estaing. ) mostraba la necesidad de buscar ciertos grados de cooperación para salir de la crisis, más allá del rol central (financiero y político) de EE.UU. El acuerdo general era que se fundaría un nuevo orden global sustentado en la supervisión, el orden y la regulación mundial [9]. Lo más relevante es que el G20 G20 El Grupo de los Veinte (G20) está compuesto por diecinueve países más la Unión Europea, en el que los ministros, gobernadores de bancos centrales y jefes de Estado se reúnen regularmente. Fue creado en 1999, tras la sucesión de crisis financieras de los años noventa. Pretende favorecer la cooperación internacional, integrando el principio de un diálogo ampliado ante el creciente peso económico adquirido por un grupo de países. Sus miembros son: Alemania, Sudáfrica, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Turquía y la Unión Europea (representada por el Presidente del Consejo y el gobernador del Banco Central Europeo). en sus reuniones de 2008 y de 2009 acordó permitir las medidas fiscales necesarias para estabilizar el sistema financiero global. Sin embargo, también se acordó no caer en la tentación proteccionista habida cuenta de que las redes de producción globales requerirían un comercio libre y abierto para funcionar [10]. Se trató entonces de una creciente regulación en un contexto de continua liberalización, la declaración de la Cumbre del G20 de noviembre de 2008 en Washington subrayó la importancia de no aislarse, de rechazar el proteccionismo y de “no establecer barreras a la inversión o al comercio de mercancías y servicios, de imponer nuevas restricciones a las importaciones, o poner en marcha medidas (…) para estimular las exportaciones” [11].
La salida “reguladora” del G20 no funcionó; de hecho, fue abandonada rápidamente. Sin embargo, la necesidad de avanzar en ciertos modos de intervención aceptada de los Estados en situación de crisis se plasmó en los tratados de libre comercio (TLC) negociados después de 2008, especialmente en los llamados mega-regionales. La conexión entre la crisis del 2008 y la última ola de TLC se ve especialmente mediante la incorporación de los nuevos temas relevantes para la acumulación de capital en el marco de la internacionalización de la producción, especialmente el comercio electrónico y los servicios digitales. Pero lo central para ver la conexión con la crisis es que estos tratados incorporan cierta reconfiguración de las funciones regulatorias de los Estados, especialmente de cara al sector financiero [12]. El Tratado Transpacífico (TPP) negociado por EE.UU. (aunque este luego se retirara) sumó un capítulo de Servicios Financieros donde se acepta un mayor rol de salvataje de los Estados, a partir de la incorporación de excepciones a la cláusula de Trato Nacional para el sector financiero extranjero. Así, el rol de salvataje estatal de la banca “nacional” y el sector financiero en contextos de crisis es permitido. Como vemos, la nueva ola de tratados de la última década puede ser leída a la luz de la salida (transitoria) que se encontró para la crisis de 2008.
Pero la salida de la crisis de 2008 no generó un impulso para el crecimiento del PBI global y el aumento del comercio, sino que se sostuvo sobre la expansión del crédito. La relación entre la deuda total (hogares, empresas y gobiernos) y el PBI global asciende a 322%, relación que aumenta a 383% en los países desarrollados [13]. El crédito se convirtió en una especie de colchón para evitar una gran crisis, la cual fue nuevamente pateada hacia adelante. Por ello, la única salida a corto plazo para el sistema en su conjunto es aceptar la centralidad del accionar de los Estados como “salvadores” del sistema [14]. Ahora como en 2008, el salvataje lo realizan los Estados y sus bancos centrales, creando el estímulo monetario necesario para mantener lubricada la maquinaria del sistema financiero (bancos, aseguradoras, fondos de riesgo) y productivo (recordemos que en 2008 el gobierno norteamericano también salvó a mega-corporaciones como la General Motors). Otra vez, la crisis-y-reestructuración fue prolongada y postergada [15].
El problema es que ese “tirar para adelante” estalló parcialmente entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 con el freno de la producción en China, que afectó enormemente a industrias como la automotriz. Un dato no menor, es que el 9% de la producción de autos de China se producen en Wuhan, epicentro de la pandemia. Este freno implicó una enorme incertidumbre sobre el futuro del sistema productivo en su totalidad, debido a la incapacidad de saber por cuánto tiempo quedarían paralizadas las cadenas de valor que tienen a China en su eslabón principal. El freno se expresó rápidamente como venta masiva de acciones, como una crisis en el sistema financiero. En marzo, los mercados colapsaron, con la intervención de la Reserva Federal
FED
Reserva Federal
Oficialmente Federal Reserve System, habitualmente abreviada en Federal Reserve o Fed, es el banco central de Estados Unidos. Fue creada el 23 de diciembre de 1913 mediante el Federal Reserve Act, también llamado Owen-Glass Act, tras varias crisis bancarias y el pánico bancario de 1907.
(Fed) norteamericana y del Banco Central
Banco central
Entidad que, en un Estado, se encarga generalmente de la emisión de billetes de banco y del control del volumen de moneda y crédito. En España es el Banco de España quien asume dicho rol, bajo el control del Banco Central Europeo (BCE, ver más abajo).
El Banco Central de un país gestiona la política monetaria y tiene el monopolio de la emisión de la moneda nacional. Proporciona moneda a los bancos comerciales a un precio determinado por las tasas directoras, que son fijadas por el proprio banco.
Europeo, los mercados globales se sostuvieron y evitaron que se disparara el precio del dólar. Sin embargo, esta intervención fue mucho más fuerte que cualquier rol que estas instituciones hayan tenido desde la crisis de 2008. Por ello, al decir de Adam Tooze, estamos sólo ante el inicio de la onda expansiva (shockwave) de una crisis que podría estallar en poco tiempo más [16].
El comercio no se toca: la necesidad de circulación de las mercancías en tiempos de crisis
La expansión del coronavirus en China y el consecuente cierre de fábricas impactaron fuertemente en todos los mercados, especialmente por la alta dependencia del encadenamiento productivo con ese país. Al inicio de 2020 ya se hizo evidente un freno generalizado en tres sectores [17]. Primero, en la producción (crisis de oferta) debido a las medidas de distanciamiento social. Esto ya está generando un fuerte aumento de la capacidad ociosa y enormes pérdidas en diversos sectores de las economías. Segundo, este parate lleva a una caída de la demanda global. Sin producción no se requiere tanto carbón, hierro, cobre o minerales. La caída de demanda de commodities
Commodities
Las commodities agrupan el mercado de materias primas (productos agrícolas, minerales, metales y metales preciosos, petróleo, gas…).
de los países centrales y de China ya está impactando en las economías dependientes de dichas exportaciones, como las latinoamericanas. Tercero, el freno en la oferta y en la demanda se expresa en una caída brutal de la circulación, del comercio. La OMC
Organización Mundial del Comercio
OMC
Firmado el acuerdo el 15 de abril de 1994 y en vigencia desde el 1º de enero de 1.995, la OMC sustituye al GATT (Acuerdo general sobre aranceles y comercio). La mayor innovación introducida es que la OMC posee el estatuto de organización internacional. Su función es asegurar que ninguno de sus miembros se entregue a cualquier tipo de proteccionismo, a fin de acelerar la liberalización mundial de los intercambios comerciales, de favorecer las estrategias de las multinacionales. Está dotada de un tribunal internacional (órgano de resolución de conflictos) que juzga las eventuales violaciones de su texto fundador de Marraquech.
estima que la caída del comercio mundial puede oscilar entre el 13% y el 32%, de acuerdo con la rapidez y capacidad de los estados de afrontar la crisis [18]. Por su parte, la UNCTAD proyectó la caída de la inversión extranjera directa entre un 30% y un 40% hasta 2021 [19].
Frente a esta situación sombría, circulan varios diagnósticos y propuestas de las instituciones y foros gubernamentales frente a la crisis en el comercio global. Varios organismos como la OMC, la UNCTAD y la CEPAL, y foros como la OCDE y el G20, han publicado notas con una serie de propuestas de políticas públicas orientadas a mantener el comercio abierto y funcionando. La posición común es acerca de la necesidad de que los Estados intervengan para resolver (de algún modo) la crisis sanitaria y garanticen el salvataje a las empresas. Pero también existe un consenso acerca de que el comercio abierto y las cadenas globales de valor son los motores fundamentales para la recuperación de la crisis económica. Así como el rol activo Activo En general, el término “activo” hace referencia a un bien que posee un valor realizable o que puede generar ingresos. Por el contrario, hablamos de “pasivo”, es decir la parte del balance compuesta por los recursos de los que dispone una empresa (capital propio aportado por los socios, provisiones por riesgos y gastos, así como las deudas). de los Estados está mitigando y conteniendo el shock económico, en el área del comercio los gobiernos sólo deberían implementar “medidas necesarias, efectivas y científicamente probadas para enfrentar la pandemia de Covid-19” [20].
La preocupación es que la crisis despierte una ola de políticas proteccionistas y aumento de aranceles, como ha sucedido en otros momentos de crisis. En ese sentido, Roberto Azevedo, Director General de la OMC, sostuvo que “los gobiernos están introduciendo estímulos fiscales y monetarios” para hacer frente a la crisis, y “eso es positivo”. Según Azevedo, el comercio tiene un rol importante para ser parte de la “respuesta global” que esta crisis requiere, ya que el comercio abierto ayudará a traer “la recuperación económica más rápida y fuerte para todos” [21]. La OCDE sostiene que es central que los Estados impulsen “la confianza en el comercio y los mercados mundiales mejorando la transparencia sobre las medidas e intenciones de política relacionadas con el comercio”, así como “evitar hacer el panorama más sombrío a través de implementar innecesarias restricciones y otras barreras comerciales" [22]. En ese sentido, es necesario mejorar la coordinación en la facilitación del comercio global y especialmente en el comercio digital (sector que de hecho sale beneficiado de la crisis). Y en caso de que se apliquen barreras técnicas al comercio (o barreras no-arancelarias), entonces la necesidad para tal política debe estar basada en pruebas científicas, tal como se explicita en gran parte de los TLC firmados a nivel global.
A su vez, varios Estados están negociando o aprobando TLC durante la pandemia, lo cual muestra que el libre comercio no se pone en duda. Hay numerosos ejemplos de esta situación, la Asamblea Nacional de Ecuador, en plena crisis sanitaria que lo lleva a ser uno de los países con mayor tasa de mortalidad por el Covid-19 en la región, aprobó el 21 de abril el acuerdo con los países europeos de EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio) [23], y en la misma semana cerró negociaciones para un TLC con Chile. El Parlamento vietnamita se apresta a aprobar el acuerdo comercial con la UE en su próxima reunión a fines de mayo, a través de videoconferencia parlamentaria [24]. Mientras tanto, la UE continúa en plena pandemia sus negociaciones comerciales con EE.UU., China, Australia y Nueva Zelanda [25], a la vez que acaba de anunciar el fin de las negociaciones para la “modernización” del acuerdo comercial con México, lo cual fue denunciado por numerosas organizaciones sociales [26]. El Mercosur Mercosur El Mercosur es una zona regional de cooperación económica del Cono Sur (mercado del Cono Sur) que reúne a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, más dos países asociados, Chile y Bolivia anunció que la próxima ronda para un TLC con Corea del Sur será en mayo, aunque ahora sin la participación de Argentina en las negociaciones (aunque Argentina dejó en claro que no se retira de la última etapa de revisión técnica y legal del acuerdo con la UE) [27]. Por su parte, y en el marco del TLCAN, EE.UU. ha presionado a México para que reabra las plantas ubicadas en la frontera en medio de fuertes paros laborales porque los trabajadores denuncian la falta de medidas de higiene y de protección de su salud [28].
El libre comercio es intocable. Todo el sistema depende cada vez más de la circulación del capital, de modo rápido, fácil y sin trabas. “Desregulación” no es lo mismo que “liberalización”, regular la banca, por ejemplo, es correcto a ojos del Banco Mundial
Banco mundial
Creado en 1944 en Bretton Woods en el marco del nuevo sistema monetario internacional, el Banco posee un capital aportado por los países miembros (189 miembros el año 2017) a los cuales da préstamos en el mercado internacional de capitales. El Banco financia proyectos sectoriales, públicos o privados, con destino a los países del Tercer Mundo y a los países antes llamados socialistas. Se compone de las siguientes tres filiales.
Mas...
[29] o del G20 en la post-crisis de 2008, pero la liberalización de los mercados de mercancías no se discute. A principios de abril, el periódico Financial Times vaticinaba el fin del neoliberalismo y clamaba por la necesidad de un nuevo “contrato social” donde los Estados tengan un rol más activo en la economía [30], otorgando grandes préstamos [31] e incluso la posibilidad de que nacionalicen empresas en quiebra (como recientemente ha permitido la UE [32]). Pero en ese movimiento de salvataje de las empresas hay que garantizar que las empresas vendan. En términos materialistas, la mercancía debe realizarse en el mercado global y de ese modo termine el ciclo de reproducción del capital. Esto implica que la rueda del capital siga girando: que las mercancías continúen circulando, que no se restrinjan las aduanas ni se establezcan barreras arancelarias (ni para-arancelarias) innecesarias que frenen la importación y exportación de productos. Como diría David Harvey, que el ciclo del “consumo demencial” [33] continúe, porque este mantiene la rueda de la producción andando.
Si algo hizo la “globalización
Globalización
(ver también Mundialización)
Origen y sentido de este término anglosajón: en inglés, la palabra «global» se refiere tanto a fenómenos que interesan a la (o las) sociedad(es) humana(s) a nivel del globo como tal (es el caso de la expresión «global warming» que designa el efecto invernadero), como a procesos que poseen la característica de ser «globales» únicamente en la perspectiva estratégica de un «agente económico» o de un «actor social» preciso. En lo que estamos viendo, el término «globalización» nació en las bussiness schools norteamericanas y reviste el segundo sentido. Se refiere a los parámetros pertinentes de la acción estratégica del gran grupo industrial. Lo mismo sucede en la esfera financiera. A la capacidad estratégica del gran grupo de adoptar una aproximación y una conducta «globales». En un debate público, el patrón de uno de los mayores grupos europeos explicó, en sustancia, que la «globalización» representa «la libertad para su grupo de implantarse donde quiera, cuando quiera, para producir lo que quiera, aprovisionándose y vendiendo donde quiera, y en donde tenga que soportar las menores obligaciones posibles en materia de derechos laborales y convenciones sociales» (extraido de Chesnais, 1997[a]).
”, o el proceso de internacionalización del capital, fue reducir o eliminar las barreras para dar vía libre al capital. El mundo entero fue convertido en un único mercado bajo la lógica de la acumulación capitalista. Entonces, desde la lógica del capital, es cierto que la libre circulación se vuelve crucial, por la centralidad que tiene la extracción de materias primas, el acceso a trabajo barato y disciplinado, y luego la ubicación final de la producción. Pero actualmente nos encontramos con un sistema caracterizado por la sobrecapacidad productiva, la existencia de enormes cantidades de capital y producción excedente con menores márgenes de beneficio
Beneficio
Resultado contable positivo neto fruto de la actividad de una sociedad. El beneficio neto es el beneficio después de impuestos. El beneficio a distribuir es la parte de aquél que puede ser repartido entre los accionistas.
, unido a una caída del consumo global. La firma de nuevos TLC y el mantenimiento de los existentes no garantizan exportar más ni atraer más inversiones extranjeras. Su único sentido es imponer las mejores condiciones posibles para la libre circulación del capital y de las mercancías. Pero sin una reestructuración efectiva del capital a escala planetaria, no se recompondrá la tasa de ganancia ni el comercio podrá generar una recuperación económica “que beneficie a todos”, como sostiene Roberto Azevedo.
El éxito (pasajero) del capitalismo parece entonces estar basado en una nueva brutal expansión del crédito, el cual tiene a los Estados y sus bancos centrales como protagonistas indiscutidos. Al mismo tiempo, los Estados intentan esquivar la crisis sanitaria y financiera con políticas de expansión monetaria, de protección del empleo y de sostenimiento de la producción. Tratan, a su vez de atraer parte del capital circulante hacia sus territorios para equilibrar sus cuentas nacionales, para lo cual fortalecen los niveles de confianza de los banqueros y los inversores acerca de que su ganancia está garantizada, por ejemplo, mediante la negociación de nuevos TLC y el mantenimiento de los existentes. El problema es que, si la crisis se prolonga por varios meses, las medidas expansivas comenzarán a tambalear: por ejemplo, las economías emergentes como las latinoamericanas no tienen la capacidad económica de los países desarrollados para mantener enormes subsidios por mucho tiempo. Por otra parte, los gobiernos encontrarán que los TLC vigentes restringen enormemente el margen de maniobra para realizar políticas mercado-internistas que ayuden a salir de la crisis. En un contexto de enorme incertidumbre, entonces, la encerrona a nivel de los gobiernos es notoria.
Ningún Estado individual (ni colectivo) podría resolver la crisis, sólo prolongarla hacia el futuro como sucedió en 2008. Frente a esta incapacidad inherente de los Estados, el problema entonces recae del lado de las salidas no-capitalistas de la crisis; ¿cómo construimos un “mundo post-coronavirus” que no esté basado en el salvataje a los que especulan sino se centre en las personas? ¿Se puede avanzar en nuevos pactos sociales globales [34], en la construcción de nuevos internacionalismos que pongan en el corazón de la crítica la irracionalidad del comercio y proponga alternativas radicales y posibles? Esto dependerá en definitiva de la conformación de una correlación de fuerzas favorable que permita nuevas construcciones globales.
Fuente: CLACSO
[1] François Chesnais: “La economía mundial al principio de la gran recesión Covid-19”, abril de 2020. En: www.herramienta,com.ar/articulo.php?id=3168
[2] Rolando Astarita: “La crisis global se acelera y profundiza”, abril de 2020, en Blog de Rolando Astarita; David Harvey: “Política anticapitalista en tiempos de Covid-19”, marzo de 2020, en AA.VV., Sopa de Wuhan; David Harvey: El enigma del capital y las crisis del capitalismo, 2012, Madrid, Akal; Chesnais, op.cit.
[3] Adam Tooze: “Shockwave”, abril de 2020, London Review of Books.
[4] Astarita, op.cit.
[5] Leo Panitch y Sam Gindin: La construcción del capitalismo global; la economía política del imperio estadounidense, 2015, Madrid, Akal.
[7] Inforegión en: https://www.inforegion.com.ar/2020/04/14/por-el-coronavirus-la-economia-mundial-caera-un-3/
[8] Chesnais, op.cit
[9] Jorge Arguello: ¿Quién gobierna el mundo? El rol del G-20 en el nuevo orden mundial, 2018, Buenos Aires, Capital Intelectual.
[10] Panitch y Gindin, op.cit.
[11] G20: “Summit on Financial Markets and the World Economy”, en: https://georgewbush-whitehouse.archives.gov/infocus/financialmarkets/index.html
[12] Luciana Ghiotto: “Tratados de Libre Comercio y crisis: apuntes para una crítica de los tratados de nueva generación”, en Orozco (coord.) Del TLCAN al T-MEC: 25 años de libre comercio, Ciudad de México, CLACSO GT Fronteras, Regionalización y Globalización, 2019 (en prensa)
[13] Chesnais, op.cit.
[14] Julio C. Gambina: “La pandemia agrava la tendencia recesiva y sus efectos regresivos en el empleo y los ingresos populares”, 21 de marzo de 2020; en Blog de Julio Gambina.
[15] John Holloway: “La Corona-tormenta”; curso La Tormenta, Coronacrisis I; abril de 2020. En: www.comunizar.com.ar
[16] Tooze, op.cit.
[17] Astarita, op.cit.
[18] OMC, en: https://www.wto.org/spanish/news_s/pres20_s/pr855_s.htm. Revisado en abril de 2020.
[19] UNCTAD, Investment Trends Monitor: Impact of the Covid-19 on global FDI and GVCs. Marzo de 2020. En: https://unctad.org/en/PublicationsLibrary/diaeiainf2020d3
[20] Declaración: The Trade Policy Response to Covid-19: A Call for Urgent OECD Action; Business at OECD, 7 de abril de 2020.
[21] Mensaje de video del Director General de la OMC, Roberto Azevedo: Previsiones sobre el comercio 2020. En: https://www.wto.org/spanish/tratop_s/covid19_s/covid19_s.htm#dgvideo. Revisado en abril de 2020
[22] OCDE (2020) Covid-19 and international trade: issues and actions. Policy Brief, 10 de abril de 2020, en: https://read.oecd-ilibrary.org/view/?ref=128_128542-3ijg8kfswh&title=Covid-19-and-international-trade-issues-and-actions
[25] wedish Trade Policy, 24 de abril de 2020, en: https://twitter.com/setradepolicy/status/1253699231371661313
[27] Entrevista a Luciana Ghiotto: “Argentina necesita salir acuerdo con la UE”, por Vanessa Dourado. 26 de abril de 2020. En: https://americalatinasintlc.org/2020/04/26/argentina-necesita-salir-del-acuerdo-mercosur-ue/
[29] En Panitch y Gindin, op.cit.
[30] Financial Times: “Virus lays bare the frailty of the social contract”, 3 de abril de 2020; en: https://www.ft.com/content/7eff769a-74dd-11ea-95fe-fcd274e920ca
[31] En Argentina, el gobierno anunció en abril de 2020 un paquete de apoyo a las empresas que incluye el desembolso de 70 mil millones de pesos en salarios complementarios, 11 mil millones en créditos a monotributistas, y 26 mil millones en garantías para esos créditos. En total, el gobierno anunció el compromiso de cerca de USD 1.000 millones para las Pymes. En: https://www.infobae.com/economia/2020/04/20/el-paquete-total-del-gobierno-para-ayudar-a-empresas-y-cuentapropistas-suma-850000-millones-3-del-pbi/
[32] https://www.cronista.com/internacionales/Europa-se-prepara-para-la-nacionalizacion-masiva-de-empresas-20200423-0002.html
[33] David Harvey, 2020, op.cit.
[34] Maristella Svampa. “Reflexiones para un mundo post-coronavirus”, Nueva Sociedad, abril de 2020.
Doctora en Ciencias Sociales
por la Universidad de Buenos Aires. Es
investigadora de FLACSO/RRII. Es miembro de
ATTAC Argentina y de la Asamblea “Argentina
mejor sin TLC”. Ha participado activamente
en la Campaña Continenta-l contra el ALCA.
Colaboradora de Transnational Institute (TNI).
América Latina- China
América Latina en la Ruta de la Seda4 de enero de 2021, por Luciana Ghiotto , Ariel Slipak
Chile- EEUU
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América Latina en la Nueva Ruta de la Seda7 de abril de 2019, por Luciana Ghiotto , Ariel Slipak
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El Tratado de Libre Comercio Argentina-Chile: el camino a un retorno encubierto del ALCA23 de agosto de 2018, por Luciana Ghiotto , Patricio Lopez
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Veinte años de lucha contra el Libre Comercio.
¿Resistencia o Alternativas?3 de octubre de 2016, por Luciana Ghiotto